Gracias, Dra. Sasieta

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Gracias, tía, porque ayudas a evitar que se propaguen estas enfermedades. Entre esposas y madres, sobretodo de clase social baja ("sector sociocultural" o "socioeconómico" son eufemismos).


Gracias, te doy, porque necesitaba una luz verde así de expresa. Total, estoy en período de vacaciones emocionales, y creo que podría prolongarlo incluso estando en una relación, ¿no? Total, lo importante es no SIDA, no ETS, el fin justifica los medios.


Muchísimas gracias, a nombre de todos nosotros. Total, uno es varón pe', ¿no, ñori? Somos así, tenemos que tener catedral y parroquias pe', uno tiene sus necesidades, sus impulsos pe'. Y no va a ser, ttttssssssssssssssss, nadie tiene porque cambiarnos ni exigirnos lo contrario, y si cometemos el error, normal nomás pe', total, nosotros paramos la olla.


Gracias tía, por hacernos saber que una equivocación así de grande tendrá solución, y esta puede costar entre S/. 2.50 y S/. 5.00, y le hacemos un gran favor a ella. La queremos, queremos a nuestras familias, todo eso, pero no tenemos porque corregir ninguna conducta, simplemente evitar contagiarla. Total, ella nunca va a botarnos, no nos va a cuestionar sin sospecha, sólo nos va a pedir usar condón, nosotros podemos seguir sacando jugo.


Gracias por ayudarnos a transmitir ese mensaje a nuestros hijos. Así como ya creen que es normal tirar basura en las veredas, pasarse la luz roja, hacer pendejadas, él creerá que es parte de su rol hacer lo mismo, sentarse sobre el estado anímico de ella. ¿Y ella? Pues simple, creerá que así es el molde de marido pues, creerá que es adecuado esa y otras desviaciones, total, "fácil es su culpa, por algo será". No importa, total, no los hemos contagiado.


Gracias doctora, porque felizmente dijo "casa" y no "hogar", pues la hoguera ya no une más, si es que aún crepita. No puede haber hoguera donde simplemente no hay confianza, donde todos mis movimientos serán dudosos y teñidos de sospecha, mientrras la mentira se hace moneda corriente. Porque en mi casa mando yo y me porto como me da la gana, no me importa nada más...

Y gracias me dice ella, no la contagio, soy responsable y por eso, ella tiene que esperarme con la comida caliente y la casa limpira, soy el padre de sus hijos por último. Necesita de mí aunque la trate así, y pobre de aquella persona que le sugiera que no tiene porque soportar eso o sino "Amiga, tú vales mucho más"; muy mal, eso destruye las familias, separa gente que no puede convivir, muy mal, no importa el individuo. Pobre de esa persona que estará condenada a la soledad, a espantar a los hombres (si es mujer) o parecer un(a) radical; prefiero ese discurso conservador, porque la realidad es así, porque los hombres somos así y las mujeres son así, y no tiene porque cambiar el asunto.


Gracias doctora, de parte mía, porque mi infidelidad es aceptable. Somos de clase social baja, ella depende de mí, nunca va poder hacerla sola. Es parte de su idiosincracia también; a diferencia suya, ellas son desvalidas para la vida, ellas no conocen la separación, y no tendrán posibilidades después de eso, pues la vida ahí se les acaba, aunque la hayan salvado al no contagiarse.


Soy así, no merezco que se reprueben mis conductas. Mi vida es sólo mía, aunque aparentemente la comparta con alguien más y tenga más de una persona que aprende de mí. No tiene porque importarle, no tiene derecho a cuestionarme, no puede hacerlo...


Que día de la mujer ni que ocho cuartos, tía. Felizmente, está casada, a mí no me gustan las pisadas, ni con sueldo de congresista. Seguirá esta historia, seguirá este orden... y ustedes tendrán más y más clientes en sus oficinas...