viernes, 28 de agosto de 2009

¿(En el limbo) del amor? Después del amor




Este post está dedicado enteramente al mejor Renato Cisneros que hemos leído. ¿Por qué, hermano? ¿Por qué no dices que te cansas, y ya? ¿Por qué nos castigas con posts tan pedorros?


Acabo de leer un súper mega notición en el blog de Kalo Wantan: Los grandes servidores, Blogger y Wordpress, están pensando seriamente en suprimir los blogs personales "de amor". Bueno, es un notición a medias, en realidad...

Durante varias horas de esta semana sentí una de las pocas cosas que me tumba en cama por más de seis horas diarias: Impotencia. Son días en los cuales algunas cosas y caoses actuales no salen ni bien ni mal, permanecen en un estado mediocre que sólo deja desazón, aburrimiento y deseos de una muerte prematura a los 27 años.

Tal vez se deba a lo irregular de mi dieta en estos días. No, no creo que sea por la carapulcra que comí hoy, por la que me aguante toda la tarde, ese tipo de ajíes me suelen causar mucha alegría, y no pude relajarme al soltarlo, ni por haberlo soltado en la cara de una chica de la combi que me miró feo por haber cometido el delito de cruzar mirada con ella durante más de un segundo y luego chequear el resto de la mercadería. No, no, no, ese tipo de cosas y rechazos de combi son refritos, por lo que muchos blogs merecerían cadalzo, pero nunca este.

Nada que ver, hago chistes, me rio, me doy risa, pero no dejo de entristecerme. Está bien, doctor, me sinceraré:

- No puedo vengarme, no tengo como.

¿Se acuerdan del infeliz que quiso serrucharme en mi fiesta de graduación, por lo que tuve que botarlo de mi mesa, ganándome rencillas hasta con mi pareja? Pues bien, no me había equivocado, ese conato de anciano había ido a ligar sí o sí a Cieneguilla, y yo fui el que indirectamente, provocó su felicidad actual: Se fue a otra mesa, con una chica que había ido sola, hicieron click, luego hicieron KAS y hoy por hoy son una feliz pareja, eso saco de tener a esa víctima en mi MSN y FB.

Si hay una circunstancia equiparable con la hemiplegia, debe ser la imposibilidad de venganza. Una parte de mi alma, como el amor y la sed de justicia, están activos, pero las extremidades destinadas a patear y lesionar, más que inactivas, están atadas. Maldita sea, que suerte tienen los que no se bañan.

¿Y si me voy sobre ella? Hay otra imposibilidad conexa a esta, de la cual hablaré en unos minutos.

- Es gracioso que mucha gente que se considera amiga de quien escribe, me hable últimamente, después de mucho tiempo, sólo por FB, y exclusivamente para preguntarme una cosa: Si voy a ir o no al cumple del amigo de todas. Mi respuesta simple es NO, pero sólo hasta ahí me siento poderoso, pero más que eso, justo.

Para soltar un NO completo para esta situación que he mencionado en un post anterior. En aquella ocasión, en lugar de quedarme mucho tiempo esperándola, me fui a ver una pela en la biblio de la universidad, una buena película que no tendría porque esperar ante irresponsables retrasos (quedamos a las 7:00, la esperé hasta las 7:08; después de ciertas muchas cosas, no le perdonaría una tardanza ni a mi mujer ni a mi madre), por lo tanto, no hubo posibilidad.

Hoy quiero mandar a la mierda a este grupo de amigos, a estas personas que parece que sólo me quieren como parte del quórum, que aparentemente no me conocen mucho, no tienen teléfono, ni mail, ni celular, ni otro motivo para comunicarse que no sea la dichosa pachanga (la cual no tiene sentido sino tiene fines copulativos, tal como lo indica abundante jurisprudencia de esta casa).

No creo que se hayan dado cuenta de que no me gusta la pachanga, de que evito en lo posible la cerveza porque no quiero volver a ser gordo, que prefiero ser libre en soledad, libre e independiente de cualquier atadura que obstruya la búsqueda de mi felicidad o al menos, de la satisfacción de mis más impíos y personales apetitos, de cualquier cadena que me impida vivir una vida de mí, por mí, para mí. Por último, hay algo que se llama falta de transparencia, eso sí es evidente y grave (hay FB, babosos, todos sus movimientos se plasman ahí, "no tienen porqué ocultármelo (sic y sick)").

