martes, 22 de enero de 2008

It's a sin

"Malahierba ha crecido en el jardín de un amor tan infeliz"


Sucedió lo que parecía, por la vecindad, inevitable: Alguien que solía ser mi amiga (AQSSMA) volvió a toparse conmigo y volvió a dirigirme la palabra, claro que no para algo relativamente bueno (como de costumbre), mientras caminaba hacia Plaza ea a la hora de mi receso:

RR: (Sorpresa fingida, en realidad, ni le miré la cara) Hola, que sorpresa contigo hablándome; mmm, ya era hora, niña.

AQSSMA: Sí, ja-ja, tú no cambias. (Cambiando la mirada) ¿Qué haciendo tú por aquí, tan lejos de tu casa? No me digas que... ahora estás detrás de mí...

RR: Ya quisiéramos los dos (Nota de redacción: Si tuviera que premiar al mejor poto que he visto en mi vida, en vivo y en directo claro está, y sin eliminación por enconos o antipatías, de hecho AQSSMA estaría en el podio olímpico, medalla de or(t)o).

AQSSMA: ¿Trabajas en Plaza Vea? ¿De administrador del local?

RR: No, mi oficina está al frente de tu jato, la elegí para poder chequearte mientras te cambias...

AQSSMA: Ya, RR, claro...

RR: Sí, ¿desde cuándo te importa mi vida?

AQSSMA: Sólo quiero saber...

Definitivamente había peguntas que guardaba bajo la falda, y por eso caminaba hasta el final de la Av. Ayacucho. Entramos a Plaza Vea, sí, caminando lo más rápido posible para alejarme de ella porque no quería que la identificaran conmigo, perdiéndome entre las galletas, los frigoríficos de los lácteos y encontrándome en el pabellón de frutas secas, con la necesidad impriosa de estar solo (no voy a los supermercados con cualquier persona, mi compañía debe ser alguien especial para mí).


AQSSMA: Dime la verdad...

RR: ¿Sobre qué?

AQSSMA: Tú sabes de lo que estoy hablando, no te hagas, te conozco.

RR: Y si me conoces, ¿por qué me preguntas por la verdad? Ya debes saberla, ya te lo dije, vine por acá porque repentinamente me empezaste a interesar como mujer (sick).

AQSSMA: No, las flores.

RR: ¿Qué flores?

AQSSMA: Las del cumpleaños de Limón, las que llevaste hasta su casa, su empleada te describió perfectamente.



Ahora sí me sentía incomodo, no por la vergüenza de admitir lo que había hecho hacía más de un año, sino por como esa conversación trivial se convertía en uno de esos tantos interrogatorios y sesiones de acusación de los que fui sujeto en toda mi vida. Era capaz de hacer cualquier cosa para que se vaya, incluso tirarme un pedo, o bloquear los detalles, que fue finalmente por lo que opté.



Sabía que iba a ser lo de siempre: Mi reacción había asustado o "impresionado para mal" a Limón, al punto de empezar a pensar en las historias negras que se tejieron sobre mí, o simplemente a poner altas tranqueras a mi ingreso. Mi demostración era incorrecta, pues pese a mi corta edad ya había pasado por suficientes cosas que me habían endurecido lo suficiente como para amargar el dulce e inocente mundo de Limón, y aparte obedecía a un fetiche sexual más que a un enamoramiento, bla, bla, bla...


No me importó que hasta la cajera se enterara que a pesar de la corta diferencia de edad entre ambos, mi personalidad podía hasta corromper a Limón, que no estaba preparada para ciertas cuestiones horizontales y tangenciales, de lo cual me di cuenta superficialmente. El resto de aquella tarde fue para mí una de las más improductivas en mis casi dos meses de chamba, que gracias al cielo se acabó un poco antes por cuestiones de logística.

De regreso a Lima, no pude evitar pensar en como esa cojudez de las "buenas intenciones" se encarnaba en mí y me llevaba, como a Dante, al infierno, invitablemente, al conflicto, a perder inexorablemente algo sin ganar siquiera experiencia, la cual habría de desechar.

