martes, 29 de julio de 2008

Destruyendo mitos

Salió una encuesta muy interesante en la revista virtual AskMen.com, acerca del pensamiento del hombre promedio lector de este boletín. Esta muestra una tendencia u opinión muy contraria a la esperada de hombres jóvenes y solteros respecto a cosas como el compromiso, la fidelidad, entre otras, revelando cosas como que la mayoría busca para una relación una mujer "con madera de esposa", así como un buen porcentaje de los encuestados no engañaría jamás a su pareja.


Ya tenemos algo de idea de lo que se piensa de la mayoría de nosotros. La clásica de saltar de relación en relación, de cama en cama, sobre inmadurez o insensibilidad. Inevitablemente, todos alguna vez caímos en ese saco, con una especial circunstancia que hace más enojosa la situación: Eso contribuyó desfavorablemente al resultado. Si no fuera porque esas ideas se metieron como germenes a la mente de ella y distorsionaron la idea que tenía sobre uno, o porque se psicoseó con eso, malogrando la relación, realmente no nos preocuparía, generalmente no nos preocupa lo que se piense de nosotros si eso no influye en el resultado.


Empero, estamos en el mundo real, los resultados fueron desfavorables, para evitarlos sería bueno contrarrestar esas ideas, y para ello, es necesario saber de donde provienen. Veamos:


1) Medios y comunicadores: Indefectiblemente, la mass media influye entre sus consumidores.


Desde los publicistas gringos o argentinos de Axe o los peruanos de John Holden, hasta las novelas mexicanas en las que el galán, cuanto menos, KAS con dos tipas aparte de su sufrida diva, casi todos alguna vez se encargaron de mostrar ciertos rasgos supuestamente naturales en un hombre: Miedo al compromiso, desbocada necesidad sexual, tendencia al engaño y a la pendejada, superficialidad, todas eso, teniendo como víctima a la princesa del cuento.




Pasaría piola si solo fuera una moda, pero como dije, es algo casi ancestral. Lo más gracioso de todo es que en algunos de estos comerciales, hay quienes ven a la mujer como única víctima; mientras que los años pasaron y casi nunca se tomó en cuenta los cambios de roles que también llegaron por aquí. Lo peor de todo es que las excepciones son pocas, y pasan rápidamente al olvido, como este sublime comercial que también vimos en el Perú, si es que no se rieron un poco o reaccionaron como veremos más adelante.





2) Exigencias familiares y sociales: Sería bueno poder contrarrestar estas con una frase sencilla como un “Como jodes…”.


No es tan fácil cuando te lo piden desde chico, que no llores, que lo importante es siempre ganar, que no te pegues tanto, que lo otro, que lo uno. Menos si quienes te lo exigen primero son dos y se hace más problemático aún, como diría sabiamente Miyagi “Problema de uno contra uno sí se puede arreglar, problema de dos contra uno, demasiada ventaja”.


Mucho menos si uno de esos dos es una mujer que, a la larga, te da una idea de lo que te espera luego, porque mamá también es mujer y, lastimosamente, tiene las mismas taras, que posiblemente también influyeron en tu viejo.


Cuando creces es peor, al punto que te obliga a postergar (si es que no se niega) valores como la camaradería, el compañerismo, porque en la base 1 comienzan con el rollo del futuro, del no fracaso, del conseguir la mejor chamba con el mejor sueldo, sea como sea.


Ya estás crecido, es hora de que debutes. A tu edad, lo normal es estar con una chica, o salir con ellas. Hijito, ¿y tu enamorada? Y sigue, y siguen, ¿alguna vez les dijeron a su vieja o a su viejo “Como jodes, carajo”? Sería un mate de risa y muy justo.


3) Las exigencias de ella: Como todas, nunca te dicen nada, jamás lo harán. Pero ay de ti si no cumples.


Bien aprendido de la tele, de la familia, del ambiente, ellas también pusieron altas sus expectativas, marcando una franja entre lo aceptable y lo inaceptable, lo feo, lo monse, lo admirable y lo complicado. Digamos que no es fácil dejar de asumir las demandas que esos factores te demandan, valga la redundancia, a tener; así como que los de arriba nos exijan a nosotros salir con chicas bonitas, aunque mucho no hagan funcionar sus neuronas, tengan comportamientos díscolos o sean unos caldos fríos.


Es verdad, a todos, beneficiados o no, nos parece más que superficial el que se nos califique por como nos va laboralmente, por nuestra vida social, o por esos estúpidos indicios que supuestamente revelan un mundo (eso de las uñas, por ejemplo, o de los zapatos). Si nos dejáramos llevar por indicios así, no podríamos salir con chicas que usan tops, por ejemplo.


Este es un punto importante, porque a partir de cierta edad, una de las bases del comportamiento es la futura vida en pareja, por no decir que es la más importante. Incluso los comportamientos evasivos son consecuencia de ese factor.


Por ahora, sólo esos factores se me ocurren. ¿Y cómo influye esto? Bueno, aparte de falsear la imagen del hombre, también adultera bastante el comportamiento. Como dije líneas arriba, casi como que se nos hace un pilar de vida esto de conseguir pareja, reproducirse, todo lo demás.


1) Al ser percibida la sensibilidad como un punto en contra, algo que generalmente te hará ver más como vulnerable que como sensible, será mejor ocultarla, o mucho mejor, evaporarla y puede que alguna vez se condense y caiga a gotitas dentro de mucho, mucho tiempo.


Se hace ver como inútil, y a cambio, se ofrece una versión bastante pobre, pero con harta demanda: Parecer sensible. Algo así como servir café en polvo en lugar de un buen tinto pasado (un decir nomás, no tomo café), diciendo cosas bonitas (y eso, con el riesgo de parecer gilero, si es que no eres lo suficientemente “decente” para ella) aun cuando no sepas qué sentido tienen, apelando a lugares demasiado comunes del romanticismo (lo de las cenas, los chocolates, los poemas trillados con los que Bécquer hubiera sido millonario en la actualidad, etc.) para salir del paso, entre otras cosas.


En suma, algo dentro de lo “aceptable”, que no te haga ver como un “huevón tierno y vulnerable” del que se puede sacar harta ventaja y/o convertirlo en amigo payaso o amigo a raya, ni tampoco como un “cerebro” o alguien “súper complicado”, demasiado para ella, que la confunda y hasta la avergüence un poco.



2) En la intención de ofrecer un producto más digerible y acorde a “lo esperado”, también tendemos a superficializar la vida sexual, de acuerdo a lo que puede ser percibido como aceptable en un hombre normal, dependiendo del grado de machismo asimilado en cada lugar.


Igual pasará con nuestro poder adquisitivo, otra cosa que tendremos que mostrar hasta lo innecesario. No sólo demuestra que buena chamba conseguiste o que tanta plata tienes, aparentemente también muestra tu sensatez, responsabilidad e incluso independencia. Como que hay que mostrar más señales que hechos. Por eso, pareciera que nuestro sueño dorado sea el típico del Ferrari con la rubia al costado.


Sólo parece, felizmente.



Aunque gracias a estos y otros preconceptos que se me han pasado o por flojera no incluyo, siempre terminaremos con la culpa de algo, sí somos culpables de mucho de esto.



Así como la mujer que recibe golpe también tiene culpa, nosotros tenemos la culpa de ser tan de masa, tan maleables, y dejar tanto de ser nosotros mismos. Tanta culpa por alegrarnos, de decirnos los unos a los otros "es que uno es varón", tanta responsabilidad por aceptar cargas tan innecesarias y condenar al que vive liviano.



Ahora sí, puedes decir que soy culpable, pero no de tus desgracias, ni de que me hayas puesto cuernos por no darte miel o por atosigarte tanto. Soy culpable por creérmela todititita.

domingo, 27 de julio de 2008

Irritación de fiestas patrias

Al llegar al Campo de Marte esa mañana, descubrí que el acabose de este mes había llegado.


Siempre me pasa lo mismo: Cuando en las segunda quincena de Julio veo despejados los carriles de automóviles particulares, se me hace que al fin hemos dejado atrás esa práctica huachafamente barbárica llamada Desfile Cívico-Militar. Bueno, este año al menos la ilusión no me duró sino hasta las 6:00 a.m., cuando ya vi montadas en nuestra querida Av. De la Peruanidad las graderías blanquirrojas.



Y así, el día lunes tendremos el Te Deum y la caminata presidencial hacia el hemiciclo, cubiertos ambos por todos los canales de señal abierta, como todos los años. Luego lo del mediodía, aquella perorata inútil de todas las cabezas de gobierno: El Mensaje a la nación. Un conjunto de más de 400 palabras que el viento y los aplausos se llevarán a la semanas siguientes, blah, blah, blha formalísimo, que no "falte al voto solemne" (¿Qué chícharos significa eso? ¿No será "Que saltemos al voto somnoliente"?).



En fin, me gusta pensar en estas huevadas por distintas razones:



a) Compruebo que al 75% de nosotros, peruanos, nos encantan las cojudeces largas, tediosas, pesadas. Los partidos de la selección (aunque los últimos no tanto, es divertido ver como ciertos equipos se sadiquean con Perú), los mensajes, los discursos del Papa en todas las provincias donde estuvo en 1985 y 1988, Trampolín a la Fama, que era como ver a cuatro tíos de barrio chupando en una esquina y contando chistes malos DURANTE DOS HORAS (sin contar, claro, a los espontáneos, los musicales, los talentosos y esa maravilla llamada "Haga negocio con Cuco", para cerrar con broche de oro).



En fin, largas y penosas agonías. El problema es que el tedio te vuelve bruto.