- Mi primer intento para irme del país se me derrite. Nunca había escrito sobre esto porque era algo meramente expectaticio, y no me gusta soplar velas antes del cumpleaños. Pero bueno, mejor material hay en una expectativa frustrada que en una expectativa incierta.

Después de mi examen de grado, tenía la oportunidad de tomar una pasantía en Toledo, desde Enero. El gran problema es, hasta ahora, saber si mi examen será en Octubre, Noviembre o Diciembre, y si mi título estaría listo para Diciembre, en el peor de los casos. Las inscripciones se cierran en Noviembre, lamentablemente tengo todo (incluso el título, en eso me siento seguro) excepto lo más importante: El tiempo sincronizado.

Luego de mis continuos descalabros intentando llegar a INDECOPI (lo cual pondría corolario a mi azarosa carrera), mi otra gran frustración profesional es nunca haber podido salir del país por cuestiones vocacionales. De hecho, desde que comencé los cursos de facultad (2004), ni siquiera viajé en avión. He hecho tanto esfuerzo emocional, tanto descarte de otras cosas tan o más importantes, para no haber compensado nada...

Tal vez sea una salvación. Tiene que ver con la causal siguiente.

- Estas cosas me conducen a agarrármela con el elemento vicuña, de los más valiosos, el más indefenso: Deshacerme de este blog.

El personaje ya no es el mismo, hasta el final que estábamos planeando sacar en cómic no tendría asidero. El hilo de la historia se ha perdido entre artículos coyunturales, llenando este espacio de contenidos que bien podrían encontrarse en periódicos, revistas, radio o televisión, violando uno de los principios de esta casa: "Ofrece al público algo distinto a lo impreso y público, pero que bien podría imprimirse y publicarse".

De otro lado, pensé en delatarme ante el supuesto robot rastrea-bloggeres SWEEEEEEEEEEEEEEEET, poniendo una foto mía de maldito, escribiendo cosas dignas de un pretencioso literato que cree ser un oscuro de mierda y llena sus páginas de historias de idilios frustrantes con resultados sexuales, pero me frustra saber que no soy tan buen actor para hacer de esa obra algo permanente.

Venga, no me nace, no es una característica natural mía, ni de posar con una taza de café, ni de escribir cosas por las que ni siquiera hurgo en el universo. Tal vez, ni siquiera soy lo suficientemente "maldito" como para estorbar significativamente a aquel pata que mencioné en párrafos anteriores, no por el momento.
Por último, casi nunca he tirado muy ebrio en mi vida. Eso sí, he dejado que ella se emborrache, para que sea más simple desplegar el arsenal de la pasión.

De hecho, estoy en una etapa álgida, una glaciación personal que bien podría calificar como el limbo del amor después del amor, donde las cosas no salen pero podrían salir, si yo quisiera. Por lo pronto, no me veo ni en el deseo ni, peligrosamente, en la capacidad de compartir mi vida con cualquiera.

Dicen que eliminarían los blogs con mala prosa, con refritos de Benedetti y Coelho, pero nada dicen del desamor, de perder campeonatos en la fecha final, de desbaratar dogmas de relaciones personal. En todo caso, para hacer que me despidan no sólo por la prosa mediocre, creo que hubiera sido mejor utilizar el poema de Benedetti después de su muerte, o al menos después de que lo hiciera el odioso enamorado de una amiga, osea, en el 2008.

(Sugerencia para quienes se las pegan de liberales y quieren seguir siendo bloggers, consejo de pata: Tomense una liberalidad en cuestiones como economía o racismo)

Bueno, eso pasa. Tal vez sea porque estoy susceptible, porque el veranillo de Santa Rosa no me agarró con buen humor, vaya yo a saber. De hecho, hace cierto tiempo he desocupado este blog, dejando como herencia posts fantasmas, inactuales programados con demasiada antcipación. Sin embargo, me he encontrado con blogs de la puta madre, felizmente ya no voy al BlogDay.

No creo que pase nada interesante ni relevante, de todos modos, aún hay inactuales en la congeladora. Como siempre digo: Sobreviviré, ya lo verán. Arrivederci, seguimos en carrera...


Foreigner, soberbia canción.

Una obra maestra, tan buena como la original


Cher me está haciendo olvidar el amor, algo adentro me dice que no lo necesito ni lo necesitaba tanto.


Blog generoso, para que no sigan que odio a Fito Páez.

