viernes, 28 de septiembre de 2007

Trilogía Vengadora: Tercer texto (Parte I)

La Trilogía Vengadora, en realidad llamada Trilogía de la Crueldad, intentó ser un tridente de historias desamorosas, escrita hace más de dos años, sobre pura realidad situados en el año 2003. Esta debió ser la tercera entrega, pero ahora ya no existe tal trilogía, las otras dos historias simplemente se traspapelaron en el transcurso de la historia, o están en mi jai faif (hi5).







En aquel bar de la lucesita, pensaba en muy alta voz. No podía creer que mis amigos me hubiesen convencido de comprar entradas para la fiesta de cachimbos PUCP por el solo hecho de que en esa medianoche yo cumplía 18 años, no podía creerlo porque hacía ya cierto tiempo había dejado de ser cachimbo y menos podía concebir estar afuera de mi casa aquel día, cuando sólo estaba dispuesto a ser encerrado por todas mis equivocaciones.



Hacía una semana estaba comentando con Andrés, uno de los presentes en esa mesa, que no me había recuperado aún de todo lo que supuestamente estaba ya dejando atrás. Con otras cervezas entre los dos, me sentía lo suficientemente laxo para confesar que hacía mucho no tenía a otra persona en la mente que no fuera LMS, que estaba dispuesto a comenzar de nuevo con ella incluso a un año de nuestro rompimiento y que creía que ella también lo deseaba con todo lo que un hombre tiene en su interior para creer. Andrés me preguntó por Z, una chica que había conocido en una clase con quien me había visto varias veces en la facultad, con cierto entusiasmo que se detuvo con mi respuesta.



- Si no lo sabes, te diré que se parece a LMS, y me gusta pensar que como Z da un poco de pié, LMS también lo hará.



En la mesa de hoy estábamos Andrés, Luis Manuel, Toño y yo, ellos con cierto entusiasmo por la víspera de mi cumpleaños, con la nueva oportunidad que supuestamente depara cada onomástico; yo riéndome de sus chistes y pensando en que de lo último que tenía ganas era de hacer cola fuera del María Angola para después, adentro, buscar copias imposibles de mi mujer, pues para mí lo era. Mientras pensaba, deseaba un salvaje amor que reventara mis venas esa noche, un extraño amor que se rehusa a dejar la enredadera donde se había anidado y que estaba dispuesto, en una noche calurosa como esa, a ser incendiado como la maleza que era una pasión así; era mi cumpleaños y deseaba el otro estado posible del mundo, estar con LMS toda la noche y poseernos en contienda sin territorios, sin trincheras ni escondites. Sólo deseaba, pues ni vela para soplar y pedir un deseo tenía, sólo el vaso más lleno de la mesa y la oportunidad de decir algo.



- No tiro desde el año pasado.



Mis amigos se rieron estruendosamente, sin tener en cuenta que ni Toño ni Andrés hasta entonces lo hubiesen hecho jamás. Esa frase mía fue el mensaje para ellos de que ya era hora de ir hacia allá.





Para entonces, se había impuesto la costumbre de señalizar, hacer colas, habilitar varia salidas y poner un límite a la capacidad de un local, el incidente de Utopía estaba aún muy fresco en la memoria colectiva. Mi mente era un presente-pasado-irregular-continuo que me hacía pensar que, de haber venido con LMS, esa sería nuestra tercera fiesta de cachimbos y esta vez, sí, a diferencia de las dos anteriores, pasaría toda la noche junto a ella, siendo incluso por mi cumpleaños, fecha especial. No hay maquina alucinante mejor aceitada que la de un hombre que no tiene sexo y cuyo amor vive sólo de la miserable pensión de unos breves recuerdos. Ya era hora de entrar al bullicio, a esa fiesta que desde ya sentía ajena, atiborrada de extraños y de motivos para irme.



Cada quien cogió su vaso y se fue a sacar trago en aquellos pandemonios de universitarios recién ingresados que se arman alrededor de las casetas. Los cuatro no nos separamos en esos minutos hasta que cada quien fue por su lado, dispuestos a fracasar más que nada por N motivos: Forma física, apariencia, vestimenta, falta de carisma, falta de conocimiento en gilear a alguien entre tanta bulla. Me preguntaba si Luis Manuel podría ligar con esa chica de Conta llevando aquel polo de Sakura y me respondía que no, viéndolo irse por otro lado, avanzar unos 10 metros alrededor del núcleo de baile para intentar con otra persona. Cuestiones similares pasaban con mis otros amigos, mientras los observaba.



Mi hora llegó. Por la entrada vi a E con un par de amigas suyas que también conocía y volví a pensar en el presente, en como corregir el pasado y tener fe en el futuro, poner el primer ladrillo poniéndosela a ella. Éramos compañeros de salón de cachimbos y nunca profundizamos amistad, sobretodo después de un accidente demasiado embarazoso el cual bien podía olvidarse sobretodo si los dos habíamos sido los únicos testigos de aquello. E definitivamente no era la mujer de mis sueños, pero nunca me hubiera opuesto a que sea la mujer de mis noches sin dormir, a pesar de su tendencia a ser tan adolescente, de su renuencia a usar lentes y de su excesiva condescendencia con los más pichangueros.



Me acerqué a saludar y conversar un rato con las tres mientras se pudiese, de cosas como los otros compañeros y amigos del salón, y así, de esas que dejan ver a las claras que para hablar hay otras horas y otras personas. Aún así, mi objetivo era E, las otras chicas podrían hacer lo que quisieran y hablar con quien quisieran, su desden no era mi derrota.



- Bueno, E, ¿quieres bailar?





(Continuará esta historia. Garantizo que la costumbre de ir a este tipo de fiestas no continua, para nada)

martes, 25 de septiembre de 2007

Apuntes de una soledad masculina

Estuve alrededor de una semana rehabilitándome de diversas cosas. Este año 2007, a pesar de mi desastre laboral que (como todo desastre) tendrá fin, fue un año bastante llevadero hasta donde sé, hasta donde puedo resistirlo... hasta el viernes.





