miércoles, 25 de junio de 2008

Filípica contra el condón

- Daniel, Alex, ustedes se pelean por putañeros. Se conocen más tiempo del que Alex me conoce y ahora están discutiendo porque la dueña del circo le ofreció un café pasado al buen Alex.

- Pero cuñao, jajajajaja - me dijo Daniel, tratando de aguantar la risa -, es que ya es indignante que alguien me diga que lo mío es casi una violación, sin saber si mojó o no, sobretodo si tiene que comprar amor...

- Señores, se exponen a muchas cosas, deberían dejarlo. Díganme, ¿a estás señoritas a las que según dicen, visitan mensualmente, se les puede dar sin condón?

- Huevón - me dice Alex -, eso es como que una chica se metiera a un estanque de pirañas en plena menstruación.

- Pues, realmente no dejaría lo mío por verme obligado a usar un pedazo de llanta refinada. Les recomiendo, amigos, acójanse a la castidad, explórenla, piensen en ella como una buena opción...


Esa es una forma ideal para evitar dejarme llevar por los facilismos de la prevención, de la sexualidad responsable o verme dominado por mi cabeza caliente. Dicen cosas como "Piensa mal y ganarás", y en efecto, así lo hago, con pruebas.


Algunos hombres que me leen, e incluso algunas mujeres, podrán darme la razón: El preservativo promedio no ayuda mucho a pasarla bien. Si bien es cierto ayuda de manera invalorable al objetivo por el que los muchachitos buscan, el de marcar puntos, no contribuye a uno de los objetivos puntales del asunto: El gol corporal, esos 15 segundos de fama, el exorcismo, orgasmo, esa palabra bendita aunque suene a "eructo".


Salvo casos aislados que tienen que ver con un preservativo con un "dispositivo especial", o de los ultra sensitivos, el poncho no ayuda, en realidad es el comienzo del fin, porque comienza a aislarte de ella, hasta que en algún momento no se trata de un entrelazado bravazo tipo El Último Tango en París, sino de dos personas tratando de llenar su cartón de bingo.


La aplicación de este razonamiento es bien fácil, es una especie de pirámide mental que bien puede ser falaz, pero muy efectiva:


1) Está respondiendo a las miradas, ya está mirando sola. No hay que hacerle mucho caso.


2) ¿Qué hacer con esta mujer? Las cosas que dice, inevitablemente, llaman la atención. No deja de hablar, eso es estupendo, no me permite tener el monopolio de la situación, siempre tiene algo que decir, condenada música pachanguera de mierda. Por Diógenes Rosales Papa, como me gustaría que haya un Starbucks abierto a esta hora...


3) Bien, es mejor quedarse en este lugar bullicioso, aunque nuestro contacto se distorsione, y comience a ser necesario arrugar el cacharro y hasta las orejas para prestarnos atención.

Parece que viene su amiga, no sé como no le hace frío con esa falda, es la primera vez que puedo agradecer la presencia de una chica impertinente cuando converso con alguien. Ojalá sea una machetera.


4) Esta tía es más lanza que la puta madre, ya comenzó a perrear con nosotros o, mejor dicho, entre nosotros. Ella, a quien ya no llegó a escuchar del todo, me dice para ir a comprar con otros algunas cosas en el grifo. Buena idea.


La de la falda, según Alex, está en algo. Es un jebe humano, pues aparte de impedir cualquier fecundación, realmente nos incomodó. Decidí dejarla con Raulex, de todos modos, ya recordé algo importante sobre ella para descartarla...


5) No quiero avanzar, soy capaz de darle la mano y evitar.

¿Razones? Entre ellas:

a) El hecho de que prefiero seguir cheleando con ella, y comprar un paquete de Poncharellos representaría menos trago.

b) Siempre hay un riesgo de embarazo o de contagio de algo con una desconocida.


6) Espero que Alex, si va a hacer algo esta noche, tenga como protegerse. Ella es la ex de un piltrafa de mi salón de cachimbos, por eso es peligrosa: La estupidez es contagiosa por vía sexual.


