viernes, 29 de febrero de 2008

Me llega al Chómpiras: Municipalidad, APEC, el embudo, el cargador y yo

Cuando vi aquello, me esforcé muchísimo para contener la risa, tanto así que mis ojos lagrimearon inevitablemente.



Fue la primera (y última) vez que fui a visitar a toda la familia de LMS un día sábado de Abril del 2002. Tal vez ayudó el que me presentara, por primera vez en mi vida, con el cabello amarrado y con una camisa de manga larga (fuera del pantalón, claro está, entonces vivía mi adolescencia con todo) que no era de cuadros o negra. Mi persona causo una taquicardía extraña en esa casa, disimulada adecuadamente hasta que, mientras esperaba a mi entonces novia, su mamá (una señora muy gentil y que me cae bien hasta ahora, suya no es la culpa de los desbarajustes de su hija) corrió desesperada a la cocina a dar instrucciones a alguien, las que rápidamente se convirtieron en regaños:



- Pon en la congeladora la gaseosa, no vayas a comprar Pepsi, trae Coca-Cola porque al joven le gusta la Coca-Cola (es verdad, en las contadas veces que tomo gaseosa: Coca-Cola, ¡es sentir de verdad!) y Sprite (cierto, mi elección es clara; vaya que me conocías LMS, ¡me gusta Sprite en tí!)... y pon individuales de tela, ¿cómo vamos a usar los de jebe (sic) ahora?



Recién en ese momento reparé en muchas cosas, como el estante blanco para el equipo de sonido (lleno de stickers, como no) de aquella casa, la costumbre de tomar gaseosa SIEMPRE que haya invitados, las ventanas de tornillo de su casa con marco ovalado como se estila en uno de los San Juanes, algunos aparadores y armarios de plástico beige, las cajas vacias de Chivas Regal y otros licores (las botellas las guardan en otro lado) y, aquí si agarrense, los acabados de mayólica (bien brillosa ese día por cierto). Me extrañaba como no me había percatado de aquellos elementos siendo la cuarta vez que entraba a su sala, muy a pesar de que ninguno de estos existía en la mía (en la cual había hasta hace diez años un recipiente con frutas... de plástico y un cuadro de la última cena, como suele suceder en Jesús María).



- Es que tengo que poner orden, RR. Tú no eres cualquier visita.



En esa anécdota pensé cuando, por cuestiones de chamba, pasé por San Luis. Me torcí el pié cruzando la Av. Nicolás Arriola, rumbo a una conocida empresa cliente de mi oficina en la que debía exponer un planteamiento a presentar y los gastos. Maldije a ese distrito (de mierda, no me gustó jamás de todos modos), a los alcaldes, a los carros de miércoles que casi me atropellan y a esas partes de Lima que, porque su población es de clase popular o "populosa", parece que creyeran que es "justo" que tengan condiciones cagadas (así como los pendejos que creen que la tranquilidad de alguien que vive por el Nacional o el cagódromo vale menos que la de un vecino del Monumental, Mayorasco, barrio feo caray); despotriqué en su contra, antes, durante y después de mi exposición hasta que me vi reflejado en una imagen familiar.



El carro que me devolvía a mis cuarteles ya había pasado ese by pass hasta las huevas de la Av. Arriola con la Av. Nicolás Ayllón y casi se enfrenta con la muerte de alguien: Un cargador de fruta que, a punto de llegar a la otra acera (la zona del mercado de frutas carece de puentes peatonales,a demás) sufrió lo mismo que yo: Pisó un bache, se luxó el pié aparentemente y dejó caer su cargamento, que felizmente estaba bien empaquetado. Mi reacción (sin querer dármela de bueno ahora) fue inmediata, pedirle al taxista que se detuviera para ayudar al pobre tío que estaa haciendo su trabajao, igual que yo; demoré más de la cuenta, puesto que en verdad lo suyo parecía más grave y se trataba de un cuerpo más débil (al menos, las piernas, o debilitado), para luego retirarnos con la sensación de que le salvamos algo más que la vida.



Elegí la cuadra veintitantos de la Av. Arriola para este testimonio, de entremuchos que tenía para hacerlo, por la cercanía con mi caso. Ahora toooooooodo Lima será un triple pandemonio con todas las obras de refacción de ciertos sitios y avenidas, entre ellas la muy peligrosa de la Av. Arequipa y unas cuantas más para recibir "como se debe" a los dignatarios de los países más poderosos del mundo y que más invierten en nuestro país, por la reunión de los integrantes de la Cumbre Económica Asia Pacífico (APEC).



Claro está, el objetivo es dar una buena imagen a estos representantes internacionales, mostrarles la mejor cara y la mejor circulación de nuestra ciudad y así alentar, muy indirectamente, el incremento de la inversión internacional en nuestro mercado y la entrada de él en los suyos, ya con diversos TLCs a cuestas con varios países; por supuesto, es una intención plausible.



Mas, ¿cómo queda Lima frente al propio limeño? Y no me refiero a cualquier limeño, sino a uno que tiene en común muchas cosas con los señores de APEC y sus interesados: Dedicado económicamente, y que busca mejoras en este aspecto, generalmente dedicado al comercio mayorista o minorista. Alguien como un frutero de la Av. Nicolás Arriola, o un vendedor de ropa de Gamarra, o cualquier minorista que vaya a abastecerse de prendas allá, o simplemente un emolientero que alivia el hambre matutina de algunos en la Av. Abancay, comerciante de a pié, de trato directo con el usuario y proveedor de productos de necesidad inmediata. Piénselo usted, lector, lectora, público culto y sensible, detenidamente.



Con cosas que suelen suceder en nuestra querida república mermelera. Lo peor de todo es que tuvimos como cinco años para hacer todo lo que se pretende hacer en sólo un año, y eso, en verdad diez meses.



Me pregunto qué gaseosa habrá tomado el pobre mejor amigo de LMS entonces y ahora, y si pudieron conseguir los litros necesarios para satisfacer su amplio campo de almacenaje...



Por cierto, ¿esa municipalidad no chupa un huevo de plata por el mercado, las vulcanizadoras y los restaurantes? El papá de mi amigo Chano parece tener razón nuevamente: Los municipios son tierra de nadie.



Y así es la ley del embudo: Lo ancho para el que tiene, y lo angosto, pues para el que no pudo...

jueves, 28 de febrero de 2008

¡Gracias Renato!

Bueno, la decisión por parte suya ya está tomada. Renato Cisneros dejará el Busco Novia porque ya campeonó, a los once meses y más de haber iniciado dicho blog.



Y tiene toda la razón, toda línea tiene su final, la serpiente siempre acaba mordiendo su propia cola. Es mejor creo yo quedarnos con ese compendio tan bueno acerca de vivencias tan ordinarias entre nosotros que, en su letra, se hicieron estupendamente extraordinarias.



Pero no nos quedamos así. Yo espero que los encargdos del sitio web del Mercioco no levanten el blog, entre otras cosas porque muchos lo hemos linkeado y nos ha servidos o como inspiración o como, en mi caso, aliento y venia aprobatoria para nuestras bitácoras.



Y ya que estoy aprendiendo a escribir cortito, y ya que se me caen las lágrimas y ya que cuando hay un campeón hay que aplaudirlo si es del equipo de uno si se le ha alentado todo el año, que mejor que despedirlo con aplausos. Que imagine que Francella, Susana Giménez, Borocotó, Macaya Márquez, Tinelli o Arturo Puig son sus comentaristas (mucho favor le hacemos algunos, sinceramente). Felicitaciones campeón, y gracias.





Un poco viejo el video, pero creo que vale la pena

lunes, 25 de febrero de 2008

Damaris, bailemos



















Recuerdo cuando la veía pasar de cuando en cuando en el campus de la universidad, con la sensación de conocerla de algún lugar: De una portada de Somos del 2003, claro.