PD 1: No sé si se han dado cuenta, pero este post está compuesto de hartos flashbacks a otros post de las primeras dos temporadas. No sé si es una buena forma de cerrar. No sé, ¿cuánto falta? No lo sé, ¿si es muy tarde? No lo sé...

PD 2: Carlos me escribió un mail escatológicamente gracioso sobre aquella mujer de aquel post, a quien cariñosamente bautizaron los de su piso como "Car'e Mazamorra" o "Car'e Cerebro".

Gracias Carliangas Miranalgas, you've made my day.

PD 3: Debido a la acogida y permanente relevancia mediática (porque otro tipo de relevancia no tiene), este blog decidió fomentar el debate acerca del caso Fefer en un próximo post que verá la luz el primer día del mes de Septiembre. Sólo complementaré brevemente mi posición ya expuesta en el post anterior. Amigos lectores y comentaristas, alisten sus comentarios y posiciones para el debate, así es.

domingo, 23 de agosto de 2009

¡Así es!

Pese a sentirme desclasado, hay elementos objetivos que me retiran de mi tradicional clase social B, para mandarme a la C. Pese a mi profesión, los ingresos familiares y todo eso, situaciones bagres (no tanto como este bagre) como la que me aqueja:

ME VOLVIERON A QUITAR EL CABLE.

Venga, no tengo deco, ni HD, ¿para qué, si sólo estoy tres horas en esta casa? Y una de ellas la invierto con Los Simpson en el 2 o Clave Una (en ese hospital no hay pierde); tampoco es mi satélite de DirecTV, no necesito tantos canales, ni siquiera lo necesito para jamonearme (no creo que haya mucha gente en Jesús María con este servicio). En fin, es mío, caray, y mañana juega el Liverpool, aunque sea quiero ver la repetición del partido a las siete.

Bueno, fuera de mi chamba y andar estudiando mis expedientes, me di algo de tiempo y fe para la tele peruana, mientras zappeaba entre el programa del viejo Denegri y Cuarto Poder. Me encontré con esta maravilla:



No pude evitar cagarme de risa. Alguien había trasladado las bromas contra Ganoza a un canal de antena caliente, a un tema que más que serio, es un chiste que no llega a dar risa, que sólo sirve para la distracción popular con personajes pitucos protagonistas de una trasgresión muy de moralina: Los crímenes "familiares".

Y una de las cosas más plausibles de esta broma masiva es la profesionalidad actoral con la que el bromista hace lo suyo. Nada que ver con las risitas y los titubeos que solían escucharse en el 11, sino toda la soltura, seguridad y solvencia de un actor de canal grande, de un caso de "interés". Tienen que ver el segundo 0:32, ese escalón que se forma con la imagen del padre, traspuestas entre sí, mientras acuña una frase que para mí es un gran símbolo del peruanismo: "Así es".


Los que me tienen en el Facebook se ganaron con este vídeo, en lugar de tragarse dos horas de Bayly para verlo, y algunos pidieron opinión. La daré, aunque sea socialmente incorrecta.

Este caso es una payasada, se está llevando de la forma más chicha posible. Es deber de la fiscalía guardar reserva sobre los casos en los que está investigando, así como evitar formar juicios a partir de opiniones de terceros que no tienen nada que ver, como la del padre de los Bracamonte, quien nunca fue llamado por nadie, pero salió campante a señalar a su hija, lo cual me dirige hacia otro punto del tema.

¿Qué pasaba y qué pasa ahora con esa familia? El viejo debe haber metido las gónadas en plutonio o debe haber tomado baños de asiento con Uranio, como para que le salgan hijos así, todas las familias tienen, aunque sea, un hijo hetero, y claro, tampoco se sacan los ojos sólo por plata (hay, en la vida, cosas más importantes por las cuales sacarse los ojos). Todo mundo le echa caca a la chibola, pero vamos, la madre también era una loca de mierda, y parece que le andaba manoseando la plata a Eva, para gastársela en reencauchamientos faciales; para mí, eso es grave, que gasten mi plata en tonterías como cirugías, no se lo perdono NI A MIS PADRES.

En fin, eso no es lo peor que me pudo pasar sin cable en estos cinco días. Fui víctima del pop peruano, de la posibilidad de que cualquiera pueda grabar una canción que se le podía pegar a cualquiera que pudiera tararearla para que sus compañeros de chamba lo fastidien. Los cualquiera somos Monique Pardo y yo, con su canción de cualquiera: "Caramelo". PMadre, chúpate esa, Raulín Raulón.