Y el 25% restante, simplemente se fue de viaje.



b) Nadie sabe qué festeja. Nada que ver, las gloriosas fuerzas armadas sólo existen en la cabeza de Nicolás DE BARI Hermoza Ríos (que huachafo tu nombre, tío; fácil ni sabíasn tus viejos donde queda Bari); después, viene a ser casi lo mismo que el Te Deum: Una forma de glorificación masiva de una entidad represora a cargo del mismo pueblo reprimido, que sale a reconocerles lo que, según esas clases de historia a las que no fueron por ir a ensayar para el desfile, no conocen.



c) Yendo al tema de la escolaridad, civismo y todas esas palabras rítmicas. ¿Se han puesto a pensar cuantas horas lectivas pierden los alumnos de colegios nacionales y particulares con sus actividades? Un huevo.



Quien les habla fue partícipe de esas atrocidades, con mi palito blanco sobre el hombro, un gallardete sobre el impecable uniforme azul, hasta que algo creciente entre mis piernas me quitó la habilidad de marchar bien. Por eso, pienso que la marcha es castrante.



Por otro lado, la mitad del tiempo de escuela me la pasaba en el patio del colegio o en la calle de este, tratando de degustar de chicas otros grados, de otros salones y de otras apariencias, muy diferentes a lo que yo esperaba por entonces de una mujer. ¿Clases? No, ¿para qué? Que eso lo paguen mis viejos, total, a ellos también les encanta esta guaracha patriótica.



¿A alguien se le ha ocurrido que el civismo sea, por ejemplo, enseñar acerca de la Constitución? ¿O cuantas regiones naturales existen en nuestro territorio (Pista: No son tres, ni cuatro)? O, mejor, ¿por qué ni San Martín ni Bolívar serían héroes indiscutibles? ¿Qué diablos es la oca?



En fin, sigan nomás con su veneración a los defensores de la patria.



Creo que queda clara mi postura. Y eso que no he hablado del gran problema que los vecinos tendremos el día del desfile.

viernes, 25 de julio de 2008

X-tra: D.B. Cooper





24 de Noviembre de 1971, acción de gracias para Estados Unidos. Un hombrecillo a bordo del vuelo Portland-Seattle (de un poquito más de media hora), decidió hacerla. Obligó a una aeromoza a que leyera la nota que le había dejado: Haría estallar la supuesta bomba que traía consigo si es que no le daban $ 200 000 en billetes de 20 y cuatro paracaídas, en el aeropuerto de Seattle.


Ya con la pasta bajo el brazo, los paracaídas a la espalda y la tripulación a su merced, ordenó a esta a volar hasta Tijuana, prometiéndoles unos cuantos días de placeres exóticos (en especial a la aeromoza de la nota, que de todas maneras iba a perder). A los 20 minutos de haber vuelto al aire, ordena abrir la compuerta posterior del avión y salta hacia el bosque de Merwin, en el estado de Oregon, sin que lo detecten. Se le perdió totalmente el rastro desde entonces, se perdió la plata y la aeromoza, bueno pues, fue despedida (les dije que iba a perder).


Ese hombre se hizo llamar Dan Cooper, mal renombrado por la prensa como "D.B. Cooper". Sólo eso se quedó.


¿Fui un hito de tu vida? Alguna vez hablaste tanto de mí y yo de tí, que no concibo que tus palabras nunca más me invoquen, sobretodo porque a veces yo...


Interrogante de mero ego, pero ineludible.




Desde el 2004 he perdido toda esperanza de que me suceda algo como lo que a Miguelón pasó cuando la terminábamos en el cumple de Chano: Una vieja conocida, su ex, lo llamaba a las 4:00 am. La pregunta sobre el motivo me parece ociosa, inútil, más cuando soy yo el que se pregunta como es que mágicamente esa parte importante de mi pasado se disolvió, y si eso es bueno o malo. Y una segunda interrogante: ¿Cuánto de mí queda en el historial de alguien?





Como todas las cuestiones egocéntricas, me mantuvo pensándolo un buen rato. Sobre lo probable que podría ser que uno (o una) llamado a ser protagonista, termine siendo un EX-tra o X-tra de una historia que pudo ser maravillosa y que, alguna vez (también pasa), no pasó de ser un bosquejo de fatalidad.


Hay dos tipos de "ecces" (sic): El ex y el X. El primero puede irse contento, o cómodo mejor, tuvo su tiempo, salió en ciertos términos rescatables y no hay porque negar un cómodo retorno al panorama de ella, pues no hay nada pendiente. Digamos que se va con una buena porción de estima de ella, se conforma con el empate


El X, está en una posición más enojosa, bien porque es una herida de difícil cicatriz o, peor aún, sólo fue un peldaño demasiado básico, incomparable con los pilares sobre los que la vida de ella se sostuvo o, MUCHO PEOR AÚN, el pobre huevón que alguna vez se le pegó, la agarró de la mano, la tocó a su gusto y capacidad (porque hay gente sin gol que cree en lo de las bases) pero es eso: Un pobre huevón que la veneró, la idolatró y sobre el cual ahora ella cuenta chistes, e incluso llega a decir que fue sólo un agarre de borrachera, o su mejor amigo, y en algunos casos, odia a morir. Mejor no tenerlo ni en el jai faif.


Puede que tenga un pesado doctorado en esto, lo que me hace pensar en que mis pasos en las playas del amor fueron pisadas difusas, de formas misteriosas e inexplicables, fácilmente ocultables pero no borrables, pisadas de algún animal desconocido o prehistórico; o, PEOR AÚN (en este tema, me es menester ahondar en lo más trágico posible), haber sido una mancha vergonzante, con la que la lejía es mejor.


Como atenuante, sólo puedo sostener que soy el pasado, que como parte de tal, debo dar espacio al presente, al que existe ahora y/o al que vendrá, y caballero, así pasa el tiempo, mi espacio se verá cada vez más reducido, y es lo justo: Así como yo quiero avanzar dejando violentamente mi pasado atrás, ella debe hacerlo, por mera supervivencia.


El otro problema, como siempre, es el del desequilibrio. Te he tenido tanto y en tal forma dentro de mí que aún te tengo presente, y tanto, que no puedo concebir que mi lugar en tu vida sea tan insignificante, o que tu poder de curación te haya hecho inmune a mí tan fácilmente. ¿Por qué me olvidaste en un mes, si a mí me costó más de dos años?


Cosa de ego, desde el principio. Yo no sé como te sientas si te digo que te he olvidado exitosamente; no creo que tengas problema, no creo que te hayas puesto alguna vez como meta puntal olvidarme.


Puede ser verdad que me tienes como un Dan Cooper en tu vida. Tantísimo tiempo después, puede que no tengas ni rastro de mí, ni siquiera la necesidad de conocer las verdades de ciertos hechos. Tal vez porque inconscientemente me esforcé en pasar piola después del impacto principal, o puede que después de ese fenómeno confuso llamado amor, cada quien haya escrito una leyenda del otro que resuelva el crimen.


Y ahora que lo pienso, puede que sí, hice lo mío, me llevé tanto y por eso, necesariamente tendrás unos minutos cada seis meses de volver a revisar mi expediente y pensar si hiciste bien o mal en dejarme saltar, hasta perder de vista mi paracaídas.


A diferencia de Dan, yo no podría sentirme tranquilo sólo con los dolarillos de lo vivido contigo (aunque nadie me quite lo bailado). Sólo me sentiría alivianado si, al menos, no me cambiaste de nombre como "D.B.": A él le convenía pasar por muerto, mientras que a mí inevitablemente me dolería que declarases mi muerte, aún cuando yo mismo te haya guillotinado.


¿Hice algo como para merecerme un guadañazo violento y un entierro rápido? Eso me hace volver a chequear que delitos cometí yo o, mejor dicho, revisar y tratar de resarcir a un corazón roto.



Muchas gracias, Dan Cooper, por tratar de enseñarme a ser feliz con lo que me llevé. Lástima que hayas sido un delincuente, aunque gran maestro ineficaz. Este post está enteramente dedicado a su memoria (fácil murió, o se hizo pasar por uno de los red-necks de Deliverance)

Ego de mierda que no me(nos) deja vivir tranquilo(s).





Arrivederci, ¡seguimos en carrera!

jueves, 24 de julio de 2008

El pabellón





Bueno, antes de comenzar con lo interesante, debo agradecer a Perú 21 por la mención hecha de nuestro blog hace un par de días. Se agradece, y también se hace algunas precisiones y sugerencias:



1) El nombre del blog es Vacant (con T al final) Lot. Sí, en inglés, así como hay gente que se llama Jonathan o Stefeany (sic) y no Jonatán o Estefanía, este blog no se llama Terreno Baldío, aunque por ahí vaya su significado.


2) Choche, LEE EL BLOG. Yo espero que sepas lo que estás recomendando o recomendarás. Hay gente que desconfía y desconfió mucho, porque hasta antes del lunes 21-Jul-08, habían recomendado blogs harto pedorros. Igual, el pueblo agradece que enriquezcan su horizonte de elección.






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Como con el tema Chespirito, que está más trillado que Tiempo de Vals en quinos, tampoco profundizaré sobre la cortina de humo de las fotos de Leysi (como demonios se escriba) Suárez. Ni siquiera me molesté en poner sus fotos por razones de castidad.









Empero, si vamos con los chauvisnismos como los de un líder de tanta legitimidad como Antero Florez-Aráoz, a pisar fuerte. Aquí tengo una muestra de ofensa contra el "Pabellón Nacional" (es su nombre oficial, aunque suene a no tener significado) y el escudo nacional (el de la vicuñita monse, del árbol que ya no existe, una cachetada al frío y al hambre nacional, y la cornucopia a reemplazarse por el monedero de Magia Blanca), de parte de alguien que sí debe, o debería, saber de pabellones... DE CASAS DE REPOSO.




















¿"Una patadita por mi país"? ¿La denuncia será porque choteó a un alto funcionario público? ¿Qué hacer con todos los que abren (abriamos) la boca para ponerle otra letra al himno en la formación, sólo por joder? Se pelaron, ese delito prescribió para mí, dejé ese trámite en 1999.