Siempre cerca de lo que hoy es la zona de Arquitectura, con mi café en mano, sin salud, sin atrevimiento, con miedo hacia una chica tan naturalmente distinta a los demás, tan del montón. Tan sin necesidad de lentes de sol, sin necesidad de saber de qué colegio era él o ella, sin necesidad de decirlo (imbecilidad que dura hasta la maestría creo), sin necesidad de esforzar una sonrisa por sincera, de las flores que se abren a la luz del sol y la verdad; tan rica en su mesocracia...











Su rostro se me hace familiar, pero en esos arranques de huevonería que duran meses y años, uno jamás hace bien las cosas ni quiere salir de su ostra malamante. Pensaba lo primero, después lo otro, pero mucho no me esforcé en remediarlo, pensando en un futuro fatal con ya saben quien.











Una de sus amigas me dijo su nombre una vez, preguntándome el porqué de la curiosidad. Sólo atine a decir que la había visto varias veces, sin evitar sonrojarme por dejar pensar que me obsesionaban (y obsesionan) las desconocidas, aunque esa chica oportuna ayudó mucho a que lo seas menos, menos obsesión, menos desconocida.











Bailaré tu canción, aunque me hubiera gustado bailarla contigo, como la letra dice. Me da gusto que hayas triunfado, aunque si lo pienso bien, no tanto porque cuando seas una persona pública dejarás de ser mía (sic, sick, sí claro, como si alguna vez lo hubieras sido...), aunque a diferencia de Fabiola, tú bien podrías haber sido, y tú sí triunfaste...










Gracias, mujer como una sola. Esta noche pretenderé que eres mía, en tu honor.




Perdóname por oportunista, no sé porqué me importas tanto justo ahora...






El baile de la victoria

domingo, 24 de febrero de 2008

Déjalo fluir (La isla Tuvalú)

(Para entender esto, será bueno revisar la primera parte)



La miré y me pareció ligeramente conocida, cuando me pidió encendedor lo expresé, al encender su cigarro.



- Cecilia, ¿Cecilia Arana?
- NO! No me llamo Cecilia, jajajaja...
- Entonces tu hermana menor se llama Cecilia.
- Tampoco, jajajaja...
- Entonces, ¿cómo te llamas?
- Me llamo ??????, ¿y tú?
- Yo soy RR, y creo que he llegado para cuando ustedes ya se llevaron toda la fiesta...



A gritos nomás, como la fluidez del idioma permite, comenzamos a conversar, aunque en un comienzo no había notado su acento y menos algún otro indicio de su origen. La Venezolana casi nunca venía a este local, prefería pasar sus fines de semana (La Venezolana dixit) en Sargento Pimienta, sin embargo ya era la segunda noche consecutiva ahí. Ambos estudiábamos Derecho, ella en la de Lima, mientras comentábamos lo paja que es una carrera donde la argumentación es lo principal junto con las ganas de "joder a algunos que se creen recontra vivos", le conté que estoy trabajando en un estudio y que después tendría que dejarlo por unos meses para ver lo de mi egreso. Le pregunté a ella como le iba, a lo que me respondió:



- Yo todavía estoy en generales, tan tía no soy, estoy viviendo mi juventud, ¿cuántos años crees que tengo?
- Mmmmmmm... 22, 18...
- ¿Ves? Adivinaste, 18... clarividencia...
- Eres Geminis...
- Ajá, ajá...
- Clarivideeeeeeeeeeeeeeencia...




En ese momento, una de esa canciones claves para iniciar bien cualquier cosa sonó: Eternamente bella de Alejandra Guzmán, canción que no dejé de adorar durante diecisiete años. La tomé de la mano y la lleve a la pista, mientras seguía hablando, riendo y escupiendo al hablar por haber tomado tanto, aparentemente.



- ¿Por qué te gusta tanto esta canción?
- Por lo buenos comienzos...




Siempre tuve desconfianza con los rastafaris con los que me topé alguna vez, entre otras cosas por su manía de vivir la vida sin hacer esfuerzos, el enorme jale que algunos tienen a pesar de no ser muy adeptos al jabón y sobretodo al shampoo y tal vez porque eso me hace común al resto de la humanidad: Suelo señalar como incorrecto al que percibo peligrosamente distinto a mí. Mas, había otra cosa que había percibido mientras lo veía pasearse por otras mesas del bar, en los que andaba pidiendo monedas a otros conocidos suyos.



Mi movimiento debía ser conservador: Seguir con la venezolana bailando lo más posible, sea lo que sea, así pongan Chochito Loco o alguna cumbia que se volvió a poner de moda. En efecto, así lo hice, moviéndome con la destreza de una gacela en peligro de muerte y manteniéndome dentro de los diez centímetros próximos a ella, como si ya fuera parte del campo magnético.




Ya cada quien estaba en su propio carrete y el mío estaba corriendo fino. Era lo único que tenía en la mente en ese momento, Venezolana, Venezolana, Venezolana, si depende de ambos, en este momento el expdiente J pasa de analista a archivo definitivo y a ver quien salva esa situación, ya era hora de construir sobre mi viejo cementerio. Parece que es el equilibrio justo cuando me dice que le encanta el Derecho, el hecho de florear a la gente y joder a los más poderosos a través del paso extraño de la ley. ¿Cuántos Halls habría chupado? No se le notaba casi nada en el aliento de toda la chela que supuestamente estaba tomando desde la tarde, tal vez sea bueno comprabarlo ahora que practicamente respiraba de su nariz y ella confiaba en mi cuello su estabilidad, ante cualquier rebalón de embriaguez. Era cosa de actuar rápido, exprimir sus labios morenos poco a poco hasta encontrar el camino ácido dos segundos después...



Me encantaba como husmeaba entre mis comisuras. Me daba una extraña comodidad la inmortal curiosidad de su lengua a pesar del presumible tufo a combinado de la muerte que había en mí. Fuimos a la mesa, casi desierta, a seguir bebiendo de la cerveza y de ella.



- Te juro que vuelvo a Sargento, jajajaja...
- ¡Ya, bravazo!
- Aunque sigan tocando salsa a cierta hora...



Ya no había más límite. Ya no había en mi ni asombro ni miedo por lo que estaba haciendo a pesar de estar perfectamente consciente y casi en todas las ocasiones anteriores, ser muy dubitativo en estas situaciones. Me encantaba su nariz, me regocijaba con ese combate ni amistoso ni pacifico ni conflictivo entre la mía y la suya, un combate sin establecer posiciones. ¿Qué importaba todo, si podía vivir con los ojos cerrados sin sufrir por la incertidumbre?



- Espérame un toque, ¿sí?



Pequeño detalle: Entre tanto deleite tactil, no reparé en ver su rostro, ni en seguir la dirección de los ojos. Mi seguridad es uno de los atolones del archipiélago de Tuvalú (o Islas Ellice), y no ante cualquier situación, sinoante maremotos certeros, de aquellos que existen tanto como los monstruos marinos que para los europeos, se ubicaban en mis coordenadas. Me quedé varios segundos mirando a Lindsay nuevamente, bailando con Alexander (el girngo que vino con nosotros), ya sin mayor importancia que la de voltear inadvertidamente hacia la Venezolana y nuestro amigo el rasta. Las imágenes, a partir de ese momento, fueron patéticas.



La Venezolana y el Rastafari parecían bailar una danza especial. Ambos movían las manos, los dedos índices arriba, el Rasta se volteaba y ella lo tomaba del brazo, él se señalaba el pecho, negaba con el dedo y volteba otra vez, y la Venezolana terminaba la coreografía con la única forma que tenía, aparentemente, de resolver sus problemas: Otro beso, y provisionalmente se queda, para renovarlo minutos después.



