jueves, 14 de febrero de 2008

Las estúpidas redundancias del 2001

Simplemente me senté en una mesa arrinconada del recién remodelado Manolo dela Av. Larco. Como mi vista no distraía mi mente, pensaba en como había hecho yo para juntar la cantidad de dinero suficiente para gastarlo en esta heladería, si tenía la idea de la fortuna que en ese entonces para mí significaba, si ya había pasado el tiempo prudencial para que el camarero no recoja el pedido que ni siquiera planeaba pensar.







Estaba vestido como chibolo, como lo que era, un polo negro de Queen y un short, zapatillas y medias poque detestaba mostrar mis pies. Lo mejor era lo que tenía a tres metros de mí: Una distraída chica vestida de azul, de cabello oscuro largo, suelto, como si con ella no fuera el problema del calor de la ciudad, disfrutando tranquila en este lugar que no se había llenado del tipo de comensales que en un día como aquel abarrotan las calles. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, cinco, seis, y más segundos me quedé mirándola, hasta que automáticamente me levanté de mi mesa cuando ella se quitó los lentes para limpiarlos.







RR: Vine antes de quedarme absorto con una parte tuya.



M-1: ¿Perdón?







Sí, era M-1, la misma chica a la que había conocido después de que mi primera enamorada oficial (de las "otras" nunca tuve) me choteara con toda justicia. La misma que gustaba de los abordajes de extraños y, por tanto, adoraba el mIRC y el ICQ, y usarlos con el nick "Mujer_soltera_encuentra-1", pero a mí me había conocido en mi espacio favorito: El aire libre de la Av. Camino Real, en horas de la tarde, con la luz del sol, momento en que lo sólido y honesto se conviene. RR: Sí, con tu barriga, pidiendo a gritos el helado prometido.







M-1: Deberías mirarme a los ojos de vez en cuando.



RR: Lo hago, pero sin lentes no te das cuenta de ello.



M-1: ¿Cómo sé que no estás mirando hacia aquí (M-1 pone el dedo en un punto equidistante de nuestros rostros) o aquí (ahora pone el dedo muy cerca de su nariz)?



RR: Pues, las respuestas más tontas del mundo suelen ser las más precisas: Porque hoy es el día de sólo mirar a la novia.







Sonrió, se tapó la cara y movió un poco la cabeza, como si negara algo. Se acercó el camarero y preguntó sobre lo que íbamos a consumir: Ella pidió el sundae frutal con chocochips "tal como está comiendo la chica de allá" y yo pedí un simple de dos bolas agridulces, limón y fresa, económico, porque sabía que la moneda es precaria en la etapa escolar.







M-1: ¿Me estuvise mirando? ¿Me seguiste desde mi casa, chico inocente?



RR: Siempre lo hice, mientras iba mezclando interrogantes.



M-1: Tengo la sensación de que te estabas preguntando, y no peco de prejuiciosa, por ejemplo.... mmmm...



RR: ¿?



M-1: Cómo me veo calata, de que color es mi sostén, qué poses conozco... conozco a los hombres, y eres algo directo en ciertas cosas.



RR: Son preguntas muy válidas, ¿ves?



M-1: Jajajajaja (linda cascada de risas), ¿te has dado cuenta que hablas como escribes?



RR: No tengo dobleces, mi oferta es directa, no sufro de esquizofrenia...



M-1: ¿De qué, entonces? ¿A qué se debe que te guste andar mirando mujeres que no conoces? Yo sólo conozco locos del lienzo para afuera, pero con los otros suelo ser algo reservada



RR: Porque no me conformo con tirarles silbidos, prefiero acercarme, hacerles el habla...



M-1: ¿Y tu pregunta primordial?



RR: Pues, tú tienes la respuesta.



M-1: Jajajajajajaja, eres un chico algo extraviado.



RR: Mariana, llevamos sólo 17 días de enamorados, menos tres horas porque te caí a las 9:00 y tu dijiste sí a las 9:02. No puedes empezar con esas acusaciones tan rápido.



M-1: Soy capaz de armar un escándalo ahora mismo, jajajajaja. Parece que te la crees...



RR: Haces muy mal en elevar mi tensión, en aplastar mi ambición, tú sigue así, ya verás...







Saque algo de la mochila que estaba llevando conmigo: Una paleta roja en forma de corazón (¿De qué otra forma podía ser en un día como ese?), la cual miré durante largo rato, en silencio, mientras la tenía en mi mano. Sólo tenía ganas de mirarla, no probarla y ponerla delante de mi nariz.







M-1: ¿Qué te pasa? ¿Alguien especial te regalo aquel chupetín de dudoso sabor?



RR: Jaaaaaa... ¿cómo sabes que es de dudoso sabor?



M-1: Pecado, ¿cómo tener certeza sobre algo dudoso? En el insti siempre regalan chupetes con esa característica en esta fecha...



RR: En la academia también, en los supermercados también, hasta en los hospitales... aún así se me hace extraño este día.



M-1: ¿Por qué?



RR: En este momento me siento el rey del universo, con mi cetro y todo (moviendo el chupete ese, de arriba a abajo). Iba a regalárselo a una chica con la que estudio, pero no quería que se ilusionara con mis muslos...



M-1: ¿El trono? ¿Puedo jugar?



RR: De hechazo, aunque te advierto que es un reino recontra misio, ¿qué es un rey sin una reina?



M-1: Un rey misio y maduro, un gay seguro.



RR: Esta bien, juega, pero para eso tienes que sentarte en mis piernas.






En efecto, me sentía el dueño del santo y decidí no tocar más el tema, no quería arruinar el momento en el que nos sirvieron y comenzamos a comer, y a practicar ese idioma hablado con helado dentro de laboca, sin ocultarlo, sin ocultar nada, pero tratando de no malograrla con estúpidas redundancias tipo "Te amo, te quiero, etecé, etecé". (¿Se acuerdan de la revista Etecé?)




Ese vídeo me encantó en ese momento, año en que se puso de moda. Nicole está preciosa, pero por favor saquen al esperpento de Robbie Williams, no canta mal, pero afea bastante la fachada, aunque me gustan su camis ay corbata, hoy utilicé unas similares.

2 comentarios:

Frankie dijo...

Pucha yo tampoco les tiro silbidos a las chicas, pero acercarme y hacerles el habla.. menos!

Anónimo dijo...

Vamos Frankie!!!! Vocación ofensiva!!!!