lunes, 26 de enero de 2009

Cuando billetera y corazón chocaron...

(Este post dará cierto tipo de información económica del escribiente. Si eres uno(a) de esos(as) acomplejados(as) que cree que me jamonearía, deja de leer simplemente. Igualmente, si tienes ciertos complejos socioeconómicos, deja de leer)


"Sabes Ruri, si la Chata Ramos me da pie, pantorrila y muslo, la traigo acá desde Ancón, la saco a comer frente al mar, y luego nos metemos un par de días en el Park Plaza o en el Marriot, o sino nos vamos a Piura, la tierra de la pasión; no me importa cuanto cueste...


Y si ella no lo hace, con quien me toque campeonar. Así de simple"


Siempre he sido muy materialista, y no me refiero sólo al tema patrimonial. Siempre he preferido un abrazo, un acercamiento, una mirada, un gesto tierno, a ciertas palabras o frases prefabricadas, por ejemplo. Pero no nos desviemos, este post tocará como corazón y billetera chocan como las ruedas esas de la carrera de Ben-Hur.


Desde pequeño, fui inculcado a ser amarrete para luego vivir entre comodidades, o al menos, vivir establemente, puesto que también en mi familia hubo épocas de vacas flacas: Como olvidar que, en cierto año en el que el pasaje escolar no subía de S/. 0.25 o S/. 0.30, llegué a llenar dos alcancías, puesto que mi único gasto era la ida y el retorno hacia mi casa (mis viejos me daban dos lucas, una millonada infantil para inicios de los noventa) . Mis primera propinas fueron directamente a sendas figurillas porcinas con ranuras que se convertían en mis ídolos personales de cerámica y que, por qué negarlo, me ayudaron a cuestionar mi incipiente catolicismo en beneficio de mi innato mercantilismo (medio protestantón, medio dialecticón, por cierto).


Con el tiempo, ese criterio de ajuste se traslado del trato de monedas al trato de billetes, de céntimos a nuevos soles enteros, política que en mi fuero personal lleva más de quince años y, sobretodo, excelentes resultados. Eso de esperar ciertas ofertas, comprar ropa en ciertas tiendas o en Las Malvinas, caminar hasta quince cuadras para evitar pagar china o luca, llevar mi carnet de medio pasaje a cualquier lado (hubieran visto la cara que pusieron los del INC en Trujillo y en Arequipa por pagar sólo S/. 3.50 de entrada), entre otras cosas, me ayudaron a formar un patrimonio creciente y, sobretodo, muy bien protegido contra todo excepto...


Sí, sólo soltamos la billetera por algo que consideramos una excelente razón. Sí, como Vladimiro, no tan ejemplificador para estos efectos, pues su real objetivo no haya sido complacer a una princesa sino terminar de pagar el precio de una esclava, somos de tirar la casa por la ventana, de romper el chancho para romper el chancho (aunque suene soez), de gastar lo que fuere. Puta madre, creo que no fui la excepción...


Así como un mayor poder implica una mayor responsabilidad, unos mayores ingresos implican unos gastos mayores. Que simple era la contabilidad personal (y la vida), cuando no se percibía sueldo o el que se percibía, era líquidamente mínimo (en verdad, menos que el mínimo), pienso, cuando hace años, mis gastos mensuales ordinarios por asuntos de pareja no sobrepasaban los S/. 35; con el tiempo eso se fue ajustando, así como este concepto iba creciendo de forma inversamente proporcional con el éxito de la empresa amorosa. Como olvidar, por ejemplo, que el mayor gasto en un sólo día que tuve con LMS fue de S/. 30 (TREINTA SOLES!!!!!!), por comida y taxi desde el entonces novísimo edificio de su facultad en Las Viñas, La Molina, hasta su casi natal SJL; lo más gracioso de todo fue que eso se pareció tanto al retorno con C a Lima: Casi sin hablar, culpándome de muchas cosas, de la que zafé, ¿no?.


Bueno, pasado atrás. Ahora he recibido una alerta de mi servicio de contabilidad: El caso C había formado una herida atendible en mis arcas; no se trata de una muy profunda, o mortal, ni mucho menos, pero me ha obligado a hacer cuentas de los últimos años, con el propósito de evitar que la Reestructuración personal se extienda a Reestructuración Patrimonial, INDECOPI de por medio. Y es cierto, con C he incurrido en gastos que me hacen digno de la cruz o de una denuncia penal por... puta madre, tengo ganas de ir a la cárcel por pródigo:


- Transportes: Más de S/. 70, Lima-Cieneguilla. Ya saben, mi señor padre no me prestó el carro, y preferí ese gasto a ir en una Van con La Sagrada Familia (las amigas mas cercanas de C, que mucho no me pasan, como la mayoría de mujeres).