Más allá, como protagonista de otra escena similar, estaba Hernán en la barra. Fui a su encuentro mientra la Venezolana encontraba sus soluciones y le propuse ir a jugar un fulbito de mano antes de que amaneciera. Mientras lo haciamos y al menos ganaba algo, escuchaba los motivos de Hernán.



- Puta madre, nunca debimos traer a los gringos. El pata me ha cagado el carrete...
- ¿Alexander?
- Sí... ¿y a tí?
- No, a mí no. A mí me lo cagó el rastafari que está mangueando a tu amiga y a Alexander, ese tío no entiende lo que pasa.
- No debimos venir, esto de juntarnos con esos pastrulos nos dejó a los dos afuera. Mira a quien vino conmigo...
- Que al menos se vaya contigo, ¿no?
- No creo...
- Es tu chamba, cuñao. Tú no viniste como un extraño, yo sí...
- Pero ni cagando se notaba que el rasta era su enamorado...
- ¿Cómo saberlo? - mentí -. Difícil, si el tío le está tocando el culo a todo el mundo en la cara de la Venezolana...
- Fácil es sólo su agarre, el huevón la trata como una zapatilla.
- Sí, pero lo tuyo tiene solución, será mejor que impongas presencia y marques tu territorio, vamos adentro...



Nos volvimos a separar, yo decidí comprar una jarra más y tomármela, de todos modos sabía que no iba a caer tan bajo como otros de los presentes en ese local. Me senté en la barra y una figura conocida vino a mi encuentro: La Venezolana.



- ¿Me invitas un cigarro?



Se lo di, mientras tomaba mi vaso. Le ofrecí servirle pero no quiso (?). Simplemente nos quedamos callados un rato, yo miraba hacia el ambiente de baile, hacia otras mesas, hacia el hombre que ocupó el lugar de derrotado de Hernán: Alexander, que también había estado contactando con una desconocida de ahí hasta beto ha saber qué. Miré a la Venezolana, pero no tenía ganas de decirle nada, excepto una cosa.



- ¿Y tú amigo el de los dreps?
- No sé......... creo que está pidiendo para comprar una jarra más...
- Debe ser, es muy preocupado.



Mentira, ¿se hacía la estúpida? Estaba bailando pegadísimo con Beth, la chica con la que supuestamente había venido Alexander, y era mágico: No entendía como podía pegarse tanto con un reggaetón chacalonero. Volví a mirarla, y en ese momento vi a través de una ventana los primeros púrpuras del amanecer y a mis camaradas norteamericanos volviendo hacia sus cosas, recogiéndolas. Volví a mirarla, asomé mi rostro como quien se despide, pero agarré labio y terminñe mi cerveza.



- Oye, ¿cuál es tu celular?
- Ja, para que lo quieres...
- Hablamos pues...
- Está bien, tú dame tu mail entonces...



Trato justo, de paso comprobaba la verdad de los hechos que no iban a suceder. Me iba de la barra dejándola con la jarra vacía, mandando a la mierda al pendejo de los dreps que no estaba pidiendo más plata por salir del local. Jódete, mugroso...



- Oe, seguiste agarrando con la Venezolana - me preguntó Hernán -, ¿verdad?
- Eso parece, pero sólo eso.
- Pero ahí está, cuñao, también esta saliendo...



Ahí estaba, saliendo, ¿para qué? Extrañamente su enamorado había dejado de pedir plata y se estaba encargando de apapachar a Lindsay y a la amiga de Hernán, para luego de varios minutos ir al encuentro de la Venezolana con quien inició una segunda coreografía: Él empezaba moviendo el dedo levantando, ella trataba de detener los antebrazos del novio, y él la tomaba del rostro, de una forma más fácil se llegaba al final de la ecuación.



- Es su problema. Acompaño a los gringos, compadre - le dije mientras miraba al fondo del local -, ahí está tu problema. Ya ve lo que haces.
- No sé...
- Cuñao, tiene que irse contigo.
- ¿No estará buscando a Alex?
- Está amaneciendo, aprovecha si en verdad te interesa. Tú sabes que las mejores cosas nacen con la luz del sol.
- Tienes razón... aparte, se va a San Isidro, a otro lado...



Lindsay, Beth y Alexander estaban bastante exhaustos y alcoholizados, pero con muchas ganas de continuar la supuesta noche, que con marcados arañazos de amanecer parecía sobrevivir. La Venezolana y su novio seguirían bailando, es su noche; Hernán y su amiga venezolana caminaban a lo largo de la Av. Bolognesi, mientras Hernán intentaba dejar de lado cualquier interrogante y acercarse, por lo menos antes de tomar el taxi y se le acabe su noche, la que continuaría, como dije, a pesar de haberse olvidado.

sábado, 23 de febrero de 2008

Dilema (¿Gran sexo o seguridad emocional?)

Este es un sábado un poco distinto: Se cruzaron los planes.



Había evitado está situación con éxito, de no ser por una llamada inoportuna (impertinente no, esto no tuvo jamás intención de causarme molestia) de una muy buena amiga, ayer. Inoportuna por la hora (7:30 p.m., mientras acaba de armar el escrito de una contestación) y por otra circunstancia anterior en el tiempo: Ya tengo planes cuajados. No es que esté por llamar para confirmar, sino que de todas maneras salgo con La Mujer Mayor (ya les contaré de ella) por unos tragos y puede quea bailar: Sí señores, me atreveré al menos a eso si la cosa se pone peliaguda, un aplauso para mí en el Juego de la Oca.



Como dije en el anterior post (que en realidad ya acabado, pero es un inactual e inevitablemente no tiene la prioridad de una noticia), una ventaja de los grupos de amigos es que ahí siempre se tiene asegurada una camaradería tal que no se extraña nada más en el mundo. Sin embargo, también he pensado muchas veces que esa idea es una señal de la enfermedad de Hernández según Guillermo Nugent (Ribeyro, señores, Espumante en el sotano se llama el cuento) presente en mi cuerpo después de ciertos incidentes desastrosos y mi contacto con la función pública, ¿en qué consiste? Pues fácil, contentarme con ser parte de cualquier grupo, aún cuando tenga cualquier parte o uno de los últimos eslabones por el sólo hecho de no tener que comerme sólo este pan de kión, cosa que porsupuesto deja un sabor casi tan amargo como el del kión.



En este caso, me siento muy bien con mis amigos de facultad, sin embargo, yo sé en que consisten más o menos estas salidas de sábados: Chicas divirtiéndose, seis, hombres vigilando que no haya ningún faltoso, cuatro, organizando, y luego dispersándose en la discoteca para reportar sus avances una hora después: Dispersión total. No estoy en contra de que ellas pesquen, como alguna vez se lo comenté a mi amigo Lucho cuando me dijo: "NO ES CUESTIÓN DE QUE MANDES O NO!!!!!!! ES CUESTIÓN DE QUE NO TE TRATEN COMO UNA ZAPATILLA, QUE TE RESPETEN!!!", pero simplemente quiero algo para mí también, tengo derecho a ser egoísta y ahora que lo pienso bien, Lucho tiene más razón cada vez, y está acrecentará con el correr del tiempo.



Seamos sinceros: En una salida de sábado, a una discoteca, entre amigos, uno se puede divertir mucho en ciertos supuestos, en ciertos casos, pero realmente eso de sentirse seguro y protegido suele desaparecer con el trago, y a veces verse forzado a deambular entre desconocidos que simplemente ni te paran el pase. Por otro lado algunos hombres, más específicamente Lucho y yo, sufriremos un poco por arriesgarnos a romper una promesa de año nuevo: En el 2008, no permitir que nos pongan de preliminares de nada ni nadie, somos mucho más, valemos mucho más de lo que podemos afirmar (sic), y somos estelares o nada.



Y, en este caso específico, dolería más dejando de lado la otra opción.