Gente que figuró desde los ministerios, procuradores, empleados públicos: Sincérense. Si Leysi les dijo NO KAS y por eso la denuncian, MUY BIEN. ¡Abajo las choteras! En especial si luego se van con narcos o chicheros; sobre piltrafas ya escribiremos, para hablar de ello tuvimos y tenemos toda la vida.





Mientras, sigamos pensando en cosas importantes, "hablemos de algo universal", como decía mi amigo Gumer Bustamante.





Tenemos el posible desafuero de Gustavo Espinoza y/o Torres Caro en lobby con el posible cague de la candidatura del pata del Señor de Sipán Velásquez Quesquén, de la falseable valoración de las obras de reinfraestructura vial de Lima y su poco oportunismo y/o utilidad a corto y largo plazo, de como se cubre el bajísimo presupuesto del sector salud "justificando" el uso de herramientas de carpintería y metalurgia con seres humanos contribuyentes, el blog de Chiara Roggero. En fin, cosa de leer los periódicos en lugar de ver noticieros (Pamela, perdóname).





Y bueno, como alguno de esos temas ya los tocamos o los discutimos en vivo y en directo, sugiero ir al anterior post de este, su blog.







Arrivederci, ¡seguimos en carrera!

miércoles, 23 de julio de 2008

¿Ves? Te dije que sí dolía

De acuerdo a lo publicado por la BBC, el amor de veraz, y literalmente, duele.


Según los estudiosos, el dolor emocional que puede traducirse en daño físico a partir de tres hechos: El rompimiento de una relación, la exclusión social o la pérdida de un ser querido. Y bueno, creo que antes de este pronunciamiento, todos nosotros alguna vez anduvimos tentativamente alrededor del descubrimiento de ese hecho, ¿verdad?


Lo que más existe en el mundo es la exclusión social, pero esta es específicamente más grave en el momento donde uno comienza a construir redes necesitadas inconscientemente: La niñez y adolescencia. En realidad, la vida de un adolescente obeso o, por ejemplo, con acné severo se convierte en un círculo, pues a medida que es más rechazado, la razón principal de su rechazo crece como su barriga o la cantidad de chupos (jajajaja, me da risa la palabra "chupo", jajajaja), pues como sostenía sabiamente Kevin Arnold, "...en la secundaria, eres lo que otros piensen de tí".


¿Por qué lo anterior no es tan grave? Así como parecen más frágiles, en los más jóvenes las heridas cicatrizan más rápido, y también por otra razón: El joven que sabe que ese no será su único sustento de vida social, comienza a hacerse disidente. Esta conducta consiste en construir o seguir una ideología distinta a la reinante entre en el mundo adolescente, haciéndose parte de comunidades más pequeñas y extrañas para los demás, donde el o la joven se sienta más a gusto.


Eso diferencia, por ejemplo, a los subtes, a los punkekes y a los recientes emo de, caso típico, la gordita del salón (a diferencia del "gordito", ella siempre intentará caer bien, fracasando estrepitosamente hasta que...), el chancón entusiasta u otros mansos ante el poder.


Love hurts?





Vamos con lo interesante. Con la confirmación científica de lo que ya sabíamos.


Como toda herida, las decepciones amorosas de todo calibre dejan un impacto fuerte, en cuanto a amargura y a experiencias: "Nunca más te metas con huevonas que conoces en discotecas", por ejemplo, o sino "Jamás confíes el quehacer del corazón en alguien que te suelta KAS tan fácil", son precedentes de observancia obligatoria en esta casa, llegando incluso a prejuicios y limitaciones ciertamente más graves.


Nunca he sido una persona enfermiza, al contrario. Mi única gran dolencia fue mi asma infantil, que se me fue incluso mucho antes de cambiar la voz, y créanme, a los ocho años difícilmente podía perder el aliento por alguien. Sin embargo, me veía prevenido por ciertas cosas.


Recuerdo esa incendiaria noche de Junio del 2002. En mi pecho, la circunferencia de la herida seguía crepitando e iba extendiéndose, haciendo crecer el vacío en mi tórax que incluso me impedía respirar tranquilo o sostenerme en pie sin pensar que era falso. Fue la última vez que hablé con LMS en mucho tiempo, mientras la quería; cuando descubrí su jugarreta, sentí como un volcán se abría en el mismo lugar, pero sólo hasta cierto punto: En el año 2004, ya existía un tejido más fuerte.


Esos fueron dos supuestos: La pérdida de un ser querido (no necesariamente por muerte, en el 2004 tomó lugar el fin del fin) y la ruptura de la relación (tan dolorosa como abrupta fue, 2002).


Después de eso, me creí fuerte, invencible, nada malo podía pasarme, pero no contaba con el exceso de café, de trabajo monse y, sobretodo, de Limón. Esta derrota mía, que incluyó un escandalete que aún estoy aclarando, me forzó a huir (casi literalmente) de esta ciudad, a mis cuarteles del sur. De regreso a clases, a la vida limeña, en Agosto del 2006, alguien había vuelto a atacar, y por donde menos lo esperaba: El estómago, en plena clase en Fundo Pando.


En los anteriores cuatro meses había incubado una gastritis que había tomado proporciones importantes, combinando esos factores desfavorables mencionados con el hecho de que mi "segunda opción" ya había campeonado con otro pata, recontra piltrafa él (tocaremos el tema de los piltrafas más adelante). Yo como responsable de mi propia salud, acudí a la panacea de todos los problemas: La naturaleza.


Incluyendo un largo mes sin tabaco, y la renuncia definitiva al café, salí ganando, y dejé atrás ese dolor intenso y nauseabundo de estómago que creo incluso tenía su propia música incidental (la Bajo tu piel, cada vez que pillaban a Gustavo Bueno tratando de encamarse con alguien con quien no debía, osea todos sus KAS ficticios), y me obligaba a retirarme a regurgitar en un lugar silencioso y tranquilo. Mas, la clave fue mañanera: Jugo de papa + manzana + piña en ayunas, y eso me pasó en tres semanas. Para Noviembre de ese año, ya había olvidado la Ranitidina y otros analgésicos estomacales insuficientes.


Fuera de las vueltas en la cama, las caminatas hasta la puerta sin abrirla, las trasnochadoras especulaciones y deliberaciones, y ese extraño peso en el pecho, no recuerdo ninguna otra manifestación física, fuera de las incontables heridas emocionales que ahora muestro con orgullo, como un guerrero retirado mostrando sus tatuajes y cicatrices de guerras que no me mataron y, por tanto, me hicieron más fuertes.


Por ahora, dedico este post a todos aquellos quienes han (hemos) subestimado el dolor amoroso ajeno, hasta que nos tocó; y a aquellos felices que siguen (seguimos) haciéndolo mientras intentan hacernos creer huevadas, como diría el típico borracho de año nuevo: Bailen nomás, babosos, imbéciles, todo se lo van a quitar...


Ahora, recurriré a una fórmula blogger raramente usada en esta casa: ¿Ustedes qué creen? ¿Tuvieron o tienen heridas médicas de amor, o sólo de las otras?



Arrivederci, ¡seguimos en carrera!

domingo, 20 de julio de 2008

Mamitis




Bombachudo: Persona mayor que continua con usos de hijo menor de edad, como usar los bombachos que sus madres les bordan.


Siempre me he preguntando cuán bombachudo, Edipo mal curado, mamítico, hijo de mami, he sido. En realidad, esa es una de las pocas facetas de toda mi personalidad que siempre me ha generado dudas; tal vez porque, como dicen algunos amigos, mi relación con mis padres siempre fue "mi lado oscuro".


Soy peruano, y como representante autorizado del estado llano peruano, me animo a responder ciertas preguntas de una mujer de ojos celestes. ¿Por qué los países de ascendencia latina-apostólica-romana, a diferencia de los protestantes, rebosan de bombachudismo? ¿Qué tal nos va a los latinoamericanos? ¿Es bueno, malo, o simplemente un rasgo inocuo de nuestra idiosincracia? ¿Pasa eso con las mujeres? Vamos por partes.


¿Por qué los países de ascendencia latina, a diferencia de los protestantes, rebosan de bombachudismo?


Los países de ascendencia latina, como los mediterráneos y, en general, donde se extendió mayoritariamente la religión católica y de donde provienen nuestros ascenstros (España, Francia, Italia, e incluso Portugal) presentan este rasgo tan particular.


Los italianos no sólo no se separan fácilmente del yugo materno, suele pasar también con buena parte de los franceses, no tanto con los españoles; y es por eso que siempre digo que Italia tiene tanto en común con nuestros países como España o Pakistán.


Los españoles y franceses tienen en su cultura un fuerte antecedente de disidencia cultural, social y política, bastante añeja en el caso galo (la revolución francesa, la ilustración o Mayo de 1968) y recientemente notoria con los hispanos (la llegada de la democracia en la segunda mitad de los 70). ¿Los italianos? Muy simple su problema: Como nación no tuvieron forma de ir contra el gobierno absoluto, incluso lo adoptan como primera forma de gobierno, que luego sería replanteado en la época del Fascismo.


En suma, los italianos, así como la mayoría de latinoamericanos estamos acostumbrados al paternalismo hasta políticamente, y dicha costumbre hace que parezca bueno, o sea aceptable. Por eso, es un poco difícil ir en contra de un tipo de autoridad que no admite contradicciones.


Ahora, la influencia religiosa es también fuerte. Toma en cuenta que para los protestantes, los santos no existen, la sagrada familia es una simple mención, a diferencia de la concepción católica, en la que el dios principal llega al seno de una familia; para los protestantes, ese individuo divino es la piedra de toque de la familia, mientras que para los católicos, el "niño dios" llega a una naturalmente preconstituida o, mejor dicho, por mandato divino.


Por esa razón, para el latino en general, lo natural es ser parte de una familia, más todavía que formar la suya o vivir de manera independiente respecto de alguna. Es parte de la atadura.