No canta esta vieja de miércoles, tiene la garganta hecha bosta de tanto fingir orgasmos. De hecho, esto me parece una copia de una célebre canción de un dúo español llamado Baccara, de 1977, que aquí adjunto como anexo. Buen dúo, pero huachafo como sólo los españoles pueden ser.



Update: Me van a reponer el cable mañana, así que si llego temprano a la casa, podré ver el partido del Liverpool. Mientras tanto, les dejo una reliquia del "Así es", de 1987, peruanísima, protagonizada por Toño Vega y el siempre infravalorado injustamente Polmartán. Estoy publicando esto a eso de las 11, así que le gano a Bayly igual, ASÍ ES.



jueves, 20 de agosto de 2009

Mala Cara

Cuando no hay mucho que hacer, algunos empleados divertimos la boquilla, y tal vez, tratamos de divetir la vista. El día de hoy era día de entrevistas para nuevas plazas en el área de riesgo, y para Carlos, podía ser el día de preselección de nuevas víctimas.

- Mario estaba muy descontento con ella, pero yo la jalaba aunque sea para el día de la primavera.

- Podía ser, pero vamos, si quieres que esta sea la oficina Nastizol, tiene que venir una chica como la de Nastizol.

- ¿Cómo se llamaba? Estaba bien, castañita, flaquita...

- ¿Te sientes disconforme con lo de nuestra zona?

- No, pero yo creo en la confraternidad laboral...

La belleza femenina es una de esas cosas (adictivas) que eleva el entusiasmo, el optimismo, y nos hace pedir más. Mas, esa premisa no sirvió de mucho después de la llegada de la siguiente postulante, a quien instintivamente le escondí la mirada.

- ¡Puta madre!

La interjección de Carlos no hizo más que elevar la curiosidad. Pude ver su rostro y al segundo, sólo atiné a quitarme los anteojos, luego de la correspondiente (y novedosa) escarapelada de estómago que me mande. Simplemente, antes de sufrir un posible derrame, quise que las últimas imágenes que registraran mis córneas fueran las borrosas de la oficina, vaselinadas por mi profunda miopía.

- Bien Nasty ese cacharro, no jodas. Mejor volvamos a chambear.

- Sí, vámonos.

"¿Crees que un rostro feo puede matar a un hombre?" Pregunta clave, similar a la del 0:44. Este no es el trailer original de Tesis, película que deben ver antes de casarse, al menos.



Carlos y yo nos quedamos chongueando en la oficina mientras otros almorzaban, mientras disimulábamos el hecho de que esa imagen nos había quitado el apetito. Y es que entre los chistes, (siempre) hay una revelación: "Esa cara sólo se podía ver a través de un negativo de fotografía o con máscara de soldador", "Ese cacharro estaba más cagado que pared de adobe y quincha luego de terremoto", "En navidad habría que regalarle cemento y tablas, para apuntalar", entre otras, entre carcajadas incompletas por una extraña seriedad, la rara sensación de tocar un tema realmente chocante, casi tabú.

Son más de las 9:30 pm, y ese sólo segundo de vista me quitó el apetito hasta ahora. "¿Crees que un rostro desagradable podría matar a una persona?", le escribí a Carlos a eso de las 6:52 pm, camino a casa, mensaje que no contestó ni me comentó, porque no entró al MSN en lo que va de la noche.

Fuera de la conmoción digestiva, no puedo dejar de pensar en que me siento traidor y frívolo. Pese a mi polemizable apreciación, siempre me consideré parte del equipo de los "feos por alguna razón", que no son sólo los feos de cacharro, sino también los gordos, los cuatroojos irremediables, los "oscuros", los chatos, los granosos, los que no tienen plata, los inseguros, los "nerds", los estrambóticos, los vintage que gastan poco en su vestimenta, entre otras comunidades de belleza no oficial; por eso, ahora siento que no es leal de mi parte juzgar de mi parte a una persona que bien podría pertenecer a "mi" comunidad.

De otro lado, tal vez sólo podía encajar en algunos de aquellos aspectos, pero al dejar algunos, me di cuenta que mi demanda de "desear ver más allá de la imagen o apariencias" era hipócrita, pretenderme profundo para no aceptar la falta de estética y, por tanto, impedir que alguien me juzgara por mi carencia: "Si yo no veo la paja en el ojo ajeno, nadie se fijará en el tronco del mío", vaya falacia.