Estos sentimientos míos lamentablemente no pueden ser individuales, ni de dos. Elegí el camino de la Av. Aviación para meditar sobre ello y recordar que tengo que olvidarlo. Dejar de pensar que cada látido de mi corazón puede representar un monstruo geológico para la otra persona,incomprensible, incontenible; o simplemente una injusta interferencia en la vida de otras personas. Pareciera que cada paso de mis pies se convertía en una parte del serial de acecho sobre todo el ecosistema de un charco, proveniente de la garra de un chacal que sólo busca sobrevivir. ¿Por qué he vuelto a pensar en esto? Tal vez porque nunca fui culpable ; aún pensando en J, este recuerdo fresco me carcomió, porque J no está, nunca estuvo y posiblemente ya no vuelve, y volveré a ser el pecador de muchas vidas.

Quizá sea uno de esos extraños seres cuyo amor termina siendo un ácido clorhídrico. También el hecho de ser generalmente un extraño en grupos humanos, o ser el forastero que viene a desequilibrar la armonía. Motivos pueden sobrar para una sola consecuencia: Todo lo que yo haga por ella será o habrá sido un delito, un pecado, una afrenta contra su mundo o contra el de los demás, un insolente ataque que debe ser repelido, aún cuando tome forma de amor intransigente y sólo enfrentable con un olvido violento.

Felizmente abrí los ojos y me di cuenta que tenía las primeras cuadras de la Av. Arequipa para odiar a todos esos inocentes felices, a todos esos píos cuyos actos son de pureza presunta.

Siempre fue así. En casa tampoco había de quien sospechar.

Puede que por esta noche sea mejor no interferir en la trastocada vida emocional de nadie, que la malahierba puede tener mi semilla.

Me pregunté lo mismo que le pregunté inconscientemente a AQSSMA en Plaza vea: "Y si yo fuera otro, alguien como RF***, ¿sería lo mismo, sería igual de guarro o me quedaría bien?".



***RF: Un conocido alumno de mi universidad, ídolo de las mujeres que gustan de los artistas de poncho y guitarra, que siempre tiene acogida, haga la estupidez que haga.

6 comentarios:

CEMS dijo...

Uh? De todo tu post me quedo con que ella es la chica que se lleva la medalla de or(t)o!!!

Tomale una foto hombre, que esperas!

Anónimo dijo...

Estimadísimo Eduardo:

Con gusto trataré de hacer realidad tu sugerencia, aunque las cosas de la chamba me tengan ajustadísimo de tiempo y el resentimiento me haga verla siempre fea.

En todo caso, para la mayoría de gente lo es, si no eres de la PUCP, te pasaré su jai faif por mail.

P dijo...

A veces es un poco frustrante el pensar eso de "si fuese más como tal o cual persona quizás bla bla bla", pero lo reconfortante es que la gente que realmente "te quiere" lo hace espontáneamente por el hecho de ser simplemente quien eres. Supongo que el único "consejo" que podría darte es que no seas tan "paranoico", un gesto floral nunca ha sido mal visto, a menos que sea interpretado por arpías ajenas.

:)

Anónimo dijo...

P querida:

Tomo con gusto tu consejo, es necesario. En verdad este episodio me chocó un poco más de lo debido, hasta hacerme pensar en situaciones no amorosas en el que mi papel era el fruto del árbol envenenado.

Lo de las flores, en verdad lo olvidé. La única cuenta monetaria que he perdido en mi vida es esa: La de los "gastos amatorios insatisfechos".

Gracias por el retorno.

Anónimo dijo...

mmm pienso en el mismo consejo y pa la prox si apsa algo parecido envía cosas con otra persona...paga nose, toca la puerta y dejas ahi el encargo.

suerte....Gissela

Anónimo dijo...

Urbana, Urbana:

Te juro que no habrá próxima vez, por lo menos hasta una semana después de Semana Santa.