martes, 29 de abril de 2008

El Camino a San Fernando





Es limitada la oferta para gente como yo (que, además, no van por las líneas): Tíos que van a hospedajes mochileros, que ahorran con todo para hacer ciertos recorridos y llegan entre gallos, silencio y medianoche en bus rutero. En las farmacias no había bloqueador Aval, sólo Coppertone, Nivea y otras marcas, a más de S/. 36, hablamos... ¿La otra opción? Paracas Bronze, rascadazo, con razón la segunda etapa de Paracas era Necrópolis, gracias al calor.



Llegué a la ciudad en el fresco de las 4:00 am, con unos cuantos ebrios aún tirados en las veredas, pensando en que debía dormir un ratito antes de irme hasta San Fernando, así que sería mejor de ir directo al hospedaje en vez de "buscar algo que hacer hasta que amanezca". El hostel, pues, literalmente muy cálido, con la calidez extrema con la que se puede recibir a un visitante a esa hora de la madrugada, en una habitación en la que este tranquilamente podía dormir en pieles y sin sábana, a estirarse un poco y prepararse para el alba.








No tenía como perderme lo de ese día: El recorrido hacia San Fernando. Después del desastre de Agosto pasado, una de las cosas que ya no queda es la archifamosa Catedral de las Islas Ballestas, así como gracias a los desastres contaminantes a lo largo de muchos años, cada vez es más reducida la población de aves y mamíferos marinas en la bahía de la Independencia, poco es el espacio "virgen" en el que pueda encontrar ambas cosas, fuera de la Bahía (hoy reserva) de San Fernando.




El recorrido comienza en el acueducto de Ocongalla (Foto de encabezado), de donde se extrae hasta el día de hoy agua de las profundidades del desierto en donde nos encontramos, llegando a una profundidad de diez metros en este y veinte en otros acueductos interconectados, incluyendo el de la ciudadela de Cahuachi (Foto de arriba), cuya visita se encontraba restringida por ser temporada de trabajos, lo cual viene siendo costumbre desde hace ya varios años.





La verdad, creo que las fotos pueden hablar mejor que yo. Ante la prescindencia de diálogo a la cual me sometí en el camino, preferí utilizar como guía recordatorio las fotos, que eran mi prioridad en este viaje. La ruta luego de Cahuachi y su contiguo bosque de huarangos, nos ofreció la vista del templo de Estaquería, en el que se ofrecían sacrificios humanos a las divinidades nasquenses. Se llama así por la disposición de troncos que la constituyen, tal como se ve en la foto-posera-en-sepia y en la de color, del que fue el ambiente principal del complejo.



















El camino se extiende a través del desierto llano después de nuestra parada, sólo hasta las dunas de Usaca, donde me vi cara a cara con un fantasma de niñez ñoña que quiso desafiarme: Las nauseas. Si bien es cierto, era un disfrute total pasear contra la corriente de la brisa y sentir las brasas y abrazos del sol sin represiones del desierto, no imaginaba lo que vendría con el subidón hacia la punta de ese gran montículo, cuyo ascenso hacía sentir a uno como una hormiga sobre mantequilla.










Aquellos super árboles llamados Huarangos; esos sí meten tallo con todo, hasta raíz.






Primera panorámica desde la cima de la duna de Usaca. Disculparán la torpeza de la imagen, es que ya había sufrido el sismo interior del subidón.







Por ahora los dejo con esto. Aunque no lo crean, tengo cosas importantes que hacer en esta casa y la verdad, el ardor que aún me acompaña´no me deja tener un buen texto y una buena elección de fotos para ustedes. Con esta, creo que van dos seriales de post que les debo, "que con gusto se los pagaré el próximo martes" como diría Pilón. De hecho, lo mejor de ese día recien va a llegar: La bahía de San Fernando.




Saboreen la crema pastelera, el pye ya llega.

jueves, 24 de abril de 2008

Elecciones y Despertares

Elegí dejar mi chamba porque necesitaba tiempo y espacio para mí. Pasar tres horas de ida y regreso de la oficina me quitaban una parte vital y empezaron a dejarme sin cabello, fuera de la mezcla con las clases, que forzaron una baja considerable en mi rendimiento.





Como dije, compro mi absoluta y total libertad, 24 horas para mí, a cambio de... la "estabilidad económica" que da la subvención de un practicante. Dejo de percibir esa mensualidad a cambio de libertad de tránsito y tiempo para estudiar. ¿Cuán riesgosa es esta decisión?





Las elecciones siempre las hacemos respecto al presente, sin tener en cuenta el futuro porque simplemente lo desconocemos, o sólo tenemos de él proyecciones. Mi proyección es que sobreviviré un par de meses de mis rentas, de la derrota de Perú en Colombia y de los goles que los colochos hagan, de mis ahorros y de otros ingresos. Al elegir, me valió más tener tiempo para conversar con mis amigos, para pasear por la calle y calatear con la mirada a cualquier gorda bella que se me cruce, o simplemente, hacer lo que hice esta mañana después de repasar Concursal: Maratón de DVD en la otra habitación, el mío ya ha superado sus cuatro años de vida.







Qué cabro el chibolo, ¿no? Se nota que en Chicago de 1990 no había terrorismo. Jamás podría comer tanto helado con fudge. Me encantaría que existiese esa pela en la vida real.





Agarré un par de manzanas, mis cigarros y me puse con películas que disgustaron a mis viejos desde sus primeros minutos: Reservoir Dogs, Shallow Grave, Solo contra todos (mis viejos se escandalizaron cuando escucharon que el protagonista vendía carne de caballo, cuyo consumo es acostumbrado en las clases humildes francesas, de venta en Chevalines), con unas cuantas pitadas para acompañar. Pero toda elección tiene riesgos, sobretodo cuando se está sin medias.





Felizmente, puedo carajear a viva voz cuando me cae la ceniza al pié. Aprendo la lección, no quemarme más, usar medias mientras tanto; también la otra lección: Los riesgos de las elecciones son insalvables, nadie sabe que milagro hará el santo al que le reza.





Hoy compré mis boletos hacia Nazca. La gira de la salamandra continúa, y es más que probable que devuelva la visita a San Juan de Marcona, un lugar que me salvó de la ruina emocional definitiva hace un par de años. Qué mejor para un médico que ver a su paciente recuperado, como otra pela que no les gusto (o no entendieron) a mis viejos: Despertares (aunque el final sea medio tristón).











Bueno, público culto y sensible, saben que vivo en la carretera, al blues del autobús. Regresaré cuando se me ocurra, pero de todas maneras regreso.





Arrivederci! Seguimos en carrera!

domingo, 20 de abril de 2008

Las mujeres en la chamba (Precuela)

- Raulín, en verdad te agradeceré mucho que me ayudes a buscar practicante...



Mi destino estaba saldado, sin embargo, eso no tenía porqué hacerme arruinar las muy buenas migas que hice con mi jefe. El hecho de pasar más de tres horas yendo desde Fundo Pando hacia mi oficina y viceversa lo afectaba todo, era realmente ineficiente.



- Bueno, no se como andará José Luis, él vive por aquí.

- Sí, si vive cerca mejor...


- Ah, yo conozco a alguien que vive acá a la vuelta...


- ¿Sí?


- Claro, pero no sé que horario tendrá ella...


- No, no, no - dijo mi jefe, cambiando el tono cordial de la conversación -. Por favor, no más practicantes mujeres aquí por favor...


- ¿Por qué no? ¿Tan mal te fue con Fio?


- Prefiero no arriesgarme - me dijo -. Llegaste un poco tarde, ese es el punto.



Mi aún jefe procedió a contarme los milagros, vivencias y busityerías de Fio en sus diez meses en el estudio. Se había hecho conocida por vender joyas y perfumes en todo el vecindario y en la diseñadora que estaba en nuestro piso, necesariamente tenía que ir en taxi a donde fuere, incluso a la notaría que está a la vuelta, un día había llegado a sugerir que cambien la marca que se usa para la limpieza de las oficinas por el "mucho más fino" olor de Glade.


- Que no te sorprenda que ahora esté vendiendo Herbalife...

