lunes, 22 de diciembre de 2008

No soy ningún cagón

No dejé de escuchar en mi mp3 la canción de George Michael que les mencioné la semana pasada: One more try. Me sentía culpable, pero también sentía que C tenía parte de culpa, que no se había comportado como yo esperaba y que posiblemente, no lo haría después. Igual, eso no significaba una excusa para mí, jamás debería hacerlo.


Reconocí un carro llegando cerca a mi hectómetro cuadrado de pasto en el club. Estacionó, y bajó con un bronceado digno de buena vida Huanchaco sin compasión. Milkito había llegado demasiado tarde a ayudar a evitar la caída de su amigo, pero no para lamerle las heridas o confrontarlo. Y sí, lo suyo fue la segunda opción.


M: Y pues, compadre, ¿ahora de qué te escondes?

RR: Fue una mierda, una total y absoluta mierda, la cagué completamente y creo que me quedo sin play off, ya me había quedado sin chamba, ¿sabes?

M: Está bien lo de la oficina...

RR: Es que ahora arruino mi navidad, y mal que bien he dejado mucho, a pesar de que no me sentía a gusto y que ya no aprendía ni me comprometía con la ofi...

M: No me des vueltas, maestro. Tú sabes que no es por eso, tú sabes muy bien que no lamentas haber salido del estudio, que en el fondo lo único que te duele es la cuestión plata. Te mueres de ganas de confesarme algo, verdad.


Me paré de la tumbona para buscar un cigarro en mi maletín. Le ofrecí uno y fui a prender el mío detrás de un árbol, agazapado, como con vergüenza de mostrar mi acto a la luz del sol.


RR: Me hubiera gustado que vayas, un culo de amigas de C estaban sin pareja y realmente, su omnipresencia no me ayudó mucho.

M: Huevón, ¿qué hubiera hecho yo?

RR: Me hubieras ayudado, las hubieras distraído, o al menos hubieras estado en mi mesa, manteniendo la neutralidad.

M: Tú sabes que eso es falso. No te hubiera podido ayudar.


Milkito se retiró un rato hacia una mesa vecina, abandonada, con sus respectivas tumbonas disponibles para un mejor uso. Pensaba quedarse cerca mío, a tratar de mirarme a los ojos a través de mis lentes ahumados de rojo, a ver el rojo de mis ojos aguantando las lágrimas por la leche derramada. Yo temía su reacción, no era venenosa como la mía, era más altisonante, pero igual de certera.


M: ¿Por qué le echas la culpa a otros de lo que te ha pasado? Mira, puede ser que C no haya ayudado mucho, que te hubieras sentido perdido entre toda se gente, pero era tu noche, tú lo armaste todo, tú la invitaste, tú incluso zafaste de tu chamba para evitar seguir cargándote, estaba en tus manos...


No le respondí, ni le quise mirar a la cara.


M: Puta, siempre es lo mismo. Con M-1 los culpables fueron los chismosos de sus amigos, con Carolina el culpable fue el huevón de Armando que le dijo todo, con LMS fue la gente de su universidad, ¿y tú? Pareciera que siempre dependes de otros...

RR: Compadre, esto nunca depende sólo de mí, ¿entiendes? Sería lo máximo que por lo menos en una semana, todo me salga a pedir de boca, pero no pasa...

M: Sí, no pasa, ¿pero qué haces para que al menos se parezca a ello?

RR: No se, carajo. No salen las cosas.


Seguía esquivándolo todo. Al menos por esos segundos había logrado que me dejara en paz, pero nada que ver: Alistaba un proyectil aún más poderoso.


M: ¿Y qué harás con C?

RR: No sé, en eso estoy...

M: ¿Y has venido hasta acá, luego de tres o cuatro días de lo sucedido, para pensar algo que tiene una respuesta obvia?

RR: ¿Qué respuesta? Oye, huevón, yo también siento que ella se portó mal conmigo, me dejó de lado, ni siquiera puso preguntarme como...

M: Excusas, lo de siempre, ¿y tú?

RR: No voy a rogarle nada, en absoluto. Al menos me queda eso.


Estaba agazapado mientras decía eso, con el fin de protegerme del sol y de la incómoda entrevista para lo cual me buscó en el club no cualquier persona, sino una de las más importantes de mi vida. Me quité el polo y me puse bloqueador en todo el cuerpo, eso me importaba mucho más que las picaduras de mosquito.


M: Te voy a preguntar lo mismo que me dijiste respecto de Cecilia: ¿Qué es eso?

RR: No sé, dignidad, pantalones, orgullo.

M: Y eso, ¿cómo lo comes?

RR:...

M: Si fuera eso, estarías seguro...

RR: No puedo definirlo en palabras.

M: Claro que puedes, pero no es tu caso. Es lo mismo que yo, que todos nosotros alguna vez...

RR: Igual, no quiero arrastrarme, no quiero...

M: No quieres seguir, es verdad. Tú dices que no quieres arrastrarte, que no quieres humillarte, pero dime que fueron esos dos años después de LMS, ¿no fue una humillación ante tí mismo todo ese derrumbe personal?

