viernes, 30 de enero de 2009

Explorando La Movida

Hace unos días fui a ver y oir la performance de mi amigo y sobrino Octavio M a uno de estos locales que abundan por el centro de Lima. No Yacana, no Directorio, uno de los de "la movida".



La movida, claro está, es la onda alternativa, "subte", "forja" o "recontra achoradaza" (parafraseando la publicidad de TV Insomnio, que viejo estoy), variable entre punk, trash, instrumental, experimental, algo de metal, funk, soul, junk, boing, plam, zak! y otras onomatopeyas dignas de algunos ruidos (porque también hubieron grupos de los buenos, como Macondo, La Resistance y Serpentina, principalmente).



Eston: Esa flaquita de ahí está más buena que un Sorrento.


RR: Te doy 20 lucas si aunque sea le hablas, algo...


Eston: ¿Crees que no la hago?


RR: No, porque ya vino con su mancha, y te apuesto que su machuca es otro del circuito, con polos punkekes y que tocará hoy, no se, alguien dentro de la onda.


Eston: ¿Qué circuito? ¿Por qué tiendes a racionalizar todo?


RR: Porque es así. Si esto fuera un recital y ambos tuviéramos novia, ¿no crees que nuestras novias estaría, y morirían salivando mientras aclaman "eso me lo escribió mientras yo estaba durmiendo en su cuarto"?


Eston: Ya, entonces cualquier otra...


RR: Creo que no te has dado cuenta que, para variar, somos los Stalkers de este sitio. Hasta Octavio ha venido con el look de músico, otros con looks más arty, o más panqueques, o por último, con lentes de montura más gruesa que la nuestra...


Eston: Puta madre, me llegas al pincho, siempre haces lo mismo. Racionalizas, racionalizas, luego te pones pesimista y esa actitud de mierda irradia demasiado.



RR: Lo hago por tu propio bien, Eston.



Me entraron científicas y enfermizas ganas de comprobar la veracidad de mis enunciados, que hasta nuestra vestimenta era "reaccionaria": Zapatillas Adidas, shorts, y polo rojo, no negro, y con inscripciones sarcásticas (nada del Che, del arte, de San Marcos o grupos Punk).



Situación A:



RR se encuentra con una conocida suya, se saludan y todo. En ese momento, la conversación fluye, mal que bien esta conocida no era como la mayoría de conocidas de RR, de cierto grado de inelegibilidad. Amigas también hay, pero ellas van de otro rollo, en especial del rollo de la movida.



RR piensa que a pesar de todo, la esperanza del Eston no sea del todo estéril, ya que si algo abundaba ahí eran las conocidas, mayoritariamente conocidas "ni fu ni fa" o "cae bien", o incluso con las amigas (aunque contradictoriamente, y pese a querer marcar diferencias, estas caen en un severo prejuicio: "Con amigos, never"; antes de ser contestatarias, son mujeres). Decidió regar la plantita de la esperanza, ya que Pum (llamémosla así, en honor a las onomatopeyas de Salón Septentrional) y él andaban de graciosísima onda, y compro una chela para el riego, con sus cigarros para la oxigenación del pasto de la luna.



Ya habían ganado asiento y deferencia, cuando apareció alguien en la escena. En verdad, era un pata similar a RR, con determinantes diferencias: El cabello más corto, la vestimenta totalmente negra y, la definitiva, la guitarra en la espalda.



- RR, ¿me esperas un ratito? Voy a saludar a alguien.



Pum! se fue corriendo, como oveja en busca de su pastor, y cerca estuvo de chupetear a ese estudiante de Ciencias Sociales de la PUCP, con quien incluso RR compartió clases y charlas en Generales Letras (en donde siempre, por cierto, este sujeto le pareció lo que muy acertadamente calificaron Los Prisioneros como "mierda buena onda"). RR contó hasta 10, 20 y finalmente hasta 45, luego se sirvió otro vaso de chela, porque sabía que Pum! se pegaría a la banda y ya estaba lo suficientemente grande para anticipar ciertos desenlaces; si Pum! quería chela, que corte tela o que la pague la banda.



Eston: Tío, ¿qué pasó?


RR: Nada, sólo estoy comprobando la veracidad de mi argumentación.


Eston: Oye, ¿por qué te sabo...?


RR: ¿...teas tanto? Tú has visto que se quito sola, compadre. En fin, comienza la noche, mujeres sobran, pose falta, ánimo Eston, que vas a ganar.



Situación B:



Com! y RR no dejan de mirarse. En un ataque momentáneo de pesimismo, RR trató de recordar cuanta plata le pudo haber prestado Com!, una mujer así (no estaba tan guapa de todos modos, pero con tal de que a RR le parezca, suficiente para él), como para que se le quede mirando así. Poco a poco baja un poco el nivel de fatalidad como para refrescar su memoria: Com! y él habían compartido algunos ciclos en la Alianza Francesa, los cuales hubieran sido mucho más fructíferos de no ser por la existencia de Limón, por su lado, y un punkeke cuyo hobbie era tomar salones de una conocida universidad nacional, para que pongan pan integral que no sea Bimbo en las cafeterías.



RR: Vous vous souvenez de moi? (o algo así, las lenguas latinas son difíciles de recordar, "¿Se acuerda usted de mí?").


Com!: Tú eres... no, espera, yo tenía un amigo... ¿eres tú? Oye, ¿qué es de tu vida?



Obligatoriamente, el transcurso de su conversación pasó por la garita de la abismal pérdida de peso de RR en los últimos 15 meses, mientras él pensaba que ese tema sería el cuco de todas las mujeres, aunque tengan lienzos de Simone De Beauvoir. Luego vino el tema profesional, ella seguía en su carrera (Lingüística en San Marcos), él estaba sólo tramitando sus documentos y de vacaciones, hasta que se le ocurra hacer algo más...



- Oe, oe, ya voy a tocar, agarra la cámara...



Era flaquito, pelucón, cabizbajo y andaba malhumorado, especialmente con Com!, y tenía una aguardentosa voz de hombre mayor que él. Ella los presentó, mientras se convertía de prospecto de lingüista a rabona de un cantante de trash, o algo así. En ese momento, RR, y pese a que Com! ya no le parecía tan atractiva como antes (más precisamente, como hacía tres minutos), tenía unas ganas de hacer mierda al chico, sin tener como. El concierto comenzó, y quienes sintieron el impacto fueron los pobres oídos de RR (Nota de Redacción: Se me taparon hasta el día siguiente); apenas pró, tuvo que gritar un poco en el oído de Com!



RR: OYEEEEEEEEEEE, ¿CÓMO SE LLAMA EL GRUPO DE TU NOVIO? ¿GARGARAS DE CLAVOS?


Com!: NOOOOOOOOO, NO ME ACUERDOOOOOO...



RR: ENTIENDOOOOOO, YO TAMBIÉN HUBIERA QUERIDO OLVIDARLO...



Com! ya no hacía caso; en realidad, su expresión era muy contradictoria: Parecía embelezada filmando a su mariachi y, rítmicamente, entrecerraba los ojos con cada estruendo. No hacía caso, claro que no, y el orgullo y hostilidad de RR estaban en un buen punto de cocción.



Eston: Oye, la chica estaba simpática, estaba sonriéndote, ¿qué chiste le contaste?


RR: Ninguno, ¿por qué tendría que contarle chistes a todas las mujeres que me sonríen?


Eston: No sé, digo, como suelen reírse. Oye, creo que está buscándote...



Era cierto, Com! paseaba la cabeza de un lado para otro, mientras le hablaba a su enamorado de algo aparentemente importante. Era un faro, pero el barco ya había agarrado alta mar hacía rato.




RR: Ah, sí, pero ahí está con su enamorado, ¿para qué, entonces? Creo que puede hacer algo mucho mejor que eso.


Eston: ¿Y tú?


RR: Yo, nada, ya hice lo mío. La pelota ya no está en mi cancha, y yo quiero escuchar a Macondo.