- Sí, lo hace... ¿Tú intentaste algo con ella, verdad?

- No, la verdad, no...


- Anda, no mientas...


- La verdad, no pude... jajajaja... todavía estaba con el expediente J en congeladora, no había espacio... pero bueno, ella no es de la PUCP, ¿verdad? ¿Qué tal si yo traigo una practicante PUCP?


- Yala compadre, fue peor... pero no quiero incidir en ello, mi estimado Raulín, no quiero asustarte, pues tengo la sensación de que no has tratado laboralmente con mujeres en una cantidad normal...



En ese momento respiré profundamente. Había ciertos puntos que quería tener por definitivamente enterrados y que, en esta conversación de amigos, involuntariamente tendrían que salir. Por otra parte, también tenía la sensación de que alguien, al fin, iría a escuchar algo que nunca dije respecto a mi vieja oficina del Ministerio de Justicia; en realidad, no cualquier persona, sino un hombre que ejerciese autoridad laboral sobre mí, en estricto, un hombre, pues mis desgracias en la oficina las había comentado con pocas personas, todas mujeres, con la idiota pretensión de tener una opinión veraz.



- No pensé que debería hablar de ello, menos si sirve para confirmar tu postura, mi querido Agustín, pero soy amigo de la verdad.



Me serví un vaso de agua para pasar la cápsula de la confesión. Respiré profundamente antes de exhalar lo que podría ser una confesión que me podría condenar de por vida: Sí había trabajado con mujeres. Mi traba para confesarlo era, aparentemente, mi oposición a una supuesta irracional negativa del jefe para aceptar mujeres como practicantes; sin embargo, sabía lo que me jugaba y el riesgo que corría, de cuya repugnancia conocía muy bien toda persona con quien alguna vez traté: Ser falso por mantener correción total.




- Señor Raulín Raulón, espero su confesión...


Levanté el rostro, por encima del mentón, dispuesto a hacer una larga confesión.


(Post aparte, claro está)

sábado, 19 de abril de 2008

La última y vieja parada

Después de haber finiquitado algunas cosas en la oficina y haber hecho unas compras en la tarde, decidí volver por mis pasos, por pasos mucho más viejos. Mi computadora saldrá de quirófano mañana, felizmente.



No quiero bajarme en Risso porque hoy me siento más solo que de costumbre y no quiero recordar algunas cosas. Las decisiones están tomadas, el caso J fue cómodamente archivado y de lo otro, más reciente y más importante, ya se enterarán. Igual, no bajo en Risso porque no quiero dar vueltas contra una corriente que yo mismo he impulsado. Mejor busco otra excusa placebo, que la pizzería Spadevecchia ya no funciona porque el Plaza Vea ocupó casi todo, dejando espacio sólo a adefesieras pollerías-karaokes-bares-de-muerte-mediocre. En Risso salí a ganar contra todo alguna vez, pero creo que ya conocen ustedes, lectores habituales, mi cautelosa conducta a decir de ACV, por decirlo de algún modo. Es bueno que no me incomode pensar en ello, no necesito medicación, he madurado y el tiempo me ha curado.



No podía evitar sentir cierta sensación de estupidez, por haber gastado más dinero del necesario, y sobretodo, cierta incomodidad al volver a estar cerca de ese edificio, El Dorado sigue llamándose. Sigo viéndolo desde el monumento a Raimondi, como veo hacia el parque de Don Bosco y el obelisco de Leguía. Luces tenues, me dirijo a esa cabina de internerd a la que había venido por primera vez hacía ya diez años, cuando aún estaba en el colegio, y que a partir de entonces se hizo escenario importante de mi adolescencia, decrecientemente.



Recuerdo que acuñé el término "Internerd" gracias a estas cabinas y a mi presencia en ellas, de luces tenues y espíritu aún lúgubre, ideal para esconder ideales incorrectos a falta de catacumbas. Hacía mis primeros malabares económicos para acceder a ese mundo nuevo para los adolescentes de entonces, nuevo y esperanzador para nosotros que optábamos por la certeza sexual que nos daba la idea de ver fotos de Pamela Anderson (u otras, según el grado de pericia del usuario) en lugar de la incertidumbre y (muy) posible frustración que nos otorgaría el hecho de que la chica ni siquiera quiera ir con nosotros a un velorio. Pese a haber superado esa etapa, no podía descartar totalmente que también había situaciones, sensaciones y hechos "clásicos", que no perdían vigencia o se asemejaban tanto al presente exacto que vivía, que no podía evitar creer que el tiempo es como una bola de helado.





Percibí el paso del tiempo en la erosión del precio. Había cargado conmigo el mismo monto que conseguía haciendo malabares económicos hace diez años, pero la competencia y la masificación del servicio había forzado a grandes empresas como esa a bajar sus precios, sin que eso signifique necesariamente un cambio en las características humanas de la clientela. Si en 1978 existía un Studio 54 para los más lanzas y avezados bailarines, en 1998 existía este local, que albergaba a una cofradía totalmente desvinculada, de miembros sin más comunidad que se afición por la tecnología, por el chat y el desarrollo de relaciones interpersonales en un mundo mucho más afable con ellos (nosotros) que el real; ni siquiera el tipo físico era común: Gordos, flacos, altos, chatos, blancos, negros, cholos, chinos, castaños, brunos y hasta rubios, con la común inadaptación social con la mayoría de sus contemporáneos y, sobretodo, contemporáneas.





27-Oct-2002: Y en apariencia, parece seguir siendo el templo de los anhelos para muchos. Un conocido sociólogo me dijo una vez que en cualquier metrópoli se necesitaban no sólo los ambientes grises, sino aquellos donde se pueda practicar furtivamente la cópula como un rito. Muchos se han olvidado de los masturbadores que me rodearon alguna vez y que, creo, también me rodean, aunque la hora haya bajado a tres soles; de aquellos que pueden aplacar el dolor del rechazo a través de ilusiones, de sueños conscientes y lascivos, de fotos de Natalia Paris.





Tal vez el hecho de esconderse en el refugio de los sueños impide que los tomen en cuenta, o que haya miedo de admitir que existe una gran masa de frustración curable. Existe el espacio de los realizados, los exitosos, los que "la hicieron" y aquí, donde estoy esta noche, están los que no "la hicieron". Hay quienes bajan porno, hay quienes ven fotos de modelos y yo estoy enganchado al MSN, esperando a que LMS se conecte para preguntarme "¿Quién eres?" y hacer estirar nuestra comunicación, aunque finalmente no alimente para nada, como un chicle. Es lo único que me importa esta noche.



Es cierto, no la hice, pero al igual que los otros, mi frustración busca una solución alternativa, aunque sea censurada y señalada. Voy a engañar a LMS, y ellos llenarán su mente de imágenes. Todos soñaremos a nuestra manera.


Prendí la computadora y abrí mis correos. Abrí otra ventana y aprete en el teclado un código diferente, el del blog de S. Jannelle, y no pude ingresar. Lo intenté una vez más, tampoco. Cambié de página para leer otros blogs y muchos otros tenían ese mismo problema, al igual que la página de youtube.

- Oye, dime - le pregunté al encargado -, ¿esta máquina tiene filtro de contenido?

- Sí, todas...

- ¿Desde cuando?

- Hace años...

- Lo dejo acá nomás, gracias.


Salí sin pagar los tres minutos que había ocupado la máquina. Encendí un cigarrillo y me fui aliviado de no haber gastado tanto, un sol más en favor de mí.


En el 2008, pues no mucho, ya todos nos hemos adaptado, de alguna u otra forma. Me preocupaba la nueva generación de fracasados, ¿qué espacios tendrá ahora? Sólo les quedará vencer o morir.


Yo volveré a mi casa, felizmente.

viernes, 18 de abril de 2008

Números

Este meme es de libre invitación, si lo hacen, pásenme la voz. Simplemente incluyan la información que crean relevante, graciosa, anecdótica o la que se les cante:

22 son los soles que tengo en mi billetera ahora mismo.