No sé, ahora que aún sigo algo afectado, como pierden valor algunas cosas que en su momento me parecen increíbles. Tal vez la devaluación no sea sólo cosa monetaria, sino también emocional, en realidad las relaciones si deprecian y mucho, lo he sentido muchas veces. En realidad, escribo lo anterior porque sobre mi cerebro aún está ese preservativo que me impide engendrar ideas, ahora que lo pienso bien confirmo que está de más, ya lo sabía desde hacia tiempo y me refiero a muchas relaciones amicales que tengo.


No digo que tenga malos amigos o gente prescindible. Hay momentos gratos de alegría, risas, conversación amena, de confraternidad, en fin, esos momentos que no sólo consisten en trago y música a todo volúmen, sino en esos momentos más íntimos como aquel pequeño after party de Ilan Chester (el tío del comercial ese de hace veinte años, el que canta Un querer como el tuyo) donde uno llega a sentir que no necesita nada más, que tener amistades así realmente le compra el mundo a uno. Pienso incluso que, como me pasa a veces y como sucede con Ilan, se convierte en el centro de atención y esto le quita toda la percepción acerca de lo que en realidad sucede o lo que se forma alrededor suyo, aunque esto no sea ni malo ni bueno, sintiéndose simplemente cómodo, sin problemas, sin tener que pensar o preocuparse por otras cosas.


Puedo disfrutar mucho de la vida y compartir lo que más me gusta, a veces ni siquiera compartirlo, sino disfrutarlo sin restricción alguna o sin pensar en otra persona. Años de soledad me trajeron muchas amistades, me abrió mucho la mente a cosas nuevas y sorprendentes que ya nunca podré dejar de lado, conocí a personas increíbles con quienes aún mantengo contacto y exploré muchos lados desconocidos de mí mismo que tampoco esconderé en la sombra. Por ejemplo, nunca hubiera podido ver Borat con una chica normal que me recordara que no le gustan las películas asquerosas con un "aaaaaagghhh" exhalado con una especial voz de anuncio de toalla higiénica ("Kotex te queda, punto"), tampoco hubiera podido probar o preparar tan buena y/o excéntrica comida con una mujer obsesionada con su peso. Mi exploración de la humanidad y del mundo fue muy amplia, jamás completa y jamás hubiera podido ser así en el otro supuesto; pero fue eso, sólo una excursión, un caminar que no tuvo que hacer frente a ciertos caminos escarpados y fangosos, más precisamente dos: Mis miedos y frustraciones.


Así como con el piano, puede que no escuchen las notas que en verdad pueda estar tocando, sólo lo bien que suena la canción y como nos gusta todo esto. Aún así, y parece no importarle a Ilan, nadie va más allá, nadie podrá entender esas notas: Ilan Chester no tiene ninguna toma con nadie, está solo en el carro, en su caminata por Caracas, en el piano mientras sólo lo ven, le sonríen, lo saludan y él los reconoce, pero los demás parece que sólo lo disfrutaran, en lo que más les gusta y en ese momento, a él también.


El mundo, lamentablemente, no siempre es tan agradable; tiene también cosas que, sin parecer demasiado importantes, pueden representar una empinadísima montaña, llena de rocas filudas que destruyen las vertebras a cada caída. Muchos de estos momentos a veces no interesan al resto, pues (admitámoslo) hay personas que sólo son compañeros de la versión campante de uno pero no para desazones o desaliento y creo que son la mayoría, pues no por gusto dicen que la gente se aleja de las personas tristes o desmotivadas. Otros de estos momentos pueden importar, pero aquellos que pueden saber de ellos jamás podrían entenderlo sin que sea su culpa ya que no hay nada más íntimo para muchos que nuestras debilidades y tristezas más profundas, aquellas especiales alergias emocionales y de las cuales no siempre hay alivio; no puedo culpar a quien no puede entender mis motivos por más de que le interese, pero eso no me quita para nada la incertidumbre y sensación de soledad.


Cuestiones laborales y académicas que me hicieron pensar en la desgracia, en un futuro enfermo fruto de un presente desperdiciado continuamente, en ese temor mío a fracasar que muchas veces me condujo a hacerlo, por fallar o simplemente por no hacer. No he hablado de esto con nadie de una forma totalmente sincera o total, no tuve oportunidad de hacerlo con J, tal vez porque no quise que conociera mi debilidad ahora que... y porque ella posiblemente necesite sentirlo y no que se lo cuente, las palabras suelen quedarse cortas y no aguantan adversidades. Puede que ni ella misma... ¿esa será la gran debilidad de J? Si llego, ¿podría yo entender a J, más allá de lo evidente?


¿No será que, en general, exijo demasiado de las personas? Debe haber quien sea capaz de complicarse un poco por mí si yo hago lo mismo por esa persona. Una tarde de sonrisas tampoco lo es todo.


Por eso, me pregunto si habría alguien que me obligue a detener mi trayecto, o que acompañe mi compás, distinto como todos los compases. Y hay días, como estos que están pasando, en que simplemente necesito y quiero que esa persona esté aquí, sin que nada pueda impedirlo.


jueves, 20 de septiembre de 2007

Cuatro sentimientos indeseables

En la extensa jungla de la decepción amorosa, muy extensa en mi territorio al menos, existe clara diferencia entre diversas zonas. Así como para Pulgar Vidal decía que no había una sola región llamada sierra peruana sino cinco regiones de altitudes distintas, dentro de este rubro que toco yo también he distinguido cierto número de sentimientos incómodos que circulan en su cabeza y/o corazón al decir "NO".





En realidad, son todos algo dolientes, particularmente yo no me siento bien pensando "No estamos, pero al menos seguimos siendo amigos", pues para mí no hay peor separación de la mujer que ame que la amistad con ella (o que me guste, al menos). Sin embargo, hay algunos de ellos más incómodos, tal vez porque uno no los puede dominar ni puede disfrutar de ellos: Uno puede disfrutar, por ejemplo, del odio que puede sentir una chica con la no escueta sensación de que al menos no se es indiferente, o con el rencor.





