De como Fiorella Faré le volteó el partido a su mariachi
Fiorella Faré denunció toda la red de Carlos Delgado y Claudio Pizarro, siendo ella ex pareja del primero de los mencionados. Sin embargo, ese no es el inicio del tema.
Luego de cierto tiempo de matrimonio, Delgado convence a Faré para cambiar su régimen al de separación de patrimonios, para no comprometer las cosas de ella en algún caso de demanda en su contra, considerando su labor como agente FIFA de representación de jugadores de fútbol. Luego de eso, Faré descubre que ya no era propietaria del departamento donde vivía con el agente, ni del carro que utilizaban, sólo de un celular con cinco soles de saldo, impidiéndole pasar la noche bajo techo.
Lo que no sabe la modelo por vieja, lo sabe por despechada. Bien enterada de las actividades de Delgado en 10 años de vida de pareja, tenía valiosa información y por ende, la sartén por el mango. Ni corcha ni perezosa, la chica Maidenform solicitó a la Federación Peruana de Fútbol la apertura de un procedimiento sancionador contra Delgado, por no manejar personalmente las representaciones (para lo que estaba autorizado personalísimamente) sino por medio de su empresa, Image S.A., en cuyo accionariado estaba ni más ni menos el inefable Claudio Pizarro, el popular "Sin gol", recién esclarecido dueño del fútbol peruano. Claro, como le interesa tanto el fútbol a la señito, chúpense esa señores Butters y Puiggrós (con el respeto que se merecen).
No profundizaré sobre la crisis futbolera peruana ni sobre la situación jurídica del tema (a grosso modo: Delgado se la llevó todita con la separación legalmente, pero la otra le volteó el partido, y puede haber hasta cárcel para Delgado y Pizarro, quien en el penal de San Jorge, conocerá al fin lo que es un gol peruano que no sea de penal). Quiero dejar en claro es un tema puntal respecto al comportamiento de Fiorella Faré: Despecho.
"Te he amado tanto que ahora te odio". El amor es un sentimiento irracional y cuando es real, no admite medias tintas; y bueno, es un poco más intrincado el tema si de por medio hay propiedades, dinero, años de convivencia, más allá de sentimientos, pasiones e ilusiones. Ustedes saben que situaciones extremas se detienen con medidas extremas, la intensidad de la causa suele ser igual a la intensidad del efecto, hecho incuestionable de la Física que tiene lugar en el poco tangible terreno de las relaciones humanas.
Si bien es cierto le hizo un favor a la sociedad, en el ámbito más íntimo, no queda claro si Faré se pasó de la raya o no. ¿Hasta dónde se puede llegar cuando se tiene ganas de responder una herida? ¿Hasta quedar en igualdad de condiciones, o herir más, hasta hacerle lamentar haber nacido o habernos conocido? ¿Cuál es el límite de lo permisible? ¿El factor tiempo es importante?
Vamos, todos alguna vez, por despecho y venganza (el despecho es el sentimiento, la venganza es la acción producida a partir de él), hemos hecho algo, con impetuosidad o con el mejor ardid posible, algo exitoso o olvidablemente lamentable (no hay peor cosa para un despechado que ser olvidado). Recuerdo lo clásico y lo moderno en la siguiente lista:
- Cuando una chica no me daba bola en el cole, cogía una hoja y hacía un listado de sus defectos, y a continuación, una lista de apodos de todo calibre, haciendo que se filtraran en el cruel adolescente colectivo del cole. Por eso, se popularizaron apodos como "Volkswagen", "Silla de plástico", "Velador", "Cuerpo de Paté", "Peinado de hombre", entre otros. Honestidad: Esta acción "catártica" sirve para limpiar y desidealizar a la persona, aparte de ser tan clásico como vacilarse viendo a través de la falda.
¿Siguió hasta hoy? Sí, le puse "Petete" a alguien cuyo caso se terminó de cerrar hace más de una semana, en un velorio en el que estuvimos presentes los abogados (post pendiente). ¿Pista? Sí, su nombre comienza con C.
- Contar una versión ultra sensacionalista de los hechos: Cosas como "dejarme botado" en beneficio de sus amigos, emborracharse y vomitar en todo el taxi, mentirme para salir con un súper mostro, dejar ver una guata reprimida por una faja, tener mal aliento, no lavarse el cuello, cortarse las uñas en mi cuarto, son de las que alguna vez imputé a alguien, muchas de ellas ciertas, pero con un toque muy pintoresco de mi parte, suficiente como para desacreditarla.
¿Sigo? No, lo dejé hace cuatro años. Esto confirma que la lengua de la suegra sólo es neutralizada por la de su yerno, que un chisme de hombre tiene mayor alcance y credibilidad que el de una mujer, algo así como comparar El Comercio con la información de Correo. Seamos sinceros, en general los hombres somos más concienzudos (maquiavélicos) con el recaudo, manejo y difusión de la información.