Me quedé escuchando las tres canciones de Macondo un buen rato junto con un grupo de gente entre los cuales estaban amigos comunes, con los cuales nos quedamos libendo un rato más, sin tener que repetir las graciosas situaciones anteriormente descritas. No me disgusta socializar, pero a muy poco puedo llegar cuando me veo forzado a gritar, aunque debo confesar que finalmente me entraron ganas de invitarle un cebiche de S/. 20 al Estón, el cual no le debo porque él no pudo contarle el mismo chiste que le conté a Zom! (no era ningún chiste, la magia está en los detalles, y en toparse con alguien que no sea de la movida).



miércoles, 28 de enero de 2009

Chapas (Vol. 2)

V: A Edward le dicen Camioneta Mitsubishi



RR: ¿Por qué?



V: Porque quiere pasar piola como MONTERO, pero en verdad es tremendo PAJERO.



RR: Efectivamente.

lunes, 26 de enero de 2009

Cuando billetera y corazón chocaron...

(Este post dará cierto tipo de información económica del escribiente. Si eres uno(a) de esos(as) acomplejados(as) que cree que me jamonearía, deja de leer simplemente. Igualmente, si tienes ciertos complejos socioeconómicos, deja de leer)


"Sabes Ruri, si la Chata Ramos me da pie, pantorrila y muslo, la traigo acá desde Ancón, la saco a comer frente al mar, y luego nos metemos un par de días en el Park Plaza o en el Marriot, o sino nos vamos a Piura, la tierra de la pasión; no me importa cuanto cueste...


Y si ella no lo hace, con quien me toque campeonar. Así de simple"


Siempre he sido muy materialista, y no me refiero sólo al tema patrimonial. Siempre he preferido un abrazo, un acercamiento, una mirada, un gesto tierno, a ciertas palabras o frases prefabricadas, por ejemplo. Pero no nos desviemos, este post tocará como corazón y billetera chocan como las ruedas esas de la carrera de Ben-Hur.


Desde pequeño, fui inculcado a ser amarrete para luego vivir entre comodidades, o al menos, vivir establemente, puesto que también en mi familia hubo épocas de vacas flacas: Como olvidar que, en cierto año en el que el pasaje escolar no subía de S/. 0.25 o S/. 0.30, llegué a llenar dos alcancías, puesto que mi único gasto era la ida y el retorno hacia mi casa (mis viejos me daban dos lucas, una millonada infantil para inicios de los noventa) . Mis primera propinas fueron directamente a sendas figurillas porcinas con ranuras que se convertían en mis ídolos personales de cerámica y que, por qué negarlo, me ayudaron a cuestionar mi incipiente catolicismo en beneficio de mi innato mercantilismo (medio protestantón, medio dialecticón, por cierto).


Con el tiempo, ese criterio de ajuste se traslado del trato de monedas al trato de billetes, de céntimos a nuevos soles enteros, política que en mi fuero personal lleva más de quince años y, sobretodo, excelentes resultados. Eso de esperar ciertas ofertas, comprar ropa en ciertas tiendas o en Las Malvinas, caminar hasta quince cuadras para evitar pagar china o luca, llevar mi carnet de medio pasaje a cualquier lado (hubieran visto la cara que pusieron los del INC en Trujillo y en Arequipa por pagar sólo S/. 3.50 de entrada), entre otras cosas, me ayudaron a formar un patrimonio creciente y, sobretodo, muy bien protegido contra todo excepto...


Sí, sólo soltamos la billetera por algo que consideramos una excelente razón. Sí, como Vladimiro, no tan ejemplificador para estos efectos, pues su real objetivo no haya sido complacer a una princesa sino terminar de pagar el precio de una esclava, somos de tirar la casa por la ventana, de romper el chancho para romper el chancho (aunque suene soez), de gastar lo que fuere. Puta madre, creo que no fui la excepción...


Así como un mayor poder implica una mayor responsabilidad, unos mayores ingresos implican unos gastos mayores. Que simple era la contabilidad personal (y la vida), cuando no se percibía sueldo o el que se percibía, era líquidamente mínimo (en verdad, menos que el mínimo), pienso, cuando hace años, mis gastos mensuales ordinarios por asuntos de pareja no sobrepasaban los S/. 35; con el tiempo eso se fue ajustando, así como este concepto iba creciendo de forma inversamente proporcional con el éxito de la empresa amorosa. Como olvidar, por ejemplo, que el mayor gasto en un sólo día que tuve con LMS fue de S/. 30 (TREINTA SOLES!!!!!!), por comida y taxi desde el entonces novísimo edificio de su facultad en Las Viñas, La Molina, hasta su casi natal SJL; lo más gracioso de todo fue que eso se pareció tanto al retorno con C a Lima: Casi sin hablar, culpándome de muchas cosas, de la que zafé, ¿no?.


Bueno, pasado atrás. Ahora he recibido una alerta de mi servicio de contabilidad: El caso C había formado una herida atendible en mis arcas; no se trata de una muy profunda, o mortal, ni mucho menos, pero me ha obligado a hacer cuentas de los últimos años, con el propósito de evitar que la Reestructuración personal se extienda a Reestructuración Patrimonial, INDECOPI de por medio. Y es cierto, con C he incurrido en gastos que me hacen digno de la cruz o de una denuncia penal por... puta madre, tengo ganas de ir a la cárcel por pródigo:


- Transportes: Más de S/. 70, Lima-Cieneguilla. Ya saben, mi señor padre no me prestó el carro, y preferí ese gasto a ir en una Van con La Sagrada Familia (las amigas mas cercanas de C, que mucho no me pasan, como la mayoría de mujeres).


- Fiesta: S/. 350.00 clavados. Se suponía que lo valían.


- Prendas nuevas: S/. 150.00. Sí, parece huachafoso comprar una camisa nueva sólo para una noche, pero necesitaba una de mi talla, como las que compré posteriormente. Aparte, me había comprado unos boxers buenazos y quería que combinarán (N. de R.: La camisa la use al día siguiente, en mi último día de oficina, así como los boxers, y en el Campo de Marte, mientras me paseaba como el loco al que le dijeron que no en la Iglesia).


- Salidas anteriores: Alrededor de S/. 66.


TOTAL: S/. 536.00 (Sin contar gastos operativos no monetarios, como saldo y todo eso)


Campeonar (consultar significado del verbo aquí) con una chica con la que pude campeonar hace más de cuatro años y de quien pensé había mejorado su presentación luego de tres años en Europa; además de campeonar después de algunos años de maleficio: NO TIENE PRECIO (No, no lo tiene, porque no pasó).


No sería la primera ni la última vez que haría un gasto similar por una mujer (con o sin resultados), pero existe una diferencia: Esto se dió en pleno proceso de Reestructuración, y terminó coincidiendo con mi corte presupuestal por renuncia de chamba. Vale decir, que el no play off afectó duramente no sólo el corazón, sino también el bolsillo.


Por esa razón, hemos decidido un par de cosas:


1) No más viajes de placer en lo que resta del verano.


2) Si por N razones me quedo sin bateria en la calle, piña. Eso me pasa por no cargar bien mis Radioshack o no llevar algún repuesto.


3) Chau Sporade o Gatorade en el Gimnasio, pura agüita casera o el refresco que haya en la jarra de la cocina.



4) Si se puede mensajear en lugar de llamar, perfecto. Total, se puede escribir hasta 300 letras por mensaje.


5) Si estoy en la calle y me da hambre, a aguantarse. El único lugar seguro para el estómago y la billetera es LA CASA.


6) A conformarse con leer las portadas en el Kiosko.


7) Cualqueir medida o procedimiento afín con la finalidad.


Si bien es cierto se consiguió ganancia material considerable en nuestro periplo en Arequipa, eso no quita ni atenúa los enormes gastos y pérdidas del año que pasó. Como una lección útil y, sobretodo, como medida para mentener la competitividad económica y emocional de quien escribe, procuraré cimentar la seguridad financiera, aparte de que se viene una crisis de San Puta, y es mejor recibirla armado hasta los dientes.


