domingo, 26 de julio de 2009

Expediente Z: La Neurosis





"A la prima, hasta que..."

- Adagio popular peruano.

Han pasado más de nueve años desde entonces. Ya había ingresado oficialmente a la competencia, ya había pasado aquel Octubre Negro de 1999, y en ese preciso instante, mis manos estaban aprendiendo a jugar con fuego, sin quemarse, a la vez que entendíamos ellas y yo, la diferencia entre la rugosa pretina de un buzo y la piel tibia y sinuosa de un cuerpo de mujer.
En ese momento, la piel de Z se debatía entre la lava predispuesta a los besos, al placer y a un hombre, y la algidez sorprendida por la osadía de alguien menor, familiar, que ya no preguntaba nada sobre el funcionamiento, sino que incursionaba con una intención completamente distinta, dispuesta a llegar al fondo, literalmente, y ahogarse ahí.

Era extraño que esa mujer no supiera mi edad, si tenía catorce años en el año de mi nacimiento, aquella unica hija de mis tíos, tan atractiva, tan física en sus afectos e ingenua en los últimos meses, plenamente inconsciente de estar caminando dentro de una tela de araña que estaba por cerrar. Dos visitas a Lima en lo que había avanzado del año 2000, proximidad con un espíritu habitante del arsenal de la pasión, curioso con las preguntas de Anatomía y Medicina hacia su prima la doctora, y en ese momento, más curioso que nunca, con menos preguntas y más caricias.

Para el inicio del milenio, mi calidad de burgués era recalcitrante. Sin embargo, los constantes roces y el descubrimiento de mi capacidad de espionaje voyeur se mezclaron peligrosamente con una cualidad no muy conocida para entonces: Mi extrema tendencia disidente. Mientras más repasaba lo repobable que sería, familiarmente, el acto que en ese momento estaba perpretando, mi defensa mental me avalaba: Antes de cualquier condición personal, familiar o social, somos un hombre y una mujer, ante cuyo deseo no había nada que debiese interponerse. Mandar al diablo mis convicciones morales en esos segundos fue lo más fácil del mundo, la valentía es un jugo invisible que baña el cuello de una mujer prohibida sin razón real; de todos modos, era más fácil disparar a quemarropa que a treinta metros de distancia.

***

Z es una de mis pocas primas que no se ha casado. Conozco sus problemas y a la vez, la razón de su afición por la soltería, cosa que no es importante en este momento. Nueve años han pasado desde aquel inconcluso episodio.

Mi intento de aquella noche, interrumpido por la prematura llegada de mis padres, cesó, quedó como un secreto durante unos tres años más. En dichos años, mi regreso al rebaño se fundaba en la creencia de que el amor verdadero y lo que sentía por esa, aquella o esta mujer era lo único que de verdad valía y era justo y necesario. De alguna manera, esa misma fue la tónica en los seis años posteriores, al menos casi todo el tiempo.

Lo intenté otra vez, lo admito, con Z sobria, menos deprimida y más segura emocionalmente. Ese día del 2006, hizo un recuento de lo que había sucedido hacía seis años, en un intento de pensar en el supuesto error que habíamos cometido; un gran error por parte suya, pues no hizo más que elevar mi temperatura emocional y exponer más claramente ese episodio, digamos nuevamente, inconcluso. No quise entender razones, sólo necesitaba responder una interrogante del pasado y varias del presente, aparte del desear sentir ese inevitable afecto que nace de la fricción de dos cuerpos; no pude evitar percibir esa actitud como de real desprecio, como un verdadero escupitajo en un plato vacío, un desdén difícil de olvidar o perdonar; tampoco pude evitar involucrarla con el verdadero bajón provocado por el caso Limón, cuyo desenlace había provocado ese viaje al sur.

Recibí una gran noticia: Z vuelve por unos días. Y yo creo que no ha llegado en momento mejor.

Esta cuestión está pendiente por muchas cosas; pues como todo asunto sexual de un hombre, va mucho más allá de lo meramente sexual. Tal vez, sin querer mucho más, encuentre las respuestas que falten a las preguntas que nunca llegué a formular, o mejor aún, sea la libertad definitiva de mis principales censores, aquellos contradictorios seres que tácitamente me solicitan hacer una vida de hombre, pero me impiden actuar y hasta permitirme ser percibido como tal. En el fondo, a veces pienso que el miedo al rechazo no es más que un reflejo hacia todo el mundo de lo que sentí por ser rechazado por Z en su momento, y que el resultado final de estos días no sólo cambie ese día, porque no, el destino del mundo de quien escribe.

Siento que puedo cambiar la historia, siento que me veo bien. Es cosa de esperar unos días y hacerle comprobar a Z (y en ella, a todo Venus) que soy un hombre como cualquier otro, que siente más allá de la piel, los alientos y el orgasmo, más allá de cualquier condición cronológica, social o de cualquier otra índole. Y lo admito, pongo ahora incluso más temple que en muchas ocasiones en las que estuve enamorado, quisiera estarlo ahora, sería imbatible, firme y feliz.

Ese delito no ha prescrito aún, así que me someto a cualquier proceso por terrorismo a abrirse.


El himno del combate terrorista, sin dudas.


Esta canción es el deshueve total, no puedo evitar pensar en que la tocaré si consigo triunfar en esta empresa. "Saca la mano" con Las Primas.



La canción de esa noche, "Traición a la mexicana"

11 comentarios:

Heriditas dijo...