Seamos honestos, ¿es que "lo profundo", se encontró en lo anti estético, de forma excluyente con respecto a la belleza física? No. Al contrario, no sé si se trata de mala suerte o la exaltación del juicio desfavorable debido a la fealdad, pero las personas más feas que conozco son también bastante "odiositas": Pedantes por las huevas (osea, sin blasones que fundamenten su ego inflamado), otras más malcriadas y asquerosamente desatinadas, y la mayoría, sinceramente, un indeseable combo de rebosante cojudez, dulzura de olor a pelota Viniball y trascendencia de cumpleaños del indocumentado hijo del vecino. Vale decir, no compensaban pues, no era como la desproporción belleza-genio presente en los cuentos de hadas o novelas

(Beatriz Pinzón Solano, el personaje de Ana María Orozco, en la "vida real", ni siquiera es un error estadístico: Quienes hayan visto la novela, se habrán dado cuenta de que era una chica algo torpe, mal vestida y, sobretodo, mal peinada, pero fea natural, "caracagada", nunca).


Sigo sin sentirme integrado al mundo normal, de las personas delgadas, lindas y felices, pero pensándolo bien, más que eso, soy un desclasado total y más aún... ¡PUTA MADRE, SOY UN SER HUMANO, UN HOMBRE SENSIBLE QUE PERDIÓ EL APETITO POR CINCO DÍAS MIENTRAS TRABAJABA EN LA AV. ABANCAY!

Sé que parece hasta inmoral y antiético, pero no puedo dejar de horrorizarme al recordar ese segundo llenó de cráteres, de restos de granos reventados, de sinuosos caminos lunares rodeados de un cabello cuidado con Harpic con olor a pino. Tampoco me siento como los del otro lado del universo, y ahora que lo pienso bien, no tengo porqué ser tan... ¿indulgente? Sobretodo si, ahora que lo pienso bien, tampoco lo serían conmigo (de hecho, varias feas me clasifican como "estrambótico", jajajaja, panochas tristes, eso se me quita viendo Plus TV).


Estoy comenzando a dudar, a ver si se trata de un violento problema hormonal o, tal vez, la confirmación de lo superficial que me estoy volviendo. Tal vez estoy cambiando demasiado, tal vez estoy destruyendo demasiadas bases fundamentales del pensamiento...

Un tesoro, creo que también aplicable a este post.

lunes, 17 de agosto de 2009

Si no es...

Si no quieres nada conmigo, no utilices signos de admiración (¡!) cuando me mensajees, menos en la ocasión de emergencia que tengamos de MSN.

Si no quieres conmigo absolutamente para nada, no me toques la cabeza cuando te despidas de mí. Tampoco humedezcas los ojos, ni los hagas brillar, sepáralos un poco de los míos, de mí, jalalos hacia arriba, detrás de los párpados, algo indiscutible. Mucho menos te empines para saludarme, ni estires los brazos demasiado, muchísimo menos pises la punta de mi zapato; simplemente, deja que yo haga el doblez, y todo el esfuerzo, que ya sé lo que significa.

En caso de que no votaras por mí, simplemente di que todos los días tienes algo importante que hacer, que tienes una carrera muy difícil o una maestría que acabar. No soy un huevón, pero hartas veces me comí el cuento de que puede haber un segundo intento. Entonces, no me des ni espacio para volver a pensarlo, simplemente no entres en mi carril ni dejes que entre en el tuyo.

Si no te intereso, baja la voz cuando digas "Hola" por teléfono, no incluyas las palabras "ay!", "¡Oye!" o "¡Qué loco estás!". En ciertas ocasiones, todo lo que necesito entra por los oídos.

No me devuelvas llamadas ni mensajes, mejor. Si no soy lo suficientemente especial, incluso "un abrazo" por mail puede ser peligroso en cierta ocasión. Es más, sería estupendo que utilizaras ese frío y altamente inapropiado "Saludos" blogger al final del mail, tan matapasiones como el sabor del kión.

Hay zonas de mi piel especialmente ilusas, así que te pediré encarecidamente que, si no soy un hombre competitivo para tí, procures evitar contacto con las siguientes zonas:

- Manos y antebrazo.

- Muslos.

- Rostro.

- Cabello.

- Pectorales (o tetas, o costillar seco, dependiendo del grado de adiposidad del momento, especialmente en la zona izquierda).