2 son las cuentas bancarias que tengo: La portatil de Interbank (que en realidad, me está llegando al chómpiras) y la intocable del Banco de la Nación (que cada vez tienen menos cajeros Multired).

74 minutos son los que me toma llegar a la oficina desde mi casa, y 93 los que me toma el regreso...

555.00 es mi sueldo mensual. Practicante pues, estudio pequeño, pero mejor pagado que otros.

14.4172 es mi promedio ponderado de notas en la facultad entre el 2004 y el 2007.

131 son las canciones que tengo para estos cuatro días en mi mp3.

97 son los derbies de Fútbol Excitante (Horrible Oye!!!) que le gané a Yuri, contra 104 ganados por él y 42 empates.

5 años y 7 días son los que han pasado desde la última vez que clinchié, que fui campeón (ver
vocabulario en mi primer post).

71.42 kgs. es mi peso actual, más ágil que nunca pues...

14.87 kgs. son los que he perdido desde Octubre pasado.

3 fueron las enamoradas que he tenido en toda mi vida (en realidad, entre Ago-2000 y May-2002, en otros episodios fue una completa nulidad), igual, hay que aprovechar el momento de gloria.

11 fueron los rechaces (léase choteadas) frontales que recibí en toda mi vida, 3 de las cuales (la tercera, la cuarta y la quinta) se dieron en sólo un mes, aquel famoso Octubre Negro de 1999.

143 fueron los posts que publiqué hasta ayer, y 175 el total de posts, incluyendo borradores y congelados definitivamente.

401 contactos son los que tengo en mi jai faif, de los cuales sólo son "mis amigos" 102, aparte de ellos conozco a otros 156 o los conocí alguna vez en mi vida, fuera de los 106 que no conozco ni en pelea de perros, de los 28 personajes y celebridades con jai faif y 9 cuentas secundarias de mis amigos.

140 contactos tengo en el msn, de los cuales tengo bloqueados permanentemente a 18; para el resto, estoy siempre disponile, incluso para J.

62 cuentos he escrito en toda mi vida, de los cuales sólo 5 han visto imprenta alguna vez.






En fin, ¿qué otras cifras presentan ustedes?

miércoles, 16 de abril de 2008

Crónica del mismo usurario, pero en otra cabina

Como dije en el post anterior, decidí cambiar de cabina. Decidí que mi emergencia cibernética, madurase y pase de un grupo de mozalbetes ultraviolentos, ultrasucios y ultrachusma (sí, así es, por más facho que suene) a un segmento de gente más vieja, posiblemente más madura: El alumnado de una facultad de la polémica (para los que no somos alumnos de esa universidad) Inca Garcilaso de la Vega, cercana a mi casa.




Es una solicitud de perogrullo que la maquina que utilizaré durante una hora, tenga un buen sistema de sonida, Word operativo y adobe instalado. De rigor, sino hablamos y me voy a la cabina de la vereda opuesta, también atiborrada de universitarios. Un cubículo donde al menos puedo estirar las piernas y abrirlas de cuando en cuando, hemos comenzado bien, el sonido es lo suficientemente poderoso para neutralizar la salsa reinante del ambiente. He vuelto a ese añejo aburguesamiento de 1991, cuando era libre y joven, lo suficiente como para odiar la salsa y prestarle atención al "Pecoso" Ramírez.
















Al ver a ese tío, no puedo evitar pensar en que casi todo en el Perú está ocupado. En esta maldita ciudad, quien no tiene un ayllu parece no tener oportunidades; estar solo, sin una vara, puede ser el fatal sinónimo de la desocupación, garantía de fracasos sucesivos, y otros afines. El pecoso se parece a Alfredo González e inevitablemente, es identificable como sobrino de Dennis Falvy, hasta me lo puedo imaginar con el mismo tick familiar y la cropolalia supuesta. Es por eso por lo que está oliendo a quemado, sí...



Al haber respondido ya a todos los mails, me di cuenta de que algo no olía tal como suele ser normalmente. Era un olor conocible por el pecador, el olor del pecado que este no realiza o no puede realizar: CIGARROS. Puta madre, alguien estaba fumando dentro de esa cabina, muy cerca de mí, y no podía enfrentarlo sin perturbarme, sin aceptar la idea de ser un fumador pasivo, sin aceptar que el hecho de recibir puro daño sin cero gratificación era lo que me quedaba.


- Compadre, disculpa, ¿puedes apagar tu cigarro, por favor?


No hubo respuesta. Pensando en que no tenía ganas de otra cosa sino de ser malcriado y encender un cigarrillo, cuando el patín me pase un cenicero. Decidí convertirme en un tronco y dejarme llevar por la corriente del colector de los tantos que hay en nuestra ciudad; el hedor no se siente cuando es generalizado, así que...




Miren pues, alguien dejo abierto su jai faif aquí, y con ello, su vida a libre disposición. No me interesa mucho la vida del brother que estuvo antes que yo en esta máquina, su perfil debe ser de aquellos con poco y barato contenido, pero sus amistades parecen interesantes. Mas, pienso que el "asqueroso" de Loquendo, en los hechos, es mucho más interesante, más que esas chicas en bikini. ¿Las agrego? ¿Cómo? Hace cierto tiempo que no entro a añadir a nadie a mi jai faif, sólo para cargar las fotos... pero en este lugar no tengo ni espacio ni tiempo para profundizar...











Tuve que defenderme de las pendejadas con otras pendejadas, puede que para defenderme de las combis, tenga que meter chasis a algún indefenso, maldita sea, Zavalita tiene razón, toda la vida tiene razón aunque MVLL lo haya parido: En el Perú, quien no se jode, jode a los demás. Mi hora de jodienda acabó... mientras, creo que será bueno volver a un viejo refugio de mi adolescencia...





Apdeit: Recibí noticias sobre mi máquina, y lo suyo es más grave de lo que pensaba. Por lo pronto, estas crónicas continuarán, y amenazo con rellenar esta semana con post ultranocturnos carentes de sentido o contenido: Historias sobre un eructo seco, sobre un árbol seco, una salamandra seca, fotos o memes; lo pensaré, si es que no encuentro algo más gracioso que Loquendo.







Esta es una mis películas favoritas: Memorias del Subdesarrollo (1968) ambientada en la Cuba postrevolución y pre crisis nuclear, osea 1962; un pequeño segmento, sin incluir las meditaciones completas del personaje central.


lunes, 14 de abril de 2008

Crónica de un usuario de cabina

Tal como le pasó a María Vanessa hace unos días, mi computadora sufrió un percance del cual soy yo el único culpable.


Casi dos años de bajar indiscriminadamente películas, añadir a mis favoritos diversos blogs y bajar música de promiscuos servidores, aparentemente le hicieron un daño grave a mi disco duro, el cual se encuentra, junto a mi otro disco duro (integrado casi exclusivamente por 80 GB de música y fotos) en revisión técnica.


¿Y yo? Pues sólo soy un adicto monse al bloggeo. Hoy que no tuve tanta carga, al regresar a mi querido barrio metropolitano ni siquiera pensé en pisar mi casa para cenar y/o ir al baño, ni vestirme para el gimnasio, nada de eso. Con un sol bastará en la cabina más cercana al paradero (ni siquiera a mi casa) para refinar el post más reciente y así poder descansar tranquilo; en verdad era eso: Necesidad, no tenía como excusarme de esta extraña necesidad de ver cosas en Youtube y exponer parte de mis entretelas vivenciales.


El sueño cumplido de la casa propia se parece mucho al de internerd en casa, sobretodo en hora punta, en un momento en el que todos los chibolos acabaron sus tareas, el fin del turno tarde del colegio nacional que todos tenemos cerca en el vecindario y los adolescentes y prospectos de solterones monses creen adecuada para entrar al MSN o Adult Finder, respectivamente. En casa no sólo no hay que compartir maquina, usos y costumbres con otros, sino que el resto del mundo es sólo tuyo, aparte de otras cosas que uno recién percata con esta pérdida momentánea.


- Buenas, una hora por favor.

- PAse, a la 12, por favor - cuaderno en mano, polo de manga corga blanco dentro del pantalón, raya al costado -.


