viernes, 9 de noviembre de 2007

El peor error de mi vida (Carta abierta a...)








Hace poco alguien me echó la culpa de que muchas cosas le salieran mal por incidente gracioso en la calle que ya contaré alguna vez.





Lo hubiera olvidado de no ser porque hoy leí una noticia que me hizo sentir bien, integrado, parte de una red de personas que no nos fuimos, sólo nos escondimos y merodeamos por nuestras ciudades. Patrick Moberg se unió a nuestro club, no sé cuan dispuesto esté a ser amado u odiado, lamentablemente jamás en paz; en todo caso, hay estima hacia él.






Hay quien relacionó esta historia con la canción de James Blunt, lo que no está mal. Sin embargo, creo que Andrés Calamaro puede ser más exacto.









Lima, 11-Nov-2007



LMS:



Desde Ene-2003 no te escribo. En realidad, desde ese mes no te envío nada, preferí proteger de tu desdén esas manifestaciones de delirio, cobijándolas en un paraíso sin razón de ser fuera de un amor imperdonable como fue el mío. Esta es otra de estas cartas que prefiero guardar como una joya para nadie en especial; no sé si este blog tiene el alcance de aquella radio que (infelizmente) viste nacer, si lo lees o no, me tiene con tanto recaudo como tu posible reacción, la cual conozco sobradamente. Por cierto, ya no pongo tu nombre, ni tu otro nombre, no hay razón.



La historia de este neoyorkino bizarro como pocos ahora (y como pocos hace seis años) y aquel encontrón que tuvimos en tu oficina me recordaron irremediablemene aquel domingo en el que nos conocimos. Lo que pasó fuera de aquello ese día ahora me importa poco, los resultados, mi algarabía egoista, y todo lo demás, ha quedado en el olvido para dar paso a una vida adulta y real, salvo por ello, por ese rezago mío sin edad o etapa evolutiva, que simplemente existe.



Aquel día cometí el peor error de mi vida. Me senté al lado tuyo y dejé que siguiera nuestra conversación, puesto que en esa zona no conocía a nadie, todos mis amigos estaban en otra facultad o en la parte de arriba; nunca debí escuchar donde vivías, de que colegio eras, lamentablemente no supe respetar ese silencio que me había impuesto aquel destino del que no sé si en verdad crees o sólo mencionaste para sacarme de tu vida. Ese día acerté en olvidar tu nombre, pero creí estar equivocado y traté de enmendar, para luego caer en otra cadena de gazapos, como buscar tu nombre, preguntar por tus datos inventando una historieta juvenil e incluso usurpando el título de "amigo" para esos efectos. Eternamente agradecido a la Oficina Central de Admisión de la PUCP y a Teléfonica.



Como muchas cosas, esa canción de James Blunt llegó mucho después, en mi vida ya la podían haber visto. Yo te vi, nos vimos en aquel lugar, pero yo no podía quedarme con esa frustración idiota mientras daba mi examen, ni por el resto de las horas de aquel fin de semana. Ahora sé que se me hubiera pasado en una semana como máximo en curar ese fracaso, y que mi frustración por M-1 y su desenlace también hubiera pasado muy rápido, mas en la base 1 las semanas son períodos de cárcel, interminablemente crueles. Esa única vez se multiplicaría al infinito según yo, así como esa excitación dominguera que se hizo permanente como las ganas de verte, como ese juramento que jamás te molestaste en oir: Siempre en tu camino, con esa palabra que tanto me gusta.



No se trata de una falla en mi instinto de autoconservación, pero no podría controlar esta manía. No lo digo por debilidad ante mis vicios, sino que es mi propensión a buscar la luna la que me hará caer una y otra vez en errores como este, mil vidas, mil veces distintas, para morir ahogado en altamar y resucitar para morir en la playa. No creo que sea mala aunque exista tu precedente, que ahora sólo podría calificar de experiencia, como lo que podría pasarle a ese gringuito prepotente ante aquella "adversidad", posiblemente condenado por mucha gente, incluso por ella misma, sé por lo que podría pasar; incluso lo compadezco un poco, no es fácil hacer estas cosas sin que nadie haga observaciones, sin dejar interrogantes que en cualquier momento pueden virar en contra nuestra, me pregunto si la influencia de grandes ciudades como las nuestras tendrá que ver con estas reacciones, tal vez: Como te dije alguna vez, esta ciudad y yo estamos patológicamente unidos.

Aún así, no me arrepiento en absoluto, pues hacerlo sería negar una parte de mí, y esa parte no eres tú: Soy yo mismo capaz de muchas cosas inconcebibles sólo por lo que siente, presto para zurrarse en señalamientos, maldiciones y juicios de gente un poco más afortunada pero también mucha más corta de luz; esa misma parte que sabe que ninguna cosa en el mundo deja de servir o que los vacíos no son más que alumbramientos de presentes. Y no puedo dejar de entristecerme cada vez que pienso que esa es una falla estructural y que no debería ser así, pues voy en contra mía y dejo de apreciarme, aunque sé que hay quienes - son, y muchos - quienes hacen ese trabajo por mí.



¿Haría lo mismo de nuevo? Sí, cometería el mismo error, incluso contigo, una y otra vez, pues más que un impulso es una pulsación, y sé que hay una diástole correspondiente a esta sístole. Soy capaz de eso y más, por mucho más.


Lamentablemente, todo pegote termina siendo arrancado, y tú estabas puesta como un chicle a esa parte mía. Yo espero, por tu bien, que alguien sienta así por tí, supongo. Ya los sabemos es una parte de mí que no podrás corregir, que nadie podrá porque jamás fue un error, a diferencia de tí. Como la de James Blunt, eras linda, eres linda, es verdad, nada más, tómalo como un piropo de un desconocido con toda la libertad de rechazarlo furiosamente.



Espero que no te arrepientas de nada, ni culpes a nadie más y que el tiempo también pase sobre tí. ¿Cómo olvidar a quien me enseñó (por obligación) a usar el MSN? Sobre la canción de Calamaro, te pediré que no te preocupes, no te he olvidado porque sería un error, pero sí te he despreciado e incluso he dejado de visitar la malahierba que creció en el jardín donde enterré este amor tan infeliz.



Hasta la próxima ocasión en la que nos encontremos donde los Amigos de la Justicia. Buenos augurios para tí.

4 comentarios:

Roberto dijo...

osea que era verdad!

Yani dijo...

bien por ti y tu catarsis, sacar todo lo que no siente es siempre lo mejor.

--era la profe?

Saludos Raul!

Anónimo dijo...

Sí, Calamaro siempre será más exacto. Quizá porque sus canciones son tan inexactas que se acomodan demasiado bien.

EmPapeLada dijo...

LMS...veo que hay personas que nunca se borrarán de la vida uno, viste? (esta última palabra, con acento argentino)

Bonita la de Calamaro. Y con respecto a ese neoyorkino (vi la nota en El Comercio), ojalá todos tuviéramos tan wena suerte como él!