Llegando al fin
Todo en la vida tiene un ciclo, una fecha de expiración.
A los veintitantos que tengo, ya no soy el mismo estudiante de hace un par de años. Así como hay quien a cierta edad o en cierta etapa ya no puede aguantar ciertos trajines, yo no tengo la misma capacidad para el ritmo estudiantil.
Cuando se está casi un año y medio seguido en chamba, intercalando con los estudios, uno tiende a preferir la vida laboral, a organizarse de acuerdo a los horarios de oficina y ya no a los de la facultad, y las cuitas laborales se convierten en prioriades tan poderosas que pueden convertirse en causas de depresiones muy hondas o de alegrías inflamables, las más grandes en esta etapa.
No es sólo cuestión de fatiga mental. El hecho es el de estar jugando tiempo extra y sentirme permanecer en una etapa que ya no es la mía, como un ánima que debió hace rato estar en el otro reino, si no fuera por...
Seamos cuidadosos: Seguimos en este mundo porque aún había cuentas pendientes que saldar con la vida académica. Hay cosas que en su tiempo tomé demasiado a la ligera y hoy me pasan la factura de vez en cuando; hubo inseguridad, incertidumbre por mucho tiempo, y ese tiempo ahora, está compensándose.
Por otro lado, siempre he sentido esta pesadez, sobretodo cuando me tocaron puros cursos con exámenes parciales (definitivamente, el peor experimento académico, viva la evaluación continua) como ahora, incluso sin, en cualquier momento de la carrera. Me pregunto si eso se debe al peso de catorce semanas lectivas, a mi poca inclinación al estudio, o a "eso": Sí, a "eso" que solía ser mi bandera de defensa de mi carencia de método de estudio y que hoy, ya maduro y evolucionado, escondo como una vieja verruga vergonzante.
"Eso", cuyo ocultamiento (o incluso superación) no significa su aniquilimiento, existe, es real, es la primera cosa que surge cuando hay problemas, desempleo, agobio. "Eso" ocupó buena parte de mi pensamiento el año pasado y ahora, no termina de irse. Como todo complejo y miedo inaceptable a cierta edad, "eso" para mí es como la oscuridad o los fantasmas para algunos, y en esta etapa, ya es inaceptable escapar, lo único que queda es enfrentarlo para tener que aceptarlo y vivir acatando sus esporádicos sismos emocionales, o aniquilarlo de una buena vez...
Bueno, lo importante es que ya he llegado al final del primer tiempo suplementario. Sólo me queda la semana de finales.
Cosa de ver el lado positivo. Hemos empatado sobre el final un partido que parecíamos perder por goleada en un momento, y ahora vamos a ganar en este año suplementario. He reforzado mi arma principal para vencer a "eso", y ahora sí estoy seguro de que a partir de Septiembre, "eso" será derrotado con su propia arma letal: La duda, convertida en dualidad.
¿Qué más? ¿Qué hubiera sido de mí si egresaba a medias? Estaría pateando latas, conformando con empleos en municipalidades o empresas hasta el copete o, peor aún, rogando por un puesto como SNP*** en algún ministerio; "eso" definitivamente me hubiera comido, pero después de haberme suicidado. ¿Qué hubiera sido de mí en esta semana, si hubiera estado en plena tesis? "Eso" hubiera contraatacado con todo y esta vez, con un embate mortal; siete meses que lastimosamente tendrían que olvidarse, siete meses de ventaja a favor de "eso" que bien podrían haber representado su victoria final.
Las nuevas leyes de Compe Desleal y Concursal salieron justo a tiempo, como una campanada ideal para saber que "eso", más temprano que tarde, se largará.
Todo a su tiempo, aún estoy vivo, pero cansado de estudiar.
***SNP: Modalidad de contratación laboral a una persona, como quien contrata a un técnico, con tal de no ofrecerle las ventajas que se le da a un trabajador común.
***"Eso": Un fantasma de varios, de eso que a veces es mejor mantener "en fuero interior".
4 comentarios:
En Europa la vida estudiantil es plena bohemia, Casi te digo q no dan ganas de empezar la vida laboral. La uni te mantiene joven,creo yo.
A ver si se publica este comentario q te lo escribo desde mi cell :)
Oiga maestro, bien con la música de Los Secretos ah! No hay muchos por aquí que conozcan a ese grupo. Chévere saber que no soy el único que gusta de la música de Los Secretos.
Acuarius: Me parece rica la vida europea, así, de lejos. Pero, ¿sabes? No crea que sea muy adaptable por ahí...
Alexis: Los Secretos son Los Secretos, me los enseñó un profe de la universidad.
Sobre las malcriadas, a mí me parecen más importante porque te muestran una belleza más peruana, más real, que puedes encontrar al mirar afuera, a diferencia de las de Perú21.
Eso sí, lamentablemente no deja de tener un tono algo peyorativo y que, finalmente termina reduciéndolas, injustamente en comparación a las otras.
Bueno, no discriminación, pero declaro que mi favorita es Sally Portocarrero y una chica que salió hace poco...
Trankilo aveces uno se siente agobiado por el trabajo y estudios pero vamos hombre eres fuerte no??? no te dejes vencer por tus fantasmas ok
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