martes, 4 de agosto de 2009

Malacostumbrado al Perú..


Sólo una grata conversación con Mr. T era capaz de romper mi ley seca, que se iba por los dos meses. Pocas cosas pueden conciliar tan eficientemente dos modos de pasión política como un buen par de chelas bien heladas pese al frío de Junio, pese a nuestra conciencia de que el alcohol nos hace más feos, más indeseables, y para nada más valerosos. Eso sí, con una camarita glúfica y una escena divertida cerca, nadie nos para.

Desde que habían entrado al establecimiento, llamaron nuestra atención. Rapidamente, pensamos en el buen Estonboi, en sus problemas con las mujeres y en como hubiera necesitado ver esa escena de cariño de pareja sólo comprensible en un bar, pero más que ello, en como hubiera necesitado ver a ese par tan dispar, sobre el cual negábamos aún su condición de pareja.


- T, ¿has visto si ella tenía un problema para caminar? Eso le quitaría algo de diferencia en la estatura.


- No, no, no la he visto parándose. Pero fácil están chupando desde hace rato.
- ¿Tú crees? ¿Y esos libros?

- Fácil están llevando ese curso juntos.


- Fácil la está ayudando a pasar ese curso.

Los grupos de amigos se empilaban, brindaban cada vez más frecuentemente mientras la chela les iba faltando, las otras parejas se mostraban frías, intentando concertar por X razones más que demostrarse amor, las parejas sólo intentaban formarse, muchas encontraban aborto en el "No" de alguna o en las manos de otra en el cuello de alguien. Descartando, la única relación que podía presumirse solida en esas horas, era esa, la que teníamos al lado, la que discurría regularmente, mientras pasábamos de la lambiscona política exterior peruana, a la historia del verdadero final de Supercampeones, pasando por el origen comercial de la Gripe Porcina o del constante peligro de cese en Agrobanco.
Seguimos discretamente la permanencia de esa pareja tan particularmente disímil, "tan bien descrita" por el personaje de Gianfranco Brero en Tinta Roja, pero sin ningún final trágico a cubrir por la prensa sensacionalista.

Casi todo salía de nuestras conjeturas, no era un agarruco que aprovechaba la fragilidad defensiva de una borrachera, no se trataba de una chica nueva de intercambio de la PUCP ni de una estudiante desesperada por pasar su curso de... Poesía; por contrario, era una pareja estable, cariñosa, dulce, que posiblemente se había percatado de nuestro espionaje y no escatimaba en enrostrárselo a un par de solterones que no comprendían la situación, pues no era habitual para ellos.


- Brother, es una pareja, punto. Donde la chica es más alta que el chico, donde uno parece brichero, pero es una pareja que la hace.


- ¿Sabes? Creo que estoy malacostumbrado al Perú.

Después de esa frase, brindamos, por haber descubierto en una oración la verdad del asunto: No estábamos acostumbrados a ese tipo de demostraciones; más bien, estábamos habituados a reclamar lo que en nuestro país suele ofrecerse como aceptable o al menos, como consuetudinario.
No sólo no comprendíamos a una pareja medio melcocha, sino que no tragábamos algo distinto a lo que solíamos ver o experimentar: Una pareja racialmente distinta, real y radicalmente distinta; nada que ver con las lindas parejas de los catálogos de Ripley, o de muchas novelas, ni a la vuelta de las parejas promedio que cada uno de nosotros formó en su tiempo. Simplemente, nuestro únicdo refugio en ignorancia fue el de todos: El chisme, el juicio, la puya, el chiste y, en este caso particular, la foto digital.

Incluso, tal vez la actitud aventurera (en el buen sentido de la palabra) del pata, había superado muchas barreras mentales que nosotros, seres comunes y corrientes, no éramos capaces de destruir en nuestras propias vidas. "Pelea con gente de tu peso", decía Bob Gordon en Alta Fidelidad, y nosotros nos encargamos de circunscribir nuestro peso siguiendo religiosamente ese dogma (de fé), a diferencia de aquel sujeto que se empinaba un poco para el pico.