En mi corto tiempo en este mundo he probado, seguro, más sabores del sinsabor del viviente que el 75% de la población al menos, y de este tipo fácil el 90%. Por eso yo conozco de casi todos esos sentimientos, tanto que puedo mencionarlos y con toda la seguridad del mundo decir que nunca quisiera despertar algo así en alguien que me importe:





a) Compasión: Sí, este hombre ha despertado compasión de alguien, y más de una vez. No fue necesario evidenciar lo que sentía, ni siquiera lo fue pedir algo, simplemente se notaba. Esa predisposición a salir sólo por verme algo afectado, aquel bajón en su tono de voz a modo de consuelo de media hora y con opción a otro lapso si metía otra ficha, después sus ganas de saber sobre mis tragedias y sólo decirme que todo iba a estar bien, sólo estar ahí para confirmarse una y otra vez cuan blandengue podía ser, hasta que finalmente ese discurso plagado de "sólo" esto o "sólo" lo otro. Es horrible que interesa sienta algo así por uno porque simplemente te minimizan como hombre, hasta convertirte en algo similar a un enfermo en paciencia terminal, convaleciente eterno, es una forma de rechazar no sólo por disgusto sino por considerarte inferior y para nada digno de algo importante, sólo algo que puede sortear...





b) Temor: Ella simplemente no te entiende. No entiende porque haces esto o haces lo otro, porque eres tan directo o porque simplemente te comportas tú así. Ella simplemente siente que le haces daño, ¿cómo? Ni siquiera lo sabe, simplemente tu presencia es inquietante, eres un misterio incontrolable e indeseable.



Siempre serás un extraño para ella, por más de que quieras ganar su confianza y acercarte a ella, nunca estará segura, ni cómoda, sólo eres un ser extraño y siempre lo serás, pues ella nunca querrá dejar un resquicio para poder colarte. Sólo tendrá tres o cuatro ideass horribles sobre tí en la cabeza, versiones desfiguradas y palabras desafinadas sobre tu existencia, convirtiéndote en una amenaza para su universo de sueños al que, como lo que ya eres según ella, nunca podrás entrar y que tal vez ni siquiera exista.





c) Admiración: Lo opuesto a lo anterior, con cierta incidencia en mi vida. Tampoco fue necesario ser muy sincero y directo para nada, pero el problema de esto fue otro. Todas esas ganas de verme, de hablarme, de estar cerca de mí, que al menos no eran por cierto interés, eran por mí, por lo que yo era, sin correción, distorsión ni aumento, y todo genial, todo por las nubes sin escalas para mí. Le encantaba mi forma de ser, podía ser su compañía perfecta, puede que hasta le gustara mi apariencia, pero... ¿me quería? No, no, no, no, repetidas ocasiones, las mismas que eran acompañadas por sinceras expresiones hacia mi forma de ver las cosas, mi forma de vestirme, mi forma de pensar, admiración, sorpresa, pero el amor estaba reservado para otra persona. Sí, alguien distinto, que no la obligue a mirar tan alto, alguien que no provoque algún choque de desilusión con la realidad, que tenga la prerrogativa de cometer errores y de no despertar expectativas.

En realidad, jamás me hubiera querido, aun cuando le gustaba esta versión mía, pues sólo era la figura que le garantizaba la alegría, posiblemente esa satisfacción hubiese desaparecido con la tristeza o los ratos amargos: La única garantía de la admiración hacia uno es la soledad, pues esa persona sólo pensará en esa imagen que adora, pero nunca en una variación de furia o lágrimas, incapaz de prestar un refugio donde poder recuperar el aliento. Esa imagen tan estupenda fue extraída de su círculo casi desde el comienzo, pues eres diferente, sólo eso...



d) La princesa y el enano: No sé como llamarlo, sólo como ese cuento que narra Fele Martínez en la película Tesis, cuando jamás me cansé de hacerla feliz, mientras ella... bueno, ella sólo quería que la siguiera haciendo sonreir, incluso cuando ya estab claro que dejaría de bailar y hacer cabriolas simplemente porque... bueno, no me gusta decir esa frase. Es muy parecido al anterior, con una única variación: Estás a su alcance, hasta que descubres que sí, tu finalidad es sólo que ella no pase mal el rato aunque te cueste la energía, aunque ya sepas que aquello no es para tí.





Es que hay una persona de la cual sólo esperamos una cosa. Aunque no cueste demasiado de parte de uno y parezca insignificante en su momento, el amor parece lo menos que no se puede hacer, aunque sí se pueda lo más. Una contradicción que despierta muchas preguntas y pesares, muchas lamentaciones y automaldiciones, ganas de ser distinto o simplemente ganas de ser aborrecido, detestado. La única garantía es la de la soledad, que a aveces parece que no conociera de imposibles y parece mirar a todos a los ojos.

miércoles, 19 de septiembre de 2007

Verdaderos problemas con las mujeres: Casablanca




Yo espero que hayan visto esta película.


Para los que sí, supongo que concuerdan conmigo al decir que el personaje de Bogart es el primer gran desmotivado de la historia del cine universal. Bueno, para los que no, les contaré que Rick, el dueño de esa chingana de lujo de la ciudad de Casablanca, es un individuo aparentemente sin complicaciones, seguro, a quien no le importa establecer amistades o relaciones salvo que convengan a su negocio, menos le importa complicarse la vida en asuntos políticos (pues ya tuvo uno en su gringolandia natal y por entonces, 1942, ya saben) o en sentimientos: En resumen, un raspa y gana absoluto de la vida, aquel que sólo pasa sin llevarse o dejar nada, sí, todo eso, hasta que...


Esa es una de las cosas que más me agradan de esta película, la muestra de que todos tenemos un punto débil. Bogart tiene el suyo, esa canción llamada As time goes by (no recuerdo de quien es la versión original), la canción prohibida que vuelve a su vida, CON LA TIA Y TODO!!!!! Para los que vieron la pela, creo que sabemos más o menos el porvenir económico-laboral-social de Rick después del desenlac, al haber ayudado a Ilsa y a Victor Laszlo (la pareja de ella en la película, en ese momento) a escapar hacia Estados Unidos; todos sabemos que comienza a meterse en problemas, a verse en encrucijadas indeseables y llega a tomar una decisión que bien puede ayudarlo a tener a Ingrid Bergman para siempre, porque de todos modos ella también le devolvía la pared, hasta cierto punto.