Eso sí, como para que se den una idea de lo que se puede gastar, con o sin esperanza de réditos. Esta canción la puse anteriormente, pero lanzo la promoción por segunda vez: ¿En qué programa salía esta canción? Ganadores, incluyendo a Giancarlo, un Maquinazo o Z un día de estos.









Y bueno, algo para graficar la importancia del factor monetario:





sábado, 24 de enero de 2009

Razones limeñas

(Yo sugiero amablemente que para el correcto entendimiento de este post, abras las imagenes y leas directamente de ahí; no es muy difícil)


Letras Negras: Gianchico.

Letras Rojas: Yoni Pacheco.
































Es cierto, aunque dañina, Lima es como una amante y/o novia, y/o al menos, no me da dulces que engordan o me malogran los dientes. Aún así, creo que tengo otras razones:


- Es chata y gorda, y así es como generalmente me gustan. Aunque sea pretenciosa, malgeniada, poco colaboradora y todo eso, no sé, déjenme pensar con Kang de vez en cuando. Por último, tiene bonito cacharro, con eso basta y sobra.

- En cualquier tienda de Lima Metropolitana se puede encontrar Lucky Strike.


- Aunque no parezca, SIEMPRE hay la posibilidad de encontrar nueva gente en Lima, donde sea, cuando sea.


- Que yo sepa, la "U" no juega de local en Arequipa, sino en Lima, en el Monumental. Ya pasé más de un año con esa cruz encima (Yo creo que en el '96 sí campeonábamos, faltó cierto aliento).


- Estamos prudentemente cerca al mar.


- Siempre habrá aquí alguien a quien le joda la felicidad de uno (ñaca-ñaca), y ese es uno de los alicientes de la felicidad.


- Mi membresía en GG se va hasta Junio.


- En Lima puedes encontrar niñas súper interesantes y súper competitivas en cualqueir distrito, círculo social, oficina, universidad (hasta en la facu de Conta de la PUCP, para que veas).


- La oferta es más variada.


- El pescado es mejor, pero no el camarón (eso ni dudarlo).


- Después de alrededor de un cuarto de siglo de vida, ya es un poco difícil entablar amistad, conocer gente, y en provincias, los grupos son más cerrados.


- En AQP está "la prima", lo cual me produciría una constante obsesión profunday permanentemente frustrada, ideal para abrir un blog aparte (¿Ideas para el nombre? "Con todos menos conmigo", "La eterna invitada", "Vivir en AQP y morir de hambre", "Tú o Nadie: Crónica de una obsesión lejana de lo racional").


- No hay como los anticuchos en Jesús María, ni como la Av. Brasil; así como no hay pecanas y pistachos como los que venden en La Molina.


- Tengo la sensación de que, en algunos meses, podré satisfacer una de mis obsesiones más fuertes: INDECOPI. Si me decepciona, sí me quito.


- Sólo puedo conducir en Lima. En cualquier ciudad del Perú, el tránsito es una cacana de chancho (hasta en los Uros, un desastre con los caballitos de Ichu allá).


- Porque no he tomado las fotos suficientes de la ciudad de Lima. Más específicamente, aún no he sido lo suficientemente valiente para ir al Jr. Trujillo con la cámara.


- Para Woody Allen, California es a Nueva York lo que para Raulín Raulón Arequipa es a Lima.


- Pensándolo bien, 26 de las 28 letras de mi abecedario mujeril están en Lima.


- La canción de la Orquesta Mondragón:


Creo que no hay más que argumentar.

jueves, 22 de enero de 2009

Chapas (Vol. 1)

A: A Edward le dicen "Feto de dos meses".

B: Wa, ¿por qué?

A: Porque la única mujer que percibe su existencia es SU VIEJA.

B: Así es.


Vacant Lot, incentivando la cultura y aportando al desperdicio absurdo de silicio.

miércoles, 21 de enero de 2009

Arequipa a la limeña





Es contradictorio esto de la ciudad de Arequipa. Apenas me titule, existe la gran posibilidad de irme a trabajar a una conocida empresa de allá, con un sueldo considerable para mi carácter de novel abogado, si es que no decido entrar ya como practicante. Ganaría casi inmediatamente mi independencia total, en un depa cerca a la empresa y con un sueldo que me permite no engordar sin morir de hambre. Sin embargo, como le dije a alguien, es una ciudad demasiado maternal para mí.


Hace muchos años tuve un periplo allá por cuestiones de trabajo de mi madre y de mis bronquios (la solución para un asmático suele ser una ciudad de altura). Parte de mi anormal trancisión de la infancia hacia la adolescencia fue convivir con la familia materna, casi todas mujeres y un abuelo, gracias a lo cual quedó sellada la costumbre de arropar y mimar al niño Raúl, lo que fue cómodo durante la primera semana. Después de eso, no podía con el control extremo sobre mis pasos y movimientos, sobre el velado juicio que existía sobre mis costumbres e ideas capitalinas y sobretodo, chacia mi inevitable crecimiento y, porque no decirlo, evolución. Es por esa razón que, pese a adorar estar en la ciudad blanca, pienso muchas veces antes de tomar la decisión de viajar por allá o irme por una temporada laboral; y en eso estoy, pensando, deliberando, consultándolo con el consejo de Salamandras y con los precedentes de observancia obligatoria.













En Arequipa confirmé algo un poco pretencioso de mí mismo: Puedo gritar "AIREEEEEEEEEEEEEE" sin que sea una pobre y triste excusa para "darme un break" (no sé si lo haría de todos modos, nunca tuve ni el valor ni el excepticismo suficiente para terminar con alguien), y girtarlo en silencio, en el silencio que encuentro en Tingo (laguna y alameda del barrio, ver fotos de arriba) o en Santa Teresa. Pese a que no es cuestión irrelevante para mí esto del encuentro de la Special K y de lo dependiente que pueda parecer, necesito también un espacio amplio para mi movimiento, la libertad suficiente como para no sentirme sofocado con una sobrepresencia, sin perder la seguridad de tener todo justo, equilibrado, estudiado. Eso me pasa, en verdad, con cualquier relación personal, en las cuales he aprendido a dar lo que pido, aunque como todos sabemos, es mucho más difícil en el caso de las relaciones de pareja, donde al tiempo de ponerse como cliché eso de "mi espacio" también parecen haberse puesto de moda las sobreaperturas, las relaciones "libres" (WTF, ¿qué demonios cachetones es eso?), entre otras huevadas que no me convencen.

En otras ocasiones Arequipa actuó como escondite. La última fuga de la salamandra se dio en Agosto del 2006, luego del famoso caso Limón que jamás llegó a esclarecerse y que tuve que cerrar por necesidades de supervivencia emocional; no fue para evadirme, decidir ni despejar mi mente, sino para tener una excusa para no enfrentar las verdades a revelar en ese frío invierno limeño, por lo menos hasta que comenzara el semestre siguiente en la universidad. Decidí esconderme tras las faldas de una figura materna que, a diferencia de la tradicional, pueda intervenir eficazmente también en el plano amoroso, y que mejor que las faldas del Misti.





Hoy por hoy, ya no es necesario. Aunque tarde, he aprendido a defenderme, y ahora más que nunca, conozco la mejor técnica: El ataque, el movimiento frontal continuo, el avance. Por eso, en ámbito puramente emocional, me afana más la idea de irme a vivir a Huamanga, una ciudad tranquila, sin conocidos, en la que me vería forzado a defenderme de incursiones narcoterroristas (por eso, la licencia de armas y una hermosa escopeta, pues las armas fueron inventadas sólo para dirigirse contra humanos) o de clientes vivos que no tenga una sola propiedad en registros públicos, sin nadie más que mí mismo para prestar auxilios. Me siento más seguro y firme, lo suficiente como para ya no correr asustadizo como un cagón, sino para defenderme y atacar, con uñas y dientes de ser necesario.