Si no compito con tu profesor de Civil 1, ni con el chico que conociste en tu viaje, ni con el artista de Sevilla, ni con el hippie que conociste en la playa, ni siquiera con tu ex (ni con el que se volvió gay después de estar contigo), no dejes de hablarme de ellos, no dejes de mencionar cosas que me hacen pensar lo importante que son para tí, al menos una vez cada vez que nos veamos. A mayores menciones, menos será lo que sepas de mí, de eso puedes estar segura.

Si yo no soy esa otra mitad o alma gémela (que dices buscar), di que él tiene algo bueno, muy, muy en el fondo, a pesar de ser un perfecto imbécil. Di que aprendiste muchas cosas valiosas con él, que tienes que protegerlo y entre sollozos, di frases cojudas como "pero yo lo amo" o "así lo adoro", entre otras. No sólo salvarás mi vida, sino que me harás matar de risa y me evitarás riesgos innecesarios.

De no querer que entre a la iglesia contigo ni como paje, no ocultes tu pasado. Muéstralo con orgullo, con calzón probatorio de ser necesario, pierde la cuenta de tus agarres, parejas, amantes, vacilones, menciona a los peores, a los más cagados, a los fanáticos de los videojuegos. Así, tendré yo razones para mostrar mi propio esperpento histórico y alejarme lo más posible de tí, con evidencias de lo riesgosa que puedes ser como pareja y/o de la poca autoestima que puedes tener.

Si quieres tomar un café con un amigo, sólo eso, amigo, y si ese soy yo, te pido por favor que no uses esa blusa tuya que tanto me gusta por lo fácil de despojar y reventar, ni esas botas bajas con jeans, ni esa casaca, ni te arregles tan preciosamente. Mientras conversamos, no te rías tanto, no me acentúes el hecho de que conmigo te diviertes más que con cualquier persona; mejor dicho, no te diviertas tanto a costa mía, que tu risa puede ser una trampa mortal, la risa de una sirena a punto de aniquilar al marinero.

De vida o muerte será que jamás me muestres tu frente: Cúbrela, create un cerquillo o algo así, pero dile no a ese anzuelo; de ser posible, píntate el cabello de un color escandalosamente falso o hazte rayitos. Tampoco me permitas tomar la parte externa de la vereda al caminar, ni acomodarte la silla, sé que es difícil que te des cuenta de ello, pero igual, te podrá costar mucho pagar parte de la cuenta, pero puede ser beneficioso para ambos...

Por nuestro bien, si tu gran muestra no me quiere tener ni como extra, por favor, no me acompañes en ninguna canción que recuerde, no completes mis oraciones, no te preguntes por el trago o el pastel que me guste. Que esa canción de Danza Invisible no exista en tu mente mientras esté frente a tí, nunca jamás adoraste el libro que te regalé o que te recomendé, es más, si quieres, que te lo haya regalado otro, uno de esos intelectuales estereotípicos de saquito que terminan gustándote.

Reitero: De no ser yo a quien esperabas, evita que mi nariz roce la tuya, evita que te toque el cabello, que te mire demasiado a los ojos. Soy una especie más ilusamente voraz de lo que parezco. Procura evitar los atardeceres conmigo, las caminatas nocturnas, las conversaciones largas, los temas graciosos; trata de perderte entre las docenas de mujeres que me hacen amar más mi libertad.

Si no quieres que me quede mucho tiempo, simplemente no interrumpas demasiado mi marcha, o muéstrame lo más inconvincente que tengas. No me hagas iniciar sacrificios en vano, y siguiendo la voz de Freddie, no me detengas ahora, déjame vivir.




viernes, 14 de agosto de 2009

Guatemalteco... como Arjona (I)

Guatemala: Que una chica que te gusta, sólo te mande indirectas.

Guatepeor: Que esa misma chica le mande indirectas otros dos patas.

Guatepésimo: Que cuando vayas por ella, te deje tirando cintura por uno de los dos patas a quien no estaba echando tantas indirectas.

Conclusión: Las indirectas pueden ser también caminos directos hacia la mierda.



lunes, 10 de agosto de 2009

El centro del mundo y el pata del millón de Euros


H y yo alguna vez intentamos agarrar. Digo "intentamos" para disfrzar mi fracaso, en lugar de responsabilizar a mis 183 centímetros por dicho suceso (en otro intento de disfraz).


En una segunda ocasión, ya para el 2009, lo logramos, y digo "logramos" porque durante esos minutos no tuve oposición alguna y, lo admito, me sentí el hombre del millón de Euros. Nuevamente las aves liberadas al vuelo por la inauguración de una nueva olimpiada romántica en mi vida, sin contar la conversión de mi lengua en la flama olímpica furiosa, dispuesta a quemar toda a H, a no dejarse vencer por la otra flama, sin vencerla.