Parece una linda historia, ¿no? El patita que reencuentra a la mujer más importante de su vida y ella que se reencuentra con el... ¿qué cosa? Con el... con el... ah! con el patita que conocí en París mientras el firme figuraba como no habido. No es culpa de nadie, puede que ella sienta el típico remezón de un reencuentro tan cercano y a la vez, tan esperado y evitable, pero en realidad también siente mucha culpa al darse cuenta de la reacción del pata al escuchar a su amigo el pianista tocar SU canción. Feo el panorama, ¿verdad? Mientras uno se recontra enamora, vive y muere por ello para al final cargar con el maleficio de ese rompimiento sorpresivo, misterioso y tan desgarrador (creo que los que vimos esta película no pudimos evitar sentir el bolo alimenticio de plomo que se tragaba Humphrey Bogart en esa escena), posiblemente la otra persona haya seguido con su vida, olvidando todo lo que pasó con el siguiente parpadear, o simplemente aquello que pasó no fue tan importante, no dolió tanto y tal vez no lo sentía de igual manera.


Pobre Bogart, en realidad siempre fue segundón. Siempre tendrá París, normal, pero Victor (el firme, que estaba desaparecido cuando ellos se conocen en París) tiene todo el mundo, siempre fue importante aún cuando no estuviese. Es cosa de momentos, y los momentos sólo resucitan para volver a sus tumbas o para ser enterrados, después de haber levantado un ventarrón arrastrante de inquietud. De sólo momentos y recuerdos se puede morir, pero de ellos jamás se podrá vivir; y creo que ese personaje tenía pensado eso al dejarlos ir, más allá de toda la cuestión antinazi de entonces.

domingo, 16 de septiembre de 2007

El palomo dando vueltas de borracho


Kevin Johansen - El Palomo

Hoy vamos a salir, voy a llevarte a cenar; y si estás junto a mí, que me importa el lugar... dijo (Osea yo, dije):
con los italianos no se puede, carajo

Ingles idioma de dijo (Aldo, mi amigo el impertinente aquel que me cagó un plan el año pasado, ¿lo recuerdan?):
puta madre


Ingles idioma de dijo (perdonar es divino, ¿no?): yo soy el livorno


Hasta ahí, todo muy bien, todo muy chévere. Típica tarde-noche de sábado frente a mi computadora, con mi vaso de manzanilla, mis sublimes con galleta y mis cigarros, que mejor lugar que la habitación de uno antes de ir a estudiar Laboral Especial y planear mi tercera jornada (recuérdenme reportarles la 2/13). Como habrán notado en mi anterior reporte y si han escuchado la canción (es parte ineludible de todo post), es parte de esa canción con la que me arengaba antes de la noche con J.


Generalmente, mis nicks no son así, tanto que surgieron preguntas como "chévere tu nick, quien será la afortunada", "dale campe..........", "aaaaaaaayyy, al fiiiiin!!!! quien ah?" o "asssssu gordo, estás enamorado", cosa que no me molestaba para nada, así como no me molesta ocultar mi estado actual ni el hecho de que comenten sobre ello, pues de todos modos se hará inevitablemente público. Todo sobre ruedas hasta que...


"J acaba de iniciar sesión"


No vi la ventana de ese mensaje, pero vi su nick en mi lista y luego vi... MI NICK!!!! Reacción inconsciente: Escupir violentamente el bocado de manzanilla que acababa de tomar, tipo Salvado por la Campana.


¡¡¡¡¡¡Puta madre!!!!!! Claro Raulín, ¡comienza a cagarla cuando estás tan bien! NO CONECTADO, AHORA MISMO.


Bueno, salí en medio segundo, y mientras figuraba como No Conectado cambié mi nick a uno de esos que suelo ponerme. Nunca hablo con J por MSN, pienso que esa vaina (así como los msj de celular, aprende Renato Cisneros) son recontra matapasiones y no tienen la cercanía física tan necesaria para amar y seguir amando. Aparte, ella tampoco entra seguido, casi nunca en realidad, entonces, ¿cómo rábanos iba a saber que justo en ese momento se iba a meter? Es una casualidad, por favor, no es mi culpa... ¿o sí? Demonios, ¿por qué Yordano no es tan conocido como Dávila, Montaner o cualquier venezolano que canta pavadas, para que aunque sea piense que puse eso sólo porque me gusta la canción?


No puede ser que justo cuando comienzo a mover alas la cague. Sí, cagada, porque tampoco hay que ser muy evidente, tampoco hay que ponerse en bandeja y es bueno dejar algo de suspenso. Sé que llevamos algo de cuatro meses engorrosos en esto, pero ambos somos un poco complicados, chupeta y agarre con gente así no funciona, por eso hay que ser super cuidadoso. Debí mantenerla bloqueada, no sé porqué diablos no lo hice, otro error que nació del hecho de dejarme llevar por la pasión.


Ya, mantener la calma nomás. Sólo estuve tres segundos con ese nick y posiblemente ella no se haya dado cuenta, y si lo hizo, lo habrá olvidado o lo tomará como algo circunstancial. Felizmente, no es una paranoica y las paranoicas suelen tener la razón, ¿qué hay con los paranoicos?


Tengo que pisar con cuidado estos días. Un lapso de ausencia no me hará nada nada nada mal. Por ahora, activamos la cuareterna*** nada con nadie hasta que... bueno, hasta que el desenlace llegue. Definitivamente ya he corrido demasiado como para detenerme, pero no para volver a tener cierta cautela.


En fin, como dije, no soy de los buenos leyendo indicios en una mujer, tampoco soy de los mejores disfrazando mis sentimientos. Vemos, tendré que buscar otra camisa y comprar harto Listerine...