El mismo 18-Ene estuve de vuelta, y no pude evitar el limeñismo que me contamina... es cosa de otro post que será continuación de este... mientras tanto, seguiré buscando el silencio, caminando en libertad, como el estupendo Nino Bravo, adelantándome a los hechos y preparándome para una de las posibilidades, esa será mi casa.




martes, 20 de enero de 2009

Un sombrío lugar común


Charly García, de audición obligatoria durante la siguiente lectura.


He ido al sur porque quería estar solo. Estoy sentado en ese estrecho asiento de combi ahora, pues he vuelto a Lima a estar solo, y jamás podría compartir con nadie este tipo de momentos.


Son más de las 11:30 p.m. en Miraflores, donde he tomado la combi; tenía hambre pero preferí no comer, por la razón de costumbre consistente en no encontrar una oferta mejor que Bembos, plenamente inadecuada para mí, y es mi ley: Ante ofertas inadecuadas, prefiero dejar que mi estómago demuestre lo curtido que está para el ácido gástrico y para mi vida, que le echa el cuádruple de ácido.


Estoy cansado. Me la pasé varías decenas de minutos paseando entre parques, jirones, tiendas y siento el mismo cansancio que puede sentir uno que ha pasado todo el tiempo por un lugar invariable. Y aquí en la combi, me sigo preguntando qué hace que no me interese en la vida de alguien más, qué hace que alguien no se interese en mi vida, en qué consiste esa diferencia en demasía respecto al resto y cuán útil es que a uno se lo mencionen elogiosamente, hasta convertirlo en un pesado regaño con pinta cariñosa.


No soy el único solitario por circunstancias particulares aquí, cruzando el pasillo está una chica delgada, algo dientona, medio narizona, flaca, con un peinado ideal para comprarle una máscara de diablada puneña: Fea, o tal vez no me gusta y punto, finalmente ambos conceptos son idénticos para efectos de este soliloquio de maldición. Lo suficientemente fea como para no dejar de mirarla y conmoverme, como para pensar en cualquier otra causa para su posición melancólica en su asiento que no sea "eso", como para querer comprobar que dentro existen nervios, médula y un corazón que cambia de velocidad. Eso mismo que yo tengo, aunque a veces siento que la fealdad me ha quitado la médula de humanidad, no sé si para convertirme en un dios o en un eslabón perdido, porque tal fealdad sería simple si fuera sólo consistente en una cara fea, lentes, flaccidez y más, pero resulta que la mía se hace sentir metafísica en ciertos momentos.


Ahora me pregunto si hace falta ser olímpicamente feo para que, aparte de sentirse como la pieza sobrante, una fea de Champions League se asuste con la mirada visitante de uno (pensaba quedarme un toque más, pero al encontrar poca hospitalidad, prefiero mirar los grafittis del asiento...), pero en lugar de crucificarme, vuelvo a mi respuesta de siempre, más auspiciosa: Entre solitarios, la comprensión mutua es mucho más fácil que la comunicación, es como leer un libro pero luego no poder hablar o responder un cuestionario sobre él; y los solitarios hablamos un idioma incluso más difícil que el de los enamorados de la canción de Calamaro, lo suficiente como para no encontrar así nomás intérprete adecuada.


Como para echarle más canela al quaker, detrás mío escucho una voz muy conocida, especialmente en esas labores de recordación de mi posición de bicho frik del hormiguero adolescente. A ella sí me quedé mirándola con la suficiente intención para perturbar su conversación sobre los agarres del cumpleaños de Karen, perturbar su cómoda posición de chica cuya ausencia en cualquier reu o tono es siempre dolida, de poder escoger que hacer y no hacer, con que "chico" y con cual no. Hay un feo mirándote, imaginando que después de descubrir que conoces su idioma (aunque, como con el quechua, también lo hayas negado mil veces antes y después del alba), lo besas, lo acaricias y se la chupas como en las horribles películas de calatas (o de dibujos animados de calatas) que de seguro ve con avidez.


Me desagrada de sobremanera como el tipo de adelante trata de encorvar su cabello, tratando de que le quede como Oliver. Vuelvo a ver a la fea y sigue en lo suyo, prefiriendo su independencia como yo también haría si me pasara lo mismo, prefiere pensar en que cosa tiene esa peliteñida del asiento de adelante para poder estar con ese Oliver, con sus discos indie y su ropa medio vintage, tan culto, artista y singular. Yo también trato de pensar en que el pata de adelante, aquel que se ve cansado y abrazado por su intérprete, dejó sus cosas en el gimnasio, porque para salir con zapatillas y camisa, fácil se trata de un disciplinado cultor pese a los pocos resultados que presente (hablo sólo de cuerpo, hay caras que ni con el Dalai Lama se arreglan).


El único escape que tiene el insulismo en una combi, fuera de las miradas que generalmente no sirven como puente, es la salida. Ya me toca bajar y liberar mis fantasmas a cuadra y media a la redonda, Av. Talara, la distancia desde el paradero hasta llegar a mi habitación de segundo piso. Tengo hambre y sueño, y pese a ello, será una larga noche...


Recién recuerdo que la federal contestó una llamada de celular, sonriendo como no se le sonríe a ningún familiar. Prefiero pensar que me cagó, mientras me río y me doy cuenta que ya cayó el alba y que no había podido dormir. Cosas que pasan, noches que caen...

domingo, 11 de enero de 2009

Una tarde amical de verano en Miraflores

Este post ha sido concluído en la ciudad de Arequipa, lugar en el cual incluso estaría peligrando la continuidad de este blog. De todas maneras, me daré tiempo para reportar algo por aquí, cuando tenga tiempo y espacio para escuchar el silencio. Vine aquí a ver ciertos trámites, a estar sólo y, sobretodo, callado.





Recomiendo vivamente escuchar esta canción mientras leen este post. Sumo con "Hello Frank", 1987, legendarios.





Av. Salaverry, Jueves 8 de Enero del 2009, 12:45 pm


"Esta bien, mañana en la oficina, nos vemos, beso"


Me ponía de muy buen humor el mensaje que I me estaba mandando. Nos conocimos en Ayacucho el año pasado y por dificultades de chamba, desde Junio hasta Agosto del año pasado nos vimos sólo una vez. Tal vez por incredulidad, u odio por promesas demasiado preliminares, jamás quedamos plenamente para volver a salir después de esa tarde de Julio, pese a lo bien que lo habíamos pasado; otro incidente que ayudó a la desidia con I fue la gran viada que tomó C (para los incredulos, no invitaría a una fiesta de graduación a cualquiera, ¿no creen?), lo que terminó relegando a planos secundarios a varias personas.


- Una monedita señor, por favor, una monedita...


Era un anciano que podía caminar casi normalmente, aunque su paso lento desaceleraba a todos los peppies*** de manga corta que pululaban por el Ministerio de Salud. Eso sí, se veía triste, algo enfermo y sobretodo, inútil para valerse por sí mismo e inspirar respeto, por lo que rebusqué en mi bolsillo en busca de una moneda sólo mediana, porque de todos modos me molestaba que me digan "señor" sólo por estar en camisa blanca puesta dentro del jean.


- Una monedita señor, para comprar mi cajón...


Aunque hubiese estado de pésimo humor, no hubiera podido evitar reirme; aún siendo un abogado laboralista o de derechos humanos, también me hubiera revolcado en carcajadas. ¡Dios mío! No pude evitar retorcerme con lo que ese hombre había dicho sobre sí mismo, lo extremadamente crudo de su realismo y... lo cómico que podía ser. Saqué mi mano del bolsillo y la lleve hacia mi billetera: S/. 10 por haberme hecho reir de magnífica forma.


- Gracias, maestro, gracias, gracias...


Ya, ya, ya... tampoco te creas Melcochita o Hugo Salazar. "Señor", "maestro", ¿era sobón o yo estoy algo acabado?