Y esa es la diferencia con el anglosajón o germano, cuya única atadura representaría un rasgo de la personalidad que tiene que ver con la aversión a socializar autónomamente, o simple búsqueda de estabilidad en la vida propia en una figura que siempre representó disciplina, como el caso del buen Director Seymour Skinner y su madre, Agnes Skinner.


¿Qué tal nos va a los latinoamericanos?


Vamos, por ahí. Existe para la gran mayoría de casos americanos una atenuante importantísima: Situación económica, y protección ante esta cuando es desfavorable.


En general, las parejas jóvenes tienen gastos prioritarios respecto a conseguir un lugar propio donde vivir, como pueden ser los hijos, la subsistencia propia, entre otros. Si bien es cierto se adquiere una especie de independencia al ocupar el cuarto de la azotea o algo así, la concepción "familiarista" está mucho más enraizada en los padres: Mientras esté en casa, se harán las cosas tal como padre o madre (principalmente) las digan.


Esa autoridad, como dije, se encarna principalmente en la madre, como jefa y administradora del hogar, una autoridad muy difícil de contradecir o enfrentar y que se legitima de forma natural, o simplemente con un temperamento fuerte, que es algo bastante fácil de encontrar en países como el nuestro y que puede moldear la conducta.


¿Es bueno, malo, o simplemente un rasgo inocuo de nuestra idiosincracia?


Así como desconozco si esto pasa en las mujeres, principalmente porque no se hace notorio o no se ha señalado como una situación relevante, tampoco sé sobre sus consecuencias malas o buenas, aparte de contados casos dignos de función de payasos que solían ser expuestos en talk shows.


Aunque la verdad, considero esto como parte del subdesarrollo. Si yo fuera o hubiese podido ser Sergio Corrieri, el personaje de Memorias del Subdesarrollo, hubiera sido capaz de achacar a este rasgo parte de la causa del estado de los países de latinoamérica (o Cuba, como en la trama), sin ser la única causa claro.


Hubiera podido relacionar esto con la incapacidad de vivir sin un manejo exterior, sin la injerencia siquiera de quienes tienen (o creen tener) el derecho de ejercerla, buscando siempre su aprobación o apoyo, consciente o inconscientemente, pero dejando siempre que cada paso pase bajo la lupa de alguien que está sobre uno.




Y esto sin hablar de las relaciones interpersonales. De eso no podría decir mucho, particularmente porque no creo en el Complejo de Edipo, porque difícilmente decido en consejo de familia siendo económicamente dependiente aún, o porque no sé cuan independiente o mamalón puedo ser, aunque emocionalmente pueda pensar que sí. Puedo sentirme así, y no sabría nada sobre los hechos...

jueves, 17 de julio de 2008

Razones de un hombre para ver Sex and the City









Así como el Frankie, puedo asegurar que, acumulando episodios, he llegado a ver dos temporadas enteras de la serie que se ha vuelto a poner de moda gracias a su descenlace cinematográfico, a diferencia de Ronny, que no sabe ni que ya no la pasan en cable. Desde la última vez que machetearon a un amigo mío, hace un año y pico, nunca había visto tantas mujeres tan distintas (de verdad distintas, una dark-gothic medio metalera con una fresa de la facu de Educación o Psicología de la PUCP, por ejemplo) unidas por una misma causa que no sea neutralizar los arrebatos amorosos de "Sarro".


Por eso, considero adecuado responder ciertas preguntas que, aparentemente, no tienen respuesta, o sólo quienes se esfuerzan la obtienen.


¿Por qué un hombre vería Sex and the City?


- Para ver lo que le espera: Vamos, dentro de poco tiempo tooooooooooooodas las mujeres urbanas peruanas intentarán imitar a alguna de las cuatro (ahora sólo lo hace la mayoría), que suenan más auténticas que las de Desperate Housewives, en actitud o todo eso.


- Porque es bueno detectar a tiempo los rastros de prodigalidad en una mujer: Sino, la billetera es la que sufre, sangra y no llora, o lo hace en silencio como toda entidad a la cual supuestamente deberíamos escuchar. Hay signos para detectar a las tipas de tabas de 300 cocos post-depre, o las tipas de candelabritos a S/. 30 cada uno en Dédalo.


En todo caso, prefiero salir con chicas sin plata o de colegio nacional. Aunque estás últimas no me paran nadita de bola, prefieren seguir jugando voley con su red entre dos postes o salir con sus patas chaveteros, las huachafas esas.


- Para saber como es (o pretende ser) el promedio femenino: Sincerémonos, por más de que nos hayamos enamorado de alguna mujer que marque con creces la diferencia, siempre tendrá un apéndice de normalidad y ya pues, las tías del programa pues son lo más promedio (conductualmente hablando, claro) del mundo.


A pesar de toda la riqueza y palmarés de cada una, fuera de sus extrañas conductas imitativas de los hombres, no dejan de verse frágiles y tan expuestas como cualquier ser humano, y en esas debilidades se hacen indefectiblemente comunes. O si no, sabremos al menos como se portarán en la próxima salida (sí, "salida", odio la palabra "cita").


- Porque uno llega a simpatizar con algún personaje masculino: Desde que una persona, medio ebria, me dijo que tenía un aire (un pedo, fácil) a Aidan Shaw, como que le tomé simpatía, más cuando recordé que había aparecido en uno de los primeros capítulos de Los Años Maravillosos como uno de los novios de Karen (el nombre del actor es John Corbett).


¿Por qué identificarme con este brother? Bueno, aparte de mi ancestral cabello largo y de ser generalmente el más alto en la mayoría de grupos que formo, este pata era el más complicado y, por ende tal vez, el más tendiente al fracaso. No era el abnegado medio monsefú amante como su pata de pichanga y socio Steve, ni era el poderoso ricachón como-de-todo de Mr. Big. Independiente, confiable, buen pata, hacía lo que le gustaba, inteligente, hasta que… sí, como nos pasa a los hombres, nos enamoramos duro y comenzamos con la estupidez...


Primero, eso de no enterrarlo bien a Mr. Big. A ese brother le permitió avanzar demasiado, desde el comienzo debió buscarlo y desahuevarlo; “no mercy” por favor, como los de Cobra Kai. Luego, no sé, volver, ¿ustedes volverían con alguien que les sacó cachos? Ni cagando, eso es demasiada estupidez para ser real.


Algo chévere de este brother es que era muy exigente. Osea, le ponía unas metas a la pobre periodista, como dejar de fumar, comprometerse, o de una vez aniquilar al invasor (antes de que él mismo tenga que acudir a la fuerza privada), que eran excelentemente recompensadas: Carrie siempre regresaba, por algo habría sido, siempre y se sentía bien cada vez que pasaba, hasta que un día… bueno, los cabros de los productores fácil se pelearon con el actor o se dieron cuenta de que habían creado a un personaje bastante real y rompe-prejuicios, y ya pues.


En fin, se hizo un pan con mango por huevón y treminó siendo padre muy rápidamente. Ofreció demasiado…


- Para aprender de los buenos y malos ejemplos: ¿Alguna vez vieron un capítulo de esta serie sin hombres? Es porque, mal que bien, aún nos necesitan y porque, de todas maneras siempre habrá algún personaje que “defeccione”.


Me remito al ítem anterior, como ejemplo de lo que no se debe hacer, eso de dejarle espacio al ex de la novia, jamás; hay que desalojarlo con todo. Igual con algunas cosas del novio de la mujer del fuego en la azotea, Steve, sobretodo en eso de no usar los calzoncillos más de dos días porque se ensucian "muy evidentemente".


¿Y qué sacarías viendo la pela?


Ni mierda que aprender. ¿Aprenderíamos algo los hombres de Mr. Big? Pues sólo los pesimistas confirmaríamos la máxima de que la plata seduce, nada más.


¿Después? Bueno, yo espero las siguientes cosas:


- Ver a Carrie, Charlotte y/o Samantha usando sayonaras. A Miranda la quiero ver descalza, con el cabello suelto, con cara renegona después de alguna cojudez hecha por el caricaturesco Steve.


- Ver a Charlotte atracándole a alguien para tener sexo anal, o practicar alguna parafilia. Que el actor que se lo proponga sea mi ídolo James Spader, en su rol en La Secretaria.





- Ver aunque sea media horita a Samantha Jones sin cachar, o algo mejor, que se tiemple de un patita tipo James Spader en Sexo, mentiras y video (ya volveremos sobre esa película más adelante, deberían verla, se traumarán cuando lo hagan), para variar.





- Ver a Miranda calata ya con cuerpo de madre. En un capítulo salía tolaca con el huevón de Aidan. Yo no estoy nadita de acuerdo con esa periodista que dijo que era la "feíta" (que tal eufemismo, por Diógenes Rosales) del grupo, no entiendo porque hay quien identifica la inteligencia o la agudez con falta de atractivo sexual.


A mí me encantan las mujeres con autoridad, con cerebro, a las que sea necesario conquistarles también la cabeza, o con un chiste recontra negro; no sé que podría hacer al lado de una brutita entusiasta o una alegrona, fácil tener ganas de eructar. Aparte, se puso buenaza después del embarazo, hasta dejó crecer su hermoso cabello rojo, sus preciosas caderas, sus monumentales teresas.


La pelirroja era la que más ganaba, la más inteligente, la más graciosa, pero en el fondo, la que más necesitaba de ternura, por eso siempre terminaba regresando con la madre de Steve, y por eso no abortó: De alguna manera, necesitaba demostrar afecto, no sólo comprobar que podía administrar su tiempo.


- Saber porqué diablos se le dice a Mr. Big así. Realmente quiero saber, porque puede ser un apodo de la puta madre, tal como "Cebiche" (por no decirle "tiradito"), "Super Nintendo" (porque hay lugares en donde se alquila por horas), "Hijo de padres separados" (porque un domingo lo paseo uno, y al siguiente, otro).


