domingo, 27 de julio de 2008

Irritación de fiestas patrias

Al llegar al Campo de Marte esa mañana, descubrí que el acabose de este mes había llegado.


Siempre me pasa lo mismo: Cuando en las segunda quincena de Julio veo despejados los carriles de automóviles particulares, se me hace que al fin hemos dejado atrás esa práctica huachafamente barbárica llamada Desfile Cívico-Militar. Bueno, este año al menos la ilusión no me duró sino hasta las 6:00 a.m., cuando ya vi montadas en nuestra querida Av. De la Peruanidad las graderías blanquirrojas.



Y así, el día lunes tendremos el Te Deum y la caminata presidencial hacia el hemiciclo, cubiertos ambos por todos los canales de señal abierta, como todos los años. Luego lo del mediodía, aquella perorata inútil de todas las cabezas de gobierno: El Mensaje a la nación. Un conjunto de más de 400 palabras que el viento y los aplausos se llevarán a la semanas siguientes, blah, blah, blha formalísimo, que no "falte al voto solemne" (¿Qué chícharos significa eso? ¿No será "Que saltemos al voto somnoliente"?).



En fin, me gusta pensar en estas huevadas por distintas razones:



a) Compruebo que al 75% de nosotros, peruanos, nos encantan las cojudeces largas, tediosas, pesadas. Los partidos de la selección (aunque los últimos no tanto, es divertido ver como ciertos equipos se sadiquean con Perú), los mensajes, los discursos del Papa en todas las provincias donde estuvo en 1985 y 1988, Trampolín a la Fama, que era como ver a cuatro tíos de barrio chupando en una esquina y contando chistes malos DURANTE DOS HORAS (sin contar, claro, a los espontáneos, los musicales, los talentosos y esa maravilla llamada "Haga negocio con Cuco", para cerrar con broche de oro).



En fin, largas y penosas agonías. El problema es que el tedio te vuelve bruto.


Y el 25% restante, simplemente se fue de viaje.



b) Nadie sabe qué festeja. Nada que ver, las gloriosas fuerzas armadas sólo existen en la cabeza de Nicolás DE BARI Hermoza Ríos (que huachafo tu nombre, tío; fácil ni sabíasn tus viejos donde queda Bari); después, viene a ser casi lo mismo que el Te Deum: Una forma de glorificación masiva de una entidad represora a cargo del mismo pueblo reprimido, que sale a reconocerles lo que, según esas clases de historia a las que no fueron por ir a ensayar para el desfile, no conocen.



c) Yendo al tema de la escolaridad, civismo y todas esas palabras rítmicas. ¿Se han puesto a pensar cuantas horas lectivas pierden los alumnos de colegios nacionales y particulares con sus actividades? Un huevo.



Quien les habla fue partícipe de esas atrocidades, con mi palito blanco sobre el hombro, un gallardete sobre el impecable uniforme azul, hasta que algo creciente entre mis piernas me quitó la habilidad de marchar bien. Por eso, pienso que la marcha es castrante.



Por otro lado, la mitad del tiempo de escuela me la pasaba en el patio del colegio o en la calle de este, tratando de degustar de chicas otros grados, de otros salones y de otras apariencias, muy diferentes a lo que yo esperaba por entonces de una mujer. ¿Clases? No, ¿para qué? Que eso lo paguen mis viejos, total, a ellos también les encanta esta guaracha patriótica.



¿A alguien se le ha ocurrido que el civismo sea, por ejemplo, enseñar acerca de la Constitución? ¿O cuantas regiones naturales existen en nuestro territorio (Pista: No son tres, ni cuatro)? O, mejor, ¿por qué ni San Martín ni Bolívar serían héroes indiscutibles? ¿Qué diablos es la oca?



En fin, sigan nomás con su veneración a los defensores de la patria.



Creo que queda clara mi postura. Y eso que no he hablado del gran problema que los vecinos tendremos el día del desfile.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Esos desfiles de mierda. Todos los años la misma estupidez. Como si desfilar nos hiciera mejores. Que huevada!

Frankie dijo...

Trampolín a la Fama, que era como ver a cuatro tíos de barrio chupando en una esquina y contando chistes malos DURANTE DOS HORAS

cómo que dos horas?? si trampolín duraba toooooda la tarde :s

Anónimo dijo...

Alexis: Nada mejor, Alexín. Sólo es la cultura del miedo y la mentalidad de esclavos.

Frankie: Lo lamento, chochera, dos horas era lo máximo que aguantaba.

Patty Bravo dijo...

Totalmente de acuerdo.Las Fiestas Patrias me causan semejante pesadumbre "cívica" capaz de aletargarme x días enteros,o casi semanas en el peor de los casos.Y segun tu comentario yo no,no me conformo con ningún artista que ya esté de bajada.Lo de Soda Stereo(a pesar del inexplicable apagón en la 4ta canción del concierto de la 2da Fecha),es una experiencia inolvidable,CONCUERDO CONTIGO.SALUDOS.