Sólo basta saber que media hora después, mas o menos, "volvimos a intentar", osea, ya saben cual fue el resultado inmediato, pero no el mediato: Nos quedamos conversando un rato, como una buena amiga y un amigo que regó la sopa sobre la mesa, pero se come las gotitas que se precipitan desde el borde de la mesa hasta el suelo; cuentagotas, literalmente.
Digamos que no me fui frustrado esa noche, así es el deporte.

Lo admito, cuando uno llama a alguien con quien agarra, días después de los incidentes, cuanto menos tiene la intención de jugar a dos cachetes (o a dos pares de cachetes): Seguir siendo pata, ¿cómo no? y también salir a tomar un trago, a conversar, algo más agresivo con unas chelas, y volver a sacar petróleo. Al menos, yo jugaba copa y liga con H.


El tiempo pasó, la oportunidad de las chelas con H también, se traspapelaron entre posibilidades mucho más tentadoras, provechosas y/o certeras, y bueno, nada más; eso sí, claro que sí, hay MSN, y donde hay MSN, hay amistad entre dos personas. Sí, entre dos personas... que forman parte de un mismo grupo de estudiantes amigos.


En Junio fue la ocasión del cumpleaños de Pepe, y semanas después fue el santo de Julia. Era el grupo casi completo después de dos años, aproximadamente, un grupo de entre siete y diez personas, generalmente, que no solían estar juntos muchas veces, más allá de los encuentros ocasionales entre cuatro o cinco. Por supuesto, el trato diferenciado con H, sobretodo después de su decisión y del trato más sereno en lo que iba del año, no tenía porqué ser sorprendente, sino considerado como justo, al no ser la única persona en la mesa.

Me sorprendió el mail de H, el lunes; podría creerse que gratamente, por la carcajada que solté y que hizo voltear a todos los presentes. H no se dejaba leer triste ni decepcionada, más bien algo quejosa, como a quien le tocó el pescado más espinoso, preguntándome que porqué estaba tan distante conmigo ese día, después de habernos visto tan poco, que esperaba que no se tratara de rencor por lo sucedido, y que si era eso, sería muy infantil de mi parte.

Admitámoslo, tiene su ligero porcentaje de verdad (20% o menos), pero eso no hace mi actitud infantil tampoco.
La cuestión es que, bueno, entre ocho personas, ocho amigos, en una misma mesa, no es fácil dosificar demasiada atención entre sólo una o dos personas, menos dosificar melcocha cuando no la hay (por sugerencia expresa). No lo niego, ya no le presto atención porque me cortó el suministro y ya pues, rencorosito soy, pero ese finalmente no es el punto: Tampoco va a ser el centro del universo todo el tiempo, ¿no? Y si ahora no lo es, es porque en su momento no quiso serlo, no hay que llorar sobre la leche derramada.

En fin, soy abogado, siempre tengo un buen recurso de defensa.


(En todo caso, que se acerque a mí en la mesa. No soy una jirafa)



No siento haber perdido, pero digamos que me siento tan libre como Kevin. Por cierto, el sábado toca en el Santa Úrsula junto con Liniers, eso no me lo pierdo.


Otra canción para el ego, interpretada por Plácido Domingo junto a Manzanero. Para que vean lo que podrán ver próximamente aquí.

martes, 4 de agosto de 2009

Malacostumbrado al Perú..


Sólo una grata conversación con Mr. T era capaz de romper mi ley seca, que se iba por los dos meses. Pocas cosas pueden conciliar tan eficientemente dos modos de pasión política como un buen par de chelas bien heladas pese al frío de Junio, pese a nuestra conciencia de que el alcohol nos hace más feos, más indeseables, y para nada más valerosos. Eso sí, con una camarita glúfica y una escena divertida cerca, nadie nos para.

Desde que habían entrado al establecimiento, llamaron nuestra atención. Rapidamente, pensamos en el buen Estonboi, en sus problemas con las mujeres y en como hubiera necesitado ver esa escena de cariño de pareja sólo comprensible en un bar, pero más que ello, en como hubiera necesitado ver a ese par tan dispar, sobre el cual negábamos aún su condición de pareja.


- T, ¿has visto si ella tenía un problema para caminar? Eso le quitaría algo de diferencia en la estatura.