- Conocer alguna fan de Samantha que me quiera levantar esa noche (recordar que el estreno es el 31-Jul, osea...), pero que tenga buen desempeño y se parezca a Miranda, sino no hay trato.


- Conocer y hacer amistad con alguna fan peruana que haya visto las temporadas quinta y sexta.


Seamos sinceros, la mayoría hemos visto sólo hasta el capítulo en que Samantha conoce al personaje de Sonia Braga y sucede eso que me pareció bien faltoso, principalmente porque Sonia Braga, esa hermosa brasileña, para mí, es cuestión exclusivamente de hombres.


Habrase visto...


- Ver alguna fan o medianamente seguidora de la serie decir "yo soy Charlotte!!!!" o "Charlotte es la mejor, ella patea traseros!!!!!". Sé que será mucho pedir, más todavía si pasa lo de James Spader.


Estamos hablando del personaje que nadie quisiera ser, si tuviera que escoger. Como Bumble Bee de Transformers (el debilón pero voluntarioso volkswagen amarillo), Milhouse de Los Simpson, Doug Porter de Los Años Maravillosos (el gordito literalmente meloso, que tenía un avión a control remoto y odiaba a su viejo), Guido Gastelumendi de Casado con mi Hermano, o Tula Rodríguez del Esquadrón.


Eso pasa con la tan "buenita" y modosita como impopular del grupo, al menos entre la fanaticada peruana (a veces pienso que creen ser más mujeres si se hacen las cacheras), a diferencia de Baby Spice, por ejemplo.


Pensando en mi último objetivo, me conformo con que diga "Agggg, ¡qué asco!" o alguna frase afín cuando Samantha haga sus comentarios de calzón liviano. Entonces, sí podré distinguir a una verdadera Charlotte.


En fin, definitivamente no estamos hablando del acontecimiento cinematográfico del año, pero como que nos llama la atención indefectiblemente. Como una mujer insignificante con buenos argumentos para no mirarla a los ojos.


¿Ustedes la verán? ¿Alguien se apunta para hacerme la taba?



Tarea adicional: Aquí tienen a dos chicas que podrían pasar como versiones latinas, ¿a quienes más pondrían para completar el cuarteto? Yo pondría a Maju La Dulce y a Cristina Fernández, ¿o a alguien se le ocurre infiltrar a Florinda Meza?


martes, 15 de julio de 2008

Respuesta

Bueno, considero necesario responder a Sheila y a otra lectora que prefirió, como casi siempre, las críticas en privado (¿por qué, ah?) dirigidas contra el contenido de mi anterior post:



En cuanto a lo sustancial, digamos que preferí cubrir esto mientras otros, mayoritariamente, se excitan con Chespirito y toda su parafernalia. Nunca he ido al Scarlett, así que me haría un gran favor si lo hace en cualquiera que vaya por Av. Arequipa y pase por la Católica, o en la 10 morada que va desde la Av. Brasil hasta Mirapobres, porque jamás tomo la 73.


Bueno, no sé porqué prejuzgar el hecho de que se pueda mirar a una chica sólo con ojos libidinosos si es que son hombres libres, y no es necesariamente cierto eso de babear; también puede haber quien aprecie la estética del acto, sin que se tenga que liberar más efluvios, aunque no sea lo acostumbrado, no es culpa de nadie puesto que no sé quienes han ido diciendo por ahí que sólo pensamos en función KAS. Ricardo Badani tiene razón, nadie ha enseñado que al hombre también se le tiene que respetar; me ocuparé de él pronto, su opinión es más importante de lo que me parecía.



¿Y qué hay en el caso opuesto? Un tipo de Piso 14 haciendo su baile, es problema de ellas si les gusta o no, y sí serái un problemón para aquellos que lo condenasen, "resentido machista" dirían algunas y algunos, porque nunca faltan los "complacientes", las feministas, las noveleras sobretodo. Sería problema mío si estuviese involucrada mi Special K, ahí de todas maneras tendría que echar mano de la fuerza privada (osea, agarrarlo a patadas) para que deje su potencial perjuicio contra la estabilidad de mi relación, sin que sea censurable per se.



Fea o no fea, no sé, eso es subjetivo; tiene el cabello oscuro y, para mí, ese es un muy buen comienzo. Yo sé que podemos encontrar mejores prospectos en nuestro país, pero igual, pienso que no debería pasar mientras no tengamos adecuados medios de transporte urbano.



Por otro lado, la destrucción y saqueo son consecuencias naturales de cualquier guerra. Yo no creo en el resentimiento hacia el pueblo chileno, es bueno recordar que incluso se aniquiló (literal y políticamente hablando) al presidente que se opuso al ataque al Perú y a la libre explotación del salitre de parte de los ingleses (Balmaceda). Mucho tiempo después, los expertos señalaron que esa guerra causó más perdidas a dos países vecinos que ganancias para cualquiera de los dos.



Considero una imagen plausible la ética de trabajo chilena. Ahí no existen cojudeces tales como entrevistas con psicólogos, no te piden foto en el Currículum Vitae, los accionistas mayoritarios, administradores y directores son responsables con SU PLATA por las empresas que manejan, meros ejemplos. Sería ejemplar para el Perú si no tuviera las mismas (y hasta peores) taras como el racismo, la corrupción de funcionarios (muy aparte de la reinante corrupción social y moral), o una intervención aún mayor de ese lastre llamado Iglesia Católica en asuntos de estado o de la ciudadanía.



Si ha sonado como "ejemplo", te doy parte de la razón. Me rectificaría.



Aparte, ¿tú no odiarías que, cuanto menos, te "afea la fachada"? Yo detesto a los argentinos que vienen a ocupar puestos de trabajo para peruanos más capacitados o aptos, o a los extranjeros que dejan a buenos artistas peruanos enseñando en colegios de quinta, así como a los europeos marihuaneros que pululan por Mirapobres o por el centro. Es natural.

domingo, 13 de julio de 2008

Table-dance de a china

Muy en oposición de la degradación o instisfacción moral y personal (versus su logro laboral o económico) que vive la cierta población clasemediera chilena, secuela de lo que sucedió con ese país entre 1973 y 1990, debo sostener que en muchos otros aspectos nos llevan ventajas galácticas.


Y vean a esa señorita Morelli sino. Con todo el desparpajo del mundo haciendo su acto, en lo poco de comodidad que puede ofrecer un vagón de metro y en el controvertible incentivo que pueden representar las miradas ajenas. Una mujer como cualquier otra, que trabaja en el entretenimiento "para caballeros" o simplemente sea una aficionada (como sucedió en otras ocasiones), pero sincera y despreocupada por las miradas masculinas y, sobretodo, del punto de partida de estas.








Me pregunto si una peruana podría hacer lo mismo, y me respondo casi inmediatamente: NO. Replanteo mi pregunta, ¿lo haría en el metropolitano de Castañeda, en caso de que este llegue a existir? TAMPOCO. A veces pienso en esa contradicción de la mujer llana, cuando busca o logra llamar la atención, y cuando la miran, termina bajando la mirada (por supuesto que esta última parte del proceso jamás se sabrá), despreciando al valiente que fue a la zona puntal (las pupilas) y perdonando con el olvido instantaneo a quienes fueron por otras zonas.





No, no lo podría hacer. ¿Y Morelli? ¿O sus colegas rumanas o gringas? Tal vez, o sí, claro que sí, sin ninguna molestia.





Y no me digan que acá no lo podría hacer porque el público peruano es "muy faltoso". No, lector y lectora, no peque de ignorante, no se coma el cuento del crecimiento o de que los mayores ingresos per cápita hacen a las personas más "civilizadas y menos libidinosas, ni el cuento del comportamiento europeo, que los balcánicos no cuentan como países desarrollados.





La limitación es la falta de espacio en los transportes; la inseguridad de la integridad física no en manos del cobrador o algún pasajero manolarga, sino en las extremidades del chofer con sus curvas violentas, o sus correteos, pobre de ella por los golpes que habría de sufrir. Ni hablar de la competencia o estorbo a cargo de los vendedores de caramelos o limosneros, salvo que ella así busque su sustento. Sólo limitación logística, por lo demás, bienvenida Monserrat Morelli.





En fin. Nuestros medios de transportes, qué lástima, seguiran siendo tan estrechos como la mente mayoritaria nacional (en caso no exista el Metropolitano). Mientras tanto, sigan pensando que Tongo es un tema de conversación, que Bayly es inteligente o que gracias a Tula y a Dina Paúcar, el racismo peruano se ha atenuado.





Como peruano, tengo tanto que agradecerle a Chile, ese país donde no existen las entrevistas psicológicas en empresas, ni la partidocracia, y donde cada cerebro tiene su lugar, que les regalaría algún ministerio o el Poder Judicial, para que lo haga caminar; si es que no se presenta un arequipeño/puneño de conductas despóticas, claro.



Por supuesto, hasta para sacar el cuerpo de acusaciones de misoginia, los chilenos me sacaron hartos meses de ventaja. Es un señalamiento que tendré que manejar estos días.



Arrivederci, seguimos en carrera!

jueves, 10 de julio de 2008

Virtual insanity (Segunda Etapa)

Continuación del tratado sobre las relaciones ciberpersonales. Por cuestiones metodológicas y porque igual la confidencialidad de estas personas está resguardada, utilizaré los mismos nicks de los chats.




Como habrán creído obvio, ese "fin de milenio" terminó conmigo en la casa de unos tíos en Cusco, muy lejos de toda la parafernalia amorosa a no olvidar que había armado en mi mente.


Sin embargo, algo había armado en esas salas anaranjadas de Lima en aquel incipiente Latinchat, con la premura de la leyenda esa que aseguraba que todos los sistemas irían a colapsar con el advenimiento del año 00 para las computadoras. Aún así parecía por demás insuficiente y caro, para la época: Ella me había dado su celular. Era cosa de esperar el fin del silicio que no llegó, así como jamás llegó el fin de los precios altos a Springfield. Después de un mes para confirmarlo, volví a escribirle a Lula24.