Raulin Raulon, ya se que es como un reto para ti, pero Z como dices tiene sus temas emocionales complicados, tal vez no esté preparada, tal vez tenga que seguir así todo, no concretarse. Me gustó la primera canción, siempre Cerati :D
besoooo

Yared Medina dijo...

Okey, varón, aquí entre patas, sé que tienes los huevos para llegar hasta el final, pero creo que deberías ir con cautela, porque con la diferencia de edades, cualquier error tuyo puede ser tomado como "errores de mocoso" y a veces eso es más rochoso, (N).

Dally dijo...

Me encantó el estilo literario tan tuyo de la descripción de los hechos... y sin duda no me quiero perder el descenlace... y creo que on mis 35 años bien puestos, te puedo decir que te avientes, que no tienes más que perder... y qe simplemente lo hagas... total... como dice el vals..."un fracaso más... qué importa"... o tal vez salgas ganando... pero ni ca... te quedes con eso en ti... no hay derecho...

MadelC dijo...

Uy! Es tu prima y te lleva unos añitos de más =S como que me da cositas eso jeje.
Bueno, la verdad en mi poca experiencia, muy poca en realidad =P no se si decirte "anda, intenta y a ver qué pasa" o decirte "pucha, pero estas seguro"
Aunque creo que lo primero, todo es cuestión de probar, si funciona bien y si no pues ya sabes que no era y listo.
Total no serás el primero ni el último =P y tampoco nadie se va a morir por eso.

Buena suerte en esta nueva aventura ^_^ porque toda nuestra vida es eso, una verdadera aventura jeje =P

*Aventura en el sentido de conocer algo nuevo ah, no en el de pendex, por si acaso =P

Anónimo dijo...

Heriditas: Beso para tí también. ¿Sabes? Como que lo de la emocionalidad de Z fue siempre una excusa para muchas cosas, ya no le creo. De otro lado, ahora que siento esto entre mis manos y mis pies, creo que es momento de definir.

Yared: Que buen punto, compadre. No me había puesto a pensar que, a pesar de mi edad, sólo por ser menor y la diferencia mencionada, cualquier movimiento precipitado o no que no caiga bien, se deberá a mi condición de "mocoso".

Como que la "mocosería" sería el cajón de sastre, tipo Asociación Ilícita para Delinquir.

Dally: Gracias, no hay otra forma en la que recuerdo ese momento. Y gracias por el aliento también aunque no puedo evitar pensar que eso del vals viene con rebote. Sí, es el punto, quitarme la espina, destruir el mito.

MadelC: ¿Cosita? ¿Por qué? Nada demasiado grave.

¿Sabes? Estoy consciente que no voy a perder mucho, ni siquiera la vida, por eso ando tan campante con esta propuesta presentada. Y sí, aunque sea me como un pedazo de ese pastel, no jodan.

¿Aventura? Soy terrorista, pero no pendejo; mis atentados son siempre uno a la vez y disfrazados de transparencia.

No lo olvides, café.

Lara Holmes dijo...

Uhmmm....inténtalo psss...luego cuentas q pasó con Z xD

sky dijo...

Sólo arriesgate... ¿qué puedo hacer? o ¿qué mas puedo decirte?: ¡no lo hagas, aqui estoy! pero es tu historia asi que la respuesta es ¡nada! ... sólo mirarte mientras caminas... como siempre... me pregunto: ¿algún día me reconocerás o te diré quien soy? ¡SOMEDAY!... espero.

Anthony dijo...

Pues como dice el dicho popular "A la prima se la arrima, y a la prima hermana con más ganas".

Pues nose tio realmente que es lo que intentas hacer, es decir es solo cobrarte un desazon de la vida el cual nunca pudiste concretar, sin mucho palabreria buscar un buen polvo y nada más.

Pues si ella también anda en lo mismo, deberias analizar si es conveniente, sino buscate una buena flaca y hazla linda, enamorate y todas esas cojudesas.

Como hombre te digo que cuando uno anda caliente le importa un pepino con quien te vas a la cama, pero despues vienen los remordimientos.

En fin todo dependete del momento, el lugar y las circustancias.

Anthony

Pd: Justo te estaba leyendo

Anthony dijo...

Hey y esa foto, me has cambiado completamente la persepción que tenia de tu persona.

Anthony

ella(s) dijo...

qué linda sorpresa caer en tu blog,

honestamente no sé que haría, digo uno no puede andar dejando cosas inconclusas por la vida, y el antojo es el antojo, pero yo a la familia si le tengo miedo. al final cada quien opina desde donde ve los toros...y entre mis primos no hay nada, pero nada que llame mi atención

beso

Anónimo dijo...

Lara: Lo inteto, luego intentaré contarlo. Ya es hora de restringir el acceso de menores a este blog.

Sky: Someday, lo has dicho. No opongo resistencia.

Anthony: Me he dado cuenta que en este año es cada vez más difícil enamorarme, pero a la vez, por el momento, está en el perfect match: No lo necesito, tampoco lo quiero.

De otro lado, el buen KAS que mencionas también está en el match: Sí lo quiero y sí lo necesito. Es verdad, polla dura no cree en dios.

No lo olvides, defiéndete. Anda a su casa, sólo perderás la dignidad cuando veas demasiado su espalda o cuando tus rodillas toquen el piso.

Ella(s): Gracias por la visita, espero que estés viendo los toros en sombra, porque hará mucho calor.

Necesito perder el miedo a ciertas cosas, tal vez haya sido necesario un proceso para ello, pero ahora me parece que un Knock Out puede servirme. Un beso.