- No, no, no la he visto parándose. Pero fácil están chupando desde hace rato.
- ¿Tú crees? ¿Y esos libros?

- Fácil están llevando ese curso juntos.


- Fácil la está ayudando a pasar ese curso.

Los grupos de amigos se empilaban, brindaban cada vez más frecuentemente mientras la chela les iba faltando, las otras parejas se mostraban frías, intentando concertar por X razones más que demostrarse amor, las parejas sólo intentaban formarse, muchas encontraban aborto en el "No" de alguna o en las manos de otra en el cuello de alguien. Descartando, la única relación que podía presumirse solida en esas horas, era esa, la que teníamos al lado, la que discurría regularmente, mientras pasábamos de la lambiscona política exterior peruana, a la historia del verdadero final de Supercampeones, pasando por el origen comercial de la Gripe Porcina o del constante peligro de cese en Agrobanco.
Seguimos discretamente la permanencia de esa pareja tan particularmente disímil, "tan bien descrita" por el personaje de Gianfranco Brero en Tinta Roja, pero sin ningún final trágico a cubrir por la prensa sensacionalista.

Casi todo salía de nuestras conjeturas, no era un agarruco que aprovechaba la fragilidad defensiva de una borrachera, no se trataba de una chica nueva de intercambio de la PUCP ni de una estudiante desesperada por pasar su curso de... Poesía; por contrario, era una pareja estable, cariñosa, dulce, que posiblemente se había percatado de nuestro espionaje y no escatimaba en enrostrárselo a un par de solterones que no comprendían la situación, pues no era habitual para ellos.


- Brother, es una pareja, punto. Donde la chica es más alta que el chico, donde uno parece brichero, pero es una pareja que la hace.


- ¿Sabes? Creo que estoy malacostumbrado al Perú.

Después de esa frase, brindamos, por haber descubierto en una oración la verdad del asunto: No estábamos acostumbrados a ese tipo de demostraciones; más bien, estábamos habituados a reclamar lo que en nuestro país suele ofrecerse como aceptable o al menos, como consuetudinario.
No sólo no comprendíamos a una pareja medio melcocha, sino que no tragábamos algo distinto a lo que solíamos ver o experimentar: Una pareja racialmente distinta, real y radicalmente distinta; nada que ver con las lindas parejas de los catálogos de Ripley, o de muchas novelas, ni a la vuelta de las parejas promedio que cada uno de nosotros formó en su tiempo. Simplemente, nuestro únicdo refugio en ignorancia fue el de todos: El chisme, el juicio, la puya, el chiste y, en este caso particular, la foto digital.

Incluso, tal vez la actitud aventurera (en el buen sentido de la palabra) del pata, había superado muchas barreras mentales que nosotros, seres comunes y corrientes, no éramos capaces de destruir en nuestras propias vidas. "Pelea con gente de tu peso", decía Bob Gordon en Alta Fidelidad, y nosotros nos encargamos de circunscribir nuestro peso siguiendo religiosamente ese dogma (de fé), a diferencia de aquel sujeto que se empinaba un poco para el pico.


- T, ¿te has dado cuenta de que con ese cotilleo, todo nuestro discurso político se va a la mierda?

Esto iba más allá de la cuestión racial o social, iba por el tema de los prototipos humanos. ¿Alguna vez un metal o una emo intentó, sin pensar en sacrificar parte de su esencia, salir de sus barreras, buscar gente distinta? Nosotros mismos, en nuestra medianía, solemos evitar ciertas exacerbaciones humanas, ciertos "estereotipos", cuando olvidamos la base de cada uno de ellos: Un ser humano, sin más.
Y así, en tantas otras cosas, uno no puede pasar de la cáscara y de dejarse limitar por el influjo de esta.

- RR, me siento súper caviar...


- Tengo ganas de escuchar a Silvio en un depa de la residencial San Felipe, y hablar sobre el desborde popular.


Y sí, no me podía ufanar de revolucionario si aún tenía en mente ciertas estructuras como fijas, llámenlos prejuicios si quieren.
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Escena clave de Tinta Roja, desde el 8:30. "Esa buitreada te descalifica para el puesto. Pareces hembrita, carajo", si hubiera estado Saúl Faúndez en ese chupódromo, hubiera tenido toda la razón del mundo. Esa mentalidad es de "hembrita", y claro, me descalificaba totalmente para mi puesto. "La huevada de siempre", aunque uno no lo pueda creer.