¿Quién era ella? Como parecía plasmarse de la vida real, había tardes en el chat en los que ni el administrador te contesta o te manda mensajes. Hasta un tipo con el seudónimo POETATRISTE-SMP parecía que había ligado algo y que, al menos, volverían a conversare (aunque por entonces, suponía que ella lo plantaría a él), dejándome a mí y a no sé quien más, sin nada. Entre esa calígine, un mensaje gris en la ventana parecía darme una última oportunidad: "Lula24 acaba de entrar a Lima #2", justo antes de probar mi último cambio de sala. Obviamente, cambié el rumbo del cursor hacia ella.


- Hola, soy de Arequipa, y tu?

- Bueno, soy de Lima, cuantos años tienes?


Excelente, era arequipeña, con lo que me gustan las arequipeñas. Había que hacer algo muy rápido en ¡6 minutos!, maldita sea, no tenía ni un miserable sol para pedir aunque sea, un miserable cuarto de hora y, con el roche que da estar en una cabina de barrio donde mucha gente te ha visto alguna vez y donde no va el mismo tipo de personas que al Dorado, un lapicero y un papel para... (creo que decírselo al dependiente era bastante innecesario).


- ¿Sabes? No tengo mucho tiempo, tengo que hacer algunas cosas importantes ahora mismo, pero me encantaría continuar...


Primer cuestionario de 10 segundos: ¿Cómo pedirle su e-mail?

a) "...me das tu mail, por favor?" Descartada: Eso del "por favor" en relaciones entre hombre y mujer es para pavos; luego te vas a acostumbrar a pedir "por favor" que te deje besarla, "por favor" para KAS y "por favor" que me haga caso.


b) "...me das tu mail?" Demasiado imperativo, sin que suene a desesperación. Lo sentía un poco falsete además, no podría ir toda la vida mintiendo.

c) "...cual es tu mail?" Es bastante adecuado, no denota necesidad ni premura (que en verdad existía), aunque sí algo de desinterés, y eso me preocupaba un poco.

d) "... a qué dirección te escribo?" ESTUPENDA, PERFECTA. Qué lástima que se me haya ocurrido varios meses después. Elegí la segunda. Felizmente, Lula22 nunca se puso a pensar en lo adecuado o no de esa formulación y me lo pasó. Con lo poco que sabía de ella, ya me sentía lo suficientemente confiado para salir dando saltitos por la Av. Garzón.



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Las satisfacciones son como drogas, como el casino, como el azúcar, como el chocolate, como el olor salvaje a mujer: Adictivas. Si uno tiene éxito, más allá de lo razonable que pueda ser buscar una repetición, siempre tenderá a buscarla. Y eso hice en aquel verano del 2000, en el que invertí con todo para resarcir aquel triste mes de Octubre pasado.


¿En qué se fundaba mi seguridad? En el hecho de la casi inmediata y significativa respuesta de Lula22 (con saludo navideño y todo), recibida el 30-Dic-1999, y que ningún hecho apocalíptico haya perturbado la internerd. Parecía un guiño feliz del destino, que cambiaría mi fortuna, hasta entonces nula en cuanto a “títulos profesionales” se refería, el renacer. Y también, por supuesto, creer en el poder de este medio.


En las salas de Latinchat y en la minimalista literalidad del recién descubierto mIRC (recomendación de un buen amigo mío), con DalNet por supuesto, mi nick era toda mi entidad, no heredaba los vicios del causante, ni su pasado, ni su presente: La historia de era la que existía desde la entrada a la sala, y nada más que mostrar u ocultar.

Otro punto a mi favor es el tiempo que tenía para encontrar expresiones perfectas acordes con lo que andaba presumiendo (o fanfarroneando), no tenía la presión de ojos esperando de mí palabras complacientes. En cambio, en ese instante incluso podía endulzarle el oído a esa chica (¿oído?), con cualquier adefesio que pudiese inventar y si faltaba, con cualquier versito semidesconocido (recuerdo que llegué a usar uno que escuchaba en las cuñas del programa de Don Pedrito).

Un gran punto adicional, más pronunciado en el mIRC, era confiar en la literalidad: Yo era un conjunto de palabras, un gran guionista que finalmente conseguía en un 35% de veces, excelente porcentaje en comparación del inicio y de mi vida real (con un enfermizo 2% de éxito). Parecía que, como cualquier empresa, esto iba a crecer de a pocos, al menos lo comprobaríamos más seguido en el verano, cuando podía gastarme hasta S/. 20 semanales.

Claro: Otorgado el espacio, a construir como se pueda. Fue así como mi conjunto de palabras se convirtió en mi caballo de Troya, que me permitía entrar como un rey a través de la cibervida de alguien, para luego intentar la incursión de mi verdadera guardia. ¿Esta guardia era muy distinta de la que dejaba ver el armatoste? Pues, tenía los puntos claros:

a) Había que evitar cualquier pregunta o respuesta que indujera a prejuicios. Típico ejemplo: La edad; siempre se presupone algo de alguien por su edad, muchas de estos preconceptos (una considerable mayoría) son falsos o inexactos, pero sirven como para inhibir a cualquier de contratar con uno.

Solución: SI NO PREGUNTAN, NO DIGAS NADA, eso no es mentir. Ese fue un gran error que cometí con J en la vida real reciente, por ejemplo; no sé cuales fueron sus implicancias, pero no debí soltar la lengua ese día. TAMPOCO PREGUNTES, menos si la conversación está amena.

b) En cierto modo, era escritor. Mas, así como para algunos hombres existe “la prueba de amor”, para las mujeres a través del java existe “la prueba”, bastante más productiva y demandante de verosimilitud que la nuestra.

Por eso, más que necesario, tener una que otro verso armado, para utilizar, incluso, con la misma persona. Más que narrador, había que demostrar que uno era poeta, porque estos últimos tienen una extraña prioridad sobre aquellos, ¿por qué? No sé, será otro prejuicio que tendré que destruir para sobrevivir.

c) El mismo nick, siempre. Y también comenzar como si uno hablara con alguien. Es por eso que se me pegó la costumbre de decir en voz alta lo que iba tecleando, hasta hoy.

d) Cosa importante: La apariencia física. Admitir mi entonces considerable gordura no sería propiciar la activación de un prejuicio: Ya activaría un juicio negativo contra uno.

Felizmente, la lengua española, y en especial el vocabulario del joven inseguro, había previsto diversos eufemismos o simples frases de negro o de rayas verticales: “De contextura algo gruesa”, “un poco (sic) barrigón”, “un poco gordito después del mes de carnaval” (consecuente con el súper floro de haber pasado todo Febrero en Cajamarca), “medio cachetón”, “grueso”, “medio gordito”, “NI FLACO NI GORDO” (!!!!), etc.; eso sí, jamás “llenito” ni “rellenito”, no existen, los adjetivos de la LL siempre me parecieron exclusivamente femeninos.

e) En cuanto a otras cosas referidas al aspecto físico, también había que otorgar respuestas, o no respuestas, que se presten a la ambigüedad cuando sean “polemizables”.

Por ejemplo, “con los párpados algo insomnes” (significaba que tenía unas ojeras más grandes que ahora), nunca mencionar lo de usar lentes (vamos, estaba hablando con puras adolescentes adictas o ex adictas a Parchís, a Salserín, a Torbellino, a las Spice Girls, etc, etc.), “moreno” por ser una palabra más atractiva que el andinizable “trigueño”, y por ser más general, puesto “Moreno” es alguien de cabello negro nada más, sin importar el color de piel (de todos modos, era cierto hasta para el entendimiento peruano, tengo muchos más rasgos de zamborjino que de indecopi).

Sé que suena algo racista, pero a cierta edad, uno no tiene ni el valor ni el poder para enfrentar prejuicios tan horrendos, más todavía si se encuentra en estado de necesidad.

Así, ya había construido mi andamiaje. Tenía el guión completo y un extraordinario actor para encarnarlo. Sin embargo, fuera del silicio, el momento de la verdad no estaba cerca, ni habiendo estado en Arequipa.

Romi13, Azuka_L, LuisaEB, Claudia84, Andrefeliz, Cristy15, Adriana82, Josefina18… acá en Lima, todas ellas, todavía estaban a salvo. Ya estaba perdiendo demasiado tiempo, y creo que ya era momento de dar el siguiente paso, sobretodo pensando en que fuera de la pantalla, en el otro extremo del cable, había una opción muy fuerte…




Incluyo también otra canción temática, de 1996 con Jamiroquai.

martes, 8 de julio de 2008

Camera Man antes del paro




Hace unos días, cuando vi a un obrero aprovechando la hora del rancho en la excavación leyendo Mi planta de Naranja-Lima y a un sobrepesado (léase "obeso") sujeto con un polo con la leyenda "Catch me" (jajajajaja, mejor una tortuga con polio), sentí el extraño sonido de esa canción clásica de Cadillac. A diferencia de sus lamentaciones, de las cuales conozco y realmente lamento haberlas tenido, las mías encontraron una rápida solución: Cargar SIEMPRE cámara, mucho más necesaria y placentera que un preservativo.






Miren, mi primer día y con lo que me encuentro, de regreso a mi casa desde el Brit. Alguien había alborotado el vecindario con este tipo de propaganda, un tradicionalmente PPCista y clasemediero que por azares de la campaña progobierno comparte un vicio más con sus menospreciados vecinos del distrito de Breña. ¿Esto habrá salido del bolsillo de la PCM? ¿O será con el gentil auspicio de las municipalidades de un partido en extremaunción (PPC, en sus versión UN), so pena de no recibir fondos? Tengo que tener en cuenta que estas baderolitas las he visto a lo largo de toda la Av. Brasil.