No me había puesto más suceptible en esa situación, sino que simplemente me parece tétrico el hecho de tener un solo tubo fluorescente horizontal en un sólo ambiente, por más poderoso que sea, simplemente porque me recuerda a ese horrendo edificio del Ministerio Público. La disposición de la cabina es tradicional: Dos filas de maquinas, una frente a otra, como la fila de los niños y la de niñas en una fiesta que nunca baila, irreconciliables gracias al mueble de esa extraña madera forrada, pero inevitables compañeros de fila. Como es de costumbre, no soy de muy buena suerte, como ya iré confirmando a lo largo de esa hora.


- Oe, huevón, ¡no mates a ese tío!

- ¿Qué tiene? No es de mi equipo, imbécil...


- Déjalo, déjalo...



Fue así como comencé a percibir mínimamente la presencia de dos adictos a esos juegos en red sobre terroristas, alienigenas, en fin, todos con el mismo orgasmo: Matar al distinto a ellos. Armaban estrategia,s concertaban con sus amigos y oponentes, tecleaban fervientemente y, sobretodo, se puteaban y gritaban los unos a los otros, como si esa energía con la que destruían a ese holograma en forma de bicho bípedo se trasaladara de esa manera a nuestra dimensión. No me perturbaba demasiado, considerando lo absorto que me encontraba viendo lo mío (un comercial de Coca-Cola de 1985, precedido por el fuckin' insufrible del locutor ese y sucedido por los asquerosos chizitos)...



El cubículo de la tortura comenzó a cobrar vida, no en la voz de Henry Venegas, pero sí en forma de palitos, huesitos, estaquitas forradas de plástico o... ¡carne! El chibolo del costado mío había llegado a un punto más alto en su paroxismo asesino, llegando a mover los brazos frenéticamente, trascendiendo de su metro correspondiente por maquina. Eso era, frenesí, el frenesí que sólo lo real puede ofrecer, o la sensación de realidad que nos hace cambiar de dimensión, la cual me es alcanzable en Fútbol Excitante, ¡¡¡¡pero sin meterle codazos a nadie!!!!


Sabía que estab "tratando" con un adolescente subgeneracional respecto a mí, y que mi posición y mi experiencia en la vida me autorizaban a llamarle la atención.



- Compadre, compadre - le dije, tocándole el brazo -, contrólate que me estás metiendo codazos -.



Caso omiso, volví a llamarlo.



- Oe, cuñao, no muevas tanto tus brazos...



Lo que volteó fue un tipín ligeramente más alto que yo, con un extraño cerquillo trinchudo alrededor de su presumible corte escolar cubierto por una gorra de algún equipo de baseball gringo de la tercera o cuarta división acompañada por lentes de sol, presumible además por su uniforme escolar.



- ¿Qué pasa, oe? - Respondió con una voz aguda de esas que meten miedo, como gillettes que cortan la cara, aunque fuera inversamente proporcional a su tamaño -. No moleste pe'...

- Que me estás metiendo ya varios codazos, contrólate.

- 'ta que 'toy jugando, ¿no ves?



Volvió a su juego y yo volví a lo mío, aliviado porque lo habían matado pocos minutos después, y eso lo había obligado a volver a nuestro mundo, sin dejar de putear a viva voz a sus compañeros, y rascándose una prematuramente prominente barriga (considerando su presumible edad, sin pensar que haya repetido alguna vez), mientras hacía chasquidos con los labios.


Lamento hasta ahora haber volteado y darme cuenta que su rutina de
scratching abs no era gratuita: Tres o cuatro partículas similares a las qu deja un borrador luego de ser usado, habían extraído sus uñas a medio ensuciar. - Señor, ¿desea continuar? - NO! - Dije, en voz alta, porque no podía escuchar mi propia voz... Salí en cuanto pude, pensando que sería mejor optar por la cabina que estaba frente a la facultad de la Garcilaso, al menos los universitarios puede que sean un poco más "tranquis".


Bueno, así son las clases "trabajadoras" (sic) europeas, con gente que, en efecto, se parece a Ewan McGregor. Mi máquina estará en reparación hasta nuevo aviso, mientras tanto, tendré que hacer la del camboyano... ¿será igual en otros sitios?


domingo, 13 de abril de 2008

Actualidad: Otra publicopia, la árbitro y Melissa

No me molesta recibir volantes de bancos. Me gusta analizar su publicidad audiovidual o impresa, es uno de mis hobbies y parte de mi profesión. Me es difícil olvidar comerciales como este, que tiene ya casi 21 años y fue como una contraofensiva ante la amenaza de estatización del entonces, y hoy también, presidente de la república:





Y bueno, entre los volantitos, recibí uno del Banco Continental, que en realidad mucho no me hubiera impresionado visualmente por un gran detalle.




¿Se les hace conocido? Sí, ¿verdad?. Pista, pista, pista, una cerveza. No digan que no, que me veo forzado a refrescarles la memoria. Bueno, caballero...






No creo en la creatividad de los publicistas peruanos. Pero al menos saquen algo que sea de una empresa vinculada pues, o algo que no tenga que ver con la suerte. En fin, Franca queda...



Me gustó la actitud de la árbitro Reyes con respecto al uruguayito ese que ahora mismo debe estar tomando lo poco de sol que debe queda en Punta del Este. El problema no es la cuestión machismo solamente, como muchos políticamente correctos lo han establecido, sino algo que pinta (mal de muchos, consuelo de tontos) un feo defecto del latinoamericano en general: El impulso a denigrar la sexualidad de otros.


Siempre me he preguntado que tiene que ver un error arbitral con el hecho de haber KAS o no esa misma mañana, diatribas siempre utilizadas por gente de bajos recursos mentales, lastimosamente hombres en su mayoría; para el peruano, por ejemplo, siempre tiene que ver con la orientación sexual, así como para otros la impotencia de aquel que perjudica el interés del insultante.


Como dije, me gustó la actitud de la árbitro. Un extranjero no puede venir así nomás a ofender a la gente del país que le da de comer y lamentablemente, nos habíamos acostumbrado a alojar y acoger con cariño de brichero actitudes matonescas de chilenos, argentinos, gringos y hasta venezolanos (las "cholitas aguantadas" de Servando y Florentino, que tenía una legión de fans multicultural). La tía lo mandó a rodar, dejando un mensaje precedente a todo foráneo, que este país no es más el país de las oportunidades para los fracasados, con la prepotencia con la que debemos respaldar lo nuestro.


Hace cierto tiempo, emití alguna opinión sobre un tema con ciertas aristas comunes, pero en un país con harta fama de apertura mental. La alusión a problemas sexuales se da para ambos lados, incluso más en contra de los hombres, para quienes incluso "no haber recibido un polvo" puede enterrar mucho más; posiblemente estemos acostumbrados o predispuestos a que digan eso cada vez que cometemos un error, por lo que puede que seamos un grupo menos ofendible. Bueno, siempre existen los separatistas, los que creen que una bala mata a una mujer y no a un hombre, en fin, de eso viven.


Bueno, me parece que llego un poco tarde a opinar sobre el problema de Melissa Patiño. Lleva ya 12 días en los pabellones de delincuentes de alta peligrosidad del EP Santa Mónica, y desde Marzo recluída ahí. En estos días, comparte régimen con Elena Iparraguirre, consistente en la prohibición de salir al patio central del penal, entablar contacto con otras reclusas y usar los teléfonos, entre otras restricciones. Esto en represalia de haber comunicado su situación a Rocío Silva Santiesteban.


La joven de 20 años, estudiante de Ciencias Administrativas en la Universidad Nacional MAyor de San Marcos, fue detenida en Aguas Verdes, Tumbes, el 29-Feb, luego de haber participado en el II Congreso de la Coordinadora Continental Bolivariana-Capítulo Perú (CCB-CP). ¿Cómo llegó a este congreso? Al ser partícipe del grupo cultural Círculo del Sur, colaboraba también en la producción del programa radial "Todas las voces" de radio Stereo Villa 101.7; el conductor de dicho programa recibió la invitación de los organizadores del mencionado congreso, junto con representantes de otros países.