- Dejar sin trabajo a alguien: Sobretodo en algo que a ella (o él) le guste mucho, y a uno mismo no mucho. Tú alguna vez hiciste mierda mi ilusión, bueno yo haré lo propio lo tuyo, que además de darte satisfacción personal, bien pudo asegurarte un sueldo (eso es por el daño moral emergente, y los gastos de tratamiento; agradece que no incluyo lucro cesante).
¿Lo hice? ¡Claro que sí! Sin remordimiento, sin compasión, como Diego Bertie en Sin Compasión (si no vieron esta pela, pónganse al día; estupendo Marcello Rivera). Aunque no salí campeón, ese suceso fue como ganar un derby después de años, o ganarle a alguien que alguna vez te sacó de carrera (de hecho, eso pasó).
- Regalar las cosas que me regalaron ¡A UN ORFANATO!: Más exactamente, a una casa hogar para niños que sufren violencia sexual (sic), tal como me dijo la tía. Regalé una chompa y una bufanda.
¿Volví o volvería? No, porque eso no me hizo sentir tan bien, y porque lo hice condenando muy injustamente a alguien, sin saber que la noche, en verdad, recién estaba por llegar. De todos modos, hoy por hoy, esa chompa no me quedaría nada bien.
En fin, es lo que tengo en la memoria por hoy.
¿Existe la prescripción (osea, que se te pase la hora) para la venganza? No creo, lamentablemente es uno de esos sentimientos que avanzan como una sombra, que se hace filosa cuando uno tropieza y cae sobre ella; pero creo también que el tiempo y el paso de recuperación en la vida ayudan mucho a apaciguar y apagar definitivamente.
En verdad, más que por lo que se sienta (que puede superarse después de unos cuantos meses, en mis veintitantos años aún es así, afortunadamente), la necesidad de dañar a la otra persona ya no es sólo de uno mismo, sino que se basa en la necesidad colectiva, y solidaria de señalar y castigar esa conducta y a quienes la ejercen. Algo así como para advertir a los demás, a tus rivales y compañeros, y desaprobar las cosas que la persona hizo. Igualmente, para aleccionar a nuestros amigos y conocidos sobre esas o esos, también hay que tomar enseñanzas de los casos y cosas de la farándula.
A) Lo de la otra mejilla no existe. Simplemente no le hagas daño a una persona, especialmente a tu pareja, porque el retorno puede ser mucho peor.
B) Nunca dejes en tu cama, baño o velador papeles, documentos, cheques, libros, borradores, cero chamba. Las mujeres, en su afán por interesarse más en nuestras vidas, son de leerlas, nosotros también, pero para certificar que todo esté bien o que hay que poner orden. De hecho, lo mismo se aplica con la pornografía y material afín. Donde se come, no se puede hacer cagar uno.
C) Sé honesto y listo, si te casas, que sea de arranque con separación de patrimonios. Ideal para quienes se quieren amarrar con mujeres de oscuro historial o tendencias "liberales".
D) Guarda tu conducta en la intimidad. La mujer puede soportarte todo... mientras te quiere. ¿Después? Esa hemorroide o esa costumbre de acostarte con olor a ala puede convertirse en la leyenda favorita del Colegio de Abogados de Lima o del club donde solían pasar los domingos.
En fin, ¿y ustedes? ¿Denunciarían al o a la ex? ¿O hicieron algo que va por ahí? Tal como pide Ángel "Cabeza de Pinga" Ganoza, abro el blog, abro el teléfono.
Y bueno, jóvenes, para matizar les pongo una de las cinco canciones más calientes de Soda Stereo: No existes. Primero la versión de estudio y luego la del Coliseo Amauta en ese memorable concierto del 14-Jul-1987. Disfrútenlos, y que la venganza os sea propicia.
6 comentarios:
La venganza es dulce :-D
Yo si lo denunciaría y con ganas...jum!!
Cómo es eso de "cuerpo de paté"? me puedes explicar xfis, xq no entiendo u_u
SIIIII QUE BUENAS QUE SON LAS VENGANZAS A LO HOLIWOOD!!!
Gracias por dejar tu comentario y consuelo en mi blog! Voy a empezar a hacer cursos de yoga para mantenerme calama en cualquier situación....y tal vez alguna de teatro, no crees?
Cariñoz,
La Cantinflas vengativa
Lo ideal sería no tener nada que esconder, no por sincero, sino por conchudo. Pero supongo que es imposible.
Abajo las Pinchi Pinchi!
Lara: Yo también soy partidario de la vendetta.
Cuero de Paté, la niña esa era un gordita botadita, como me gustan, su cuerpo tenía la consistencia de un paté.
Gorda: Y eso que es de estilo Chollywood, producción de Bruno Pinasco.
Alguna vez de tratro, no. SIEMPRE.
Chico Nube: Ya, ya, ya, no te hagas el maloso ni el conchudo, que ya se te cayó la careta.
Aparte, al conchudo siempre se le cae algo...
A mí, me encantó mi última venganza.
Lo disfruté mucho, en serio, y por lo que veo, eso no me hace mala persona.
Aún no me he vengado. Y de hecho tengo una venganza pendiente.
Ya me tocará.
Saludos!
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