Puede que Alex sea partidario del impermeable, yo no. Prefiero no cambiar el riesgo de contagio por el riesgo de can get no satisfaction. Paso, paso de la idea completamente.


7) En cuanto a ella, sigamos conversando. La próxima vez que nos veamos iremos a tomar un café, ya saben como, o alguna bebida que reprima.


Me inspira confianza, pero no quiero tener hijos, ni casarme, ni casarme, ni nada por el estilo. Me conformo con nuestra charla y nuestro posible Estarbacs la próxima semana, cualquier cosa que reprima deseos que, con un preservativo, no siempre serán satisfechos, o lo serán de forma recontra monse.


Amigos, jóvenes o entrados en años, que "masivamente" entraron a comentar mi post anterior: Yo prefiero la elusión en este caso.


Esta en realidad, es la forma más trillada que tengo de "salvar mi honra" y la más simple. Más que meditarlo, la cosa es tener la mente ocupada, y mirar hacia un punto inexacto del campo visual.


- Ya les dije que es una huevada. Es cosa de salir siempre perdiendo algo al ponerse un jebe, lo único que sale es anotarse un poroto y eso no me sirve para nada.


Es un buen momento para alejarse de las mujeres confiables...

10 comentarios:

Martin Balbuena dijo...

La pregunta de toda la vida no? Tirar con jebe o no tirar con jebe? jajaja. De hecho que "sin", pero sabiendo con quien, y eso requiere tiempo, harta chamba...mmm...asi desanima...jejeje.
Saludossss.

Acuarius dijo...

mejor prevenir que curar pues. No habria sido una buena manera de recuperar las fuerzas vitales, es mi opicion.
Bien ahi!
saludos

Mama novata y curiosa dijo...

Tienes muchas tentaciones no??

Unknown dijo...

ve ste!! jaja esa última frase

te paaaaaaaasas oye

bso

Lovely_lonely dijo...

no sé si yo lo lei muy rapido o si fue por el dolor de cabeza...pero mucho como q no entendi.. jejeje =S bueno la idea central si, asi q supongo q eso cuenta jeje =)

Anónimo dijo...

Martín: Sí, es una pregunta más trascendente de lo que parece.

De hecho también SIN, y con todas las cosas, y sobretodo, con algún método anticonceptivo efectivo.

¿Cuántos hombres pensaremos en cuan conveniente esponernos un vinifan?

Acuariana: Sí, olvídate, esa fue mi táctica de defensa: Evitar cualquier advenimiento de tentaciones.

Mis fuerzas están intactas, felizmente.

Sheila: Digamos que son un número considerable, pero en cantidad no son muy fuertes, como que vale la pena descartar.

Eso sí, es cosa de saber cumplir los objetivos.

Fiore: Sí, queridísima, si me acerco a mujeres confiables, romperé mi patriótica promesa. Ahí está el detalle.

Lovely Lonely: No te preocupes, no te tomaré control de elctura.

Prometo un post menos divagante para la próxima vez.

Fr@nk M!Ch@ell dijo...

No lo prometas amigo, hazlo por favor, que leerte y comprenderte en su totalidad es todo un caso.

Si estaras con ese tipo de mujeres, sin pensarlo mucho, con su ponchito pues. No te confies.

Mama novata y curiosa dijo...

Ya vez quien iva a pensar que el gordito del colegio ahora seria acediado por las mujeres

Anónimo dijo...

AVISO GENERAL: Debo aclarar, sobre la última frase del post, que me alejo de las mujeres confiables para no tentar mi mente.

A las desconfiables no me acerco ni en tiempo ordinario.

Frank: Relájate cuñao, el autodominio es más fácil de lo que parece.

Sheila: Fue sólo una mujer, muy divertida. Tal vez por eso tampoco quería arruinar el asunto.

La de la falda era tarea de mi amigo.

Elmo Nofeo dijo...

Cómprate un polo y estámpale, algo que diga "Este pechito no come papas" o "Cerrado por abstinencia".

Un abrazo.