Gold's Gym Jesus María, 4:03 p.m.


Fui un poco más temprano de lo acostumbrado al gimnasio ese día, definitivamente no iba a tener tiempo para los pilates porque más tarde iba a ver a Manolo y a Martín, dos amigos del colegio a quienes he destinado muy poco de mi tiempo en el último semestre, y con quienes siempre es apasionante charlar y... buscar colarnos en grupos donde siempre, uno de los tres no es bienvenido.


"Bueno, Mañuco, ¿hoy a las 7:00, la hacemos"


La respuesta fue elocuente:








Y ya pues, eso explicaba mi premura e inusitada presencia en el Gym a esa hora, bastante cómoda por cierto: Máquinas semidesiertas, igual con el lado de los abdominales. Entonces tocaba confirmar con Martín:


"Martín, la hacemos, mira que es tu última oportunidad cuñao, jajajajaja".


"Jejejejeje, ya, bacano. Nos vemos en Café Café".


"Sí, prepara algo muy bueno, no faltes, ¿ah? Mira que yo te he buscado, huevón"



En efecto, lo había buscado, y debo confesar que, extrañamente tuve muchas ganas de conversar. No me quedaba mejor un fin de semana: Jueves de brothers, viernes con I, no pude evitar levantar el brazo como si hubiera ganado el primer partido de torneo oficial del año.


Av. Garzón, cuadra 9, Jesús María (a menos de cien metros de mi jato), 5:48 p.m.



"RR, la tía me cambió todos los planes, pasó todo lo de hoy para mañana. ¿Tú crees que puedes venir hoy?"


Así como todo lo que puede salir mal, sale mal, lo bueno generalmente puede empeorar. Y eso aparentemente pasó con I con el inicio del ocaso, maldición de la hora del ocaso.


Si bien es cierto el numeral 16 del Convenio de la Amistad 1998, desde cierto punto de vista, me autorizaba a cancelar a mis amigos para salir con una mujer ("Los firmantes podrán chotear a sus amigos en cualquier tipo de reunión con ellos, para cualquier tipo de propósito no laboral o comercial, en caso exista algún plan certero trascendental con cualquier chica"). Vamos, apliquemos el Derecho y todas sus interpretaciones extraliterales.


a) Plan certero: Osea, de que salía con I, sí, había plan y era certero. Mas, "certero" creo que incluye también ser "certero" en la fecha y hora.


b) Interpretación temporal: Ese convenio es de 1998, época en que ninguno de los tres no le había mandado ni un besito volado a una mujer de un extremo a otro del Campo de Marte, y por lo cual, la presencia femenina era de prioridad absoluta.


c) Trascendental: Así, de acuerdo a la temporalidad del asunto, el término "trascendental" adquiere otro significado. Ya no hablamos de los juegos de niños, literalmente, de la década de los noventa, sino de un plan que tenga alta probabilidad de triunfo, o sea muy importante para el campeonato, por lo que su evasión es plenamente indeseable, criterio adoptado desde el 2004 y aplicado sin duda alguna.



Vale decir, hoy no I. Tomando en consideración las distancias para con Martín (La Molina) y Manolo (no sé donde, pero ese día tenía que trabajar de amanecida), tampoco se podía tomar a la ligera la interpretación literal del numeral. Lo de I era una cuestión muy preliminar, como para cimentar una amistad que quedó a medias, y señalar la dirección que tomaría, lo cual se puede hacer en cualquier momento de este mes, al menos.



Av. Arequipa, cuadra 26, en el asiento de una combi rumbo a Mirapobres, 6:49 p.m.


"La jefa me cambió el día a último minuto que mal, sorry. Pero los martes o miércoles son días de espectador, ¿qué te parece? Me avisas, bye"



Av. Arequipa, cuadra 51, al bajar, 7:03 p.m.



"Ah, igual, mañana te aviso, quizás haya nuevos cambios y si podríamos, ok. Cdt, bye, besos"








CONCLUSIONES



1) ¿Regalarle S/. 10 a un tío porque su tragedia me pareció un chiste? Miren en qué tipo de persona me puede estar convirtiendo mi irrestricto sentido del humor. En un 28-Dic cualquiera, puedo caer en bancarrota.



2) Me divertí con mis amiguetes. Manolín y yo, judío y palestino, descubrimos que no necesitamos de ningún Sión para vivir en paz, ¡aprendan, judíos y yankees bellacos!



3) I juega su pelota, y cuando la pierde se nota que sabe como recuperarla, eso dice muchas cosas buenas de ella. Si bien es cierto, es probable que tenga ciertas deficiencias fundamentales, tiene soluciones, tiene todo para dejar en la cancha, y la garra que se necesita para campeonar, ¡aprendan, niñas gordas y bellacas!








Increiblemente, no encontré una versión disponible del vídeo original de Chumbawamba, pero acorde con los tiempos de la firma del tratado, tenemos la canción: Tubthumping (1998), con el comercial de Bremen, ¿se acuerdan?









***Peppie: Diminutivo de la siglas Public Employment People (PEP), así como Yuppie, pero para empleados públicos.

miércoles, 7 de enero de 2009

Cartas desde el final del muelle




Huanchaco, 29 de diciembre de 2008:


Rodeado de tanto bullicio, tanta gente, y sintiendo practicamente ultrajado el solsticio y mi labor de captarlo de la mejor manera en el muelle, es que deseo tirarme al mar, despacio, sin alarmar a nadie. Y es que no hay peor ultraje para ciertos momentos de monólogo justo, deseado y necesario que el ruido; pero igual, mi corazón tiene (mucha) mayor capacidad de concentración que mi cerebro.


Y eso es lo que me gusta, la posibilidad de zigzaggear, de zambullirme, de hacer cabotaje y punto. Es por eso que he dejado de mirar a E por un momento, para darme un momento y respirar lo más de la brisa, para detenerme en este punto de mi recorrido y pensar que no es el fin, a pesar de lo feliz que soy. He encontrado la libertad nuevamente, mejor dicho, una versión más acorde y sincera para conmigo, la libertad que irónicamente me tiene preso de una búsqueda permanente, pero que me ofrece la potestad de buscar como quiero, de moverme por donde guste y sentirme amo de mi silencio, esclavo de mis palabras, y sobretodo procurador de mis sentimientos.


Y sigo buscando, sin considerar infructuosa ninguna incursión, ni sentir que hay algo o alguien que reprime los movimientos de mi corazón, o les baje el dedo, o simplemente los considere totalmente censurables e inhumanos. Sigo buscando, manteniendo mi ideario e ideología, siendo como soy y sintiendo como siento, derrumbando mi falange cuando creo necesario y armándome hasta los dientes en otras de situaciones.


Quiera o no, sigo buscando lo principal de la misma manera, y soy vasallo de esa obsesión. No sé que tanto puedo seguir mirando a E, fotografiándola con o sin su autorización, mirando descaradamente hasta el último átomo de sus moléculas, y armando un pentagrama de equinoccio (como la universidad en la que ella estudió) con cada una de sus palabras; tal vez sea la actriz ideal para esta versión de una puesta que no tiene nombre, pero que tiene como alias "La vida de uno", mientras llega otro a ponerle un nombre real (tal vez ella, como actriz principal), puesto que esas son las limitaciones del autoconocimiento.


Y en estos segundos de lucidez, me doy cuenta que no estoy viendo sólo su rostro, sino el rostro de ella, más allá de cualquier elección que haga o hubiera hecho. No es ella, es sólo una actriz de una gran performance, pero no se quedará, no tendrá más tiempo que el que le queda en el Perú, tanto como las anteriores, que tuvieron tiempo para muchas cosas, excepto para todo. Y me quedo con ello, sin tener que decirle todo, ni que fue elegida para el papel, ni que su versión no será la más importante, ni la definitiva, que incluso podrá ser olvidada en muy poco tiempo.


