miércoles, 16 de abril de 2008

Crónica del mismo usurario, pero en otra cabina

Como dije en el post anterior, decidí cambiar de cabina. Decidí que mi emergencia cibernética, madurase y pase de un grupo de mozalbetes ultraviolentos, ultrasucios y ultrachusma (sí, así es, por más facho que suene) a un segmento de gente más vieja, posiblemente más madura: El alumnado de una facultad de la polémica (para los que no somos alumnos de esa universidad) Inca Garcilaso de la Vega, cercana a mi casa.




Es una solicitud de perogrullo que la maquina que utilizaré durante una hora, tenga un buen sistema de sonida, Word operativo y adobe instalado. De rigor, sino hablamos y me voy a la cabina de la vereda opuesta, también atiborrada de universitarios. Un cubículo donde al menos puedo estirar las piernas y abrirlas de cuando en cuando, hemos comenzado bien, el sonido es lo suficientemente poderoso para neutralizar la salsa reinante del ambiente. He vuelto a ese añejo aburguesamiento de 1991, cuando era libre y joven, lo suficiente como para odiar la salsa y prestarle atención al "Pecoso" Ramírez.
















Al ver a ese tío, no puedo evitar pensar en que casi todo en el Perú está ocupado. En esta maldita ciudad, quien no tiene un ayllu parece no tener oportunidades; estar solo, sin una vara, puede ser el fatal sinónimo de la desocupación, garantía de fracasos sucesivos, y otros afines. El pecoso se parece a Alfredo González e inevitablemente, es identificable como sobrino de Dennis Falvy, hasta me lo puedo imaginar con el mismo tick familiar y la cropolalia supuesta. Es por eso por lo que está oliendo a quemado, sí...



Al haber respondido ya a todos los mails, me di cuenta de que algo no olía tal como suele ser normalmente. Era un olor conocible por el pecador, el olor del pecado que este no realiza o no puede realizar: CIGARROS. Puta madre, alguien estaba fumando dentro de esa cabina, muy cerca de mí, y no podía enfrentarlo sin perturbarme, sin aceptar la idea de ser un fumador pasivo, sin aceptar que el hecho de recibir puro daño sin cero gratificación era lo que me quedaba.


- Compadre, disculpa, ¿puedes apagar tu cigarro, por favor?


No hubo respuesta. Pensando en que no tenía ganas de otra cosa sino de ser malcriado y encender un cigarrillo, cuando el patín me pase un cenicero. Decidí convertirme en un tronco y dejarme llevar por la corriente del colector de los tantos que hay en nuestra ciudad; el hedor no se siente cuando es generalizado, así que...




Miren pues, alguien dejo abierto su jai faif aquí, y con ello, su vida a libre disposición. No me interesa mucho la vida del brother que estuvo antes que yo en esta máquina, su perfil debe ser de aquellos con poco y barato contenido, pero sus amistades parecen interesantes. Mas, pienso que el "asqueroso" de Loquendo, en los hechos, es mucho más interesante, más que esas chicas en bikini. ¿Las agrego? ¿Cómo? Hace cierto tiempo que no entro a añadir a nadie a mi jai faif, sólo para cargar las fotos... pero en este lugar no tengo ni espacio ni tiempo para profundizar...











Tuve que defenderme de las pendejadas con otras pendejadas, puede que para defenderme de las combis, tenga que meter chasis a algún indefenso, maldita sea, Zavalita tiene razón, toda la vida tiene razón aunque MVLL lo haya parido: En el Perú, quien no se jode, jode a los demás. Mi hora de jodienda acabó... mientras, creo que será bueno volver a un viejo refugio de mi adolescencia...





Apdeit: Recibí noticias sobre mi máquina, y lo suyo es más grave de lo que pensaba. Por lo pronto, estas crónicas continuarán, y amenazo con rellenar esta semana con post ultranocturnos carentes de sentido o contenido: Historias sobre un eructo seco, sobre un árbol seco, una salamandra seca, fotos o memes; lo pensaré, si es que no encuentro algo más gracioso que Loquendo.







Esta es una mis películas favoritas: Memorias del Subdesarrollo (1968) ambientada en la Cuba postrevolución y pre crisis nuclear, osea 1962; un pequeño segmento, sin incluir las meditaciones completas del personaje central.


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