Después de la conclusión del congreso, abordó un bus en el que supuestamente iban seis dirigentes del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, por lo que dicho transporte fue interceptado en Aguas Verdes. En la etapa de investigación, no se encontró prueba alguna que la víncule con algún movimiento terrorista, menos con un partido político. La detención ya excedió el límite para investigación en casos de terrorismo (15 días), conducta que no se ha probado tampoco en el caso de los otros seis detenidos.


Sobre esto ya era hora de hablar, fuera de intrascendentes bodas o futbolistas malcriados. El costo de la debilidad de un estado para enfrentar el terrorismo y ofrecer cobertura suficiente a su población para impedir la entrada de otro agente de gobierno (casas de ALBA) no tiene porque ser asumido por una nóvel artista ni por sus compañeros. Tampoco podemos permitir de un gobierno que se dice "democrático", y que con dicha bandera ganó espuriamente las elecciones pasadas, pretenda reprimir una expresión política válida y eficiente en muchas partes donde su mano no llega, calificándola de terrorista.


Mis amigos y algunos esbirros de esta casa, me informaron que últimamente han vuelto ciertas emboscadas a sitios culturales del centro, como El Averno. Saquen su DNI, actualízenlo, sáquenle duplicado.


Y ya saben, Melissa libertad. Estaremos informando del próximo final feliz de esta indeseable reacción de las autoridades.


Revisar también:

Dominical de La República

Artículo de El Diario Internacional

Casa del Poeta Peruano

Insólitas declaraciones del director de la PNP en el programa Pulso

Información presente en el bolg de Rodolfo Ybarra

Primeros alcances de la noticia, cuando aún la cobertura no salía del circuito

(Mensaje de la salamandra de la seguridad: "Ya, caviar, deja el reciclaje de papel y el arroz integral y ayuda con esto").

miércoles, 9 de abril de 2008

El primer año que pasa!




La escena de aquel día en mi cocina fue similar a la de la película, tanto que no supe dilucidar si mi vida era, casualmente, un
tributo a Dustin Hoffman o si algo peor estaba ocurriendo. El desenlace de ese cuadro, de esa parte de mi vida y de la de hoy, consistió en lo mismo: Lanzar improperios debido a que el contenido que ya estaba preparando desde ayer, había desaparecido. (¿Qué mierda sucede con blogger últimamente, ah?).


Sábado 31 de Marzo del 2007, casa:

Achaqué la presencia de ese pollo a la naranja al hecho de haberse quemado, pues unas gotitas habían saltado a mi brazo, pero no se había caído al piso. De sabor irresoluto, que dejaba más espacio a la sensación de espezor de la maicena. ¿Solución? Una lata de atún mientras veía el programa de Philip Butters. ¿Interrogante? La situación está, el motivo por el que mi calidad, más que aceptable, en las lides culinarias, estaba menguando peligrosamente.

Recordemos: Hacía mucho tiempo que no cocinaba para nadie, pues difícilmente suelo cocinar para mí o para mis padres (tengo mis motivos). En realidad, muchas tardes las pasaba así, sólo comiendo atún con la tele, solo, regresando a encontrar la casa sola y a oscuras para calentar algo, saliendo de la universidad y caminando hacia mi casa, sólo acostumbrándome peligrosamente a esa situación de poca vergüenza, poco esfuerzo y de todo, poco…

Poco tiempo, también. No había como establecer mi supuesta naturaleza errante. Nunca duré demasiado en ningún lugar, máximo cinco meses en la aseguradora y después, ir, armar el campamento y luego de cierto lapso insufrible, volver a empacar. ¿Mi hogar era el camino? Demasiado grande y en realidad, bien podría prescindir de mí. ¿Un sitio seguro para descansar? ¿O es que tendría que seguir entrando y saliendo (o escapando) de las vidas ajenas, hasta de la mía misma, mismo Richard Kimble?

El atún es provisional por excelencia, mas yo temo que lo provisional se haga permanente.


Lunes 2 de abril de 2007, cafetería central de la universidad:

- Y es por eso que no quiero toparme con F, no quiero que me cuente sobre sus aventurillas con argentinos y brasileños…
- Por favor, jajajajajaja – dijo mi agente, atorándose con la risa -, por favor. ¿Qué aventuras? ¿Quién se enrolaría con esa gorda? No pasa nada, jajajajajajaja, sólo tú que yo sepa…
- Sí pues, ¿qué hacer?
- Sólo a ti te pasa, es que hay bagres que no tienen derecho ni a ilusionar a nadie, ¿cómo te crecieron las alas?
- ¿Cómo no? Conversábamos, tomábamos algo, nos reíamos de cualquier cosa, salíamos, me llevaba en su carro… jajajajajaajajaja…
- ¿Qué pasó?
- Tienes razón, y creo que me hubiera coronado como el rey huachafo si le pedía quedarnos un rato dentro de su carro en la puerta de mi casa…
- No sé que tan serio pueda ser un cuento al respecto…
- Mira, no tengo ganas de contar nada, de todos modos ya lo intenté con D y los cuentos que escribí…
- Que no le gustaron, no tenían contenido de autoayuda… pero brother, eso sí pone, o la historia de la tía que te robó los lentes
- No me los robo, sino que los tenía en sus zapatos
- Que revolcada tan brava – dijo, mientras se aprestaba a darle largos sorbos a su café tibio -, hay cosas que sólo se pueden hacer con un raspa y gana, como eso de la patada al foco…


Yo revisaba en una laptop prestada cierta información que necesitaba para un trabajo del ciclo, que realmente no era muy difícil y me permitía revisar simultáneamente la página del Mercioco. En realidad, pensaba en como escapar del coso de entregar un nuevo trabajo al agente a ver si alguna editorial tenía la bondad de revisarlo al menos, y así poder avocarme a la depresión a plazos que significaba mi trabajo por entonces. Me topé con una crónica llamada Busco Novia, con un viejo conocido de Mapamundi llamado Renato Cisneros, y su crónica sobre una de las formas de rechazo más simplonas y humillantes.

- No soy el único, mira a este brother – le dije a mi agente -, ¿qué te parece?

El agente se tomó su tiempo, parecía sentir lo mismo que yo al leer ese texto, pues no evitó tomarse la frente y ocultar con las manos su mirada, para luego reirse. Yo saqué una manzana y le di curso, mientras me seguía carcajeando con lo veraz de la historia, característica reforzada con la foto tomada del mismo celular de Renato.

- Qué huevón, jajajajaja…
- Pero bueno, yo ya superé esa etapa, ya sé como diferenciar estatus a través de la comunicación telefónica.
- ¿Sabes? Ese no es el punto – dijo, tranquilizando su risa -. Tú siempre me dijiste que a los hombres no es mucho más difícil manifestar los sentimientos, así como admitir nuestros fracasos en esos campos, ¿cierto?
- Sí, es verdad…
- Pero brother, piensa – me indica, acercándose a mí como queriendo hablarme al oído -. Si bien es cierto su estilo es muy distinto al tuyo, tú tienes una muy buena forma de lograr eso, que es lo que hace Cisneros. No les es difícil hablar de esas cosas, pero cada quien tiene su estilo, como que tú narras más…
- ¿Qué cosas?
- Tu extraña situación de no campeonar hace unos años y de haber tenido un verano triste en cuanto a KAS nos referimos.
- No es lo mismo, no puedo ser tan conciso. Es decir, podría hacer algo, pero también podría mutilar la historia…
- Piénsalo, esfuérzate, escoge un tema de los que tienes. Igual, que tales alas...


Felizmente, tenía tiempo y un lugar para pensar temas: La oficina.


Martes 3 de Abril del 2007, oficina del Ministerio de Justicia:

Cuando veo el escote de la doctora, me olvido de casi todo, aunque casi no haya que olvidar. ¿Amor? ¿Para qué? No necesito más que una simulación maternal con ella, aunque debo confesar que del otro lado falta, y si viene alguien con una mediana presentación de ese detalle, creo que le gana y cerramos negocio.