- T, ¿te has dado cuenta de que con ese cotilleo, todo nuestro discurso político se va a la mierda?

Esto iba más allá de la cuestión racial o social, iba por el tema de los prototipos humanos. ¿Alguna vez un metal o una emo intentó, sin pensar en sacrificar parte de su esencia, salir de sus barreras, buscar gente distinta? Nosotros mismos, en nuestra medianía, solemos evitar ciertas exacerbaciones humanas, ciertos "estereotipos", cuando olvidamos la base de cada uno de ellos: Un ser humano, sin más.
Y así, en tantas otras cosas, uno no puede pasar de la cáscara y de dejarse limitar por el influjo de esta.

- RR, me siento súper caviar...


- Tengo ganas de escuchar a Silvio en un depa de la residencial San Felipe, y hablar sobre el desborde popular.


Y sí, no me podía ufanar de revolucionario si aún tenía en mente ciertas estructuras como fijas, llámenlos prejuicios si quieren.
..


Escena clave de Tinta Roja, desde el 8:30. "Esa buitreada te descalifica para el puesto. Pareces hembrita, carajo", si hubiera estado Saúl Faúndez en ese chupódromo, hubiera tenido toda la razón del mundo. Esa mentalidad es de "hembrita", y claro, me descalificaba totalmente para mi puesto. "La huevada de siempre", aunque uno no lo pueda creer.

11 comentarios:

Dally dijo...

Cosa curiosa, hace poco me preguntaba la posibilidad de que me atraiga un chico más bajo que yo, que no baila salsa, que es de números, y otras hueva..., y sí tenemos algunas cojudeces que están ahí y nos impiden ver la esencia humana, aunque mantengamos otro floro.

Lafrau dijo...

Tienes razón, muchas veces nos dejamos llevar por als apariencias, sin siquiera pensar que lo que vemos es real... aunque nos neguemos a creerlo.

Anthony dijo...

El problema que podemos tener cada uno de nosotros son la cantidad de paradigmas que rondan en nuestra cabeza.

Que esté es cholo, es negro, es blanco, muy chato, muy alto.

Realmente no nos ponemos a pensar en lo esencial de las cosas que son las personas.

Por otro lado, en el ambito laboral existe personas que realizan las cosas sin saber que estan haciendo o para que, solo saben que tienen que hacerlas y no rompen esa mentalidad mediocre que los malacostumbra.

Anthony

¿Odio a las Gordas? dijo...

Mi querido cachetón no ha cambiado nada, sigues igual de aburrido. alégrate, yo estoy peor.

Unknown dijo...

jajaja, que buen post. Me hace acordar a mi mismo y mis patas cuando por algun motivo vemos a un hembron agarrada de la mano con un feo. Asi somos los patas. Asi somos los peruanos. La envidia nos viene en la leche materna, en el adn.

Anónimo dijo...

Dally: Ya te gusta, pero te estás preguntando como ahcerlo encajar en un molde. Mejor elimina el molde, no reclamará cuando lo despidas, y si no lo eliminas, al menos elimina el floro.

Lafrau: Por las apariencias, por las supuestas correspondencias con ciertos estereotipos. En fin, parece que hay más imágenes que pensamientos a veces, en las cabezas nuestras.

Anthony: Sí, mencionaste un adormecedor clásico: El mundo laboral, una especie de modelo a escala de ciertas conceptualizaciones.

Eso pasa cuando no sólo estereotipamos a una persona, sino todo lo que "debería ser" su mundo.

Alberto F: Brother, tu aburrimiento es tu problema. Aquí todos estamos calientitos, leyendo y pensando, como para no exhibir en la feria del libro ni en el día del blog.

Dante: Has mencionado un punto importante que no quise tocar por marica: La envidia. Eso también nos lleva a buscar segundas explicaciones o infidelidades a lo "debido", en eso que simplemente no queremos aceptar como ajeno.

Y sí, me parece que el chisme, el estereotipo, el prejuicio, van junto con la cornucopia. Gracias por la visita.

Unknown dijo...