*** Cuareterna: Período de no KAS, no mujeres, nada, aparte de ya saben quien, y no pienso admitir expresamente nada al respecto.

sábado, 15 de septiembre de 2007

Invocando a la mejor camisa y a otros totem


Yordano (Sí, así se escribe, es venezolano) - Hoy vamos a salir








Mientras ustedes se deleitaban leyendo sobre Alfredo, Alfredo o el mundo de los "chatos gorditos", volví a tener contacto con esa trabajólica llamada J con la cual no salía desde fin de Julio, exagerando un poco.











Siempre supe de lo que se trataba, en el viaje en el que ya estoy embarcado en zonas inhóspitas. Aún así, sigo con mis pasos cautelosos y bien calculados, como si entre mis manos llevase un pedazo de cristal. Y es que en realidad es más o menos así. De regreso a mi casa, a diferencia de otras ocasiones, me di cuenta de que hay cosas que pueden estar llegando a su fin y las estoy dejando pasar. Puede ser que ya haya recorrido mucho tramo y no lo sepa, que me haya pasado de largo y esté tan lejos del lugar que buscaba como al comienzo. Todo puede ser, excepto algo...











Con algo de frío y con la garúa encima, a fuerza de goteo me humedeció con todo, pensé que me había quedado corto. Como siempre lo pasamos mucho mejor que bien (desde mi percepción y de lo que puedo percibir de la de J) y faltó eso que en general, me ha pasado mucho en mi vida y que en algún momento se agravó: El coraje de decir después de estirar el brazo, de besar después de acercar el rostro. Miles de opciones perdidas por eso volvieron momentáneamente a mi cerebro por esta preocupación, pues aquellas oportunidades perdidas ya no importan ni existen, en cambio ahora...











Justo habiamos pensado lo ligeramente débiles que podemos decir para enfrentar ciertas cosas. En mí, hay diversos pilares de inseguridad en cualquier ámbito, como la sensación de soledad al enfrentar algún intento de atropello (me pasó varias veces en tiendas o lugares masivos, cuando por falta de "apoyo popular" simplemente me quedé callado), el temor a estar equivocado o el pánico a la caída, pensando siempre que esa será definitiva.





Debo confesar que hay veces en que prefiero dejar pasar las cosas por miedo al rechazo. Generalmente, lo calificó de quien proviene, llegando hasta a sitisfacerme si se trata de alguien repugnante para mí, pero nunca será así si proviene de alguien que me importa tanto. Y para dejar de pensar en ello, andar con seguridad en ciertos rumbos, pues no soy tan capaz, no es tan fácil para mí y si lo fuera, creo que rechazaría esa opción.











Puede que arriesgue demasiado, que esté tentado a cambiar una amistad valiosa por algo más con opción de perderlo todo y para mí, en mi historial personal, no existen las reconciliaciones mágicas, ni la reelaboración de amistad. En este universo de tornasoles carmesí vamos de extremo a extremo, aquel cuya orilla no puede divisarse desde esta y da la sensación de desaparición. Están los conflictos realmente fuertes, de aquellos que sólo dejan heridos sin posibilidad de rehabilitación en una guerra de dos, sin mediadores ni garantes, ni grupo de amigos a quienes agradó la relación; un ejemplo de ello es LSM, o Limón, u otros casos en los que no quedaba nada después de la erradicación total de esa pequeña colonia, donde nada ni nadie procuró rearmar los pedazos. Malahierba que ha crecido en el jardín de un amor tan infeliz...











Por otro lado, ¿no he sufrido igual al dejar pasar las cosas? La única diferencia es que la culpa de todo fue sólo mía, terminando incluso en el reproche hacia mí mismo. Mi estática puede ser dañina, detener la pulsación para evitar un certero ataque al corazón también puede traerme la muerte.











Algo me va a afectar, pero no será la primera ni la última vez que pase. Por eso, me he encomendado al poder de la Cruz del Morro Solar anoche, a esa extraña fascinación que puedo contagiar fácilmente por ella a cualquier persona que me interese. A pesar de que odio los crucifijos y no soy creyente, este monumento moderno fue siempre amuleto y fiat lux de las mejores historias que puedo recrear por haberlas vivido mejor que otras. Ya ausente, sé que aún puedo creer que existirá, al menos en lo que siga teniéndola como referente, tal vez por su imponencia, como diosa tutelar del mare nostrum, o por su composición, hecha de retazos recuperados que algunos no podemos rearmar, con base piramidal.








"La Cruz de la Evangelización, conocida como Cruz del Morro Solar, 45 metro de acero cromado proveniente de los restos de cinco torres bombardeadas cerca de Chósica en Marzo de 1988; su construcción no duró más de dos semanas y fue inaugurada el lunes 16-May-1988, en la segunda venida del Papa a Lima. Está ubicada en el terraplén más extenso del Morro Solar, en su cresta oeste, tiene 14 focos en sentido vertical y 9 en horizontal, cada uno de 10000 w, llegando a alumbrar hasta unos 20 kilómetros más allá de la costa, por eso la podemos ver también desde el Callao. Ahora se enciende con la caída del sol automáticamente, antes se encendía puntualmente a las 6:42 pm..." (El monólogo es nuestro y tiene como 7 años de antiguedad)







Bueno, es hora de que mi mejor camisa y las luces me tomen la palabra y nos protejan siempre. Por mi parte, es hora de tomar la manija y agacharme un poco, J (como la mayoría de mujeres con las que he tenido algo) es ligeramente chata, tal vez sólo necesite doblar las piernas.






Por cierto, nunca llegué a enviar una correspondencia a la Municipalidad de Chorrillos referida al mal estado de la cruz. Ahora mismo, estoy lamentando esa timorata reacción, la que ya tiene consecuencias definitivas...

jueves, 13 de septiembre de 2007

Verdaderos problemas con las mujeres: El origen de Raulín Raulón





Esta es la dichosa película que inspiró mi sobrenombre: Alfredo, Alfredo (1972).