Al fin se dio el hecho de salir con La Mujer Mayor. Como mencioné líneas arriba, es un plan mucho más tranquilo, que me da para hablar a volúmen formal y, sobretodo, ser lo más directo posible. Vale decir, aquí puedo jugar totalmente a la ofensiva, nuestro plan de amistad es muy distinto al cuasi adolescente que tengo con gente de mi edad, aquí si sale acostón nos vamos para adentro, sin paltas de vernos la cara al día siguiente. La Mujer Mayor me resulta muy atractiva por esto que me ofrece, porque su compañía también es muy amena, entre otras cosas que les contaré en un próximo blog. Pero hay más:



1) Cada uno será el estelar del otro este fin de semana.
2) Esta vez, tengo mucha fe en salir ganando.



La cuestión aquí es arriesgarse. Hablando de forma realista, el fracaso es una variable y es la que aleja de esta opción. A pesar de que podría seguir llevando la fiesta en paz, me jodería muchísimo saber que la noche del 23-Feb, alguien se va ir a su cama sólo, como aquel niño de la cena miserable, llorando de hambre, desvelado. Así de simple, me jodería muchísimo irme a mi casa sin KAS al terminar esta noche si opto por este carrete, la probabilidad en el otro es mínima, ellas (por más buenos y divertidos que puedan ser) creen que la amistad... ustedes saben... no se mezcla con la atracción... (osea, su amigo no cuenta como hombre, quitando nuestro derecho constitucionable a ser considerados en lista y a competir con otros, ganemos o perdamos).



Me jodería más porque hace tiempo estuve machacando los intentos con ella, que no es ni a balas lo mismo que salir (salir en plan piola, aunque termine con cada quien en su jato y porque la complicidad eterea no me molesta, en camas distintas, o con todo, también piola) con una chica del gimnasio (posts pendientes) o, en palabras secas y duras: UNA CHIBOLA.



La Mujer Mayor tiene detrás suyo mucho más que una mera atracción, ostenta la confirmación de una teoría que hace tiempo solía esbozar, y posiblemente la fórmula de la alegría, esa versión en sachet de felicidad que puede llegar a costar más que esta al acumular porciones, pero que tiene el mismo efecto...



Mas, lo más grave sería en este estado de libertad autoimpuesta, mientras el Expediente J lo tiene el analista, devolviéndome al estado de la duda acerca de lo chévere de la libertad, o la duda sobre su existencia, algo de lo que no hable aún, ¿verdad? Les agradezco mucho recordármelo, si no es un tema pasado, prometo tocarlo en poco tiempo.



En fin, ustedes creo que pueden darme muy buenos alcances. Sugerencias se aceptan, dólares y euros también, hasta las sugerencias del Pajero Maldito son bienvenidas.

domingo, 17 de febrero de 2008

Déjalo, que fluya (parte I)

Pensé estar sólo un momento en la casa de Fruitella en la reu por su cumpleaños, por diversos motivos. Entre ellos, que con todo ese grupo de amigos míos no me encontraba muy seguido en los últimos meses, entre otras cosas porque había ciertos momentos en que procuraba evitarlos, así como a toda la humanidad. Entre seguir dudando y tomar un taxi, decidí ir, de todos modos sabía que era un ambiente cómodo y emocionalmente seguro para mí, ideal para estos días.



La patería se vio desde el inicio, esa amistad que a pesar de los cambios sobrevive, al menos, en los momentos felices. Todos los sentimientos y sensaciones de un grupo de amigos que, en su tiempo, fue mi grupo principal, junto con otras personas que lamentablemente ya no están y que felizmente fueron expectoradas o se largaron.



Si bien es cierto se trataba de un ambiente muy cómodo, muy divertido y todo eso, esa noche de sábado simplemente me hastiaron muchas cosas que en otros tiempos también me hastiaban de la misma gente, sobretodo de Fruitella. Al parecer, y sin negar todas las cosas por las que me cae bien, le encantaba ostentar el título de la hada madrina y pareja feliz de su grupo de amigos (entre los cuales, forzosamente, estaba yo) junto con Juan, su enamorado, mientras los demás estaríamos en cierto estado de limbo de vez en cuando, salvo al que considera su mejor amigo (que para esto, como todos los mejores amigos, no cuenta en la competencia) teniendo control en muchas cosas, sobretodo en la interrelación sentimental entre sus amigos, que felizmente no fue mi caso, aunque sí el caso de un muy buen amigo mío.



Pensaba en esto mientras veía a Lena y también en ponerle cuarta al motor del deseo. En apariencia, Lena sería la mujer deseada por todos: Rubia, ojos verdes, pocas pecas, generosa en curvas, relativamente alta, entre otros atributos que le darían muchos puntos de ventaja en latinoamérica. Mas, uso el subjuntivo porque sería sólo en esa circunstancia, pues ella nunca deja de ser una mujer misteriosa, reservada, de la que se puede hablar cualquier cosa hasta el punto de intimidar a cualquier persona si se gana confianza con ella, por no decir que su desenvolvimiento asustaba más que atraía, y por eso entendía a Estrómboli, aquel amigo mío que mencioné en el párrafo anterior.




Como la mayoría de sábados, deseaba dar rienda suelta a mi libertad condicionada, pero por los motivos previamente expuestos sabía que no sería en esa casa, con Fruitella cerca. Había olvidado mencionar que también se nos acercaron unos amigos norteamericanos de Fruitella a saludarla y que, al congeniar mucho con ellos, decidimos continuarla en un conocido bar de Barranco, junto con mi amigo Hernán y una amiga suya venezolana que era chongo exclusivo de él. Lena ya se había ido y, al igual que otras ocasiones en las que lo había intentado, siempre estuvo Fruitella para defendarla (ya me referiré en otro post a esta conducta), y el carrete con otra chica de la facultad (aún desprotegida del manto del hada madrina) con quien estaba conversando simplemente se hizo humo por culpa de otro invitado que, sin caerme nada mal, se excedió con sus imitaciones del Toyo, llamando mucho la atención y relegándome a segundo plano.





En fin, en el taxi rumbo a Barranco, había comenzado a desempolvar ese ingles tan limeño que sólo a mí me sale con una de las amigas de Fruitella, que me había llamado la atención por la comodidad que reflejaba su expresión pese a la dificultad de diáologo, hasta el momento, aparte de colaborar mucho con gestos y todo eso, fuera de su aspecto físico que la hacía pasar piola como peruana. Estaba siguiendo un curso de español en el ICPNA y se iba a matricular, junto a los otros chicos, en unas materias de Humanidades en la Católica, hecho que nos acercaría un poco más, teniendo en cuenta que yo aún tenía un año más de cursos.





Por otro lado, Hernán y su amiga (que no me simpatizó demasiado casi de arranque) estaban en lo suyo, que en realidad no parecía pasar de plan de patas, y los otros dos gringos también, en la maletera de Station Wagon, así que muchas trabas para acceder al mercado no había.





Al llegar al local, 2:30 a.m., afloraron en mi cerebro esas frases típicas de personaje tímido de caricatura infantil tipo "No crea que sea una buena idea, Tommy" o "Creo que debí qudarme en casa hoy", que pretendí disipar cuando Hernán y yo juntamos para comprar un pr de jarras y buscábamos mesa. Ese despeje no duró mucho: La amiga de Hernán se encontró de nuevo a unos amigos con los que había pasado la mdrugada anterior ahí mismo y nos invitó a su ambiente (decir "mesa", sería muy poco, puesto que era todo un ambiente para esos miembros practicamente honorarios), conformado por tres pares de mesas, cinco patas y una chica.