- Fiesta: S/. 350.00 clavados. Se suponía que lo valían.


- Prendas nuevas: S/. 150.00. Sí, parece huachafoso comprar una camisa nueva sólo para una noche, pero necesitaba una de mi talla, como las que compré posteriormente. Aparte, me había comprado unos boxers buenazos y quería que combinarán (N. de R.: La camisa la use al día siguiente, en mi último día de oficina, así como los boxers, y en el Campo de Marte, mientras me paseaba como el loco al que le dijeron que no en la Iglesia).


- Salidas anteriores: Alrededor de S/. 66.


TOTAL: S/. 536.00 (Sin contar gastos operativos no monetarios, como saldo y todo eso)


Campeonar (consultar significado del verbo aquí) con una chica con la que pude campeonar hace más de cuatro años y de quien pensé había mejorado su presentación luego de tres años en Europa; además de campeonar después de algunos años de maleficio: NO TIENE PRECIO (No, no lo tiene, porque no pasó).


No sería la primera ni la última vez que haría un gasto similar por una mujer (con o sin resultados), pero existe una diferencia: Esto se dió en pleno proceso de Reestructuración, y terminó coincidiendo con mi corte presupuestal por renuncia de chamba. Vale decir, que el no play off afectó duramente no sólo el corazón, sino también el bolsillo.


Por esa razón, hemos decidido un par de cosas:


1) No más viajes de placer en lo que resta del verano.


2) Si por N razones me quedo sin bateria en la calle, piña. Eso me pasa por no cargar bien mis Radioshack o no llevar algún repuesto.


3) Chau Sporade o Gatorade en el Gimnasio, pura agüita casera o el refresco que haya en la jarra de la cocina.



4) Si se puede mensajear en lugar de llamar, perfecto. Total, se puede escribir hasta 300 letras por mensaje.


5) Si estoy en la calle y me da hambre, a aguantarse. El único lugar seguro para el estómago y la billetera es LA CASA.


6) A conformarse con leer las portadas en el Kiosko.


7) Cualqueir medida o procedimiento afín con la finalidad.


Si bien es cierto se consiguió ganancia material considerable en nuestro periplo en Arequipa, eso no quita ni atenúa los enormes gastos y pérdidas del año que pasó. Como una lección útil y, sobretodo, como medida para mentener la competitividad económica y emocional de quien escribe, procuraré cimentar la seguridad financiera, aparte de que se viene una crisis de San Puta, y es mejor recibirla armado hasta los dientes.


Eso sí, como para que se den una idea de lo que se puede gastar, con o sin esperanza de réditos. Esta canción la puse anteriormente, pero lanzo la promoción por segunda vez: ¿En qué programa salía esta canción? Ganadores, incluyendo a Giancarlo, un Maquinazo o Z un día de estos.









Y bueno, algo para graficar la importancia del factor monetario:





8 comentarios:

Yvonne dijo...

Desde pequeño, fui inculcado a ser amarrete para luego vivir entre comodidades,

Que tal doctrina familiar xd, no es medio looser planificar tanto gasto con el solo fin de campeonar (sic) con una chica?

Yvonne dijo...

Me olvidaba de algo: cuando una chica quiere algo con alguien, así no gaste ni un céntimo igual va aceptarlo, hasta ella va ser la que gaste.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Yvonne: No siempre las cosas están de lado de uno, si algo he aprendido en la vida es estar preparado para lo peor (lo del cinturón de fuego).

Aunque no lo creas, hay mujeres que aguantan hasta el final.

Lexuzon: Las sangronas son constantes, y a la vez muy evidentes, así que no pasarán.

Sí, austeridad.

Dally dijo...

De acuerdo con Yvonne: si una chica quiere con alguien, en estos tiempos, hasta ella gasta.

Por otro lado, cabe señalar que ante la crisis debe haber austeridad. Si es por un asunto de economía personal, genial; pero por campeonar, por favor... las mujeres deciden eso también y si quieren hasta ponen el trofeo.

Cristina G. dijo...

Suerte con la austeridad!
Por mi lado, x el hecho d q d más pequeña me kerían dar todo, ahora m harta q m quieran dar todo.. y mis amigas dicen q estoy mal! es q no soy materialista, digooo!

besoo!

Jimmy dijo...

Poco puedo opinar yo que en cosa de mujeres he hecho más de un esfuerzo y he recibido más de un no. Suerte con eso, aunque con esta crisis eterna es mejor ir a lo seguro ¿no?

Anónimo dijo...

Ojalá yo pudiera tener esa fuerza de voluntad que tienes para ahorrar.

Ya es hora de que piense en eso seriamente.




P.D. Esa canción no salía en Videomatch?