Pertenece a la etapa europea de Dustin Hoffman a comienzos de los 70, cuando (por "conflictivo") tuvo que cruzar el charco para buscarse mejores papeles, consiguiéndolo con éxito con esta película italiana y con la polémica cinta británica Straw Dogs (1970, donde sale como secundario el fotógrafo de La Profecía, David Warner). La vi cuantas veces pude cuando había Europa Europa en mi casa, lleno de una precaución inusitada al pensar que no la volvería a ver, como hasta ahora sucede.

Bueno, la historia gira en torno a Alfredo, un tío realmente tímido con las mujeres, a las que gusta observar y elucubrar en torno a ellas sin acercárseles. Parte del extracto que incluí es cuando Orestes, su compinche y maestro en esos temas, le consigue una salida justo cuando nuevamente iba a rendirse antes de jugar con dos chicas. Una de ellas, después de un arranque inusitado de pasión, cierto número de salidas y tiempo de relación, se hace su esposa, mientras el buen Alfredo vivía el encantamiento del glaceado mundo del amor correspondido a uno y a lo que uno sueña de eso.

Repentinamente, Alfredo ha perdido tres cuartos de su mundo, María Rosa termina agobiándolo y haciéndole extrañar su monótona y poco segura vida. Y aunque no lo crean, se divorcia de ella. Este personaje es el de Stefania Sandrelli, definitivamente yo sí me casaría con ella en una, aún incluso en estos tiempo, de hecho esta varios peldaños encima de la Loren y como que sabe como y con qué atropellar a la Belucci.

En fin, este personaje no está seguro de nada, no sólo es tímido, sino que no llega a querer lo que piensa que quiere. Es uno de esos entrañables personajes de Hoffman, medio víctimas, medio héroes, del laberinto que les toca recorrer.

viernes, 7 de septiembre de 2007

Así que a la tía no le gusta el Runa Simi






Fuera de características como la ubicación, tipo de hegemonía histórica, situación política y antiguedad y porcentaje dentro de la población de sus países ¿qué diferencia a los vascos y catalanes de los quechuas o aymaraes, por ejemplo? Puede ser muy genial para algunos el hecho de colgar banderas catalanas por Ronaldinho Gaucho, apoyar la pretensión separatista de ETA y así, hasta llegar a extremos de snobismo. ¿Qué hay con lo nuestro, lo que primero estuvo en estas tierras?












No me gusta mucho profundizar en el contenido de diversos intercambios de palabras entre congresistas peruanos. Vano, intrascendente, como inútil puede parecer a veces, sin embargo a través de esas pequeñeces nos ofrece señales claras de ciertas personalidades que conservan vigencias y sobre las cuales aprece no haber pasado ni el tiempo ni la evolución. Me refiero precisamente a Martha Hildebrandt, aquella erudita del habla culta a la que el Perú correcto no ha dejado de elogiar y hasta endiosar durante décadas, que incluso fue invitada a posar para una exposición fotográfica acerca del maltrato contra la mujer y para un comercial de diccionarios, en fin, miles de apariciones mediáticas más.







Volvió a tomar notoriedad, esta vez discutiendo la utilidad del proyecto de ley para La Preservación, Uso y Difusión de las Lenguas Aborígenes del Perú, impulsado por diversos congresistas nacionalistas y de Unión por el Perú conjuntamente con la Campaña Nacional por la Interculturalidad "Habla en tu idioma, es tu derecho". ¿En qué consiste la inutilidad que esgrime la congresista Hildebrandt? En que, a pesar del multilingüismo harto conocido de nuestra sociedad, no iba a ser útil difundir idiomas que ya muy pocos utilizan, que no tienen escritura o alfabeto y/o que están en vías de extinción, dejando de lado el verdadero objetivo del proyecto: Promover la expansión del conocimiento de estas lenguas fuera de sus células geográficas y sociales, facilitando la comunicación entre peruanos como oposición al ancestral conflicto de nuestro país.






“Este proyecto de ley está mal. Pero está bien para quienes quieren estar bien con su conciencia, y mal con la realidad (...) es imposible cumplir para que todas las lenguas del país sean oficiales. Aprobar este proyecto sería como decir: qué buenos que somos y que estamos dando oportunidad a estos pobrecitos"






Estas y otras declaraciones anteriores de la congresista Hildebrandt, no sólo contra los idiomas originarios andinos, reflejan cosas tales como un etnocentrismo evidente, ser la personificación de uno de esos cánceres terminales para el país que es pensar sólo en el núcleo como ente vital y como fuente ejemplar para otros estamentos.









Cuando Hildebrandt P-T cree que informar totalmente a toda la población se logra con un solo idioma, está perdida. El mismo idioma castellano, ni en el solo territorio nacional, tiene una misma forma de interpretarse o utilizarse, sino que cabe la posibilidad de diferencia entre el oficial y el popular de cualquier zona del país. En el Perú se conoce de más de 50 lenguas entre vivas y en proceso de desaparición, de las cuales se considera hasta 7 de uso masivo y 3 oficiales desde 1971. En Lima, puedo considerar que el 40% de ciudadanos utilizan el quechua, aymará y hasta muchic en su estrato íntimo, y el 75% conoce una lengua oriunda en buena proporción. Por lo tanto, fuera de San Isidro o de su vecindario en Miraflores, tal vez sin alejarse más de 10 cuadras, hay alguien que puede entender el shipibo o el aymará, por ejemplo, mejor que el castellano.









Por otra parte, Cuando habla de aquellos que "quieren tranquilizar su conciencia", sigue pensando en el reducido grupo de gente que la rodea, voluntaria o involuntariamente, con la que se encuentra cuando va de compras a Wong, de paseo veraniego a Asia o a algunos de esos cafés de artistas y/o intelectuales. Tal vez se haya referido a lo que su bancada llama "caviarada", a esa izquierda que ni siquiera patea con los dos pies sino que simplemente ni pases puede dar, a los círculos literarios del Haití o a los cinéfilos del Centro Cultural de la PUCP. Hildebrandt P-T se refería a cualquiera de esos pensadores inocuos nada más.