Haciendo aritmética simple, eso dejaba a más de un hombre sin hueco donde atrincherarse, y aparentemente seríamos Hernán y yo, considerando que él seguía "en plan de patas" y que dos de aquel grupo ya estaban en plan de embriaguez y, por tanto, no contaban. Esto maltrataba mis posibilidades con Lindsay (el nombre de la chica gringa), puesto que nuestra conversa ya estaba jodida por la música, por las voces de todos, por la apertura de aquel ambiente y porque simplemente, habemos personas con quienes la cosa "no fluye". No era sólo perder prematuramente la esperanza, sino que era sólo un embrión, lo poco que se puede hacer en un taxi y en una reunión en la que sólo nos topamos al final, y ganas de volar demasiado alto no tenía. Menos con ese rastafari asqueroso que la había sacado a bailar, no sin antes servirse de la jarra que Hernán y yo habíamos pagado como si se tratara del programa del vaso de leche o algo así...





No me había sentado al lado de ella, de todos modos, en parte era mi culpa, esa fue mi primera negligencia.





Pero eso de la chela sí me había alterado, así como a Hernán, que veía como su amiga estaba bailando con otro pata (cuestión que, a cierta edad y en ciertas circunstancias, no se puede minimizar mucho) demasiado pegados, que también había visto al rastafari con su supuesta novia, una chica trigueña, medianamente alta y bastante atractiva, a la que tenía abrazada y que parecía que no había tomado tanto como ellos. Decidí servir lleno a él y a mí, de tal manera de cerrar paso a cualquier otro conchudo, beber al seco y voltear hacia mi izquierda, descubriendo que casi todos los chicos que fueron bailar me dejaron a una banca de esa chica trigueña que miraba hacia esta dirección.





No pude evitar pensar en esos comerciales viejos de San Luis (Ah! Y no se olvide, no es mineral!) en los que el chorro de agua caía de roca en roca hasta formar una corriente ininterrumpida. Era hora de beber de la novia, así como se bebieron de mi cerveza, lo justo Tío Pacori...


jueves, 14 de febrero de 2008

Av. Arequipa

Hay que tener mucho cuidado con la gente de la Municipalidad de Lima.



El 20-Feb se inician las obras de rehabilitación de la Av. Arequipa y de la Av. Petit Thouras con miras a las citas programadas para la APEC, a realizarse en Lima este año. Sin embargo, cabe preguntarse en que consistirá la dichosa empresa.



Fuera del evidente estado calamitoso que presentará el tránsito en nuestra ciudad gracias al cierre de dos importantes vías de comunicación entre el sur y el centro, debemos señalar que estas consisten en el ensanchamiento de las vías para automóviles. Muy delicado es el caso de la Av. Arequipa, cuyas vías asfaltas se planean ensanchar más de 60 centímetros, ganándole espacio a su conocida y verde berma central.




Desde el año 1992, en dicha avenida existe una de las ciclovías más cómodas para el recorrido, también por encontrarse rodeada de zonas verdes y arborizadas a lo largo de las cincuenta y dos cuadras de esta avenida. Por supuesto, la intención de la ampliación es la de convertir una avenida céntrica de Lima en una supervía como en su momento se pretendió que fuera, en su momento.



Resulta que ya no es el momento, que hablamos de una arteria céntrica y uno de las pocas vías metropolitanas que puede considerarse como zona verde, la cual puede ser víctima de una tala inmisericorde, como ya se viene haciendo costumbre en ciertos distritos de la ciudad.




Yo pienso que los ciudadanos hemos permitido demasiado, reflejando nuestro repliegue en la invasión de ciertas zonas costeras, ensanchando más y más una metrópoli que ya linda con lo elefantiásico. Es demasiado lo de la costa verde, lo del Centro Cívico de Barranco, esto también por su cuenta...





Revisar también:



- Mate Pastor


- Artículo del diario La Primera, único medio que señaló este problema.

Las estúpidas redundancias del 2001

Simplemente me senté en una mesa arrinconada del recién remodelado Manolo dela Av. Larco. Como mi vista no distraía mi mente, pensaba en como había hecho yo para juntar la cantidad de dinero suficiente para gastarlo en esta heladería, si tenía la idea de la fortuna que en ese entonces para mí significaba, si ya había pasado el tiempo prudencial para que el camarero no recoja el pedido que ni siquiera planeaba pensar.







Estaba vestido como chibolo, como lo que era, un polo negro de Queen y un short, zapatillas y medias poque detestaba mostrar mis pies. Lo mejor era lo que tenía a tres metros de mí: Una distraída chica vestida de azul, de cabello oscuro largo, suelto, como si con ella no fuera el problema del calor de la ciudad, disfrutando tranquila en este lugar que no se había llenado del tipo de comensales que en un día como aquel abarrotan las calles. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, cinco, seis, y más segundos me quedé mirándola, hasta que automáticamente me levanté de mi mesa cuando ella se quitó los lentes para limpiarlos.







RR: Vine antes de quedarme absorto con una parte tuya.



M-1: ¿Perdón?







Sí, era M-1, la misma chica a la que había conocido después de que mi primera enamorada oficial (de las "otras" nunca tuve) me choteara con toda justicia. La misma que gustaba de los abordajes de extraños y, por tanto, adoraba el mIRC y el ICQ, y usarlos con el nick "Mujer_soltera_encuentra-1", pero a mí me había conocido en mi espacio favorito: El aire libre de la Av. Camino Real, en horas de la tarde, con la luz del sol, momento en que lo sólido y honesto se conviene. RR: Sí, con tu barriga, pidiendo a gritos el helado prometido.







M-1: Deberías mirarme a los ojos de vez en cuando.



RR: Lo hago, pero sin lentes no te das cuenta de ello.



M-1: ¿Cómo sé que no estás mirando hacia aquí (M-1 pone el dedo en un punto equidistante de nuestros rostros) o aquí (ahora pone el dedo muy cerca de su nariz)?



RR: Pues, las respuestas más tontas del mundo suelen ser las más precisas: Porque hoy es el día de sólo mirar a la novia.







Sonrió, se tapó la cara y movió un poco la cabeza, como si negara algo. Se acercó el camarero y preguntó sobre lo que íbamos a consumir: Ella pidió el sundae frutal con chocochips "tal como está comiendo la chica de allá" y yo pedí un simple de dos bolas agridulces, limón y fresa, económico, porque sabía que la moneda es precaria en la etapa escolar.







M-1: ¿Me estuvise mirando? ¿Me seguiste desde mi casa, chico inocente?



RR: Siempre lo hice, mientras iba mezclando interrogantes.



M-1: Tengo la sensación de que te estabas preguntando, y no peco de prejuiciosa, por ejemplo.... mmmm...



RR: ¿?



M-1: Cómo me veo calata, de que color es mi sostén, qué poses conozco... conozco a los hombres, y eres algo directo en ciertas cosas.



RR: Son preguntas muy válidas, ¿ves?



M-1: Jajajajaja (linda cascada de risas), ¿te has dado cuenta que hablas como escribes?



RR: No tengo dobleces, mi oferta es directa, no sufro de esquizofrenia...



M-1: ¿De qué, entonces? ¿A qué se debe que te guste andar mirando mujeres que no conoces? Yo sólo conozco locos del lienzo para afuera, pero con los otros suelo ser algo reservada



RR: Porque no me conformo con tirarles silbidos, prefiero acercarme, hacerles el habla...



M-1: ¿Y tu pregunta primordial?



RR: Pues, tú tienes la respuesta.



M-1: Jajajajajajaja, eres un chico algo extraviado.



RR: Mariana, llevamos sólo 17 días de enamorados, menos tres horas porque te caí a las 9:00 y tu dijiste sí a las 9:02. No puedes empezar con esas acusaciones tan rápido.



M-1: Soy capaz de armar un escándalo ahora mismo, jajajajaja. Parece que te la crees...



RR: Haces muy mal en elevar mi tensión, en aplastar mi ambición, tú sigue así, ya verás...







Saque algo de la mochila que estaba llevando conmigo: Una paleta roja en forma de corazón (¿De qué otra forma podía ser en un día como ese?), la cual miré durante largo rato, en silencio, mientras la tenía en mi mano. Sólo tenía ganas de mirarla, no probarla y ponerla delante de mi nariz.







