Al final del día de RR

Anochecer del 18-May-2009:

RR: En fin, dejemos mis cuitas de vejez, y vamos con las tuyas, ¿cómo te fue con los parciales?

Vane: Bien, al menos en Neurociencias sé que me va bien, aunque no sé como será con los cuadros de los que te conté... y tus pruebas???

RR: NEGATIVOOOOOOOOOO!!!!


11:52 P.M., 19-May-2009:


Estoy en mi cama, reclinado, escribiendo el borrador de este artículo mientras no dejo de pensar en haber pasado satisfactoriamente el segundo conjunto de análisis a los que me sometí en estos primeros cinco meses. Sólo digamos que otra portadora de la gripe porcina vive por aquí, y compra en el mismo lugar que mi familia.


Voy tratando de conciliar el sueño que con esfuerzo recuperé en los últimos meses, en colaboración con del primer dictamen médico (que provocó un remezón en mis cimientos físcos y emocionales). Es el final de un día distinto a los demás, hoy las manecillas avanzaron un año, sigo dentro de los veinte, más cerca de los treinta y a la vuelta de la esquina del profesionalismo definitivo, rodeado y enfrentando al fin ciertas dudas que llevé años evitando, pero lejos de ciertas angustias de las que fui adicto ¿a inicios de esta década? No, siempre...

Este cumpleaños mío fue bastante mejor que muchos de los anteriores. No sólo el hecho de tener los males rondando cerca de mí me hicieron apreciar lo importante de mi cumpleaños, sino de mi vida en general, la cual se sometía a un penoso recuento del último año que pasó, sobretodo para saber si es que me había recuperado de aquella ocasión.


El final del episodio LMS fue un antes y un después, indefectiblemente. Lo que pocos saben es que tuvo lugar en estas fechas, un poco antes del día exacto, pero en simultáneo con toda la euforia y la pasión que quien escribe ponía en la preparación de su cumpleaños con una nueva persona, en una nueva etapa de mi vida. De la desilusión, de lo que sucedió después de ese día, no es necesario hablar... pero sí de lo especialmente sensible de la fecha, y de la casi necesidad de ser feliz o al menos sentirme contento o sin esa espina clavada.


Y ese no es el único fantasma. Ciertas condiciones que me hicieron pensar en el valor de mi amistad y las relaciones amicales que tenía a mi cargo, mi reciente interés en cuestionarlas me hizo apreciar los gestos de hoy, de la comunicación, de las conversaciones que tuvimos en las últimas horas. Sé que es una pequeñez, pero a la vez es algo básico para continuar al lado, poniendo el hombro en la vida de otros y permitiendo que ellos pongan el suyo en mi vida. Es algo que he apreciado más que en otras ocasiones.


Ha comenzado a lloviznar, pienso en otros años, cuando una inquietud que tenía que ver con el caso LMS rondaba mi onomástico: La soledad, en ese momento necesitaba a alguien cerca. Así como en mi momento de debilidad necesite una caricia específica, en un momento de alegría sentir la necesidad de dos manos que recibieran las de uno no era raro, y era algo que sólo podía sobrellevarse con promesas de amor hacia ella, y con un cigarrillo en la fáctica soledad.


Hoy, 2009, me pregunto para qué tanto. Ya he pasado malos momentos de forma airosa, aún tengo cuentas pendientes que sé que de alguna manera superaré, ya he podido triturar la roca y sé que podré con la mantequilla, como pasó este año. No pensé en una pareja al lado este año, no hizo falta con tanta gente alrededor, con lo bien que me sentí y como no, si ya hace cierto tiempo la espina había desaparecido. En estas contiendas especiales, he comprobado mi capacidad de caminar en soledad airosamente, sin perder nada ni tener que ganar algo lo suficientemente importante como para ciertos sacrificios.

Las personas somos efimeras y concientes de ello, por eso odiamos la idea de pasar de uno o que pasen de uno, quitándonos sensación de eternidad. En mi vida, nada ni nadie es o fue eterno, por lo que ya nadie es tan necesario; incluso pueda que me toque nuevamente tener que arreglarme de mi lado, ya sabiendo jugar solo y con la capacidad de volver a formar un equipo, consciente de que para ello no puedo estar por debajo del 100%, ni recibir menos, sin tener que falsear mi propia identidad a cambio de nada, ni variar mi modo de andar.


¿Vivir a la sombra de alguien, o ser la sombra de alguien para no sentirme solo? No, he comprobado que ya no es necesario malgastar vidas de esa manera, felizmente vivir no es necesariamente morir por nadie. Vivir, y de ser necesario, sobrevivir, sin dejar el paso propio.

Sólo una pepa para el incremento de la acidez, y nada más para sobrevivir tranquilo. Opté por una mejor alimentación y bebida por dos razones muy paradójicas: Macho que se respeta no toma pastillitas, y a mí me paltea harto tomar pastillas; si no manejo enfermedades, menos manejo dosis o pastillas, al menos desde mi vida independiente (de chíbolo, al menos había alguien para darme el jarabe o para hacerme recordar sobre el inhalador). Pero macho que se respeta también... sabe cuidarse solo, sin sentir necesidad de nada, ni siquiera de cigarros.

Por último, macho que se respeta no se mosquea por poner canciones de Whitney Houston y reconoce que la negra tenía una voz tremenda. Sobretodo si tienen una frase como esta: Learning to love yourself, it is the greatest love of all...