No tengo mucho que pensar aquí. Y no me da más ganas de escribir respecto a la doctora fuera de aquella fuerza de los apus que lleva en su zona anterior. Me gusta, me excita, me obsesiona sexualmente, tengo ganas de seguirla hasta su casa con cualquier pretexto, o entrar a hurtadillas, sólo para…

Debo dejar esos pensamientos, luego cualquier podría decirme que vivo obsesionado con ella, que es creepy y todas esas cojudeces aprendidas de películas gringas, sobretodo conmigo, pues sólo la gente como yo es “obsesiva”. Pero igual, no puedo, sólo el amor me despierta obsesiones, y la tía no me gusta, no me gusta su actitud de recién divorciada, no me gusta su escasez de palabra y tino, no me gusta su escasez de trasero (“porque sólo los buenos traseros gana los derbies importantes”), difícilmente pueda hacer lo indecible por ella. Gracias a dios ya me toca largarme… a meditar a mi casa, a aprovechar mis vacaciones emocionales…

En esta etapa “vacacional” generalmente no tengo material, no tengo sobresaltos cardíacos, me dedico simplemente a culminar la convalecencia de mi corazón por el sabor de ese crimen sin resolver y por eso que hablaba con el agente. Tal vez sea un designio eso de estar sólo, el hecho de buscar lógica en un asunto tan ilógico como el amor tal vez sea la causa, o el hecho de ser un gordo fracasado que no garantiza ascenso social a nadie… sigo racionalizando… deberías ser más como esas parejas disparejas que el entran nomás, aunque uno de ellos es muy chévere y eso arregla todo… sigo racionalizando…

Cuánto tiempo ha pasado, serán casi cinco años desde que me mandé a LMS y un poco menos desde que me mandó al demonio, aún recuerdo que en todo ese 2002 permanecieron frente a mi casa máquinas, fierros, tractores, en lo que iba a ser un edificio estupendo que me taparía definitivamente las luces del ocaso. Hace cinco años aproximadamente, sigo mirando el ocaso de la misma manera, sigo pensando en que felizmente no queda ni rastro de esos fierros y máquinas, sólo lote baldío que cada noche de verano sucumbe a una maldición. ¿Qué hubiera pasado? Para mayo de ese año, aún había sol veraniego, si ese día anotaba, posiblemente… si pudiera traducir el mentalés y el corazonés al castellano.



Jueves 10 de Abril del 2002, medianoche en la redacción:

Como suele pasarme mientras actualizo el blog, la manzanilla se me ha enfriado. Ya no fumo en este escritorio, al menos.

Indefectiblemente, el tiempo ha pasado. Sobre los terrenos baldíos ha crecido algo, en su tiempo creció el lugar donde vivo, creció el cine, la Av. Brasil.

Sobre ese terreno frente a mi casa (foto de la cabecera) no sé que creció. El tiempo pasó desde aquella vez en que pensé en el capítulo ese de Hey, Arnold! Y en ese terreno, también en mi mismo. Posiblemente no haya un edificio monumental, pero…

Vivo feliz con mi trabajo, pero sabiendo también otras cosas importantes. He dejado de ser muchas cosas, para ser otras, como me suele pasar, he cultivado olvido y he cosechado paz, además de dejar espacio para nuevas semillas. Tengo que reconocer que esta intentona de émulo, que rápidamente adoptó mi toque tormentoso y mi estilo, que también adoro, que no sé quien podría entender, pero sirve al menos para lanzar gritos y gruñidos.

Si bien es cierto ando racional y en otro período de vacaciones de las que ya comenté, no puedo dejar de admitir la existencia de un nervio motor en mi existencia: El amor. El amor por la vida, por lo extraño y desconocido, hacia mí mismo y mi libertad, el amor no correspondido y el que debo destruir por mi bien, seguirán movilizando mi vida indefectiblemente.

Ese será siempre un tema central, aunque no pueda dejar de pensar en mis propias cosas. ¿Enamorado del amor? Ni cagando, eso me suena a balada de Radio A, yo prefiero expresarlo como lo hace GIT…



Muchas gracias por las lecturas… y a ver cuanto tiempo más me quedaría por aquí.



viernes, 4 de abril de 2008

Retorno



Miguel Ríos - Blues del autobús



Un pecado capital en este viaje de regreso era dormir y perderme todas las vistas del ascenso a Ticlio y descenso a Lima.



Otro pecado capital hubiese sido no sentirme feliz después de estos tres días y medio. ¿Cómo no?



Esta vez jugué bien. Siempre tuve miedo de cerrar ciclos, prefería "darle tiempo al tiempo" o "que las cosas se den", o "estar cerca en el momento de la solución", contradiciendo totalmente una verdad que incluso ya había admitido: No estoy dentro de los favoritos del destino, si lo tiene, no debería esperar algo suyo a mi favor. Y tal vez fue por suerte que elegí tomar el toro por las astas y volver sentirme totalmente libre, sin atadura alguna o crimen por resolver, simplemente aposté pore mí mismo sin esperar demasiado y gané.



Siempre hice la diferencia entre recordar y rehacer la historia, y lo que hice ahora fue lo segundo. No tenía porque, a pesar de los años y pasos que tomó el avance, dejar esas buenas costumbres de mi juventud sólo porque con tres o cuatro personas "no hiciesen efecto". Son parte de mí, así de simple, y ahora más que nunca.



He prometido volver porque, entre otras cosas, me quedé sin conocer ciertos lugares, porque he sembrado y quiero volver a ver como anda el árbol, porque armé mi propia ilógica para estar feliz con buenos resultados y esta vez, mi felicidad no fue tan exquisita pero fue plena. He conocido gente maravillosa, sitios de la puta madre y, sobretodo, he sacado una nueva versión mía.



Ya ha comenzado una nueva etapa para mí, y esta vez todavía tengo las cosas bajo control. Ya sé como tenerlas, de todos modos, y mantener el mismo juicio en la ciudad con la que ya estoy planeando romper palitos. Los amores son así: Cuando son mediocres, van desapareciendo, lentamente, hasta que la quemazón de uno nuevo termina por calcinar completamente la anterior situación.



Por otro lado, las caminatas solitarias y los momentos en mi habitación me hicieron pensar en todo el exorcismo que tengo pendiente en Lima, sobre lo cual ya tengo resueltas varias cosas qu aplicaré en estricto orden.



En fin, sólo resta el "Hasta luego", sin duda alguna. Simplemente, recuerda viajero que en el Mantaro fuiste feliz, que eres una nueva persona y posiblemente en Trujillo también seas feliz.



Aún así, ciertas despedidas tienen cierta pinta melancólica, ¿me lo peuden negar?






Son los ojos con los que veo el flanco occidental de la cordillera, si pueden mirar más allá, 180 kilómetros aprox., se encontrarán con Lima, su mundo, su ruido, su ciudad y, mal que bien el hogar de my life, my dreams... y posiblemente no sepa como enfrentar nuevamente a este basurífico amor.

PD: Tengo la sensación de que estoy olvidando algo muy importante respecto de este blog. Ya lo recordaré el fin de semana.

martes, 1 de abril de 2008

Bicycle girl (Parte II)

Mañana de viernes santo, 7:26 AM



Mi regreso del mercado del distrito del Tambo me llevaba con el estómago lleno, feliz, realizado, con el suficiente éxito para despertar en mí una profunda envidia, mientras "da lamb skull se reune en mis entrañas". Tenía ganas de descansar un momento después de mi extenuante jueves santo en el que, aparte de tener un largo recorrido y tragarme una vigilia en el monte de Los Olivos sin baterías en la cámara, simplemente tuve problemas con el frío.



Igual, nada daba más paz, más licencia, que caminar con la huata inclinada hacia adelante, venturosa y feliz como la hiedra, sin saber que a esta le aguardaría una comezón mucho más intensa y agradable que la que ofrece la hiedra. Lo que la antecedía era el sonido de unas ruedas metálicas, una cdena, interrumpidas por ruídos de automóvil, pero que continuaban siguiendo un rumbo paralelo al mío hasta llegar a la esquina con Av. Real, y manifestarse ahí.



