lunes, 12 de mayo de 2008

Resolución J



- ¿Raúl Vásquez Rodríguez?

- Sí, él habla, ¿con quién me comunico?

- Te llamo la Oficina de Derechos de Autor de INDECOPI, necesitamos programar una entrevista contigo para hoy día en la tarde, a partir de las 4:00 p.m.

- Imposible, tengo un compromiso ya pactado para esa hora...


En efecto, ese día tuve una entrevista en una consultora dedicada a Tributación, más precisamente, referida a IGV.



No tengo ganas de darle más pié a INDECOPI; si bien es cierto sabía que estaba gastando pólvora en gallinazo en la consultora, realmente no quería seguir dándole oportunidades a una institución que, aparentemente, sólo me tomaba en cuenta en caso de emergencias. Llamarme para pactar una evaluación personal de improviso me hace pensar ello, y no era la primera vez. Simplemente, me harté de ser se segunda y hasta tercera opción, cuando menos lo necesito...




Como dije en un post reciente, los hombres nos arrepentimos y volvemos; si no nos aceptan de vuelta, será problema nuestro asumir esa situación que nosotros mismos provocamos, de ser el caso. Es bueno aceptar que hay ciclos que acaban prematuramente, tal vez porque no debieron comenzar jamás, o porque no tienen futuro, por miles de cosas más en infinitos estados posibles del mundo.


Si bien no me fue tan mal en la entrevista, sabía que mi ciclo con el Derecho Tributario había culminado. Una breve experiencia laboral con impuestos municipales y un estupendo paso académico me hicieron pensar que era lo mío, además de lo seductor de la plaza laboral y, sobretodo, de hacerlo en algo en lo que tenía casi tanta capacidad como en Competencia o PI, y que sólo requería más esfuerzo de mi parte.








Decidí arriesgar y lanzarme con todo a ello, abandonado lo que tenía, sin esperar las consecuencias que llegarían con el paso de los meses, y que se mezclarían con mis peores momentos laborales gracias al estado peruano y su sistema penal inquisitivo. Mi rotundo fracaso con un grupo de investigadores de Derecho Tributario y con un conocido estudio en una misma quincena, Oct-2007, coincidieron con mis conflictos en la oficina que ya estaban por explotar. Felizmente, ningún cuerpo aguanta 100 años de males sin bajar de peso...


Después de entregar mi primer escrito en INDECOPI, ya en Noviembre, referido a la distintividad de la marca de un cliente, me sentí de nuevo en casa. Estaba nuevamente en lo mío, como si nada hubiera pasado, pues el fuego incendiario que por aquí pasó, ni cenizas dejó al terminar.







Recién al llegar, me di cuenta de lo necesario que era evitar el zanjón. Hace ya un año había conocido a J ahí, en esa manifestación anti-racismo, entre la Av. Andrés Reyes, el puente y la Av. Las Begonias. Rumbo al último piso, me la presentó Humberto, que luego de unas semanas me contó que habían conversado y entré a colación en dicha conversa.


No debo pensar en ello en este período tan cómodo para mí, menos en Mayo que es el mes de mi santo y de mi desgracia (May-2006: Caso Limón gracias a AQSSMA. May-2002: Incidente LMS y el penoso proceso al que dió lugar. Increíble que eso pase cuando al Salamandra le da ganas de buscar novia), cuando en este año no existe primavera roja, ni love rollercoaster, sino una agradable, fría y hasta materialista (una amiga me dijo eso, su opinión no me importa, ¿qué sabrá ella?) estabilidad.


Pero también hay stand by, como este, y, sobretodo, respecto a ella. Cuando me apoyo en la baranda del puente, para ver la excitante rampa de subida a Saga, pienso en su frase "Después de la protesta, las chicas van a comprarle a la competencia" (La protesta fue en Ripley, luego de lo cual, muchas chicocas se fueron a comprar cositas a Saga), mientras le decía que era curioso que en el puente Andrés Reyes, conociera a una Reyes. A pesar de lo que ha pasado, J es un motivo más para que me guste tanto el zanjón, mi avenida favorita.