Mientras tanto, viviré en la paz de la búsqueda de un sitio seguro para descansar, sin ataduras, ni las más difíciles de cortar (las propias). Y ahora que lo pienso mejor, viviré como muchos errantes, feliz con lo que tenga mientras siga mi camino y con lo que encuentre en él, con momentos de silencio como este, con la devolución de miradas y con la caricia del momento, feliz de no temerle, ahora, ni al tiempo que se nos escapa, y de no odiar el que tiempo perdí.


Tal vez Julio Iglesias y su gente (la canción de esta carta), o Hernán Migoya en su cuento "Tu cara en cada mujer", lo pudieron graficar mejor: Su cara en cada mujer, si es que ese sueño no es tan fantástico como el de mi propia libertad...


Total y absolutamente suyo, mientras se pueda, mientras dure y viva.


Arrivederci, seguimos en carrera!


R.A.V.R .



Un himno para ese estado permanente. Disculpen el escupitajo de vídeo que se mandaron acá, sólo escuchen la canción.






Lima, 31 de diciembre de 2008:


Queridos amigos míos:


Confieso que mi decisión de no pasar el fin de año con ustedes tiene tanto que ver con mi acostumbrada forma de pasar los años nuevos (con gente distinta cada año) como con lo acontecido con nuestra estimada C hace semanas atrás.



Si bien es cierto el proceso de olvido está practicamente concluido, soy hombre, soy un ser humano, y hay cosas que me joden. Su propia presencia sé que me alterará un poco, será un cierre para la libertad que acabo de ganar, una tentación del fracaso y la prisión sin valor alguno, me volveré a engañar con propuestas de un futuro poco verosímil y, hoy por hoy, poco deseable para mí. Y como dije, soy hombre, y me dijeron que jalará a un amigo suyo. Vaya, mujer, que gran valor le ha dado a todo lo que ocurrió, esa sí es una conducta rompepierna, porque otra cosa ya no puede romperme.


Es por eso, juventud querida, que les pido lo difícil: Comprenderme, comprender mi conducta de hombre normal, aunque parezca extraño, o de un hombre normal que sintió algo, que está saneando su terreno y disfrutando su recuperación. Por otra parte, no querrán que arme un desplante en plena discoteca, y definitivamente, no quiero volverme a atarme a una pesada piedra al tobillo.


Por cierto, no me apetece la idea de estar parado en ronda en una disco atestada, para recibir el año, no me gusta, no me gusta ni michi.


Necesito abrir mis brazos respecto de muchas cosas. Ustedes serán siempre bienvenidos, pero yo no estaré siempre en la que se supone es mi casa. Y en un caso más particular, no espero nada, ni en nombre de la amistad; el balón está en su campo.


Ya nos veremos a mi retorno del sur, al que tengo que ir para fundamentar ciertos gastos y cuentas. Los quiero, tal vez sea un demente, pero los quiero harto.


Arrivederci, seguimos en carrera!


R.A.V.R.




Con respecto a esto y también a lo de C, no debo gritar "AIREEEEEE!!!", sino "AGUAAAA!".
Me iré un rato con las olas, no estén preocupadas.

domingo, 4 de enero de 2009

La Libertad

La gran mayoría de gente piensa que la soledad es sinónimo, necesariamente, de tristeza. Tal vez porque a toda esa plebe humana se les hace abismalmente difícil manejar ciertas situaciones sin otro ser humano enfrente, sin una confrontación o diálogo. Eso trataba de explicarle a una amiga con la que hablaba por celular mientras el bus de Linea pasaba por la Av. Zarumilla.


- No, no me estoy yendo apenado, sólo necesito relajarme un poco. Apenado en fase suicidio estaría si me hubiera ido en nochebuena, pero no...

- Me voy al norte, y creeme, se me hace extraño pasar por el Cono Norte limeño.


Y no porque sea una persona eminentemente metropolitana, no, no. La verdad es que nunca había viajado al norte en bus, nunca se me había dado y bueno, cuando toca, toca; y si no toca por la fortuna, tocará por la razón, y si no, por la fuerza, bien a la chilena. En fin, tal como cuando me tocó esconderme en mis querencias del sur (la última vez fue en Ago-2006, después del caso Limón), tomé mis cosas como única compañía, no sólo por la necesidad de reflexión y distensión...


Viajar sin compañía para mí es como comprar un juego de lotería cuyos números voy escogiendo a medida que pasan los días en ese lugar, y de acuerdo a esos números, podría decidir si ese lugar es o no es mío, como premio mayor del juego; entre otras cosas, los viajes son posibilidades para sacarle el jugo a la soledad, contra lo que piensan otros en su legítimo derecho y con buenos argumentos, por lo que preferí hacer refresco. Lo hice, porque sé que mal que bien, vaya donde vaya, estaré solo, pero ese estado no es excluyente ni definitivo: Uno está como lo siente, o como quiere que lo sienta, y si puede revertir ciertas situaciones, de hecho podrá irse más que satisfecho.


Literalmente, viajé a La Libertad, y no sólo de libertad de una posible relación fidelidad moralmente forzosa e insatisfactoria, sino a la libertad de mis fantasmas, que se quedaron en casa. Me di cuenta de lo divertido que es pensar en más personas aparte de uno mismo cuando se recorre un camino, en el encanto de detener el paso propio para esperar a alguien y afianzar así un compás en las huacas de Moche.


Fue divertido el día con E, desde las huacas hasta el atardecer en Huanchaco y la noche con algunas botellas de Pilsen Trujillo en la víspera de su viaje a la capital; más que divertido, fue hermoso encontrar a la mujer ideal encarnada en una publicista guayaquileña de 27 años que adoraba las canciones de Miguel Bosé en mi mp3, aunque sea por las 12 o 14 horas de jornada muy particular, compartiendo trago, anécdotas, cómida y fotos, hartas fotos que aún le estoy pasando por Messenger. Y pasó todo lo que tenía que pasar, en su justa cantidad, como para que ninguno de los dos se quede con un recuerdo inconforme de Trujillo, sus alrededores y sus visitantes.


Ni hablar del reencuentro con N, aunque de sentimientos variables, pero igual o mucho más indelebles. No nos vimos nunca más desde aquel lejano seminario de Derecho de la Competencia de hace ya casi tres años, tampoco hablamos mucho, casi nada, por ningún medio; su vida y la mía habían continuado como si ninguno de los dos se hubiese topado con el otro alguna vez, como quien encuentra en pleno zapping un programa estupendo, y sin embargo, mucho no se esfuerza en seguirle el rastro, el canal o los horarios. Hasta el momento en que lancé un mail incendiario hacia todos mis contactos antes de mi viaje, con casi todos mis datos por si querían darme alcance en Trujillo...


Sólo pude devolver la llamada a mitad de la jornada con E. Estoy seguro de que N no tiene idea de este blog, ni que de Raúl Arturo del jai faif mío (pues al tener mi mail, tenía mi jai faif y su clásico journal) había pasado o me había "especializado" en Raulín Raulón, por lo que puedo confesar que, sí, le contesté en el baño, sentado, en una posición cómoda para aguantar el asombro y para dar descanso a mis deshidratados pies. En lo poco que pudimos hablar hasta ese momento, sólo supe que no estaría mucho tiempo por ahí, pues estaba trabajando en Lima, en la misma profesión de siempre, la que despertaba la tirria que nos hizo tan próximos en aquel lejano 2005...


Con N, la historia en realidad es un poco más larga, más interesante y más competitiva (entre otras cosas, porque N es peruana, y aquí, perdóname E, sólo compiten peruanas o residentes en el Perú). Digo "es" porque al igual que tuvimos Trujillo, tenemos Lima, porque su versión 2008-2009, ya algo reconciliada con el Derecho, más comprensiva con lo extraño y a la vez más fascinante, me gustó mucho más. Pero me quedo por aquí nomás... porque son más de las 6:00 am del segundo día del 2009... y porque mucha más meditación hay para escribir y más tela hay para cortar...