M-1: ¿Qué te pasa? ¿Alguien especial te regalo aquel chupetín de dudoso sabor?



RR: Jaaaaaa... ¿cómo sabes que es de dudoso sabor?



M-1: Pecado, ¿cómo tener certeza sobre algo dudoso? En el insti siempre regalan chupetes con esa característica en esta fecha...



RR: En la academia también, en los supermercados también, hasta en los hospitales... aún así se me hace extraño este día.



M-1: ¿Por qué?



RR: En este momento me siento el rey del universo, con mi cetro y todo (moviendo el chupete ese, de arriba a abajo). Iba a regalárselo a una chica con la que estudio, pero no quería que se ilusionara con mis muslos...



M-1: ¿El trono? ¿Puedo jugar?



RR: De hechazo, aunque te advierto que es un reino recontra misio, ¿qué es un rey sin una reina?



M-1: Un rey misio y maduro, un gay seguro.



RR: Esta bien, juega, pero para eso tienes que sentarte en mis piernas.






En efecto, me sentía el dueño del santo y decidí no tocar más el tema, no quería arruinar el momento en el que nos sirvieron y comenzamos a comer, y a practicar ese idioma hablado con helado dentro de laboca, sin ocultarlo, sin ocultar nada, pero tratando de no malograrla con estúpidas redundancias tipo "Te amo, te quiero, etecé, etecé". (¿Se acuerdan de la revista Etecé?)




Ese vídeo me encantó en ese momento, año en que se puso de moda. Nicole está preciosa, pero por favor saquen al esperpento de Robbie Williams, no canta mal, pero afea bastante la fachada, aunque me gustan su camis ay corbata, hoy utilicé unas similares.

miércoles, 13 de febrero de 2008

Para tu Valentine

El 14-Feb (llámese día de los enamorados, de los novios, del amor, de Cupido, de San Valentín, etc, etc, etc) es una de esas efemerides que nos recuerda a las personas crónicamente solitarias que lo somos más de lo que imaginamos, si es que hay alguna otra que no nos recuerda lo mismo, que no nos fuimos, nos escondimos y merodeamos por nuestra ciudad. Es una de esas fechas que la calle, la oficina, el centro de idiomas, la academia, las tiendas, los bancos y hasta el gimnasio te recuerda que lo "usual" a cierta edad es estar emparejado o algo así, con quien sea, donde sea, como sea y si no, "¿Que creeeeeeepy, no amor?" (Aaaaay, limeños, lindos idiotas).



Esas advertencias deberíamos tomarlas con cuidado todos los villanos de todas las historias, aquellos a quienes por alguna extraña razón nos "corresponde" estar solos. "PELIGRO: FALTA N DÍAS PARA SAN VALENTÍN" así debería leerse de un cartel. Digo especificamente para los villanos por una sencilla razón: Ese día, mientras nosotros serruchábamos de lo lindo al medianamente mediocre (o más, hay casos clínicos) enamorado de una chica que conocimos en Enero , se activo su alarma y de la nada, rosas en un brazo y chocolates en el otro, volvió a ser (si alguna vez lo fue) el héroe de amor, dejándote en el olvido a tí, a lo gracioso que eres, a lo bien que te ves, a lo interesante de tu chamba y a tus opciones de ser campeón como quien se olvida de un borrador de papa. Ay de tí si quieres pisar fuerte, pues para los esbirros de esa relación que te corta el paso ese día es el día de la amistad , ay de tí porque son amigos del amor y enemigos de todo lo que se le oponga, grandes imbéciles sobre los que volveré más tarde.



¿Quién más sino nosotros los perjudicados? Seamos sinceros, casi todos son felices (son mayoría, a diferencia de lo que sostiene Renato Cisneros), hasta la trampa es feliz si ese día, el machucante le lleva un acaroso peluche o una caja de chocolates que en verdad compró a su novia, de la cual no sabe que es alérgica al chocolate (o al material del peluche), todos como condenados babosos sonrientes con ese pedazo de patán que bueno, por algo gusta a las mujeres y se lleva dos buenos KAS ese día (porque para algunos, 14-Feb sin KAS es como un cebiche sin limón). Por eso hasta el mercado es más eficiente, al incrementarse las ventas de huevadas que ni en navidad se venden (la navidad merece un adefesio más decente) y casi todos los consumidores son felices y gastan lo que puedan, excepto el consumidor razonable (y despechado, si es que no compra cianuro y le da trabajo a alguna funeraria).



Pues sí, lamentablemente cualquier cojudecita vale mil veces más que en otro día dependiendo del pagador, es el día en que los pecados de uno siempre serán perdonados, algo similar a la pascua judía: Barrabás pasa piola y puede que un tipín que andaba por ahí vendiendo ides nuevas vaya a la cruz. Eso pasa, shit happens. No por nada, el monstruo de Armendáriz*** fue fusilado un 14-Feb-1957 y puede que otros hayan corrido la misma suerte... ¡Vamos! Si los principales orientadores de la cultura mesocrática nacional, las series gringas, siempre amparan el perdon de San Valentín ¿Por qué creen que Becky Slater se puso más dulce que un turrón con Kevin ese día? ¿O por qué Marge no despachó a Homero?



Y no confíes nunca en aquel(la) que te quiere abrazar por el "Día de la Amistad", aléjalo de tí como a un leproso, échale Baygon en la cara si es posible. Será un gran hombre o una gran mujer, pero en el fondo es un ser que quiere que te embarres con él y otros tantos en el mismo pozo séptico, invitandote con la frase "Ven chochera, hay un culo de espacio", y en verdad lo hay, porque a estas alturas del partido es cada vez más amplio el espacio de los solo amigos, porque en esa misma reu habrá otros amigos, sí, con su pareja al lado, apartándote a tí y al cacaseno que te invitó a su reu a dar vueltas, a chupar y fumar como la gente solitaria lo hace, sin tener nada más que compartir anécdotas pasadas y forzar la risa respecto a ellas, restregando una colilla sobre el cenicero cuando hacía unas horas ya llevabas un buen record de no fumador. (Eso sí, vale joder a tus patas diciéndoles "Feliz día de la amistad" mientras los correteas para hacerles kapachún***).



En fin, yo tomé mis providencias para ese día, faltando dos o tres días (acabo de llegar de mi chamba y son alrededor de las 12). La diabética dulzura de ese día sera contrarrestada con el taxi más fantasmagórico que pueda tomar para regresar a mi casa, después de haber estado, como casi los días de este tétrico mes, encerrado con mi cara en mi chamba. Si no me alcanza, me iré en una combi llena, deseando que un siroco de gases caiga sobre algun inoportuna pareja que no sabe que ese día, el transporte público es para quienes van a algun sitio pero no tienen destino. Si es posible jironearé por ciertos sitios donde no haya establecimientos como discotecas, casinos, cines o cualquiera afín con globitos de corazones; prefiero mil veces el Barrio Fiscal Nº 2***. No iré al gimnasio sino hasta muy tarde porque los muy pendejos organizaron tardes y rutinas de pareja y, jajajajajajaja, se olvidaron el 25% de su clientela, si me encuentro con alguna, el miércoles habré almorzado frejoles con seco.



No tengo porque alegrarme por los demás, ni de vainas. No soy ningún enamorado del amor ni algo que ver con esos apelativos idiotas que se ponen los Amigos de Todas*** o los cantantes de nueva ola. No tengo porque ser su testigo, porque esta fecha me recuerda cosas, como que el verano no es la mejor estación para sentir amor con la arrechura y la confusión encima, que es el día del oficial y que los demás, los no presentes en el historial personal de la mayoría, escogemos entre escondernos entre sombras o sonrisas de bendiciones. Inevitablemente, es el día en que hago un recuento de década y me doy cuenta de que existe saldo negativo una gran deuda conmigo mismo y que, como comienza El gusto de las mujeres feas de Richard Millet: "Como casi todos los hombres, he fracasado en mi vida sexual".