RR: Ya no había más salida, ya no sabía que hacer...


Sólo quería pasar piola, me eché en la tumbona para no irme cabizbajo hacia adelante. No había otra forma que no sea mirar totalmente hacia arriba o hacia abajo, sin mirar de frente ni dar la cara al sol.


M: Claro que podías, claro que debía buscarla, encontrarla, encararla, callarle la boca de una cachetada si era necesario. Para tí es muy fácil poner en vereda a un hombre que es una amenaza para tí o que te molesta, y eso puede ser bueno... pero a ella no la trataste como un hombre...

RR: ¿Qué iba a hacer? Ya había decidido ella sobre lo nuestro...

M: Y tú le dejaste. Puta, fue tu primera relación fuera de la adolescencia y dejaste que te pasara por encima, te pisó, te cagó, y ahora me parece que estás conforme con la cojudez del TC.

RR: No, no estoy conforme. Pero entiende, no quiero herir mis rodillas.

M: Huevón, ¿igual acá, no? Puta madre, no entiendes, sigues igualando orgullo con dejadez, con miedo... me jode que tú y yo estemos en las mismas... me siento tan cagón, así de simple, y no me niegues que te has sentido así.

RR: ¿Cagón?

M: Sí, cagón, recagón, requetecagón, hipercagón, recontracagón, ultracagón. Apestoso cottorro cagón comemierda... y dime si no es el caso, compadre.

RR: No hago esto por cagón...

M: Cagón, todos lo hemos sido. No quiero buscar una oportunidad, no quiero enfrentarla... todas las veces dejaste a LMS seguir hablando y hablando, fuiste lo suficientemente cagón como para que siga regando mierda sobre tí con tus amigos, y por cagón te quedaste sólo.

RR: No soy el único, tú...

M: Sí, pero el que peca de cagón ahora eres tú. El que se va a su casa a esconderse y llorar porque se peleó con alguien, porque se enojaron con él, ahora eres tú.

RR: Eso ya quedó atrás, tú sabes que no soy el mismo...

M: Eso me pareció, después de lo de J. Que ya no eras ese niño gordo y cagón que se iba a ocultar entre sus amigos si alguien le decía que no o le pegaba una cachetada.

RR: No lo soy, nunca más.

M: Todos hemos sido cagones alguna vez, yo también me siento un reverendo cagón. Hay una edad en la que hay que dejar de serlo, sino, nos quedaremos así toda la vida. Y encima, vives dicéndole cagón a Yuri cada vez que le ganas en el Super Nintendo...

RR: No soy ningún cagón. Cuando hubo problemas me quedé, cuando las cosas se pusieron verdes, seguí empujando, nadie puede acusarme de lo contrario...

M: Entonces hazlo ahora, no sólo por C o si se lo merece o no. Hazlo porque así descansarás en paz.


Nos quedamos un rato más en las tumbonas. Cagonamente, quisimos estar un rato más ahí, sin hacer el más mínimo movimiento ni el más mínimo ruido.


No soy ningún cagón. Hay problemas y los enfrentaré, y los superaré, no me corro. Pero igual, si quiero salir bien librado, necesitaré ese prodigio navideño que desde hace más de 20 años me deben Papá Noel y los Reyes Magos. También necesitaré un poco más de tiempo para pensar, y que Milkito me lleve de vuelta a Lima en su carro.


En verdad, no puedo seguir pasándome de cagón. Si quiero una segunda oportunidad, tendré que ir por ella; la respuesta era obvia, pero a veces uno necesita un soplo de ese calibre para confirmarla.


La vida es un juego de choque, de contacto y a veces de guapeadas feas, sino, pregúntenle a Uribe:




Este vídeo sí es de colección: Miguel Mateos en Lima, 1986. No me quedo sólo en la oportunida, la consigna es no aflojar.




Esta es otra canción referida al tema. Punto. Magnífico el F, aunque nada tenga que ver el vídeo.




Y bueno, por ser la última vez, INXS, This time:


3 comentarios:

Lisett dijo...

Wa da fac?

Creo, pienso.. opino..
que lo que tengas que hacer hazlo ahora, no esperes mas tiempo..

La experiencia me ha enseñado que,
cuando te demoras mucho pensando en que decir y no lo dices.. te arrepientes toda la vida de no haberlo hecho...

Se que podras..

un beso!

Lulu dijo...

A veces, es fácil hablar pero otra muy diferente es hacerlo.

A veces, uno necesita un descanso de tanta ***.

A veces, molesta que otra persona vea lo que tu te ciegas a ver.

A veces, las respuestas estan en nosotros mismos.

Pero siempre tenemos que ser fieles a nosotros mismos.

Ya me alucino la tía Gloria de JB jaja. No estoy tan vieja tampoco, una que otra arruguita por ahí. Saludos.

Anónimo dijo...

Pero Raulín, ya deje de andar echándole la culpa a los demás de lo que le ocurre. Más bien ponle fuerza y encara a la chica. A veces pienso que es mil veces mejor que te digan que no, a que te mientan con un sí cojudo.

Saludos!