Nota 1: El propósito de este post era reconfirmar también, sin miedo, algo de mí: Que en cierta forma, pensar en mí mismo siempre habrá de significar pensar en alguien más. Suena inmaduro, pero mis historias difícilmente serán ficticios soliloquios, mis pensamientos en Huanchaco y Chan Chan tampoco lo fueron, ni en ciertos caminos...


Nota 2: Sobre año nuevo, juro escribir un post aparte, porque fue otra Lotería en la que le pegué al gordo. ¿Saben? La vida es el más apasionante de los juegos, pero a veces el azar suele dominarla... este post vendrá con la primera resolución del año.

Por supuesto, una de mis canciones favoritas: Tren al sur, aunque nos hayamos ido al norte, y aunque toque buscar ciertas contrapreguntas en el mar.

viernes, 2 de enero de 2009

La tarde, y la noche (mejor) en Jesús María...





Miércoles 24-Dic-2008, 6:15 pm


Lo que pasó, pasó. Lo que no pasó, no pasó y ya no pasará. Lo que pudo ser, abortó y pasará al registro de incidentes no acontecidos.


Encendí un Lucky para el camino de regreso, aunque bien podía quedarme vagabundeando entre la Av. Arenales y la Av. Cuba, a riesgo de toparme nuevamente con C y que ella crea que seguía siendo un demente y que la quería (lo que, a esa hora, era mayoritariamente cierto). Comenzaba a caer la nochebuena, en la que me parecía que el pavo había explotado en mi cara mientras lo sacaba del horno; pero no me sentía del todo mal y hasta tenía el buen humor suficiente como para reirme del tema.


Estaba en Jesús María, el hogar. No tenía porque irme a pesar de no sentirme querido ahí; me pregunté que hubiera sido de mí si estuviese en un lugar extraño para mí, como en su tiempo fue SJL, el hogar de LMS, pero ya estaba muy muy grande como para caer en crisis así. Opté por lo que hacía cada vez que terminaba una jornada de amor unilateral por C, después de dejarla en su casa: Caminar, a paso ligero en caso de super motivación o super excitación emocional, generalmente en la oscuridad de la noche y a la luz de postes y luminarias pegadas al suelo del Parque Habich. Cruzar la Av. Cuba, pasar por el cottorródromo (la casa de Ruri), Banco de Crédito, cruce diagonal del parque Habich, Ministerio de Trabajo, y tomar toda la Av. Talara por el mismo lado de la acera, pasando por el parque Bausate, las oficinas de la ONPE o incluso por el Campo de Marte si había tiempo... así, hasta llegar al otro extremo del pequeño distrito recontra metropolitano donde vivo desde fines de los 80, una ruta que acostumbraba hacer de ida y sobretodo de vuelta, desde 1997 mucho antes de C.


Igual, me sentía protegido, guarecido, de todos modos había estudiado por ahí dos años, y pensaba eso porque mal que bien, necesitaba hacerme lamer heridas, aunque sólo se tratase de rasguños, a diferencia de hemorragias casi mortales que alguna vez tuve. Me quedé en la Av. Cuba y tomé una de las calles cercanas a la antigua sede de la Agraria, paré en un edificio parecido a aquel donde vivo, con la diferencia de tener en el cielo hartos loros y cottorras en lugar de salamandras, y toqué uno de los timbres.


Ruri: Gordo, ahorita bajo.


Una figura conocida bajó del ascensor, a diferencia de la gran mayoría de la gente con la que me topé ese día, se veía relajado y hasta con el ánimo antinavideño de un domingo casi de Montevideo por la tarde sin fútbol, sin sexo, sin chela, ni salida familiar siquiera. Nos saludamos con el respectivo abrazo navideño y el "ven a mis brazos, hijo mío" de rigor.


RR: Vamos por unas chelas, yo invito, es mi regalo naviedeño.


De camino a la bodega más cercana, anduvimos investigando sobre nuestras vidas desde los feriados de la APEC, en especial acerca de una pequeña aventura en la que Ruri nos hizo testigos a un amigo y a mí de su dudosa competitividad.


Ruri: La verdad es que la tía me dio asco, no KAS.

RR: Anda huevón, si hasta salieron con la cara brillosa, el mismo Villalta los vio y todo...

Ruri: No, nica...

RR: ¿Volvieron a hablarse? Ese día estaba Villalta se fue empinchadazo contigo...

Ruri: Sí, un par de semanas después, el problema es que él va a ser eso siempre: El que pone las flacas, pero nunca la hace...

RR: Sí, hasta se lo dije, lo encaré y todo, le dije que siempre andaba de mandadero... pero eso se me hace raro, ¿volvió Consuelo?

Ruri: Ajá, y en realidad, ya sólo quiero con ella. Ese día, así de huasca con la flaca, me dio asco, no sé... así como la idea de hacer lo mismo con otra mujer... ¿vamos arriba?

RR: Sí, mejor, para ver si bailamos mambo con Marga.


Tomamos el ascensor, con un silencio cómodo, de suspenso cómplice que sólo requería un cachito de valentía para que fluya, de cualquiera de los dos.


RR: Hablé con C hace un rato...

Ruri: Lo sabía, te veo tranquilo, como que ya se superó lo de la fiesta, pero parece que te fue bien...

RR: Siempre es liberador, ¿sabes a quien me recordó? A LMS, en eso, en sus formas esquivas desde esa noche, en como regresamos a Lima... ¿te acuerdas cuando tuve que sacarla de ese tumulto en su universidad, y en todo el camino hasta su casa estuvo callada, molesta? Igual C, y me llegó...

Ruri: Puta, es chocante, gordo. Que fin de año de mierda...

RR: Sí, pero al menos tengo plata para largarme.


Abrí mi billetera y mostré varios billetes de diversos valores.


RR: Yo soy Don Rigoberto, interpretado por James Spader. Esto era para llevar a C en Febrero a Piura, pero como verás, hay billetes hasta de cuatro denominaciones diferentes, por lo que trabajará mucho mejor impresionando en Trujillo y Chiclayo.

Ruri: Mierda, Gordo-rojo-salamandro-gallina-colorada-amargo-recontra-huevón, no sé porque tengo la sensación de que hoy me vas a venir con una retahíla de mariconadas, pero bueno, ¿y con quién te vas?

RR: Posiblemente con una amiga de la facultad.

Ruri: Bien ahí, harto KAS, supongo, lo suficiente como para compensar lo perdido en estos días.

RR: No sé, pero le puse las cosas claras: Habitación doble como máxima comodidad, sin roche, como adultos de veintitantos años. Aunque la verdad, espero que no, creo que no, quiero que no...

Ruri: ¿Por qué, gordo? ¿No sería bueno después de todo lo que pasó en este mes de mierda?

RR: Tú sabes que me encanta viajar solo, porque también me estoy yendo hacia La Libertad, no quiero cargar con obligaciones ni presencias de nadie más.

Ruri: Bueno, tienes razón... al menos hay harta disco por ahí...

RR: Ruri, si quieres ven conmigo para ir a Mecano o a las otras vainas que hay por ahí. No quiero diversión nocturna, aparte, mal que bien pienso que pasará lo mismo que C y su mancha...

Ruri: La sagrada familia, jejejejeje... oe, Gordo, tú sabías que algo así iba a pasar...

RR: Sí, pero digamos que una de las cosas que sólo salen del bobo y no del cerebro es la fe, el optimismo, cuando sientes algo por alguien...

Ruri: Pero igual pues, siempre te pasa, eres como el cuco para las amigas de las mujeres que siempre afanas...

RR: Eso es conducta general de todas las mujeres, especialmente en la última década, les gusta motivar, calentar, y tener esas actitudes de mierda con 25 años a cuestas.

Ruri: Sí, huevón, eso de bailar en grupo, luego jalar gente, luego botarlos para cerrarse en el grupo, o machetear al más serio. O si no, hacen de todo, se van a tu jato...

