domingo, 13 de mayo de 2007

Sección Especial: Verdaderos problemas con las mujeres

Desde hace buen tiempo se hizo mediaticamente popular la sincera admisión masculina de sus propios tormentos con el sexo opuesto. La verdad, no me refiero a las películas de Woody Allen (más específicamente, antes de los 90) ni a algunos capítulos de Seinfield, sobretodo en aquellos donde George Constanza roba toda la atención (sin lugar a dudas, mi personaje favorito en los sit com noventeros).

Paralelamente a un pelotón de imágenes y páginas sobre mujeres con iniciativa, poderosas, que pueden mecer la balanza a su favor, con mucha librido*** e ímpetu para satisfacerla o al menos exponer sus inusitadas paltas sexuales y/o existenciales, desde Sex and the city hasta 100 Cepilladas antes de dormir, pasando por Desperate Housewives, ciertas tramas masculinas iniciaron una exploración inversa, algo así como devolverle la visita a Darren Star y a Candace Bushnell, o a Corín Tellado, o incluso a los japoneses creadores de Candy (no, no tanto, creo que ellos le devolvieron las cortesías a Wolfgang von Goethe por Werther, la diferencia es que una mujer aguanta a varios mientras que un hombre se suicida por una sola). Pero veamos, hoy, miércoles por la noche, después de mi reconfortante jornada de Derecho Mercantil, que hay en la televisión.

En la televisión abierta, me topé con una serie nacional llamada Mi Problema con las Mujeres que, debo reconocer, tiene unos recursos narrativos muy interesantes. La trama gira en torno a un pata y su retrospectiva con un psicoanalista (punto para Woody Allen) de las dos relaciones más importantes de su vida, con el objeto de aprender como desmostrar sus sentimientos (de ganas de KAS aunque sea, porque en lo poco que vi, no parece muy claro) hacia una nueva mujer. El tío no es extremadamente tímido, ni "extravagante", ni raro, ni perverso, sólo un clasemediero como cualquier otro cuya retrospectiva se debe a que no sabe, a su edad, como sostener un relación sólida.

Vamos al cable, con los dibujos animados. Ya me estoy hartando de Fox y su intención de convertir en refritos capítulos clásicos de Los Simpson, pero me interesa ver, en lo poco que tengo de tiempo, aunque sea un episodio de City Hunters, una serie animada argentina sponsoreada por Axe. En una de esas noches para el olvido, Axel es fondeado por su novia (quien se va con su instructor de gimnasio, supuestamente gay, post pendiente) y después de unos tragos, sufre un accidente donde conoce al Doctor Lynch, un playboy de los años 70 que le propone enseñarle todo lo necesario sobre mujeres para ser un seductor absoluto. Axel duda en principio, pero resuelve seguir el curso, teniendo como objetivo el recuperar a Romina, aunque en el camino se vaya olvidando de ello por las pingües recompensas por pasar cada modulo del curso, una mujer diferente cada noche quedándose a dormir con él en su cuartucho de tres por medio, por supuesto que utilizando recursos muy diferentes a los de los comerciales del conocido perfume.

Parece que el detonante de cualquier introspección y purga emocional*** masculina parece ser siempre el fracaso con el sexo opuesto, así como la solución de este problema viene a ser la reconciliación con el mundo interior. Jennifer Llanos escribió alguna vez que el amor de pareja era entre los sentimientos como el fútbol es entre los deportes, el deporte rey, y creo que se cumple un poco más entre nosotros, al menos cuando lo demostramos: Nunca sentiríamos o podríamos hacer público el sentir celos por un amigo cuando conoce a otra persona, o difícilmente nos saca de nuestras casillas un trabajo poco motivador o una vida familiar hasta las pelotas. Lo único que nos desquicia es perder un partido, un campeonato, el arroz con leche, y también la idea de recuperarla o al menos vengarnos de ella y forzarla a ver lo que se perdió alguna vez.

Tal parece que nos dieron en el clavo, alguna vez Carrie Bradshaw se palteó por pelearse con ¿Chloe? Ah, no, Charlotte (su amiga buenita y decentita, la del marido impotente) o con Miranda (de lejos, mi favorita, y se pone guapísima despues del embarazo, ¡HASTA LE CRECE el cabello! Ustedes dijeron "Este cae...") y creo que a cualquier mujer le paltea. Nuestro personajes son seres taaaaan normales, tanto así que se mueren por una mujer, de una forma normal, tan establemente aburrida ys u palta consiste en eso, no poder "sostener". Qué simplon, ¿verdad?

¿Qué pasa con el hombre que va más allá de la excentricidad? Osea, no me refiero a esos poseros emo u ochentosos que abundan ahora en Lima, sino a una persona de verdad insegura, de veraz extraña y retraida y sin la pinta de Christian Meier o el sueldo de Juan Jayo como para que no pase como "Misterioso" o "Extravagante" para algunas. Somos un equipo distinto, casi sin lugar y cuyas paltas son consideradas por la mayoría de gente como anómalas, enfermizas o dignas de reportar a una comisaría o con Defensa Civil. Ante esa falta de lugar en el Perú, el país más yankee de latinoamérica, y en la producción mediática comercial de la actualidad, decidí revalorizar a los míos: Tipos gordos o flacos, sin sex appeal alguno (por no decir FEOS), cuya sudorosa inseguridad inspira deseo en una en un billón, obsesivos en sus amores no correspondidos, llegando a amar su arena hasta la locura sin la acogida de Silvio Rodríguez pero generalmente hoscos con el resto del mundo, ultra masturbadores, adictos al chat amoroso, a las putidelivery y algunos al porno barato, en fin. Creo que es obvio que no se necesita llenar todos los requisitos para unirse a este club.

Bueno, ya conocerán a ciertos personajes a partir del Miércoles 23-May.


***Librido: Libido manifestada y ejercida sin restricciones. Ya no tiene pendientes con nadie, sino consigo misma y los paga dándose a la librido.
***Purga emocional: Limpieza, hasta donde se pueda, de defectos y actitudes poco beneficiosas. No hay mejor momento para una purga emocional que el verano, y así no pasar el invierno cargando con lo mismo.

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