Esta estabilidad es también período de vacancia. Hoy por hoy, sinceramente, sólo podría dejar mi licencia por una sensación similar. Lo admito, J es un partidazo, me incomodaría algo si ella inicia algo con otro ahora y también me despertaría mucha envidia la suerte de aquel. Sin embargo, partidazo y todo, los ciclos expiran cuando se permite que ello pase.


Como pensé después de vernos antes de mi viaje a Huancayo, la pelota está en su cancha. Su permanencia aquí, en mi vida y en este puente, es más que precaria; su era tambalea y la última prueba antes de su expiración definitiva es este mes. Si ella no se manifiesta por mi cumpleaños, simplemente tendré que declarar la caducidad, sin ningún roche, sin ningún dolor.


Repito, J es un gol de psicóloga, pero un partidazo que no hace nada, ni tiene interés, de nada me vale; chau espacio en el celular, chau MSN, chau mail, estoy en la capacidad de asegurarlo. El zanjón seguirá siendo tan especial como siempre, felizmente es un lugar compatible con cualquier amor; sus frases y razones puedo encontrarlas en otras personas o simplemente descartarlas para dejarme embaucar por otros encantos.


(Eso sí, todo rastro de J será borrado para dar lugar al presente, como si nunca hubiese estado. Nada deberá perturbar su camino)


Lo mejor de todo es que estoy completamente seguro de esto. Tiene una semana entera para hacer algo, después de los feriados. Tengo el dominio del asunto, Raulón pisa fuerte y está decidido a seguir adelante, sin retorno.


El desamor cansa, más a un corazón exhausto y en reestructuración, y hace que los mejores ciclos expiren en podredumbre.




5 comentarios:

Luz Gutierrez dijo...

cerrar ciclos es pesado, duro y jodido. el desamor aburre y stressa. andar desempleado y libre es rico, pero andar sin plata y viviendo de los ahorros para luego volver a la situación de mantenido stressa.

El corazón... yo soy más arrebatada en ocasiones: no me llamas? CHAU. Aunque en otras estoy toda ansiosa, con el corazón en la boca y al pendiente, con la incertidumbre merodeando... odio la incertidumbre, es más... me jode.

Los lugares se acoplan y se amoldan a las circunstancias: mi banca preferida del Olivar ya conoce dos fracasos y ahí sigue esperando por el tercero... sigo buscando. No había pensado en el zanjón como un lugar de esos. Será motivo para visitarlo.

Besos.

pd. Feliz Cumpleaños... atrasado o adelantado, quién sabe, yo no sé porque no sé que día es tu cumple :)

Octavio M dijo...

"El zanjón seguirá siendo tan especial como siempre, felizmente es un lugar compatible con cualquier amor".
Lo mismo pienso de los malecones de Miraflores y del Parque María Reiche. Son lugares míos, aunque por allí haya caminado infinidad de veces, meditando y sintiendo varios casos amorosos distintos.

Vitalnn dijo...

Mala situación es esa, si es verdad.

Pero la verdad, que tu escrito de lo que más está cargado es de fuerza, y eso es lo importante. Que tú estés en el momento de elegir, y lo hagas. Eso es lo mas importante, el punto de inflexión en que sin duda tú y tu corazón serán recompensados en breve.

Suerte!!!!

Anónimo dijo...

Octavio: Es cierto, sobrino. Finalmente esos lugares son NUESTROS, como nuestros depas, sólo que a veces invitamos gente.

Silvia: Necesitaba esa fuerza para resolver así.

La cosa no era huir de esa elección y enfrentar el problema pensando en darle espacio al presente.

u.u dijo...

ah! tantas cosas juntas hasta a mi me aturden..como algunas personas soportan tanto stress xS