¿Y el resto de gente? ¿Qué conciencia tiene que limpiar una truequera de Chincheros? ¿Alguna culpa habrá de cargar algún descendiente de los Morochucos (de piel clara en su mayoría) residente en las pampas ayacuchanas, fuera de ese pesar ficto inoculado por los peninsulares por el hecho de ser criollo disidente? No se necesita ser sociólogo ni linguista ni filósofo metropolitano para sentir culpa...










Es sólo un maldito botón de ejemplo de la ignorancia, indolencia, desidia que reside en muchos de nuestros funcionarios públicos, como otra dolencia letal y aparentemente incurable. Puedo estar desnudo ante ustedes si yo pido que me lapide aquel que nunca utilizó una estructura procedente del runa simi, por más de que no haya hablado quechua jamás, y es algo en lo que parece no haber pensado nuestra lingüísta estrella, si es que no atrayese el capital que puede caer en el país el turismo.









Utilidad tiene todo aquello que resalte los valores colectivos de una nación, sea cual fuere, tiene una utilidad que el libérrimo mercado o las cifras macroeconómicas azules no pueden cuantificar. Y "utilidad" no sólo para trabar la rueda del desarrollo, sino para ampliar su campo, para que lleve a más gente; esto último, lastimosamente, es comprendido por especímenes humanos en vías de extinción.







Pensemos en eso, y pensemos también en ese útil esfuerzo de las congresistas nacionalistas, que piensan esta vez en término funcionales para el país. Bien se dice que los sabios pagan con sencillo, bien se tiene que decir también que los sabios hablan el lenguaje del pueblo (o runa simi, en runa simi o quechua, como se le llamo en la era republicana).









Foto de Marina García Burgos, procedente de su muestra "Solo amor, eliminación de la violencia contra las mujeres".








El título de este post obedece a una frase conocida de una campaña publicitaria


de mayonesa Hellman's de 1993.




















miércoles, 5 de septiembre de 2007

Laboral Especial con Limón: Jornada 1/13


Es un curso realmente divertido, no lo puedo negar. A pesar de lo exigente y a veces latoso que puede ser el profesor, es uno de esos tíos a quienes no hay que defraudar, por más de que la especialidad no importe demasiado.



Creo que está demás repetir el segundo hecho trascendental de este curso, pero para aquellos desactualizados que se alejaron de este (pobre pero honrado, feo pero fiel, aburrido pero buena gente) blog, les recordaré que Limón, en un movimiento tardío y ya inservible, se matriculó en mi salón, justo cuando sólo se le necesitaba para echar ceniza sobre tierra en peligro. Para que la tengan clara, tengo las imágenes de la matricula:





En fin, esta jornada de tres horas, comenzó con nosotros a las 7:30, cuando hablo de "nosotros" me refiero a mis amigos Lucas y Omar estudiando conmigo la lectura que ya había sido designada para esa clase. Por una cuestión excepcional de seguridad, decidimos sentarnos adelante, cerca de las puertas, ante la amenaza de cualquier remezón de repeticuá que nos tuviera fuera del salón a los tres segundos. Por mí, por una cuestión de estrategia.




Si hay algo que no soporta un hombre respecto de ciertas mujeres es la falta de atención. Peco de ególatra, lo admito, y no tengo atenuante puesto que el interés que despierta ahora Limón sobre mí es nada en comparación al año pasado (no más tartamudez, no más hiperpalpitaciones ni hinchazones, sí gastritis porque de esa ahora me la provoca otra mujer). Aún así, mi presencia tiene que ser poderosa, ineludible, yo sé que podía y puedo provocar esos efectos (OPTIMISMO E.WONG!!!!!), pero realmente quiero asegurarme y por eso prefiero estar adelante, en un costado del salón, que indefectiblemente reconozca mi cabeza y mi voz, pues en este curso se acumulan puntos por asistencia y participación oral en clase. Es muy cruel y suena a terrible escupitajo al cielo, pero no mentiré: Necesito un colchón de atención, y que mejor que la redonda y blanda humanidad de Limón para cumplir ese rol. Pero esa es sólo una parte del plan.





La otra parte, cuya ventaja deriva de estar adelante, es impedir que yo la mire a ella. Esto por dos motivos: Porque no quiero tentarme nuevamente a pesar de estar en mi derecho y, principalmente, no hay que darle nadita de atención para que ella ponga más y más atención, se comience a preguntar que mierda le sucede a ese gordo ganso que hace menos de 12 meses babeaba y se deslizaba en esas salivas hacia ella mismo Silver Surfer y sus conjeturas la lleven a una inestabilidad cuyo placebo sólo consistirá en un apelativo: Raulín Raulón.





Como todo, esto también trae más de un problema. Estos partidos necesariamente los jugaré de visita, y no porque mi hinchada sea inferior en latidos o número, sino porque es una clase donde la gran mayoría es de la promo de ella y bueno, como conté, la historia de Limón terminó casi con gresca y en circinstancias por demás controvertidas, lo que me hizo ganar más de un enemigo y los deseos de pasar desapercibido absolutamente por el mundo de algunas personas. Muchos de estos chiquitines no tienen un buen concepto de mí, muchos me odian por haberme "querido levantar a la niña de sus ojos" y otros (otras, en realidad) por oponerme a cierto príncipe celeste, azulino, azul eléctrico, que en realidad no existía pero de seguro, en sus cerebritos, era lo totalmente opuesto a mí. En fin, problema suyo, pero prefiero evitar cizañas.





Es cosa de prestar atención sólo a la clase, sólo a los temas, sólo a la norma y a la jurisprudencia. No hay como un profesor con dominio de escena y de temas para cumplir ese cometido. El resto sólo dependía de la debilidad de carácter de Limón, algo que nunca quise manipular a diferencia de lo que pensaban muchos, pero con lo que ahora me veo en la oportunidad de experimentar un poquito, sin tener que recurrir a procedimientos truculentos.