Eso sí, estoy dispuesto a tomar un jugo de uva en algún mercado, con alguna persona dispuesta a celebrar como yo esta fecha: Despotricando, resistiéndose, haciendo de cuenta que jamás pasó. Ni cagando Estarbax, menos Larcomar, esta ciudad por un día no será para mí. Menos MSN, solamente hacerme tempestades como estas en mi vaso de agua mineral con gas para evitar alguna masacre de día de San Valentín.



Y a los que lo festejaran y lo anuncian, llegando a disfrazarse de angelitos huatones: Muéranse, coman harta comida para perro remojada en sangrecita mientras cantan kulikitaca, hasta atragantarse. No lo digo por mala sangre, jajajajajaja, pero la mayoría de ustedes malogran la fecha y, en general, el amor. Feliz día.



***Monstruo de Armendáriz: Alias de Jorge Villanueva Torres, un habitante de una casucha en la hoy transitadísima quebrada de Armendáriz (entre Mirapobres y Barranco).
***Kapachun: Modalidad de abrazo o contención en el que una persona rodea con sus brazos todo el cuerpo de otra, sin dejar libres los brazos de esta, tipo el que le hizo Terry a Candy antes de que uno de los dos se largara no me acuerdo a donde, no me acuerdo cual de ambos.
***Barrio Fiscal Nº2: Residencial y tranquilo proyecto de conjunto habitacional de los años cincuenta ubicado en la zona aledaña a Mar Brava, Callao, que nunca tomó forma y hoy es parte de eso que llaman Los Barracones.
***Amigo de todas: Aquel típico brother que es amigo solamente de toooooooooooooooodas las mujeres, haciendo lo que sea por agradarles y así sumar puntos bonus, aún cuando le toque caer bajo; aún así,s e siente el rey del universo.

lunes, 11 de febrero de 2008

El paso hacia el cadalzo del 14-Feb (Foquin Silvio Rodríguez)




Silvio Rodríguez - Sólo el amor




No hice demasiada narración sobre Fio estos días porque como saben y como afirma también el buen José Feliciano, me paso la vida pensando. Hay cosas que no se debieron mezclar.




Fio nos anticipó, señores. El viernes agarró sus efectos personales y se despidió de la oficina, algo de lo cual yo me había enterado después de una exhaustiva lectura de un expediente en mi queridísimo INDECOPI (lugar que ahora visito COMO ADMINISTRADO, a diferencia de lo que siempre he deseado). Y como esos golpes fatales, al principio no lo sentí como algo malo, sólo hasta que me dijo algo intrincado, difícil de interpretar por el momento (casi al final de la pequeña despedida en la oficina, con los chicos de diseño que comparten nuestro piso): "Mira ah, me voy triste porque no me invitaste a bailar". La frase se me quedó en el cerebro, haciendo bailar a mis hormonas con mis neuronas, tanto que sucedió lo siguiente, casi al llegar a mi casa:




RR (Con la cabeza hecha un pogo entre los elementos ya mencionados, fuera de este mundo): Baja en la diez...
Cobrador: PARADERO???????
RR: Me voy triste porque no me invitaste a bailar.
CObrador (Con cara de "¿Qué le pasa a este huevón?"): ¿¿¿¿¿?????
RR: Ehhhh, eeehhhh, sí, sí, paradero...




Mi estado zombie en verdad se originó con el mail de J, quien volvió a pasar por esta calle.



Esperé mucho para volver a hablarle, pensé en buscarla pero las heridas de anteriores personas me indicaron que no era bueno, y que de todos modos nunca había puesto a prueba a J en dichas situaciones. Descubrí que me emociona ella, me emociona tenerla cerca, pero que esa sensación no sé en que estado encajarla, no sé si en la de un buen amigo o en la de un hombre enamorado, por dios con las mujeres que realmente valen como vale ella hasta el día de hoy en que escribo estas líneas.




Volveré a esperar mucho para hablar de nuevo con ella. He respondido casi inmediatamente, pero eso no significa que sea como un delivery de pizza, que estaré siempre ahí en menos de media hora. Eso prentendí hacer, sin saber que aletargaría mi respuesta en otros campos.




Pasé dicho expediente a analista***, que el mes y la chamba me ayuden, que dios me perdone y Fio también, pero creo que siguen tratando con un hombre convalesciente. Y es que aún no puedo pisar el acelerador y creo que ya no podré con mi colega y ahora ex compañera de oficina, salvo que esté disponible estos días en los que J se va de viaje y en los que estaré en ascuas por muchas cosas (entre ellas, unas cosas de la chamba y el mismo viaje de J, joder, ¿por qué debería confiar en ella? ¿Por qué no hacerlo?).



Silvio Rodríguez pendejo, como que Rodríguez es mi segundo apellido. Caray, ¿por qué sus canciones tienen mejor efecto con los más poseros?



Fio, Fio. Silvio de mierda, tienes razón, puede que sea mejor que no la emprenda, que sea en vano. No estamos hablando de un clavo cualquier y con el aplauso que merece una mujer como Fio (hasta ahora), representa un humilde chinche con el que pretendo sacar un cincel en forma de J. ¿Por qué mi carro sólo funciona con gasolina con Amor GLP? Nada económico, mejor es el gas natural caray.



Mejor que pase el tiempo en mi refugio nuclear llamado oficina. Es hora de efectuar todas las provisiones para ese día de mierda y terminar este escrito, llegando a mi casa compraré mis rábanos para el collar.












***Pasar expediente a analista: Osea, postergarlo, procrastinar, hacerlo más racional. Es lo que hacen en cierta entidad administrativa con ciertas cosas medio difíciles como ciertas marcas o casos de infracción a la Libre Competencia: Dárselo a un economista para que saque probabilidades y promedios.


viernes, 8 de febrero de 2008

¡VIVA MI INFANCIA! Testimonio de testigo en su testamento escrito con muchos testículos

(Este es un comentario que iba a poner en un blog, pero me pareció demasiado egoísta, hasta para mí, dejarlo sólo con una persona)




Melisa: Hoy regresé de la chamba cantando a voz sin compromiso de bus "En cada hogar hay algo de Hogar hoy, es algo mío, es algo nuestro, es de Hogar... y como cada cual tiene su propio hogar, todos unidos también tenemos un Hogar" y con eso creo que indico bastante. Generalmente odio los platos dulces en un chifa, pero este sabroso entremés me apetece, espero que sea igual el buffet. Por ello, haré una excepción y me encandilaré con esto esta madrugada.




Yo tenía el set de Gustavo "Orgía" (así lo llamaba de chico, sin siquiera imaginar el "significado norteño" de la palabra), un día intente el truco de la moneda y el vaso con una considerablemente grande, con tristes resultados. Me acuerdo de él cada vez que veo a Hugo Chávez, igualito el zambito, y también de la moneda conmemorativa de la Ictiología Peruana de 1969, propiedad de mi abuelo y parte de su colección, que utilice con dicho jueguito.


Algo similar a lo de Liddy me pasó con el Playgo (no Lego, sino la versión nacional, favorecida por el alto costo de la importación en los ochenta), hasta que un día navideño de 199_ di rienda suelta a mi sadismo infantil, al producto de la exposición a los noticieron y a los apagones y con tres o cuatro cohetecillos (o "cuetecillos"), decidí que ese edificio del Banco Ladera (los lugares también son personajes) debía acabar en pedacitos, o al menos con las piezas manchadas de negro, o medio derreditas algunas. Hoy, soy muy cuidadoso con las piezas, pues ya no las utilizo.