Autoridad


Tres son los elementos constitutivos de la autoridad: Poder, poderío y legitimidad o legitimación.

El poder que es la potencia para actuar por sobre la voluntad de los demás, otorgada socialmente; el poderío que es la expresión fáctica del anterior (algo así como el baile de la victoria); y finalmente la legitimidad o legitimación, que no es sino la justificación sobre la necesidad y adecuación de dicho orden impositivo, ya sea legal, social, religiosa, cultural (ideológica) o de cualquier otra índole.

La conjunción de los tres hace posible una efectiva coerción estatal. Es eso de lo que anda careciendo nuestro gobierno, y que anda demostrándolo pocos días antes de fiestas patrias (recordar las marchas del año pasado, del 12-Jul). Ahora mismo, con estas pancartas callejeras, parece que se pretendiera trasladar la labor de control de la ciudadanía a ella misma, a una especie de "autocontrol" basado en la necesidad de (un necesario) orden social para salir adelante y en el (ya no tan necesario) apoyo al gobierno democrático.

"Democrático", adjetivo que en nuestro país se repite hasta que pierde el sentido, esta vez manoseada hasta el hastío por los compañeros. Tal parece que la posible violencia se equipara con lo opuesto a nuestra democracia sufragista, ¿y lo otro qué es? Parece que una amenaza contra el peruvian güey of laif, un violentismo que nos restriegue en la cara la ya marcada ausencia de estado de Derecho

El estado, a través de su Policia Nacional, vive permanentemente al borde del poderío, salvándolo al aplacar una sobrevalorada toma de un mercado o ejerciendo una vigilancia adecuada para un partido de fútbol (donde, mejor dicho, la recuperó), pero perdiéndola feo en provincias, sobretodo del sur.

Se mantiene a la cabeza de dicha institución de control social a un demostrado incompetente, que hace mucho tiempo vive con un pulmón artificial en dicha cartera (fácil sólo se queda por la cartera), cuya autoridad prácticamente no tiene sustento lógico y puede que se sostenga por razones plenamente inacatables por la nación que se debe controlar o someter.

Todo esto, fuera del continuo desmedro del poderío policial, que ahora no puede estar mejor demostrado por el auxilio que brindarán las fuerzas armadas.

Hablaríamos, jóvenes, de una situación grave, sólo fuera de Lima. Aquí sólo tenemos activistas descordinados en esa torre de Babel que es el pretendido progresismo peruano, gente que sólo quiere joder y no tiene como sino tirando piedras, y un 40% de transportistas. No se preocupen, así como las democracias, las dictaduras militares y casi todas las revueltas, esta no debería pasar de ser una picazón...

domingo, 6 de julio de 2008

Me siento funcional

(Es ESENCIAL que escuchen la canción a medida que leen, para mejor comprensión del texto; sino pueden, lean nomás)



Virus - Me puedo programar (Relax, 1984)


A más de un kilómetro del Monumental, Eston Boi había vuelto a esas cavilaciones que lo dejaban en contestador automático: "Ajá", "Ajá" y "Ajá". Igual que la semana anterior y que lo transcurrido en la presente, por la misma causa que, pensaba yo, se había bajado en el trebol del Jockey. Era inevitable, de todos modos, escarbar una y otra vez sobre ese mismo entierro; pensando en su bien, o en el hecho de que, para mí, no valía la pena, opté por repetírselo otra vez:

- Joder, Eston, no se lo merece. Deja de pensar en eso, no tuvo la personalidad necesaria para...
- Es que soy yo el que queda como chotero para todo el salón.
- No deberías hacerle caso a esos chibolos - dijo Luis, su primo, que venía con nosotros -, no entiendo porqué te importa tanto lo que opinen...
- Es que ella fue la que la cagó toda...
- Como si hubiera existido - replicó Luis -, fácil era sólo como un "sparring"...
- Son los mismos idiotas que se me pusieron en contra en lo de Limón; están mal del cerebro...

Luis tenía razón. Hay veces en las que sólo existe el mero gusto de coquetear, y luego el que pise la trampa sería el culpable de cualquier supuesta tristeza. No sabía porqué, pero esa historia no terminaba de ser verosímil, al menos para mi bastante incrédulo sistema auditivo, eso de hacerse ojitos y de que toda la gente espere algo bueno de una super pituca y... mi amigo.

- Ye te he dicho, no lo vale. Fue lo suficientmente chica de hacerte ojos, sonreirte y toda esa basura; pero sólo las suficientemente mujeres son las que pueden dar pasos importantes...
- Y en esas debes fijarte...

Nos miró de la misma manera como en la combi, asintiendo, dándonos algo de razón, pero preguntándose también como es que sabíamos tanto. Luis no conocía de decepciones porque se pasó buen tiempo de su vida evitándolas y ganando mejores recompensas en una facultad donde había ocho mujeres por un Luis. Y yo, ya saben, en una exitosa reestructuración por el momento.

- Oye, supongo que has pasado por eso...
- Sí, pero debo recuperarme, no estoy en período de convalescencia, pero para mí, como si no existieran...
- ¿Quienes?
- Imagínate, no estaría con ustedes ahora mismo.
- ¿Ya no buscas?
- No, ¿para qué?

Respiré hondo, antes de entrar a la tienda donde comprariamos una gaseosa, para absorver lo más posible de ese aire medio contaminado de las inmediaciones de la Av. Javier Prado, con todo el espacio en tórax que ofrece la ausencia de alguna sensción constrictora, o de alguna quemazón estomacal.

- ¿Para qué, mi querido Eston? Sigo el ejemplo de nuestro buen Luis, manejo mi vida, estoy bien abrochado al asiento y al timón, claro que sin darle a todo lo que se mueva...
- Sí, no estás buscando, y te sientes bien, se te ve bien...
- Sí, y que bueno que pienses que no estoy mal por haber descartado el amor de mi vida. Hasta puedo bailar música disco en vez de un asqueroso perreo.
- ¿Tanto así?
- Por ahora sí, de todas maneras.
- Eston, no te ofendas - le dijo Luis -, pero mira las huevadas que haces y piensas con ilusionarte. Seamos sinceros, le divertía calentarte la sopa y tú pensabas que hasta postre te iban a servir...
- Es cierto, cuñao - le dije -. Con medio troncho te elevaste hasta la estratósfera, y no es la primera vez que lo haces...

Entramos a la tienda, para decidir si optábamos por una Coca-Cola o una Inca Kola de esas presentaciones súper económicas.

- Tú ya no...
- No pues, será importante, pero no vale la pena. Eston, a gente como nosotros es muy difícil amar, sobretodo por chibolas. ¿Para qué complicarte? Por mi parte, prefiero venir a ver a mi equipo, nunca me va a reclamar por ser absorvente, nunca va a cuestionar mis celos, y a cambio, mal que bien siempre va a haber alguien que al menos quiera bailar The Hustle in the hostel.
- Tienes razón.
- Aparte, oye, quiero seguir en este gran momento. Pesaré sólo 71, pero que bien encajo en las gordas, por ejemplo... ¿tú crees que eso no es más reconfortante que una ilusión, una de esas que te inflan como hasta que revientas en la atmósfera?
- Fácil, ah...

Elegimos la Inca Kola, esa presentación de casi tres cuartos de litro, otra cosa en la que tenemos el control del asunto.

- A mi abuelo y a mí nos gusta la misma gorda...

Encontramos a unas chicas que regresaban del estadio, nos quedamos brindando con Inca Kola, puesto que había una prioridad mayor: Exámenes finales al día siguiente. No había que dejar de ser funcional.





Arrivederci, seguimos en carrera!

viernes, 4 de julio de 2008

Jarreau vs. Jerau



Al Jarreau - Step by Step (1982)


Antes de salir de la universidad, miré directamente a dos ojos olivados preciosos, me tomé mi tiempo y el gusto por cuatro segundos, para luego salir embalado a hacer un trámite que me reportará algo imprescindible: Dinero.


Al haber terminado dicha gestión (jajajaja, de todos modos no pagaré impuestos) decidí pasearme por la zona aquella donde pueda conseguir una botella de Kola Escocesa, puesto que hace tiempo no tomaba gaseosa. Me importaba un pito tener que pasar casi necesariamente por la Av. Canadá, Av. Aviación o Av. Arequipa, sólo quería comprar gaseosa que sabía que iba a poder costear sin sentimiento de culpa alguno.



Odio la idea de tener un mp4 para viajes relativamente largos. Si bien es cierto soy devoto a mi mp3 porque no puedo más con las estaciones favoritas del transporte urbano (y cuando ya no puedo con el mp3, este me ofrece Doble 9 o Telestereo), y porque gato solo se lame como sabe, no puedo sustraer todos mis sentidos de lo que me rodea.



Soy bastante mirón, me gusta mirar los tatuajes de estencil (no sé si está bien escrito) que hay por la ciudad, los edificios viejos, como se puede ver ese monumental inconcluso del Seguro, fiel más bien al estilo del ICPNA, cuan monumental me parecería el edificio del ministerio de Aviación si no viviera en Jesús María y también, como le dije a muchos (entre ellos, el Pajero y creo que Frankie), me gusta romperme el ojo, cosa a la que tengo derecho mientras en mi vida no haya una Special K (osea, tengo mucho tiempo para seguir en eso). Pero bueno, algo mejor llamó mi atención.



Como la mayoría de combis, esta se comenzaba a llenar, generalmente con alguien que se creía con derecho implícito a sentarse apenas se subiera (sí, claro, bastante te voy a dar asiento, ya me referiré a tí en otro post), con impertinentes vendedores de combi llena y gente que necesita una solución ajena. No había otra cosa sino dirigir la mirada hacia el pandemonio más lejano, los anuncios superpuestos, batallantes, carteles de conciertos...



Típicos conciertos panqueques, el cartel del cada día menos soportable baboso sonriente de Gianmarco, el concierto de Panda, Bareto y... ¿JARREAU?