¡Era ella de nuevo! Esta vez andaba con una casaca con capucha que escondía su cabello, pero yo sabía como reconocerla. Recién me daba cuenta de que era algo alta, lo suficiente como para no habilitarla como bastón si alguna vez me cansaba. Nos miramos, esta vez sin más gestos que los faciales y el mío, con la levantada de las dos cejas dando indicio de mi poco manejo en estas situaciones, y ella sonriendo por ello. Cruzó, y estaba a veinte metros de ella, como quería, siguiendo su camino.



Entre al hotel, sin dejar de mirar afuera y... ¡volteó hacia el edificio! Ya no tenía porque tener dudas, ni generarlas, estaba mirando hacia adentro, hacia el primer piso, a través de los vidrios. Y nada, no más signos de admiración, era sólo cosa de devolver la llave y comenzar a moverse apenas ella vuelva la vista al camino, vale decir AHORA MISMO.



Esta era la oportunidad que esperaba, ella, sola, en su bicicleta, tomando el mismo camino de ayer, según veía desde la entrada. ¿Qué hacer? ¿Qué me quedaba, corretearla? Era la posibilidad que había pedido y, ¿no aprovecharla? La única opción que me quedaba era simple: La pendejadita esa que solía hacer en mis momentos de desvarío, tomar su camino de lejos, a uno, a dos y hasta a tres minutos de ella hasta llegar a donde me lleve... esa misma pendejadita que mi pintaba como un demente acosador en ciertos cerebros alimentados por sitcoms, o por un loco desesperado en otros cerebros noveleros, o simplemente como un trasgresor de la moral burguesa capitalin, que sólo admite a ciertos héroes y ciertos rebeldes.



Eso era historia antigua, sí, ¡historia limeña, por último! Por Diógenes Rosales, no podía, no tenía porqué pensar que la misma cerrazón mental que las lindas idiotas que viven en mi ciudad. Considerar otro detalle: En Huancayo hay demanda; en Lima, si eres desagradable, lo serás aunque seas el hombre mágico, y lo serás si no llenas los "requisitos". Señores, hora de aventarse a una piscina con cierta cantidad de agua.



Con un leve trote, ya estaba en esa esquina, mirando de costado su recorrido, a menos de una cuadra, a punto de cruzar hacia la otra calle. Cruza, y luego cruza la Av. Arequipa ya sobre el final de su recorrido; ya que está de espaldas hacia mí es mejor apurar el paso a trote reprimido para no hacer bulla, pues no hay nada que espante más o que cree más sospechas que un recorrido a la carrera. Ha bajado la velocidad y está en la zona de sol, lo que significa que doblará hacia su izquierda y si no me apuraba en cruzar, podía decir adiós, y las palabras me sobrarían.



Con un moneda, llamé a mi propio celular y conversé con el contestador, sólo pra darle el 100% de verosimilitud que ncesitaba, estando acostumbrado a ser acusado publicamente en Lima por "esta contrariedad a las buenas costumbres". Cuarta casa, la de beige y blanco con reja azul, saca la llave y mete la bicicleta, ni mirarla a la cara porque lo primero que se encuentra del oculto es su mirada. Ahora acercarse, si se palteaba, ¿qué más da? Regresaba a San Jerónimo de Tunán a radicar definitivamente.



¿Qué iba a decir? ¿Que se le cayeron las bragas y venía a devolvérselas? Ni cagando, eso era inaudito, y por último, quienes me conocen más saben que ni en el último estado posible del mundo hubiera devuelto una ropa interior femenina fresca (resto de hombres, ustedes tampoco, no jodan). Igual, aviéntese, usted es el rey de lo inverosímil, toque ese timbre, que quien saldrá es ella porque la suerte siempre favorece a los osados. Estire el ddito, apriete el botoncito y espere, espere, espere...


- A ver si trajeron la... (abriendo la puerta)... Oh! ¿Sí? Dígame - djo ella, dando un paso hacia atrás, haciendo evidente que esto no lo esperaba -.



Lo primero que se me ocurrió fue preguntarle "¿Por qué me sigues?" tipo Eduardo Noriega en Tesis, pero eso si resultaba inconcebible porque hubiera sugerido una odiosa seguridad de mí mismo en mi "atracción" y porque me parezco mucho más al otro brother, a Chema, Fele Martínez; aparte de no pretender cagarla más. No era mi estilo de todos modos, no soy de cuestionar esas (supuestas) manifestaciones hacia mí de esa manera. Opté por una salida casi de emergencia.



- Disculpa, creo que no nos conocemos, ¿verdad?

- Pues no, creo que no es usted de acá...

- No, y yo creo que tú sí eres de acá, pero te he confundido con alguien que no es de acá...

- Sí, soy de acá...

- Ya, pero dime, ¿nunca en tu vida has vivido en Lima?

- No - respondió, ya exhalada, sin defensa a oponer -, ¿tú eres de allá? Creo que no tengo ni conocidos allá...

- Yo acá tampoco, por eso me extraño, pero bueno - ahí viene el gol señores, atención -, así comienzo. (Deme tres o cuatro segundos de gracia de silencio) ¿Cómo te llamas?



La chica se tapo la boca, tratando de disimular una sonrisa tutti-frutti, miedo, sorpresa, gracia, incomodidad y otras sensaciones a su gusto, luego se movió el cabello detrás de sus orejas, dejándome por un momento en un molesto suspenso.



- Bueno, esta situación es... me llamó Z, jijijijiji, ¿y tú?

- Yo soy RR, el turista, ¿cómo sabes que no soy de acá?

- Ya pues, ayer te había visto más alto que el resto de la gente, con una voz distinta y pensé que eras de Lima, hoy te vi entrando al hotel...

- Ah, mira, no era tan misterioso... ¿y tú siempre te levantas tan temprano?

- Sí, me gusta salir a montar bicicleta a esta hora, el aire es más fresco, hay menos carros. Oye, estoy algo sudorosa, ¿me esperas un rto? Necesito cambiarme esto.

- Ya pues.



No termine de levantar los brazos, yo no creo en esto. Ya saben eso de "OBRAS SÍ, PALABRAS NO", lamentablemente la única forma de comprobarlo es esperando unos cinco minutejos. Cinco, cinco, o seis, o siete, o el conteo Offsprings: Uno, dos, tres, cuatro, cinco, cinco, seis... me aburro y me voy, si es que ella no abre justo en ese momento. En verdad, estaba más rica, yo estaba agradecido de que las bicicleteadas no le hicieran efecto a su encantadoramente prominente abdomen, ni a sus brazos, ni a la incontrastable curvatura que en ella se formaba.



GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOL!!!!!!!!!!!!!!!



- Ya voy, un ratito, mamá - decía hacia adentro -. Es que recien vamos a desayunar... ¿y tú que haces? ¿De vista nomás?

- Pues sí, pero creo que esta será la primera de muchas visitas, aunque me salió más caro por las fechas...

- Sí, y en Julio es peor todavía...

- Oye, veo que estás apurada y tienes que hacer adentro, ¿qué te parece si hablamos después? ¿Tienes celular? Yo también tengo que ir a arreglar unas cositas al hotel...



Horas después...



- ¿Conoces esa disco?

- No, no conozco ninguna disco de aquí, ¿no hay ley seca ahora?

- No, ya no, es era sólo antes de viernes santo. Aparte, ahora dios está muerto, no nos ve, no puede hacer nada.

- Ah, jajajajajajajaja... pero igual, vamos temprano, no me gusta dormir hasta muy tarde.

- Sí, yo tampoco, hace mucho frío.

- ¿Voy por tí a las 9:00?

- Ya pues, así tomamos las promociones y los calientes...

- ¿Calientes? ¿No son unos mates con ron?

- Algo así, ya sabrás, yo te espero...

- Esta bien, chau!

- Chau, chau.



Del resto, sólo puedo decir que dios no nos ve, y que gustavo Cerati en su vídeo puede mostrarlo mejor. Y también agradecer a la gente del hotel, ellos saben quien soy porque les dejé el url de este blog. Era simplemente cosa de destruir la mores*** reinante una vez más...