Me acabo de encontrar con una compañera de promoción a quien no frecuento mucho, nos quedamos hablando un rato acerca del intervalo en el que no nos cruzamos casi nunca y detrás de ella, una mirada de más de dos segundos que yo no sé cuanto tiempo estuvo sosteniendo antes de que me diese cuenta, ni cuanto dándole la espalda. A esta edad, sé cuando soy el punto y cuando no, no tengo espacio para dudas, pero sí para las que se refieren al porqué de algunas cosas, aunque de esas prefiero tomar unas cuantas después.




J no está en casa, en realidad aún no vive aquí. Aún así, quiero seguir con cierto experimentos que ocultan el deseo íntimo y condenado al secreto: Ser amigo de alguien. ¿Nunca desearon eso? Yo sí, puedo jurar que es sólo eso, desde hace varios meses, por el tipo de persona que es y puede ser ella, y por quien soy yo ahora.



PD 1: La ciudadana de Springfield no es Limón, ni de vainas (ya quisiera la pobre limoncita). Es Hikaru (C. Giuliana), supuestamente con un polo de la selección inglesa de fútbol, aunque para Matt Groening sólo existan México y Portugal, y supuestamente parecida a Zelma Beauvoir. Promesa cumplida, experimento realizado.

sábado, 1 de septiembre de 2007

¡Todo o nada! NO la tercerización


Julio Iglesias y Diana Ross - All of you


¿Qué diferencia a un novio, esposo o enamorado del resto de hombres para una mujer? Doy una primera pista: El hecho de tener sexo con él sin tener que dar explicaciones u ocultarlo no es. ¿Una segunda pista? Sí, los novios (en teoría) la conocemos más que cualquiera y sabemos como sacarla de ciertas situaciones y/o alegrarle el día. ¿Una tercera pista? Cómo no, es una persona permanentemente atractiva para ella, comparativamente más atractiva que otros patas por diversas razones. Creo que hay muchas más pistas que hay que juntar.

Aparte del
cuidado físico que solía darme, en mis períodos de enamoramiento (con campeonato o no, pues aparte de alma y corazón hay que tener vida) hay otras cosas tan o más importantes. Solía entrenarme como psicoanalista, terapeuta, consejero, humorista stand up, narrador de cuentos, amante horizontal, amante vertical, rescatista y hasta figura visual, más allá de que en algún momento rebasé los límites de la superficialidad. Y todo tenía una razón: Evitar la tercerización, eludir la posibilidad de que las cosas que tengo que hacer necesiten del desempeño de otros que no debieran tener espacio por aquí.

Nada en la vida es gratuito y cosas incalculables como el amor se pueden acabar en el momento menos imaginado y menos conocido, pues nunca sabes cuánto es poco, cuándo es mucho y dónde está el punto adecuado. El amor nace y también puede fallecer subitamente o después de largas sesiones de agonía: Se enferma, se distorsiona o simplemente (como está tan de moda) pierde su sentido en sí mismo. Por eso, nunca me basta con las ideas de que el amor puede todo, que es 100% incondicional y eterno, menos con el inexplicable derecho de pasearme con ella donde sea tomado de su cintura, de su espalda, de vivir enroscado a sus dedos y sinceramente, creo menos en esas y otras manifestaciones más tórridas.

La calificación de gordito, amor (sin distorsiones de la palabra, que me llegan), Monito de harina Nicolini, etc. es algo que nunca compartiría con nadie, que jamás me arriesgaría a perder. Y en estos casos, el verbo "perder" abarca muchas formas, como "desgastar", "detener", "enrarecer", "mutilar" y sobretodo "compartir".

Detesto pensar en que mi pareja confíe sus momentos más difíciles a otro hombre, sea quien sea, por más confianza que pueda tener ella y hasta yo, por muchas razones. ¿Qué tan capaz para sostener sus problemas y sacarla a flote soy, si es otro quien la escucha y a quien acude? A veces pienso que no mucho, tan poco como para ser capaz de sentir sus tristezas aparte de sus alegrías, convirtiéndome en la persona con quien sólo se pasa bien el día. Me jode que en su vida haya alguien que cargue con sus pesares.

Odio la idea de que alguien pueda ser más divertido que yo a sus ojos. Sé que esto linda con los celos más frívolos y con un egocéntrismo casi enfermizo, pero es también otro elemento que existe. ¿Qué haces tú ahí si eres sólo un tipo al que le pasa lo mismo siempre, sin mayor gracia que los demás? ¿Cuánto puedes crear y cuanto más te puedes alejar de lo cotidiano, de lo llano, de lo que justamente caracteriza al resto de hombres? Si no puedes vender ni pequeños frascos de felicidad, se corre un peligro increíble de ser eliminado y triturado, a veces es mejor irse enterito.

Sólo dos pistas como ejemplo. No entiendo como otros hombres permiten estas y otro tipo de invasiones, o a los que creen en las relaciones abiertas (saben a lo que me refiero, y hay, aunque no crean) tal vez por cierta cerrazón de mi parte. No podría sostener una relación incompleta, en la cual podría pensar que mi rotulo de "enamorado", es sólo un calificativo, un título comprado en el Jr. Azángaro que sólo sirve para que ella lo mencione o para que tipos incompetentes abdiquen cualquier intento de seducción, o tal vez la contraseña para pasar las noches con ella. Hay cosas que hago mías con ella, como sus problemas, sus malos días, sus necesidad de reir, and I'll take nothing less.


Parece algo egoísta todo esto y no niego que en realidad lo sea. Pero estas cosas son de seres humanos, se componen de los mismos elementos, nunca podremos ser perfectos, pero sí seremos magníficos, cosa de esforzarse y creo que con ella vale la pena.





PD 1: Diana Ross me encanta, pero Julio Iglesias tiene momentos en los que me llega bien al chómpiras. Por eso, le deseo que lo del penecito de su hijito sea hereditario, para que no se sienta bien.

PD 2: Esta cuestión es muy peligrosa, por un motivo que tocaré en otro post.

PD 3: Me gusta de todo y créanme, para esta temática, no hay género musical no aplicable. Por último, ¿qué, ah? Me gustan esas canciones, ¿o prefieren algo de Belinda, Kulikitaca o Néctar, que está tan de moda?