domingo, 6 de julio de 2008

Me siento funcional

(Es ESENCIAL que escuchen la canción a medida que leen, para mejor comprensión del texto; sino pueden, lean nomás)



Virus - Me puedo programar (Relax, 1984)


A más de un kilómetro del Monumental, Eston Boi había vuelto a esas cavilaciones que lo dejaban en contestador automático: "Ajá", "Ajá" y "Ajá". Igual que la semana anterior y que lo transcurrido en la presente, por la misma causa que, pensaba yo, se había bajado en el trebol del Jockey. Era inevitable, de todos modos, escarbar una y otra vez sobre ese mismo entierro; pensando en su bien, o en el hecho de que, para mí, no valía la pena, opté por repetírselo otra vez:

- Joder, Eston, no se lo merece. Deja de pensar en eso, no tuvo la personalidad necesaria para...
- Es que soy yo el que queda como chotero para todo el salón.
- No deberías hacerle caso a esos chibolos - dijo Luis, su primo, que venía con nosotros -, no entiendo porqué te importa tanto lo que opinen...
- Es que ella fue la que la cagó toda...
- Como si hubiera existido - replicó Luis -, fácil era sólo como un "sparring"...
- Son los mismos idiotas que se me pusieron en contra en lo de Limón; están mal del cerebro...

Luis tenía razón. Hay veces en las que sólo existe el mero gusto de coquetear, y luego el que pise la trampa sería el culpable de cualquier supuesta tristeza. No sabía porqué, pero esa historia no terminaba de ser verosímil, al menos para mi bastante incrédulo sistema auditivo, eso de hacerse ojitos y de que toda la gente espere algo bueno de una super pituca y... mi amigo.

- Ye te he dicho, no lo vale. Fue lo suficientmente chica de hacerte ojos, sonreirte y toda esa basura; pero sólo las suficientemente mujeres son las que pueden dar pasos importantes...
- Y en esas debes fijarte...

Nos miró de la misma manera como en la combi, asintiendo, dándonos algo de razón, pero preguntándose también como es que sabíamos tanto. Luis no conocía de decepciones porque se pasó buen tiempo de su vida evitándolas y ganando mejores recompensas en una facultad donde había ocho mujeres por un Luis. Y yo, ya saben, en una exitosa reestructuración por el momento.

- Oye, supongo que has pasado por eso...
- Sí, pero debo recuperarme, no estoy en período de convalescencia, pero para mí, como si no existieran...
- ¿Quienes?
- Imagínate, no estaría con ustedes ahora mismo.
- ¿Ya no buscas?
- No, ¿para qué?

Respiré hondo, antes de entrar a la tienda donde comprariamos una gaseosa, para absorver lo más posible de ese aire medio contaminado de las inmediaciones de la Av. Javier Prado, con todo el espacio en tórax que ofrece la ausencia de alguna sensción constrictora, o de alguna quemazón estomacal.

- ¿Para qué, mi querido Eston? Sigo el ejemplo de nuestro buen Luis, manejo mi vida, estoy bien abrochado al asiento y al timón, claro que sin darle a todo lo que se mueva...
- Sí, no estás buscando, y te sientes bien, se te ve bien...
- Sí, y que bueno que pienses que no estoy mal por haber descartado el amor de mi vida. Hasta puedo bailar música disco en vez de un asqueroso perreo.
- ¿Tanto así?
- Por ahora sí, de todas maneras.
- Eston, no te ofendas - le dijo Luis -, pero mira las huevadas que haces y piensas con ilusionarte. Seamos sinceros, le divertía calentarte la sopa y tú pensabas que hasta postre te iban a servir...
- Es cierto, cuñao - le dije -. Con medio troncho te elevaste hasta la estratósfera, y no es la primera vez que lo haces...

Entramos a la tienda, para decidir si optábamos por una Coca-Cola o una Inca Kola de esas presentaciones súper económicas.

- Tú ya no...
- No pues, será importante, pero no vale la pena. Eston, a gente como nosotros es muy difícil amar, sobretodo por chibolas. ¿Para qué complicarte? Por mi parte, prefiero venir a ver a mi equipo, nunca me va a reclamar por ser absorvente, nunca va a cuestionar mis celos, y a cambio, mal que bien siempre va a haber alguien que al menos quiera bailar The Hustle in the hostel.
- Tienes razón.
- Aparte, oye, quiero seguir en este gran momento. Pesaré sólo 71, pero que bien encajo en las gordas, por ejemplo... ¿tú crees que eso no es más reconfortante que una ilusión, una de esas que te inflan como hasta que revientas en la atmósfera?
- Fácil, ah...

Elegimos la Inca Kola, esa presentación de casi tres cuartos de litro, otra cosa en la que tenemos el control del asunto.

- A mi abuelo y a mí nos gusta la misma gorda...

Encontramos a unas chicas que regresaban del estadio, nos quedamos brindando con Inca Kola, puesto que había una prioridad mayor: Exámenes finales al día siguiente. No había que dejar de ser funcional.





Arrivederci, seguimos en carrera!

4 comentarios:

Ronny Lionel dijo...

Eres de la U??? Bueno, nadiesss es pefecto, jajaja!

un abrazo

Unknown dijo...

A veces tienes unas cosas oye!

jaja

bso!

Anónimo dijo...




Y dale U!!


Ronny Lionel dijo...

Bueno, no todo lo relacionado a la 'U' es negativo... A mí me encantan los cánticos de la 'U', por ejemplo. Sobre todo ese que dice:

Universitario
de cada cuatro cabros
tres son de la 'U'...


xD