*** Mores: Palabra latina de la que proviene la castellana "Moral", que se refiere a los hábitos o costumbres de una entidad humana.

Bicycle girl (Parte I)

Lo primero que hice al llegar a Huancayo, después de despedirme y quedar con G, fue caminar dos cuadras hacia mi hotel-telo. Iba con mis cosas a cuestas y en brazos, maldiciendo el exceso de equipaje.



No sé que efecto habrá tenido el éxito parcial del abordaje, aparte de hacerme caminar con la frente más alta que de costumbre, que sentí un peso aparte de mi equipaje sobrepesado. Uno siente las sustancias que se proyectan a través de las direcciones corporales y yo sentía varias, muy a pesar de tener el MP3 a muy alto volumen. Me hice el loco en esas dos cuadras, no dirigí mi mirada a donde no fuera la posible ubicación del sitio donde iría a pernoctar porque no quería creerme nada que, para mí, no fuera totalmente cierto, pese a que ya tenía el indicio.



"OBRAS SÍ, PALABRAS NO" era el slogan de un conocido comunicador y empresario de TV que fue (el peor) alcalde de Lima (de toda la historia), y también era el mío desde hace cierto tiempo. El punto es no creer sólo en indicios, pequeñas señales confusas y, ahora sobretodo, en frases como "mira que flaco estás", "como has adelgazado"; lo único que sustentaría suficientemente una postura sería una acción, ni palabras ni miradas capaces de cuestionarse a sí mismas. Era un hombre libre y plenamente desconocido aquí, así que podía pedir más; como dice mi buen amigo Giancarlo Poma: KAS es amor, aparte de una buena acción y un compromiso de razón.



Al llegar al hotel, no pude evitar pensar en que eso no se trataba sino de la natural reacción ante la llegada de un forastero, a pesar de no ser tan diferente al huancaíno típico. Esa idea la deseché parcialmente cuando fui atendido en la recepción con la cara de grata sorpresa de la chica encargada.



- Usted es de Lima, ¿verdad?

- MMMMM, nnnnoo, soy de Arequipa (A ver como le iba con la intuición).

- No, usted me está mintiendo señor...

- Bueno, está bien, me agarraste, soy de Lima. Tengo una reservación en un cuarto ideal para alguien que no verá ni pizca de TV durante algunos días.

- ¿Usted es RR, el de la habitación...?

- Exacto...

- Justo la tenemos lista, espere al encargado para que lo ayude con sus cosas.



Confirmé la otra idea y seguí conversando con la recepcionista, entre sonrisa y sonrisa. Nunca he sido desdeñoso, a pesar de mi tendencia al desdén hacia la gente de mis propios círculos. Me aparté hacia mi habitación simplemente para dejar mis cosas y rechazar la oferta de la recepcionista de desayunar ahí mismo, porque no había salido de mi ciudad para tener que optar por el desayuno continental o el americano. Se me antojaba un buen choclo o un caldo de cabeza de cordero con harto ají, por lo que abandoné el recinto para recorrer la Av. Real.



A las casi ocho de la mañana, ya se respira la vida en una vía principal de cualquier ciudad, en especial de la juventud, cerca a las academias, sedes universitarias y afines. El sol ya cobra cierta relevancia y era mucho más fácil caminar en una calle que se va de bajada hacia las riberas del río Shullcas, para luego llegar al centro, a pocas cuadras del distrito donde me alojaba: El Tambo. Seguí confirmando mis sospechas sobre el forastero, más todavía cuando me atreví a voltear a devolver ciertas miradas que evidentemente, no eran coyunturales, interculturales o simplemente de curiosidad, hasta volverse colectivas, momento en que ya las percibí peligrosas, pese al atractivo de algunas de las mujeres que las dirigían.



Dije "algunas" porque constaté y luego confirmé que la belleza de la mujer huanca es poco tradicional y, en ciertos lugares de nuestra república mermelera, poco aceptada: Cabellos negros, piel que no evidenciaba mayor color que el mate pálido o manzanilla a medio reposar de una persona cuyo único bronceado es el del sol inconstante (a veces con pequitas serranas), ojos color caramelo, miel, melcocha y otras variaciones de carmesí, de contextura generalmente delgada, muy delgada, tal vez hasta el exceso. Aún no termino de responder, el gran problema es que muchas tenían la mala costumbre de los colores falsos, en tintes, en exceso evidente de rubor y carmín, y otras cosas aún más faltosas que ocultaban la belleza natural, por eso sólo "algunas", las que creían en la sabiduría del Apu Huaytapallana.



Desayuné algo ligero, sabiendo que ese día saldría hacia el valle del Mantaro durante todo el día en un tour algo económico y que, de acuerdo a mi falta de movilidad propia, me servía. Antes de las 8:30 regresé al hotel, habiendo examinado ya ciertos sitios para fotografiar, tomando un camino distinto, preguntándome si por la Av. Arequipa o por Paseo de la Breña (paralela y cruce con Real en la plaza Constitución, respectivamente) sería distinto, considerando la verticalidad diferente de esas vías.



En realidad, sucedía lo mismo en cualquier lado, tal como sucedió con la chica de la agencia con la que me topé en la plaza Constitución y luego con otra, situación que era incentivada por la apertura y gusto de las chicas por seguir la corriente con tal de venderme algo. ¿Es que acaso es algo tan incríble? La sonrisita, la mirada media inclinada que bajaba un poco y luego volvía a orientarse hacia mi rostro con más fuerza mientras encendía el cigarro que compraba o mientras me aplicaba el bloqueador en la farmacia (donde me hice amigo del administrador además). No recordaba haberme afeitado ni con la navaja Marlon Brando (ver El Último Tango en París) ni haber ensayado algún paso especial como Jamie Lawson de Small Wonder, hasta que la luz verde llegó...



Era fácil quebrar la mirada si se pemanecía inmóvil en un sitio, mas no en pleno movimiento.



Debía tomar una transversal para llegar a mi base, un par de cuadras hasta la Av. Real desde donde estaba, y a donde había llegado zigzageando tomando en cuenta que el tiempo me sobraba. Al terminar la primera cuadra, casi me atravesé con una bicicleta con una conductora muy especial: Cabello negro muy largo, una casaca roja y, sobretodo, no era delgada como la mayoría de sus paisanas, mucho menos "delgada" (no sé si me entienden), lo que atrajo mi atención, fuera de que casi chocamos, quedándome un buen rato mirándola hasta que... volteó.



Hizo un par de zig-zag ciclísticos al mirarme, bajar la mirada y luego hacer un gesto confuso, dejándome ver un rostro lindo, idéntico al que describí líneas arriba como generalidad de la mujer huacaína. En el segundo zig-zag, caí en lo que la mayoría de hombres caemos ante esas reacciones prolongadas: Temor, temor infundado, imaginario, basado en ciertos westerns, ¿y si estaba esperando a que sus patas me rodeen para sacarme todo lo que llevo encima? No podía ser, parecía que sólo iba hacia su casa, inocentemente, de todos modos no había escuchado más que el sonido de una puerta abriéndose y a dos chibolos saliendo de esa casa...



Entre mis elucubraciones, ella se fue en dirección opuesta, dejándome a una cuadra de mi base y... tirando cintura. Volverla a ver sería muy difícil, pero había que olvidar muchas variables, entre ellas, el hecho de que esto ya no era Lima, era una ciudad quince veces más pequeña y que, presumiblemente, vivía cerca de donde yo estaba.



En fin, tomé otra tangente de consuelo: Conocería a muchas mujeres en el recorrido hacia el norte del Mantaro, y podría sacarme el clavo, pero no este mal habito.




Me permito incluir esta canción porque en la mente, aquella noche, no tenía otra frase en la cabeza que "I want to ride my bicycle girl, I want to ride my...". Esta es la versión impóluta del vídeo que no sé si alguien habrá visto en el Perú; gracias burgueses que nos querían impedir ver los culos de las ciclistas calatas y... a Freddie utilizando una camisa a cuadros en escenario: Por ustedes soy dueño de una primicia más, sigo adelantándome al tiempo y haciendo historia.