lunes, 4 de mayo de 2009

A la mexicana

Nunca tuve la posibilidad de observar la ciudad de Lima sitiada. De lo poco que recuerdo está el estado de excepción que se impuso entre Mayo y Junio de 1987 por la huelga de la Guardia Civil, que hizo postergar mi (casi acostumbrada) fiesta hasta el patriotísimo 24-Jun; ¿algo más fresco? Sí, las noches posteriores al 5-Abr-92, las tanquetas en las calles forzadas al estado desértico desde las 9:00 pm, dejándome sólo una hora de recuerdo de las primeras neblinas limeñas como únicas transeúntes de las veredas de Jesús María, y a dormir...


Cambiemos el escenario, el personaje, el tiempo, pero no los avatares. Maximicemos Lima en un 350%, hasta convertirla en Ciudad de México, el año es el 2009, con internerd, MSN, y hasta Skype si lo desean, como una posibilidad disponible para Raulete. Raulete, un poblador poco tradicional del Distrito Federal, que a sus veintitantos años prefiere la económicamente cómoda convivencia familiar, lo que no significa que sea una opción de su total agrado.


Hombre de base 2 como todos, con problemas que todo mexicano (o peruano) puede tener, con las defensas altas y todo el arsenal para enfrentar una amenaza certera en su ciudad. Cuando camina por La Reforma, se pregunta por si alguna vez alguna de esas ciudades pequeñas de Sudamérica ha pasado por algo similar, con distancia, sabiendo que la tierra de Mexicali no tienen nada que ver con el Chaco o la Cordillera de los Andes, pues ni el Misti ni el Aconcagua son el Popcatepl, y que la Av. 9 de Julio será la más ancha del mundo, pero ni tan larga como La Reforma. Ni esa, ni la de esa gran ciudad anticuada llamada Lima tienen esa torre que sirve para ventilar el pozo séptico que pasa por debajo de la ciudad, más precisamente, por debajo de esta calle.


Podría correr de alegría por estas calles tan libres un día antes del primero de mayo, de no ser porque esta noche no será de nada provechosa. ¿Volver a la etapa Skype con DF? ¿O a la etapa "nos vemos en la universidad"? Era lo único que le quedaba. Y es que en realidad, en lugar de saltar y bailar alrededor del paseo no es una opción cuando ya no hay como ir a un antro con DF, cuando las autoridades de salud lo prohibieron por culpa de la pinche gripe porcina. Ni un antro, ni un cine, ni un concierto...



¿Recuerdan esta película? Que situación de miéchica...


¿Le valdría salir a caminar? No había como saberlo, como que ya no era tampoco el momento para respetar distancias en la banqueta. Son casi cinco semanas desde aquel día por el castillo, semanas conversaciones en chat, skype, teléfono, saliditas a tomar un café (no más de dos) o a ver alguna película. Se supone que ha avanzado más de lo que había imaginado a estas alturas, incluso bastante más que en casi toda su vida, pues casi nunca se sintió tan seguro al invitar a una chica a un antro, sabiendo lo que vendría después; de hecho, casi nunca se da una situación tan afortunada, tanto que le hacía sentir que cualquier movimiento que haga será el correcto y si no, tendrá beneficiosas consecuencias. (La suerte del campeón, le dicen).


¿Querrá aunque sea pasear por Papantla? Escuchó a un peruano decir que cuando uno o una quiere, va a donde sea. Que pinche situación esta, que escapa de las manos de uno o de las cuatro manos de dos, un problema que hace que su prioridad no pueda estar al alcance de sus manos ni de sus brazos ni de su boca, porque es ya el momento con DF. Sí, saldrían a pasear, sería su cuarto encuentro, le cae que sería su última gracia como amigos, forzada por la distancia corporal, que posiblemente derrumbe otro puente.


Derrumbe de puentes, ningún pinche noticiero o diario habló de esa parte del desastre.


Chance no es tan desafortunado, piensa y piensa, recordando como la naturaleza puede arruinar ciertas cosas. Por ahí leyó que a un peruano llamado igual que él, el terremoto del 2007 le malogró una posibilidad chingona con una chava; hijo, que si algo son los peruanos son redesafortunados. No olvida barajar la hipótesis de una pandemia creada en San Ángel o afines, le cae que hay humanos interesados en su ruina...


Al menos no se va a morir, de eso está seguro, tanto como que debería ver más cine nacional en lugar de extranjeras. No como esos escuincles de la película esa que vio hace tiempo en la universidad...

3 comentarios:

BocaDelcielo dijo...

Todo contra los mexicans! Muy buena esa película... ya ni la recordaba.

Anónimo dijo...

Por sus dimensiones Lima bien puede ser considerada una gran urbe, son los limeños quienes la vuelven una capital provinciana

Yared Medina dijo...

ah, puta esa pela de caidos del cielo la vi cuando era un bebe, =). Qué manera de adaptar ese cuento de ribeyro.

Si pues, huevón, los mexicanos no la ven por ahora.