RR: No me recuerdes eso, cottorrón recagón...

Ruri: Sí, rojo monse, van a tu casa, se lo quitan todo, pero nunca KAS.

RR: No creo que nunca... alguna vez me saldrá, aparte tú también caíste, soy testigo, cottorro amargo...

Ruri: Hemos desperdiciado parte de nuestra juventud en Chulos, Voodoo, Producto Peruano...


Nos miramos y comenzamos a reir fuertemente, sin dejar de mirarnos, como dos colegas en un mismo proyecto que en su momento nos hizo pelear, pero que ahora nos hacía afianzar nuestra extraña amistad-rivalidad. Por otro lado, seguimos riendo para descubrir que nos habíamos desviado del tema, estabamos divagando sobre desastres de juventud cuando debíamos hablar acerca de pequeños tropiezos de la adultez.


Ruri: Pero bueno, igual, que actitud de mierda de las tías esas, de C también. Osea, está bien para chibolas sub-20, pero de bachilleres de Derecho, de entre 23 y 27 años, ¿mucho, no?

RR: Sí, hay gente medio viciosa...

Ruri: No sé porque te olvidaste de eso, ¿la experiencia?

RR: La experiencia sólo sirve cuando se es viejo y cuando el bobo no interviene. El bobo es puro presente, pero dudo que lo entiendas, pechofrío...

Ruri: Igual, Gordo amargo, podía pasar eso...

RR: No importaba, ya te dije, creía mucho en eso; aparte, C y yo llevábamos bien el asunto, íbamos perfecto en muchas cosas q hacíamos juntos, y de unos ojos así... amar, sin pedir nada a la vida...

Ruri: No Gordo, por favor, no comiences con esa mariconada. Te boto de mi casa, huevón.



RR: Cottorro, yo soy local acá... y sanando mil heridas, así yo te quiero a tí...

Ruri: ¡Gordo, Gordo!

RR: Con fe en la luz, en tu mirada, en tu voz, en tus palabras, se ha formado mi querer...

Ruri: Ay, Gordo, Gordo, ¿por qué no grabas esa canción?

RR: Sí, eso estaba pensando, hasta tengo un par de vídeos en el Youtube. Es una de esas cosas para las que el desamor no te da tiempo...






Mi versión preferida de Sincera Confesión, a cargo de Lucía De la Cruz


Ruri: Oe, pensaba que volverías a tu chamba...

RR: ¿Por qué?

Ruri: Como fuiste a chambear después de haber renunciado...

RR. Oe, Ruri, bien tonto y triste eres, ¿no? ¿Cómo crees que voy a volver? Ni huevón, ni aunque me rueguen, que dudo que pase...

Ruri: ¿Tanto así, Gordo?

RR: Sí, si practicamente lo mandé a chupar pinga al jefe.

Ruri: Puta, que loco eres... jejejejejejeje...

RR: Sí, incluso le pasé la voz al procurador del estudio, "Miguelín ven un toque, el doctor te va a chupar la pinga; acércate, rápido"

Ruri: ¿Y entonces por qué seguiste yendo, incluso después del cagadón de la promo?

RR: Por lo mismo de hoy: Porque no soy ningún cagón. Me dolió la puteada de Milkito en El Bosque, pero me hizo pensar que las cosas hay que enfrentarlas para bien o mal...

Ruri: No te ofendas, pero...

RR: Dime...

Ruri: Yo pensé que para ambas cosas, habías ido a rogar, a pedir una última oportunidad.

RR: Ay, Ruri, vaya que como antagonista no me estimas mucho... déjame prender un cigarro...


En cierto modo, Ruri no estaba del todo equivocado, por lo menos respecto a C. No había ido a rogarle nada, ni a arrodillarme o demostrar capacidad alguna de humillación por una causa mayor; sin embargo, no negaré que busqué una redención, una segunda oportunidad, pero sólo hasta cierto punto.


RR: En el año 2003, mi estilo dejó de ser rogar o humillarme. Nunca lo olvides... aparte, no sé, ¿qué tan útil podía ser? Ese es el punto.

Ruri: Puede ser...

RR: En este caso, era más práctico saber que lo que me quedaba era mi orgullo, que me era mucho más útil. Aún así, no sé, soy tolerante con los que ruegan, ¿y tú?
Ruri: Creo que así, ah...

RR: ¿Tú le rogarías a alguien para KAS o para estar?

Ruri: Pensemos en lo útil: Sí. Si es la forma única que hay, es el único medio disponible y si estoy lo suficientemente dispuesto, sí.

RR: A veces pienso que yo también, en ciertos momentos oscuros, también podría pensar en cómo podría comer del orgullo, qué hago con eso...

Ruri: Sí, ¿para qué sirve? Hay veces en las que no sirve en absoluto, que sólo te trae infelicidad. Gordo, ¿tú no te sientes así?


Di una de las pitadas más profundas de mi vida, dispuesto a largar una bocanada digna de una respuesta que determine la vida de Ruri, nuestra fraterna rivalidad y mi hegemonía, pese a que me haya ganado más derbies. Antes de soltar el humo, bebí un trago de chela y me incliné, más claro no podría ser.


RR: No, no me siento infeliz. Me siento libre, me siento librado de haber caído en mi propia trampa, en la posibilidad de repetir una relación como la de LMS; acuérdate que lo mismo sentí con C esa noche que con LMS muchas noches, muchas veces, muchas tardes. Simplemente me sentí libre de mí mismo, de mis cadenas, de mis obsesiones, de mis sintimientos vanos, de convertirme en un desperdicio elegante por todo lo que le dí y estuve a punto de darle... y me sentí orgulloso de eso, y de todas las veces que te he paseado acá y en mi cancha, ¡salud, maestro!

Ruri: ¡Salud, Gordo! Jajajajajajaajaja! Porque te agarraré a patadas en el próximo duelo...

RR: Te advierto que es en mi casa, espero que no seas cagón. Y salud por tu futuro con Consuelo, yo espero que seas feliz de alguna manera...

Ruri: Gracias Gordo...

RR: Bueno, yo me iré a recoger mis cosas y de ahí, por mi pasaje. La Libertad me la he ganado enfrentando tanto, y hacia allá voy...

Ruri: Provecho, salamandro...

RR: Ni se te ocurrra venir, me voy de caravana y tú eres un hombre comprometido...

Ruri: ¿Ya ves, egoísta de mierda, como te cierras?

RR: Jajajajaja, es la verdad, estás comprometido, no seas cagón, cottorro.

Ruri: Campeona solo nomás. Por eso te dicen "Ventilador de techo".

RR: No entiendo...

Ruri: Porque sólo das vuelta en los veranos...

RR: Jejejeje, a tí te dicen "Hijo de padres separados".

Ruri: ¿?

RR: Porque un fin de semana te pasea uno, y al otro fin, otro.

Ruri: Jejejejejejeje...


Minutos después, volví a las calles, dispuesto a controlar el uso de aceitnas, manzana y pasas en la cena navideña de mi hogar. Eran más de las 7:00 y otro ocaso había pasado en Lima, y como cada ocaso, este era el mejor, pero no era el último, ni el definitivo, ni el mío, sino sería uno más del verano, como todos los que podrían ser míos. Un ocaso más, tal vez sólo una ola en la marea de la mar.




Y bueno, para cerrar de esta manera los episodios de este segundo año, tengo que hacer homenajes musicales para matizar los eventos de aquellas tres horas y media previas a la nochebuena.


El primer homenajeado es un gigante injustamente olvidado por este escribidor en 20 meses de blog, y cuyo recuerdo llegó en el momento más preciso: Stevie Wonder. Yo creo que está de más nombrar esta maravillosa canción, en parte por renombrada y porque para efectos del caso C, ya no tiene caso, redundancia válida.



El segundo es un clásico de la casa, y un himno para todos aquellos dispuestos a romper cadenas. Al oirla, definitivamente pensé que no me había quedado sin play off, sino que había ganado mi libertad.