Muchos se han acostumbrado a eso, a no indagar que hay más allá de las apariencias, se puede encontrar muchas sorpresas..

bsos de esposa primeriza y Recién casada

ella(s) dijo...

Yo creo que es mas una cuestión de gustos, ó quizás sólo intento disculparme...

Pero bueno más de alguno habrá dicho: vale es preciosa. sí, fuera más alta...o menos hocicona, jajaja

Besos

Anónimo dijo...

Bueno, la verdad es que yo tampoco había visto algo parecido, al menos no en un ambiente universitario, como sí podría haber sido al pie de la catedral de Lima en donde la dama en cuestión esté realizando el Tour Polvo de Ángel 2009. Ciertamente estamos malacostumbrados al Perú, porque fuera de él nadie comprende el extraño y altamente complejo proceso de mixtura cultural que ha terminado creado los más inverosímiles conceptos sociológicos. (Una vez conversando con un gringo, éste no podía entender por qué las empleadas domésticas son más burguesas y reaccionarias de lo que podría ser Anita Berkemeyer García Miró, que estudió Sociología en la PUCP de los 70´s (¿En San Marcos, ay papá está bien que el abuelo sea sanmarquino, pero todos los chicos son "feos" ahí), se vestía con ropa incaica en contra de la opinión de la señora García Miró, se consiguió un indígena mexicano adicto al peyote tipo Carlos Castaneda y se lo llevó a su departamento de la residencial San Felipe a tirar todo el día tomando ayahuasca y escuchando discos de Víctor, y claro, de Silvio también.)

Como fuere, el Perú es un lugar que nos malacostumbra a nuestros lugares comunes, en donde lo Políticamente correcto es imposible de alcanzar; así que el reto es ser tan desprejuiciados y felices como ese enano, cholo, feo y hasta las huevas al que Anita Berkemeyer García Miró no daría ni la hora aunque eso implique superar sus contraducciones superestructurales de clase. Al final, el Perú siempre ha sido un país tubo de ensayo, en donde todos los cambios han llegado como producto de un químico o enzima inyectado desde fuera.

Anónimo dijo...

Bueno, la verdad es que yo tampoco había visto algo parecido, al menos no en un ambiente universitario, como sí podría haber sido al pie de la catedral de Lima en donde la dama en cuestión esté realizando el Tour Polvo de Ángel 2009. Ciertamente estamos malacostumbrados al Perú, porque fuera de él nadie comprende el extraño y altamente complejo proceso de mixtura cultural que ha terminado creado los más inverosímiles conceptos sociológicos. (Una vez conversando con un gringo, éste no podía entender por qué las empleadas domésticas son más burguesas y reaccionarias de lo que podría ser Anita Berkemeyer García Miró, que estudió Sociología en la PUCP de los 70´s (¿En San Marcos, ay papá está bien que el abuelo sea sanmarquino, pero todos los chicos son "feos" ahí), se vestía con ropa incaica en contra de la opinión de la señora García Miró, se consiguió un indígena mexicano adicto al peyote tipo Carlos Castaneda y se lo llevó a su departamento de la residencial San Felipe a tirar todo el día tomando ayahuasca y escuchando discos de Víctor, y claro, de Silvio también.)

Como fuere, el Perú es un lugar que nos malacostumbra a nuestros lugares comunes, en donde lo Políticamente correcto es imposible de alcanzar; así que el reto es ser tan desprejuiciados y felices como ese enano, cholo, feo y hasta las huevas al que Anita Berkemeyer García Miró no daría ni la hora aunque eso implique superar sus contraducciones superestructurales de clase. Al final, el Perú siempre ha sido un país tubo de ensayo, en donde todos los cambios han llegado como producto de un químico o enzima inyectado desde fuera.

Yared Medina dijo...

Es algo extraño que se haya armado un rollo, por algo muy común, o en todo con muchas probabilidades, porque es acaso Lima no es lo más "cosmopolita" (muy entre comillas) que hay en el Perú? o sea las posiblidades están, aunque claro no es el único lugar.

Pero supongo que cada quien se va armando sus "estereotipos de parejas" y por eso cuando algo sale del molde, como que choca con la vista.