A pesar de mis momentos barranquinos, confieso nunca haber ido al Cortijo. Por entonces, solíamos visitar más SALONES DE TÉ y chifas auspiciados por Coca-Cola pioneros de la velita dentro del vaso por si las dudas, en días de precios y torres de electricidad bajas de 1986.



Otro galán surrealistas: Gustavo Bueno, sin duda, tan surrealista que todas las novelas de Lombardi donde salía así fueron levantadas prematuramente; oh coincidencia, en el canal 9, el canal consentido (y consentidor). Ahora que lo pienso, puedo venderles un cebollón, ¿cuál? ¿Luna Roja, El banquero del Chorri Palacios, LMS la chuchumeca salada o La Jotita?




Carlo Mango, Fresiño y Maracaná! Creo que volvieron unidos por Alaska. Claro, 1992, Fuego Cruzado vuelve a la TV, no podría olvidar así nomás ese veranito.




Claro, el veranito del gol de Kukín, de Pierre Cardín, del comercial del escándalo de Toyota (pionero en publicidad sexista) y de Vico C, quien apoya mi teoría de la "s" la conjugación indicativa en pasado perfecto ("comistes", "leístes") no es de origen peruano, sino POLTOLIQUEÑO como Fermin Tangüis y recientemente, de muchas taras latinoamericanas: Piensen sino en "Me acueldo de la noche en que tú me conocistes, todas las caricias agradables que me hicistes...".



En los ochenta aún abundaban las formas de distinguirse como clasemediero o popular. Una de ellas era tú elección sabatina: Triki trak para los jóvenes que después se iban de farra o a comer al Tip Top y a Manolo, Trampolín para los que se tomaban sus chelitas en Breña y a jugar su pelota el domingo. Ahora estamos en la época de la mescolanza inevitable y falaz como puede ser lo capitalino, de los cobrizos de color cada vez menos modesto sentados adelante sólo para la cámara de Habacilar, después, si ganas algo, te hacemos el carrousel de Ferrando con las cocinas Surge.



De Monterrey recuerdo que siempre tuve uno cerca, y que ambos ahora son ¡CASINOS! Pero aún guardo sus álbumes de los personajes de la Warner, el de Bugs Bunny (1989) y el de los Tiny Toons (1992), personajes predilectos míos estos últimos. Es muy difícil vencer las resistencias personales, como la que tenía con Cobi (la mascota más genial, que vive junto al mar de Barcelona) y con esa hora en la que volvía la electricidad a mi casa después de las tres horas de racionamiento y (obligada) tarea, 5:30 pm; aún así, y sin esperar a que asimilara la ausencia de Cobi, Buster Bunny y Max Montana se lo ganaron.

Creeme, el Pecoso es una influencia muy positiva del fútbol peruano a la juventud, en comparación a la incitación al alcoholismo que suele ser cada aburrida jornada de eliminatoria (por diós, si alguien conoce algo más tedioso que ver un partido de Perú, avíseme para hacer historia). Aún así, se me hace del equipo de Yola Polastri, tal vez el deporte de dirigir barra lo ayudó a mantenerse...

¿Puedes creer que de esos benditos productos, ninguna estaba en el condenado cono? Puras cosas de la fábrica EL TIGRE!!!. Me sentía especial cuando contaba a mis amigos que había ganado el concurso del tobogan con vasos de color rojo, hasta que cada uno fue ganando su respectivo cono, haciendo de mi hazaña algo más trillado que fetichismo de pies, que haber sido estafado por Manrique a través de CLAE y que la familia haya perdido un feudo (o un jardín, o un VACANT LOT, jeje) con la reforma agraria, MÁS QUE TODO ESO JUNTO.

(Decidí que haría historia de verdad con mi triunfo en Yan Ken Po en 1991, aunque nunca hubiese utilizado el Ponte Mosca que gané, porque jamás llegué a entender la lógica de los juegos de Fiori, tan intrincada como la de los Torneos Metropolitanos)

Más enigmáticas eran las propiedades del yogurt que relataba el comercial este de 1986, así como ese adelanto del desarrollo en el futuro. Tan oscuro y precario como mi recuerdo de la competencia, yogurt Yupi o Yopi DE UVA, le preguntaré a la hermana de Yuri (sí, así se llama mi amigo y clásico rival, y no tiene nada que ver con el yogurt).






Que viva nuestra infancia, contada por nuestros propios pasos, por mis voces fácilmente acreditables y fedateables (qué harto estaba de los friks ochenteros, ahora que evolucioné y soy noventero, pero igual, quería dar mi testimonio).



Juro sin temor, pues mis voces son látidos que no mienten, y si dejan de decir la verdad es porque el motor dejó de respirar.

martes, 5 de febrero de 2008

Respuesta pública a Manolín

(Este es una respuesta a un comentario que puso uno de mis más cercanos amigos de infancia que encontró este blog de mera casualidad, mientras buscaba un depa en California. Y ahora, parece que está encontrando ciertas versiones de mis verdades)





Manolo!





Gracias por esa visita tan inesperada. Felizmente no eres mi pariente, sino, tús sabes, hubiera hecho lo posible para que te largues pronto por no avisar.





Creeme, y si mal no recuerdo lo conversamos en tu despedida: Después de los veinte ya comienza a escasear, así que a veces hay que comer lo que hay. Igual aquí, las cosas siguen subiendo, el dolar se esta yendo a la mierda. Mejor regresa cargado de euros y te forras de lo lindo aquí, eso sin dejar de especular un poco, tú sabes...





El de Martín está bien paja y tiene un tema alucinante, me gustó mucho, Reynoso es de la puta madre. Su problema es uno que tú y yo conocemos y que, de hecho, nos choca de toda la vida, sabes de lo que se trata, pero en fin, es pata.





Arrivederci, seguimos en carrera!

viernes, 1 de febrero de 2008

Ir mintiendo

Cuando volví a la oficina, sólo encontré a Fio xon un gran file y su informe entre manos. Nos slaudamos, yo aún estaba con los audífonos en el oído y en respuesta a ese silencio profesional que había entre los dos, me puse a corear:





"SATURDAY NIGHT ES UNA MIERDA DE CANCIÓN, PARA IDIOTAS"





No pudo evitar solatar una carcajada que no hizo más que confundirme en vez de exaltarme. Fue entonces cuando comencé lo que puede ser una posible mentira.





- Después de la chamba puede ser, ¿no?

- Si es que no tienes que venir en terno.

- Si pudiera, no lo haría...





Como le respondí a La Frau, no estoy listo. Sólo yo estoy seguro de que no estoy listo, de que me parece tonto que demoré tanto en recuperarme de algo que en realidad nunca terminó de suceder, como lo que sucedió con J el año pasado.





Por ser necesario, puede ser más fácil recuperarse de algo que hizo más daño que bien, ¿pero cómo con alguien que me hizo bien, mucho más bien que otras cosas? Y es que no sé si era un curso anual de amor y crecimiento, o si sea cierto que necesito a J cerca (finalmente, ni ella ni yo decidimos aún alejarnos radicalmente el uno del otro), no sé, no sé, el verano trajo a mi cabeza este siroco.





Así soy, tal vez porque he guardado muchas cosas buenas de ella y "lo nuestro" (en cierto grado algo existió) y puede que todavía no tenga claro algo que me dijo alguien cuando cumplí 21 años: No importa si son cosas buenas o malas, lo negativo siempre es guardar lo que fuere en lugar de aligerar tu carga. Esa persona tiene razón por muchas cosas, pero yo aún no quiero admitir sus argumentos en mi vida, no hasta que esté seguro de que ya no será necesaria J o de que no regresará.





Por el momento, mentiré universalmente en las tardes, en la oficina, a Fio, a mí. Mientras esté sólo, trataré de pasar el menjunge de verdades que aún desconozco o que aún no admito; mientras mi vida continúe y haga calor, tal vez un presente borre el pasado reciente.




Eso se llama supervivencia, pequeños.