Eso parecía al menos, ¿o era? En estos tiempos, le había pedido al cielo que por favor, los artistas de verdad vienieran en orden, que los impuestos bajarán hasta el subsuelo para los músicas y se crearan algunos casi confiscatorios para los espectáculos deportivos, y hasta ahora se había cumplido, sin imaginarme que mis plegarias habían ido más allá.



Posiblemente, se debía a un estupendo trabajo de la gente de Telestereo o de los de la vieja Stereo 100 (casi los mismos, salvo Roy Morris, que creo que anda en Radio Nacional). Es que no iría a pasar nunca: AL JARREAU EN LIMA, menos ahora que el funk jazz no está ni se pondra de moda jamás. Sería mejor confirmarlo, pues el poderoso caballero Don Dinero no habría podido ser más oportuno que ahora; no tendría que aplicar la máxima de Soda Stereo ("Si vas al concierto, anda a la mejor ubicación"), sabía que máximo, se presentaría en el Vértice.



Felizmente, había otros carteles idénticos en el paradero, con el mismo término pero confundible con otras impresiones. Me parecía extraño que no figurara "AL JARREAU" como es el nombre artístico, aunque eso era relativo porque en muchas portadas de sus disco simplemente figuraba "JARREAU". Era cosa de ver los cartelitos para ver la fecha y donde vendían las...






Aguanten, ¿Al Jarreau no es negro? Claro que lo es, y... ¿SU APELLIDO NO SE ESCRIBE CON DOS "R" Y CON "A" LUEGO DE LA "J"? Sí, dos, no una sola, no como en el cartel, y se trata de un hombre negro norteamericano, no de un colombiano de tez clara, parecido un poco a Juanes, llamado Jerau. Oh, por dios, es un concierto pop-colocho-pachanguero, sí, esa huevada que me produce escosor emocional; será más accesible que el concierto de Al, pero nica voy...


Bueno, tendré que esperar a otra combi.


I sit here waitin', anticipantin', para cuando se escribió esa canción, eso era tomado por juego de campeón, era una costumbre... como pasa el tiempo.


Mientras tanto, espero que venga de vuelta Ilan Chester, luego de su retorno a la música.


Arrivederci, seguimos en carrera!

jueves, 3 de julio de 2008

Las testigos, Wayne Arnold, Oswaldo, mi padre y yo

Tocaron la puerta unos evangelions, o unos testigos de Jehová, no sé. Respeto sus costumbres, más no sus creencias (soy de aquellos que creen que cualquier creencia religiosa está jugando hace rato sus descuentos en la humanidad), tampoco su costumbre de tocar siempre en horas inoportunas, como las 6:55 am de los domingos (anticipándose a la primera misa de su principal competidor) o a las 11:26 am, apuntando a su segmento objetivo de manera casi infalible: Las trabajadoras del hogar, muchas ellas insatisfachas socialmente con su antiguo (o aún vigente) credo (¿Por qué nunca escucharé a un chofer, un jardinero, un obrero o una empleada del hogar decir "Soy ateo(a)", o su versión tibia "Soy agnóstico(a)?), el que legitima su enojosa posición en el mundo, pese a la fe que alguna vez prodigaron.



Una presencia oportuna en esta casa es la de mi amigos Oswaldo, otro fiel seguidor de Los Años Maravillosos, de la iglesia de Wayne Arnold (un reflejo de la adolescencia de Homer Simpson) con su simple oración: "Could I take his fries?" ("¿Me puedo comer sus papas?").



- Son los evangelions - me dijo Oswaldo -, en realidad, hablo de una sola persona...



- ¿Ah, sí? Aguanta, eh, las evangelions son federicas, en cambio las testículos son preciosas y esas faldas le quedan de rechupete...



- De hecho, es un pata, pero fácil es vendedor.



- Despáchalo al toque, dile que somos una pareja de cabros o huevadas por el estilo, para que se largue rapidito.



Oswaldo tenía todas las ganas del mundo en largar a ese predicador, "¿Y tus amigas, tus compañeritas?", le preguntó al pobre chico, "Ah, no vieneron, mira que aburrido; hace unos días vinieron unas chicas de tu iglesia y que bien la pasamos con ellas; estamos ocupados, disculpa". Se fue como jugando a buscar audiencia en otros departamentos, y nosotros pegados a Kevin Arnold.



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Como quien ve la llegada de un producto largamente esperado, así vi a ese grupo de chicas de faldas largas, expresiones calmas y sonrisas de capullo de pasiones. Como siempre, no me conformé con solo verlas: Las deseaba, como desea un niño desgarrar el papel de empaque de su regalo navideño. Posiblemente no me esperaría lo mismo de una mujer católica , al menos, no tan practicante como una de ellas, sino que me excitaba más su condición de sexualmente inalcanzable, o su condición de ser modelos para amar y desafiar mi continencia.



Miraba sus sonrisas, sus ojos, negros los de una y ligeramente avellanados los de su compañera, ¿no les habían prohibido colores como el mostaza o el beige? Demonios, no. Y también como prohibirle a la naturaleza aflorar, si la voluptuosidad no tiene ley humana que pueda contradecirla o desacatarla. Mujeres, simplemente, fuera de sus votos de castidad pre matrimonial, que no podían dejar de ser amadas.



Entré a mi casa rápidamente, pensando que entre sus visitas a los departamentos del primer piso y los anteriores al mío en el segundo, me daría tiempo para ponerme un poco más presentable, de mejor humor, e incluso para que mi señor padre se largara a leer su periódico a su habitación.



¿Por qué tan importante, en este caso, era que mi padre se escondiera? A diferencia de otras ocasiones en las que mi progenitor debe ausentarse, esta se debía a su supuesto dialecto-materialismo. Como todo buen burgués, mi viejo tuvo algún tiempo de posero (unos dos meses, más o menos, en los primeros años de universidad) izquierdista-anticlerical, cosa creíble por la cantidad de frases primitivamente armadas que utiliza para contradecir la existencia de algun dios y despreciar la inteligencia de los creyentes. Le creería y hasta respetaría sus tácticas, si no tuviese los mismos complejos y trabas corregibles de un burgués cualquiera...



Mientras tanto, lo mío era cambiarme de medias y recoger el sencillo que se me cayó. Un timbrazo demoró en llamar mi atención, cosa que si sucedió con unos conocidos pasos que se dirigían inevitablemente a abrir la puerta. Dejé el sencillo, no me amarré los zapatos y calí con lo que pude para evitar la catástrofe que ya había comenzado.



- Dios, ¿ah, sí? ¿Dónde está? ¿Ustedes lo pueden ver?



Las respuestas de las chicas eran imperceptibles por culpa de las irrazonables interrupciones de mi viejo, sus voces sosegadas no podían con la voz impostada y disfrazada de autoridad de ciencia de mi señor padre, que fungía de una especie de maestro de funamiento de carrete***.



- Entonces, señoritas, les pediré por favor que se retiren. Muchas gracias.



Mi padre cerró la puerta sonriendo, como si hubiera contado un buen chiste. Yo me quedé agazapado en la entrada de mi cuarto buen rato, lo suficiente como para asegurarme que no levantaría la voz (como bien podía hacer), al menos no lo suficiente como para que esas dos víctimas inocentes me escucharan. Ya estaba cambiado y todo, y preferí salir antes que meterle un grito por las molestias causadas.



- Hijo, ¿a dónde vas?



- Voy a la farmacia, padre - dije balbuceando, apretando los dientes para no decir "Voy a que se me desonroje la cara, cacaseno; un poco de aire callejero me hará bien" -. Ya regreso.



"Ah, viejo huevón, nuevamente cagándome" Dije en mis adentros, agradeciendo que en 10 años de profesionalismo nunca le haya hablado de ninguna mujer que me haya gustado o nunca le haya presentado a ninguna enamorada para que no malogre la velada. Necesitaba un cigarro y a ello fui, cuando...



- Disculpa, ¿tienes un momento?



"Toda mi vida desde el día de hoy es para ustedes dos, 24/7, hasta el final de los tiempos, y por su amor me hago santo, porque con ese gran milagro olvido todos mis pecados" en un aglutinante "Sí, claro" que me obligó a congestionar el tránsito peatonal en la puerta del edificio, para departir con esas mujeres que intentaban afiliarme a su equipo, mientras que con otros argumentos, yo intentaba afiliarlas al mío. Lenguaje impecable, ni un "carajo"; no voz levantada, que para eso están los patriarcas de la comunidad.



MMMMMMMMMMMMMMMMM (Suspiro varonil, con el mismo sonido del rezongo de molestia de Jack Arnold).



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INXS con Mystify (El disco se llama Kick, de 1987, y llegó a nuestras tierras junto con Guns y George Michael, en ese candente verano de 1988).





No me atrae sólo el hecho sexual de la transgresión contra un sistema de creencias. Ahora que pienso en G, la versión católica huancaina, pienso en algo que es común y que en su tiempo me arrojó a los brazos de M-1 o a la compañía de J: La convicción en sus cosas.



Tal vez por el hecho de ser yo un nómade recalcitrante en muchos sentidos, una de las cosas que busco es la estabilidad de una idea o personalidad consecuente, estable (valga la redundancia) en sus valores y creencias, choquen o no con los míos, o con los mayoritarios. Dicen que quien tiene fuertes convicciones, tiene también fuertes pasiones, y no existen en esa persona zonas tibias...



Por mientras, me deshago de ganas de que vuelvan a cualquier hora en la que esté por aquí. Teniendo limonada y algo de comer bajo de azúcar (o mejor galletas con chocolate, como Picaras o Choko Soda), para mis invitadas por si tenemos más tiempo y claro, podamos prolongar la charla, mirarnos a los ojos e ir de frente hacia las almas.







Sublime canción de Ricardo Montaner, "Es así" (1997)




Arrivederci, seguimos en carrera!